Superando el día malo
Daniel Cipolla
12 de July de 2015
El texto contenido en esta página fue tomado literalmente de lo expresado verbalmente
en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Te damos gracias Señor en esta mañana, por la oportunidad, el privilegio, la gracia de poder reunirnos en el Nombre de Jesús para adorarte, para alabarte y para hacerlo con libertad.
Gracias Señor, porque tenemos esa oportunidad, porque no es algo común, es un privilegio el estar reunidos para manifestarnos como el cuerpo de Cristo en esta Tierra, no sólo a través de estas canciones, alabanzas, sino también a través de nuestra vida cotidiana, a cada momento, en cada oportunidad, en cada lugar donde nos desarrollamos en esta vida.
Gracias Señor, por este tiempo que vamos a estar juntos compartiendo en tu presencia, en el Nombre de Jesús, amén, amén.

En el día de hoy el Espíritu Santo me ha guiado a hacer algo diferente en cuanto a la Palabra que vamos a compartir. Lo que vamos a hacer, no sólo aquí sino con todas las iglesias bajo la autoridad del Ministerio, vamos a tener un día donde vamos a alabar al Señor juntos, adorar al Señor juntos, pero también vamos a interceder juntos. Vamos a poder interceder en este tiempo en especial donde muchas cosas están sucediendo en el mundo actual y donde nosotros debemos estar con ojos bien abiertos sabiendo dónde estamos parados, sabiendo cuál es nuestra posición, y sabiendo también cuál es, no sólo nuestra posición, sino nuestro protagonismo en la época en la que nosotros estamos viviendo, porque por algo Dios nos trajo a la vida en este tiempo y en esta época especial. Eso lo determina Dios, no lo determinan los hombres, y si estamos aquí, estamos aquí con un propósito determinado.

Quiero que vayamos por favor, a leer en Efesios capítulo 5, para poder ir al primer motivo de oración que hoy vamos a tener, vamos a ir a Efesios capítulo 5 en primer lugar, y meditar algunas cosas en la Palabra allí. Dice a partir del versículo 11, yo lo voy a leer en la versión, Nueva Versión Internacional, dice 5:11 de Efesios:

"No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad,
sino más bien denúncienlas, porque da vergüenza aun mencionar

lo que los desobedientes hacen en secreto.
Pero todo lo que la luz pone al descubierto se hace visible,
porque la luz es lo que hace que todo sea visible.
Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes,
levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.»
Así que tengan cuidado de su manera de vivir.
No vivan como necios sino como sabios,
aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos.
Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor."
Efesios 5: 11-17 / NVI

Vamos a ir ahora a Efesios capítulo 6 y versículo 13, allí dice la Escritura, Efesios 6:13.

"Por lo tanto, echen mano de toda la armadura de Dios para que,
cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin y permanecer firmes."
Efesios 6:13 / RVC

Hasta aquí leemos. Tanto en Efesios 5 como en Efesios 6, hay dos expresiones similares; en Efesios 5 el apóstol habla de que los días son malos, y en Efesios 6 dice la Palabra y habla, de que va a llegar un día que la Palabra lo describe como, el día malo.
Si bien las expresiones parecen similares hay diferencia entre ambas, ¿por qué? Porque los días son malos desde que comenzaron los últimos tiempos. ¿Y cuándo comenzaron los últimos tiempos? Aún desde que los apóstoles escribían las cartas, porque ellos dicen, que ya estábamos en el último tiempo y que se iban a empezar a desarrollar todos los eventos de los últimos tiempos. Así que los días son malos desde que, como Iglesia de Jesucristo, entramos a los últimos tiempos.

Pero aquí se refiere en especial a un día y habla del día malo, y dice que nosotros tenemos que tener toda la armadura de Dios para poder resistir cuando llegue el día malo.
Aquí, el día malo no tiene que ver con uno de esos días difíciles para nosotros, en que todas las cosas se nos juntaron, no tiene nada que ver con eso; aquí el día malo tiene que ver con un período de tiempo, que la Biblia llama, el período de la tribulación, donde en medio de eso va a estar la tribulación y lo que se llama la gran tribulación. En medio de esos tiempos, ésa es la última semana, la semana setenta profetizada por el profeta Daniel en el capítulo 9 versículo 24, donde va a llegar la última semana del tiempo, es decir, los últimos siete años de la historia de la humanidad así como la conocemos, donde la Tierra entera entrará al día malo, es decir, al tiempo de la tribulación.

Hay una gran separación, estamos en los últimos tiempos y los días son malos y lo sabemos; pero nos estamos acercando cada vez más a "el día malo". De hecho Jesús, cuando estuvo en la Tierra; recuerde todo lo que la Iglesia va a pasar, ¿quién lo pasó antes? Jesucristo. Todo lo que antes pasó Él, luego la Iglesia lo imita, pero Él nunca le pidió a la Iglesia nada que Él no hizo primero.
Por ejemplo, Él fue discípulo del Padre antes que nos dijera a nosotros que seamos sus discípulos, Él sufrió antes que nos diga a nosotros que sufriéramos, Él dice esto en Lucas 22.
Vamos a ir a Lucas 22 versículo 52, voy a volver a leer en la Nueva Versión Internacional, Lucas 22, 52 que dice:

"Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los capitanes del templo
y a los ancianos, que habían venido a prenderlo:
—¿Acaso soy un bandido, para que vengan contra mí con espadas y palos?
Todos los días estaba con ustedes en el templo,
y no se atrevieron a ponerme las manos encima.
Pero ya ha llegado la hora de ustedes, cuando reinan las tinieblas."
 
Lucas 22:52-53 / NVI

Jesús, también, así como habla para nosotros del día malo, Él tuvo una hora, una hora donde reinaron las tinieblas bajo el permiso de Dios; pero sabemos que en esa hora donde reinaron las tinieblas, si bien Jesús sufrió y murió, la victoria fue aplastante, porque Él resucitó y ascendió.
De la misma manera, el día malo para la Iglesia no es una mala noticia, para la Iglesia, la tribulación no es una mala noticia, es el cumplimiento de lo que el Señor habló, es aquello que Él vivió antes para que ahora la Iglesia, preparada, tomada toda la armadura, entre a esa armadura sabiendo que la victoria total será aplastante. Así como Él vivió una hora, también nosotros nos acercamos al día malo; pero dice, que estamos preparados para resistir firmes hasta el fin.

Por eso, lo que vamos a hacer en este día en cada una de las iglesias, es que vamos a orar juntos, además de adorar y alabar al Señor; y lo primero que vamos a hacer hoy es tener un primer motivo de oración, y en cada oración lo que vamos a hacer, es que vamos a orar de a dos personas, ¿por qué de a dos? Sencillamente para poder aprovechar mejor el tiempo para poder interceder, de a dos, se hace más sencillo hacerlo de esa manera.
Y vamos a ir al primer motivo de oración en esta mañana, que vamos a colocar por favor, primer motivo de oración, este motivo de oración está basado en Efesios 6:13 que acabamos de leer, que dice que por lo tanto, echen mano de toda la armadura de Dios para que, cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin y permanecer firmes.

El punto, el motivo de oración será el siguiente:
"Que toda la Iglesia sea entendida de la voluntad de Dios, sabiendo que el Señor la equipó para resistir hasta el fin y estar firme en el día malo."

En Efesios nosotros hemos leído, aprovechen el tiempo, no vivan como los de afuera, vivan sabiamente, sean entendidos de la voluntad de Dios. Una Iglesia entendida de la voluntad de Dios, sabe que se está acercando el día malo, pero no lo toma con temor ni como una mala noticia personal, sino que lo toma como aquello que el Señor habló y se debe cumplir en los tiempos, para que sea la venida del Señor.
¿Todos queremos que venga el Señor? No puede venir el Señor si no se cumple lo que el Señor anunció en su Palabra. Cuando oramos, ven Señor Jesús, también estamos orando que se cumplan todos los eventos que Tú dijiste, eso no es para una Iglesia que quiere una vida cómoda, ni que quiera seguir teniendo más dinero, ni que quiera comprar más casas o más carros o que quiera seguir prosperando, no, no es para esa Iglesia, es para la Iglesia entendida de la voluntad de Dios que cuando dice, ven Señor Jesús, a la vez está diciendo, entonces que se cumpla lo que Tú dijiste para que Tú vengas y los últimos tiempos se desencadenen sobre la Tierra.

Punto de oración:
"Que toda la Iglesia sea entendida de la voluntad de Dios, sabiendo que el Señor la equipó para resistir hasta el fin y estar firme en el día malo."

Por favor, entonces nos ponemos de pie y nos juntamos de a dos, trate de que no sea con algún familiar que sea con algún hermano, que no sea familiar en la carne, que sea cualquiera, para que tengamos este tiempo de intercesión y de oración poderosa al Señor, adelante.


1er. TEMA DE ORACIÓN
"Que toda la Iglesia sea entendida de la voluntad de Dios,
sabiendo que el Señor la equipó para resistir hasta el fin
y estar firme en el día malo."
(Efesios 6:13 / RVC)

Señor, estamos orando por toda tu Iglesia, para que toda tu Iglesia sin faltar uno solo de los tuyos, sea entendida en tu voluntad, nos llamaste a conocer tu voluntad no a ignorarla, sino a conocerla. Y Señor, no sólo nos llamaste a eso, sino que cuando lo hiciste nos equipaste, porque nos dijiste que teníamos que recibir al Espíritu Santo para recibir el poder que nos haría testigos sobre la Tierra. Quiere decir que a medida que nos acercamos a este día malo, nosotros no estamos con temor o con inseguridad, sino con dominio propio y con poder, sabiendo Señor que nos acercamos con la seguridad, no sólo de que estamos entendidos de lo que viene, sino que nosotros somos aquellos que le mostramos a este mundo lo que significa vivir en Cristo Jesús.
Señor, es el tiempo de saber de la importancia de nuestra firmeza, es el tiempo de meternos contigo cual nunca antes, es el tiempo de buscar tu presencia cual en ningún otro momento de la historia, si los apóstoles Juan, Pedro o Pablo estaban en los últimos tiempos, cerca de los días finales, cuánto más nosotros estamos en esos días acercándonos a este día malo, que para nosotros es el día de liberación, es el día de redención, es el día de recibir la recompensa, de recibir el premio de estar con el Rey de reyes y Señor de señores para siempre, de celebrar contigo esas bodas y de poder vernos como tu amada, tu Iglesia, aquella que se mantuvo firme hasta el fin.
Gracias Señor, porque para eso Tú nos has puesto, en el Nombre de Jesús oramos, amén.

Vamos a cantar al Señor que estamos firmes, vamos a cantar al Señor que seguimos firmes, porque dijimos en el primer tema algo muy claro, que nosotros estamos para resistir y estar firmes hasta el fin. Para nosotros no es el día malo, es el día ¿sabe de qué? De la graduación.
Señor, en cualquier momento Tú llegas, en cualquier momento nos graduamos, Tú llegas en medio del día malo, para nosotros es un día bueno, es el día de tu manifestación.
Vamos a cantarle al Señor juntos "sigo firme", vamos a estar de pie y cantarle al Señor.

(Alabanza...)

Sí, te alabamos Señor. Sí, te alabamos Señor, sólo por tu gracia es que nosotros estamos firmes, firmes en ti, firmes en ti. Para nosotros el acercamiento del día malo significa el acercamiento de tu gran día, y si es tu gran día es nuestro gran día; porque no existe bien para nosotros que esté fuera de ti Señor, en ese día malo es nuestro gran día porque nuestro Rey y novio ha de manifestarse, y manifestarse gloriosamente, para guardarnos y llevarnos con Él.

Te alabamos Señor, porque Tú nos anticipas, Tú nos has anticipado desde siempre lo que venía para que estuviéramos firmes y claros en Ti. Amén.

Amados, para poder entender un poco más acerca de este día malo, yo les pido que vayamos a Lucas capítulo 17, vamos a comenzar la lectura en el versículo 20. Lucas en su capítulo 17 desde el verso 20 al verso 33, voy a leer en la Nueva Versión Internacional, que dice así:

"Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo iba a venir el reino de Dios,
y él les respondió: —La venida del reino de Dios no se puede someter a cálculos.
No van a decir: “¡Mírenlo acá! ¡Mírenlo allá!”
Dense cuenta de que el reino de Dios está entre ustedes.
A sus discípulos les dijo:
—Llegará el tiempo en que ustedes anhelarán vivir
siquiera uno de los días del Hijo del hombre, pero no podrán.
Les dirán: “¡Mírenlo allá! ¡Mírenlo acá!” No vayan; no los sigan.
Porque en su día el Hijo del hombre será como el relámpago que fulgura
e ilumina el cielo de uno a otro extremo.
Pero antes él tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por esta generación.
»Tal como sucedió en tiempos de Noé,
así también será cuando venga el Hijo del hombre.
Comían, bebían, y se casaban y daban en casamiento,
hasta el día en que Noé entró en el arca;
entonces llegó el diluvio y los destruyó a todos.
»Lo mismo sucedió en tiempos de Lot:
comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y edificaban.
Pero el día en que Lot salió de Sodoma,
llovió del cielo fuego y azufre y acabó con todos.
»Así será el día en que se manifieste el Hijo del hombre.
En aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas dentro de la casa,
que no baje a buscarlas.
Así mismo el que esté en el campo, que no regrese por lo que haya dejado atrás.
¡Acuérdense de la esposa de Lot!
El que procure conservar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará."
 
Lucas 17: 20-33 / NVI

Es muy impresionante este pasaje de la Escritura por varias cosas, en primer lugar, Jesús comienza a responder una pregunta de los fariseos hablando del Reino y diciéndoles que ellos están mirando el Reino como algo físico que iba a venir sobre el Israel terrenal, y el Señor les dice, la mirada de ustedes acerca del Reino está completamente equivocada, porque el Reino de Dios no se puede mantener ni someter a cálculo ninguno. El Reino de Dios está entre ustedes, el Rey del Reino, Jesucristo, estaba allí, y sus discípulos manifestando el Reino.
Pero luego dice el verso 22, que le habla a sus discípulos, ya no a los fariseos, le habla a sus discípulos y les dice esto, dentro del día malo hay para ustedes un día, es decir, ustedes no entran al día malo como la humanidad entra al día malo, para miedo y destrucción, ustedes entran al día malo porque en medio de este día malo está mi día, ¿cuál es mi día? dice el Señor, el día del regreso del Hijo del hombre, que será como el relámpago que sale de un lado al otro y se ve de todas partes.

Pero miren lo que dice, esos serán tiempos dice, como los que pasaban en el tiempo de Noé, como lo que ocurría en el tiempo en que vivió Lot, es decir, las personas estaban celebrando el pecado; el pecado y la maldad habían subido hasta el extremo, las personas estaban envueltas solamente en sus propias cosas, en prosperar, en tener más, en casarse, en dónde vamos a comer, dónde vamos a beber, cuál es, no sé, el mejor restaurante, será en esta época, cuál va a ser el mejor para poder estar y para poder vivir algo más y seguir celebrando el pecado... Y el Señor dice, ése será el tiempo, en que en el día del Hijo del hombre se va a manifestar, pero a nosotros nos da una esperanza extraordinaria porque dice lo siguiente, usa dos figuras, y dice, que el día, el día de la destrucción vino de esta manera, primero Dios metió a Noé y su familia en el arca. Primero, Dios sacó a Lot de la ciudad de Sodoma para llevarlo a Zoar. Primero los escondió, primero los guardó y después de que los guardó, dice, vino destrucción.
¿De qué habla esta figura? Que en su día, el Señor se va a llevar, porque va a guardar a sus vencedores, no lo que llamamos Iglesia, no lo que vemos que se conoce como Iglesia, sino los vencedores, ¿por qué a los vencedores? Porque los vencedores no participaron del espíritu en que está participando la generación que vive en esos tiempos como los de Noé y como los de Lot. Dice aún de Lot, que todo el tiempo estaba afligida su alma por ver la maldad que lo rodeaba, no podía estar en paz, no importa si estaba mejor o peor económicamente, eso no lo satisfacía, no podía estar en paz cuando veía la maldad que lo rodeaba... en ese día, el Señor se lleva a los vencedores.

¿Por qué lo digo? Y se lo demuestro más, el Señor utiliza un ejemplo y dice, recuerden a la mujer de Lot. ¿Qué fue lo que pasó con la mujer de Lot? La pregunta es, ¿fue librada de Sodoma? Sí, de Sodoma sí, ¿pero llegó al lugar seguro donde llegó Lot y su familia? No.
Ella se quedó a mitad del camino, ¿está escuchando? Ella se quedó a la mitad del camino, porque contra la orden de Dios que le había dicho, cuando te saque de la ciudad no mires atrás, ella miró atrás.
¿Usted cree que Dios la castigó por mirar atrás, por curiosa? Claro que no, el mirar atrás, lo que significa, es que el corazón de ella, a pesar de la maldad que había en el mundo de ese tiempo, estaba apegado a lo que Sodoma le entregaba y porque estaba apegado a lo que Sodoma le entregaba ¿qué pasó? Se convirtió, dice la Biblia, en una estatua de sal.

¿Qué somos los hijos de Dios en el mundo? La sal.
Es decir, se convirtió en una estatua de aquello que se volvió insípido, como no servía para salar a la ciudad en donde vivía, se volvió una sal insípida que lo único que sirvió fue de un testimonio de vergüenza de lo que debiera haber sido y no fue.

Recuerden, dice ¡cuidado! No es para todos, esto es para vencedores.

Es más, esta figura Jesús la utiliza para llamarnos a nosotros a ser de los vencedores, no simplemente ser de aquellos que decimos creemos en Jesucristo, tenemos la salvación, somos salvos. Sí, tenemos la salvación, somos salvos, ¿pero cómo estamos caminando a medida que nos acercamos al día malo? Si no nos despegamos cada vez más del amor al mundo, si no nos despegamos más de los proyectos del mundo, si no nos despegamos más del espíritu del mundo, al igual que la mujer de Lot, comenzaremos a mirar atrás.
Y el Señor dice, que quedó a mitad de camino, fue librada de Sodoma, pero no entró al lugar de refugio.
Sólo los vencedores participan de una boda llamada las bodas del Cordero, no todos, no todos, no todos, sólo los vencedores.

Por eso, miren lo que dice 1 Juan, capítulo 2, mire cómo le habla el apóstol Juan a la Iglesia, le habla a los padres, le habla a los ancianos, le habla a los jóvenes, mire usted cómo es la visión apostólica que viene del Espíritu acerca de la verdadera Iglesia. 1 Juan, capítulo 2, versículo 12, dice así:

"Les escribo a ustedes, queridos hijos,
porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Cristo.
Les escribo a ustedes, padres,
porque han conocido al que es desde el principio.
Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno.

Les he escrito a ustedes, queridos hijos,
porque han conocido al Padre.

Les he escrito a ustedes, padres,
porque han conocido al que es desde el principio.
Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes,
y la palabra de Dios permanece en ustedes,
y han vencido al maligno.
No amen al mundo ni nada de lo que hay en él.
Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre.
Porque nada de lo que hay en el mundo

—los malos deseos del cuerpo,
la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida —
proviene del Padre sino del mundo.
El mundo se acaba...
(el mundo se acaba...)
con sus malos deseos,
pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre."
 
1 Juan 2: 12,17 / NVI

¿Cómo el Espíritu Santo nos escribe a través del profeta Juan? Nos escribe como vencedores, él dice, les escribo a ustedes porque han vencido, pero esto no es una confesión literal, ¡ah sí! La sangre de Cristo me ha perdonado todo pecado, yo soy un vencedor, eso es simplista. Eso está fuera de lo que dice la Palabra.
Cuando le habla a los jóvenes que han vencido al maligno, les está diciendo, ustedes no amaron el mundo, ustedes no se dejaron llevar con la codicia de los ojos y todo lo que les rodea, ustedes no tuvieron eso, ustedes lo han vencido.
No está diciendo, Jesús lo venció. No, está diciendo, ustedes vencieron porque Jesús venció, está diciendo, Jesús venció primero, pero ustedes con base en la victoria de Jesús se animaron a vencer después.

Hay una victoria que consigue el Señor, pero hay una victoria que conseguimos nosotros, basados y parados en la victoria del Señor.
No existe tal cosa, esa vergüenza y tontería de decir, porque Cristo venció yo soy un vencedor, sin importar como vivo, sin importar cuán apegado al mundo vivo, sin importar cuál es mi conducta en la Tierra, ahí no hay ninguna victoria, sólo hay derrota y pecado.
Los vencedores son los que han tomado la victoria de Jesucristo, viven parados en la victoria de Jesucristo y dicen, porque Él ha vencido ahora es mi día, ahora es mi hora, ésta es mi hora de vencer porque el vencedor vive en mí, ahora es mi hora de vencer, ahora que llega el día malo no me asusto ni me atemorizo, puede sufrir mi familia, puedo sufrir yo, puede haber persecución pero a mí no me atemoriza esto.

Pero dice algo categórico hermano, categórico, dice el apóstol Juan que si alguna persona, algún creyente, ama al mundo, escuche lo que dice, no tiene el amor del Padre.
¿Alguien que no tiene el amor del Padre, puede ser considerado un hijo de Dios? Juan es claro, amas al mundo, no eres de Cristo. No importa cuánta Biblia leas, no importa cuánto te reúnas, no importa cuánto ores, ¿si te gusta todo eso? tú todavía te tienes que convertir, porque si alguno ama al mundo el amor del Padre no está en él. Y la Biblia dice que en los creyentes, Dios ha derramado su amor por el Espíritu en nuestros corazones, pero solamente en los que realmente pertenecen a Cristo.

¿Lo está viendo? ¿Estamos entendiendo lo que significa el día malo, estamos entendiendo lo significa ir hacia ese día?
Pero para nosotros el día malo es un día extraordinario, es el día del Hijo del hombre, es el día del regreso del Señor, donde en el momento que somos arrebatados, Dios se encarga de este mundo y de todos los que han quedado en él, porque los que han quedado en él, para destrucción se quedaron porque quisieron, se quedaron porque conscientemente desobedecieron y deshonraron el evangelio de Jesucristo, la salvación a través de Jesucristo, el arrepentimiento y el perdón de pecados a través de Jesucristo.
¡Qué tiempo impresionante! Por eso es muy importante lo que estamos haciendo en este día.
Hoy estamos orando con una dimensión profética completamente diferente, y esto que estamos haciendo no es para hoy, ni es para tener unos temas de oración que hicimos un día determinado, esto tiene que ser una base para nosotros de aquí en adelante, porque el Espíritu Santo nos está diciendo hacia dónde nos estamos acercando, hacia dónde estamos yendo y dónde estamos parados en este tiempo donde estamos yendo.

Segundo tema de oración, ahora sí vamos a proyectarlo, esto tiene base en Colosenses capítulo 3, verso 1 a 4, doy lectura simplemente, dice  así;

"Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.
Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra,
pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios.
Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste,
entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria."
Colosenses 3:1-4 / NVI

El segundo tema es el siguiente,
Que cada creyente se transforme en un vencedor que tiene su mirada puesta en Jesús, con su atención concentrada en las cosas de arriba, y no en las de la Tierra porque sabe que su vida está escondida con Cristo en Dios.

Entonces cada dos hermanos, elija otro por favor para orar, póngase a orar con él en este momento por este tema que ahí tiene proyectado para poder seguir, adelante por favor.

2do. TEMA DE ORACIÓN
Que cada creyente se transforme en un vencedor que tiene su mirada puesta en Jesús
con su atención concentrada en las cosas de arriba, y no en las de la tierra
porque sabe que su vida está escondida con Cristo en Dios.
Colosenses 3:1-4

 

 
Señor, hemos orado por cada uno, cada uno de tus hijos en el mundo para que cada uno se transforme verdaderamente en un vencedor, cada uno de ellos viva con la mirada concentrada en ti, en las cosas de arriba y no en las de la Tierra.
Señor, en los tiempos que vienen y mientras nos vamos acercado a este día que Tú profetizaste con toda claridad, nosotros oramos para que no sea una Iglesia cómoda, una Iglesia con una seguridad falsa sino una Iglesia que está cuidando con temblor esta salvación que Tú le has dado, y está mirando vivir honrándote Señor, todo el tiempo buscando tu presencia, todo el tiempo, y llenándose más de ti, sabiendo que forma parte de los vencedores aquellos que Tú vienes a buscar.
Gracias Señor, lo declaramos en Jesús. Amén, Amén.

Vamos a Lucas el capítulo 21 y el versículo 12, Jesús habla en diferentes pasajes acerca del tiempo en que se acerca el día malo, y dice lo siguiente en el capítulo 21, a partir del verso 12:

"»Pero antes de todo esto, echarán mano de ustedes y los perseguirán.
Los entregarán a las sinagogas y a las cárceles,
y por causa de mi nombre los llevarán ante reyes y gobernadores.
Así tendrán ustedes la oportunidad de dar testimonio ante ellos.
Pero tengan en cuenta que no hay por qué preparar una defensa de antemano,
pues yo mismo les daré tal elocuencia y sabiduría para responder,
que ningún adversario podrá resistirles ni contradecirles.
Ustedes serán traicionados aun por sus padres,
hermanos, parientes y amigos,
y a algunos de ustedes se les dará muerte.
Todo el mundo los odiará por causa de mi nombre...
(…Todo el mundo los odiará por causa de mi nombre...)
Pero no se perderá ni un solo cabello de su cabeza.
Si se mantienen firmes, se salvarán."

Lucas 21:12-19 / NVI

Aquí Jesús habla de los tiempos de persecución elevándose y acercándose, cuando nos vamos acercando al día malo y aún menciona algo muy fuerte, el Señor habla aun de los padres, de los hermanos y los parientes quienes serán aquellos que traicionen o que nos traicionen como discípulos. Cuando leemos esto, como leemos frases, todo el mundo nos odiará por causa de su Nombre, las solemos pasar rápido porque nos cuesta digerir el hecho que pueda haber parientes, amigos, padre o madre que nos traicionen por amar a Jesús o llegar al punto que todo el mundo nos odie, así dijo Jesús, nos van a odiar, no nos van aplaudir... Hermano, no nos van a aplaudir, nos van a odiar.
Es más, el tiempo de estar por las calles y llenar miles de personas, una plaza para predicar o para orar, no se volverá a hacer porque todos nos van a odiar, porque nadie lo querrá.
Entonces, ¿qué pasó? ¿perdimos el poder? Si no estamos en una plaza pública, ¿perdimos el poder? No mis hermanos, claro que no, será cuándo más poder tendremos, porque la Iglesia que ora, aunque se junten en una catacumba, esa Iglesia tiene poder, no necesita estar a la luz para tener poder con Dios, no necesita viajar a ningún lado para tener poder con Dios, la verdadera Iglesia tiene siempre poder con Dios, ésa es la Iglesia.
¿Qué viene? Una mayor persecución.

Quiero leerle algo, ésta es una nota periodística publicada por la Organización Open Doors (Puertas Abiertas) y expresa así:

Washington, 9 de enero de 2015.
En su informe anual sobre los cincuenta países dónde es más difícil y peligroso ser cristiano, la Organización estadounidense Open Doors (Puertas Abiertas) advirtió que a pesar que en 2014 la persecución contra cristianos alcanzó niveles históricos, lo peor está aún por venir.
De acuerdo a la Organización Internacional, alrededor de 100 millones de cristianos son perseguidos en todo el mundo, lo que los convierte en uno de los grupos religiosos más perseguidos.
La fuente de mayor persecución en cuarenta de los cincuenta países ha sido el extremismo islámico, David Curry, presidente y jefe ejecutivo de Open Doors, advirtió que incluso en estados con mayoría cristiana, están experimentando niveles de exclusión, discriminación y violencia, sin precedentes.
La lista de Vigilancia Mundial 2015, revela que en un sorprendente número de cristianos se están convirtiendo en víctimas de la intolerancia y violencia debido a su fe, están siendo forzados a ser más reservados sobre su fe, señaló.

Leo sólo esto, para decir la clase de persecución que nosotros estamos viendo en el mundo, que parece lejana, es solamente una señal, escuche, es una señal de lo que seguirá sucediendo y de lo que seguirá creciendo aún en los países de occidente denominados cristianos, aún en el país más "cristiano" (entre comillas) de los denominados cristianos, Estados Unidos, recuerde que la legalización del matrimonio homosexual dictado hace pocos días, porque hoy estamos a 12 de julio de 2015, esto hace pocos días poco tiempo atrás, esta legalización va a ser tomada como parámetro legal por las naciones del mundo. ¿Por qué? Porque Estados Unidos siempre ha estado a la cabeza de aquellas naciones para que las otras naciones decidan con base en lo que Estados Unidos decidió.
Quiere decir que va a ser el parámetro legal para que las demás naciones, la gran mayoría de ellas, aprueben de igual manera el matrimonio del mismo sexo.

Recuerde y vaya a la Palabra del año 2010, ahí profeticé de parte del Señor que las leyes sobre el matrimonio homosexual venían; y dije que nadie las podría detener... y así está sucediendo, no se podrán detener, son de las cosas que el Señor está permitiendo, preparando para su llegada.
Pero ¿qué va a pasar? La legalización del matrimonio homosexual va a ser el instrumento legal preferido de las tinieblas para tratar a la Iglesia de discriminatoria y de homofóbica, y los ministros vamos a ser tratados como violadores de la ley, aunque todos somos ministros en la Iglesia, me estoy refiriendo a los cinco ministerios, apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros vamos a ser tratados como violadores de la ley, objetos de demanda y de cárceles.

Les voy a leer una nota, no del estado Islámico, no de Irak, no de Siria, no de Kenya, no de Afganistán, le voy a leer algo ocurrido en Seattle, Estados Unidos, del 3 de julio, hace poquitos días. Dice así:

... gays golpean a pastores por predicar en contra de homosexualidad.

Parte de esta nota dice;
Dentro de una serie de informes sobre el impacto del matrimonio homosexual aprobado por la Suprema Corte de Estados Unidos, la revista Carisma News mostró cuando dos pastores no identificados fueron brutalmente apaleados con golpes y patadas por activistas que salían de un festival del orgullo gay en Seattle, Estados Unidos.
De acuerdo con el Canal Fox, los pastores tenían sus Biblias y estaban instando a los participantes a arrepentirse de sus pecados.

Hace escasos nueve días, en los Estados Unidos, antes el rechazo era, o rechazo o indiferencia o burla. Ahora ya no, ahora ya son golpes, en los Estados Unidos.
¿Tú crees que vamos a estar libres? ¿Pero qué dice la Biblia de eso? ¿Qué dice? Mire lo que dice, Filipenses el capítulo 1 versículo 27:

"Solamente compórtense de una manera digna
del evangelio de Cristo, de modo que ya sea que vaya a verlos,
o que permanezca ausente, pueda oír que ustedes
están firmes en un mismo espíritu,
luchando unánimes por la fe del evangelio.
De ninguna manera estén atemorizados por sus adversarios,
lo cual es señal de perdición para ellos,
pero de salvación para ustedes, y esto, de Dios.

Escuche bien ahora…
Porque a ustedes se les ha concedido por amor de Cristo,
no sólo creer en El, sino también sufrir por El."
 
Filipenses 1:27-29 / NBLH

Para los vencedores sufrir por Cristo, ¿qué es? Un privilegio. Si para ti no crees que es un privilegio sufrir por Cristo, entonces todavía no eres parte de los vencedores, si por salir a la calle a hablar de lo que es Cristo y mencionar que es necesario arrepentirse, te golpean o te dan de patadas, alaba al Señor, glorifícale, dale gracias, llénate más del Espíritu Santo, porque eso es lo que viene.

Vamos a ir al tercer tema de oración, basado en este pasaje de Filipenses 1:27-29, que dice así:
Que la Iglesia se mantenga firme en un mismo Espíritu luchando unánime, la palabra unánime literalmente es con un alma, por la fe del evangelio sin dejarse atemorizar por los adversarios, una Iglesia que valora el privilegio que se le ha concedido de confiar en Cristo, y de sufrir por Él."

Por favor, nuevamente de a dos hermanos tomamos este tiempo especial de oración por este tan importante tema que estamos viendo en este día, adelante.


3er. TEMA DE ORACIÓN
Que la Iglesia se mantenga firme en un mismo Espíritu unánime (lit. con un alma)
por la fe del evangelio sin dejarse atemorizar por los adversarios,
una Iglesia que valora el privilegio que se le ha concedido
de confiar en Cristo, y de sufrir por Él.

Filipenses 1:27-29 NBLH

Señor, te damos gracias por este día en que estamos intercediendo por cosas de tu Espíritu que son trascendentes, trascendentes para los tiempos que nos tocan vivir y que estamos atravesando.
Padre, estamos pidiendo por una Iglesia que está en un mismo Espíritu, que tiene la verdadera unidad, aquella que proviene de la unanimidad, una Iglesia que es una alma y donde hay un alma hay una sola forma de pensar, hay una sola forma de sentir, hay una sola forma de creer, hay una misma doctrina, contrario Señor a esa unidad falsa que quiere hablar de una unidad sin importar lo que creamos o sin importar la doctrinas. La verdadera unidad, es la que proviene de la unanimidad donde toda la Iglesia es de un alma, por eso lo dice en el Libro de los Hechos, que todos eran de un alma, y todos seguían firmes ajustados a la doctrina de los apóstoles. No era una Iglesia con diferentes doctrinas diciendo que estaba unida, no, era una Iglesia de un sentir y de un pensar, de una sola motivación, de un solo corazón y con una sola doctrina.
Por esa Iglesia, la verdadera, es la que estamos orando, una Iglesia que valora el sufrir por ti como un privilegio, sabe y dice, gracias porque tu Espíritu Santo está sobre mí, ésta es una señal para mí de salvación, para los demás de destrucción.

Señor, esa Iglesia, la Iglesia que valora el privilegio de sufrir por ti, gracias Señor, oramos creyendo que Tú estás levantando cada día esa Iglesia más y más y más, uniendo el Espíritu de todos los rincones de la Tierra, con un solo corazón y alma en ti. Amén Señor.

Vamos a estar de pie para adorar juntos al Señor, unidos en un Cuerpo levantando manos santas.

(Alabanzas...)

Sí Señor, al único sabio Rey inmortal, poderío y majestad unidos en un Cuerpo, en una misma mente y en un mismo Espíritu, mostrando unanimidad, mostrando que somos de un alma, un sentir, un pensar, uno en todo. Oh! te alabamos Señor y te adoramos. Amén.

Vamos a colocar el cuarto y último motivo de oración esta tarde, lo vamos a colocar porque este motivo lo vamos a orar todos juntos, como una oración al Señor, y el motivo va a ser la Palabra, vamos a orar directamente la Palabra.
En Filipenses capítulo 1, del verso 9 al 11, y lo vamos a colocar porque lo tenemos de la lectura de la Palabra Hispanoamérica, en otra versión de la Biblia lo hemos puesto, y esto va a ser una oración como la que hizo el apóstol Pablo, una oración, el apóstol dijo, ésta es mi oración.
De esta manera, tú vas a estar orando en realidad por tu hermano, pero cuando estás orando esto, no estás orando por ti, esto es lo fantástico de la oración; pero lo más fantástico de esto es, lo más fantástico es, que cuando estás entrando a la médula de oración es cuando te descentralizaste, a veces abandonamos el tiempo de oración cuando todavía estamos orando por nosotros y nuestras cosas, todavía no hemos orado, todavía no hemos entrado a ningún lado. Entramos a oración cuando nos hemos salido del medio, cuando ya no somos nosotros, sino ya estamos orando por los otros, así que lo vamos a declarar orando esta oración así como lo hizo el apóstol por nuestros hermanos.
Así que, vamos juntos para decirle al Señor así:


4to. TEMA DE ORACIÓN
Y ésta es mi oración: que el amor que tienen crezca más y más
y se traduzca en un profundo conocimiento experimental,
de manera que puedan discernir lo que es valioso,
se conserven limpios e irreprochables en espera del día del Señor,
y sean colmados de los frutos de salvación que otorga Jesucristo,
para gloria y alabanza de Dios.

Filipenses 1:9-11, BLPH

Gracias al Señor, ¿sabe por qué estamos reunidos hoy aquí? Porque un día conocimos el amor de Dios. Si no hubiéramos conocido el amor de Dios, probablemente no te conociera ni tú a mí, pero nos amamos y somos su Cuerpo porque hemos conocido el amor de Dios.
Esto vamos a cantar en alabanza al Señor, estamos reunidos hoy aquí porque hemos conocido su amor.

(Alabanza...)



Sí Señor Jesús, gracias te damos porque podemos decir hoy, Cristo se ha exaltado, exaltado, exaltado, exaltado.
Señor, juntos como Iglesia, hemos estado alabándote, adorándote y hemos estado orando juntos en la unidad del Espíritu de una misma mente, un mismo sentir, un mismo corazón, una sola alma.

Gracias Señor por este tiempo en tu presencia. Y queremos que este tiempo vivido sea la base para saber cómo vivimos, cómo oramos, y cómo Señor, nos conducimos de aquí en adelante en este camino que hemos iniciado, acercándonos al día de la visitación y de tu venida.

Gracias te damos Señor, por tu Espíritu Santo. Amén y amén Jesús.


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