en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
AUDIO
Vamos a abrir en Isaías, capítulo 54, un pasaje muy conocido de la Escritura:
Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz;
levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto;
porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.
Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas;
no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda;
y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.
(Isaías 54:1-3)
Este pasaje es muy conocido, pero déjeme traerles algo por el Espíritu del Señor que pudiera compartir en esta tarde, Él puso claramente para que pudiera compartir con mis amados. Lo primero que quiero compartir en este pasaje, lo que nos enseña y es lo que nos trae en esta noche, y es cómo romper tus límites, como romper mis límites.
Hay cosas que son límites de Dios, pero hay cosas que no son límites y que son limitantes, y hay una gran diferencia entre una limitante y un límite; el mar tiene límites y si no tuviera límites todo estaría destruido y nada quedaría a su alrededor. Pero muchas de las cosas que Dios le habla al hombre no tienen nada que ver con límite, sino que lo que el hombre cree que ese límite significa una limitante que Dios le puso para que no pueda alcanzar más allá de aquello que aparentemente Dios le dijo.
Pero vamos hacer una pregunta ahora: ¿Por qué le dice Dios al hombre que se extienda, que estire sus estacas más allá; por qué le dice eso sí Dios había determinado un territorio?
Dios le dijo éste es tu límite en el norte, éste es tú límite en el sur, éste es tu límite en el oeste y éste es tu límite en el este. Es decir, Dios le había dicho cuál era su límite.
¿Por qué sí Dios le había dicho cuál era límite le dice que extienda?
Es contradictorio aparentemente. No, no es contradictorio. ¿Por qué?
Dios, lo primero que está diciendo al pueblo es espiritual y lo segundo es natural.
Lo primero espiritual que está diciendo a su pueblo es lo siguiente: a causa del alejamiento que tú tienes en la comunión, de aquellas cosas que no estás resolviendo en mi presencia, tú mismo tienes una actitud de esterilidad.
El pasaje lo encierra todo en una actitud de esterilidad, y le da una orden profética "regocíjate estéril". ¿Por qué? Porque si tú te regocijas ante el Señor simplemente, determinando corregir lo que no está bien, lo que se tuerce ponerlo derecho, entonces tu actitud de esterilidad va a cambiar y cuando tu actitud de estéril cambia lo que va cambiar es mi relación contigo y cuando cambié mi relación contigo, tu vida espiritual será ensanchada y ampliada a un ámbito espiritual y en el Espíritu no hay límites.
En el Espíritu no existen límites porque el Espíritu, es el ámbito de la inmensidad de Dios y dice que Dios es insondable y Dios es Espíritu. Quiere decir que en el Espíritu no existen límites en lo que puedo alcanzar en Dios.
En lo natural miremos lo que está diciendo Dios.
Dios, por Isaías le dice en el versículo tres después de que le ordena extenderse, le dice por qué: Porque tu descendencia heredará naciones.
¿Por qué le dice eso Dios a un pueblo pequeño, con un territorio bastante pequeño?
Es decir, cuando el pueblo escuchó esta profecía, le dice a Dios, ¿cómo se entiende esto? Si tú me dijiste a mí, que éste es mi límite en el norte, éste es mi límite en el sur, éste es mi límite en el oeste, éste es mi límite en el este... ¿Qué es esto de que yo voy a heredar naciones?
Dios le está dando una profecía de lo que está en su mente, para que la mente del pueblo sea llena de la plenitud de lo que hay en la mente de Dios.
Pero cuando estamos estériles, y limitamos lo que Dios está diciendo, cuando no dimensionamos la Palabra de Dios a esa dimensión a la que Dios quiere darle en mi mente y en espíritu, sólo puedo ver nada más que aquello que Dios me dio en primera instancia.
¿Cómo iba a terminar esto? ¿Qué era lo que estaba en su mente, que es lo que estaba diciendo Dios?
En Gálatas cap. 4 va a comprender cómo Israel necesitaba romper sus límites..
Cuando Dios envió a un hombre como Jonás para romper sus límites de nacionalidad, sus límites geográficos, que rompiera sus límites de que Dios es solamente Dios de Israel... ¿Qué hizo Jonás?
No quiso ir.
Es igual a nosotros, no crea que usted quiere ir, porque para que usted quiera ir, usted necesita tener la visión del altísimo.
Usted necesita ver cómo Dios ve, usted necesita entrar a una dimensión del Espíritu, mayor, para ver lo que Dios ve.
Jonás no podía ver lo que Dios veía, por eso no quería ir. Por eso le dice: —no era esto lo que yo decía cuando huía a Tarsis... Que tú no ibas a traer juicio—.
Un predicador de la Palabra de Dios sin la visión de la Palabra de Dios, ese fue Jonás, y aun cuando Dios obró a través de él, enojado estaba.
En Gálatas 4 va a entender dónde quería ir Dios cuando le profetizó, heredarás naciones. Lea por el Espíritu la trascendencia de un hombre que está bajo el Espíritu sin límites como Pablo; fíjese cómo es cuando Dios habla, Dios nos da una palabra y la dimensión de la palabra la pone el hombre.
Dios no dimensiona la palabra que te da, tú dimensionas la palabra que da, tú dimensionas la anchura, longitud, altura, profundidad... Todo lo pones tú. Él no lo pone...
Cuán ancho, alto y profundo es el amor de Dios, ¿quien lo puede entender? El que entre ahí.
El amor de Dios es alto y profundo, pero tú lo dimensionas, ¿cuán alto es? ¿quién me dice la medida de la altura del amor de Dios? ¿Cuán alto? ¿Quién pone la dimensión? ¿Quién mide?
Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual,
pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.
Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.
Ga 4:25-26
¿Qué está profetizando Isaías? A la Jerusalén de arriba... Pero ellos se veían como la Jerusalén de abajo y el que está abajo nunca ve lo de arriba; la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre, porque está escrito regocíjate estéril.
Porque está escrito:
Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;
Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto;
Porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido.
Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
Pero como entonces el que había nacido según la carne
perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.
Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera...
...el límite, echa afuera el límite,
echa afuera a la esclava... atada a sus límites ,
y a su hijo... una mentalidad geográfica limitada ,
porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.
De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre
Ga 4:27-30
¿Sabe lo que dijo Isaías cuando dijo heredará naciones? —Un día Israel serás Jerusalén, pero no de aquí, serás de arriba, en esa Jerusalén entrará toda rasa, todo pueblo, toda nación, toda tribu y toda lengua formará parte de la gran Jerusalén.
¿Usted cree que cuando la nueva Jerusalén que Isaías profetizó, Israel estaba mirando eso?
Pero Pablo, un hombre que sabe que en el espíritu no hay límites está dimensionando la palabra de Dios, no es Dios el que está dimensionando, es Pablo por el Espíritu que le está dimensionando y está diciendo lo que no entendieron aquellos "cabeza dura" cuando Dios les dijo que se extendieran pues iban a heredar naciones en Cristo Jesús.
Las naciones vendrían a ser de Dios y todos formarían parte de la Jerusalén de arriba sin importar de qué nacionalidad, lugar, estado, provincia o pueblo...
Hay muchos límites que son simplemente falsos límites que nosotros hemos creado pensando que son límites que Dios nos ha impuesto.
Dios dijo esto y cómo Dios dijo esto y esto es el límite.
Esto nos está hablando de cuando uno dice "es que Dios me dijo esto".
Quiero demostrarle que probablemente estamos equivocados cuando decimos "que cuando Dios dijo esto, es lo que quiso decir".
¿Quién le dijo usted que cuando Dios dice esto, Dios dijo esto?
¿Usted está seguro que lo que Dios dijo, es lo que Dios dijo?
Déjeme demostrárselo, vamos a ver la vida de Abraham, usted ya lo conoce, quiero mostrarle cómo Dios le enseñó a Abraham a romper sus límites, porque Abraham llegó a donde llegó y llegó a ser padre y llegó a ser nuestro padre en la fe, porque ninguna persona que no esté dispuesta a romper límites alcanzará gloria, ni grandeza.
Dios ha dispuesto que Jesús alcance fama, elogio y honra porque eso es algo que le regresa a Dios, Dios no está peleado ni con la fama, ni con la honra, ni con el elogio, el está peleado con una fama espuria que no sirve, pero él no está peleado con la fama que le trae gloria a él y para eso lo puso, para ser de fama a su nombre, así que no se pelee con eso, mientras usted esté detrás de la Cruz no se preocupe, porque esa fama va directamente a Dios.
Primeros límites que Dios le dice a Abraham que necesita romper, usted lo conoce pero necesitamos verlo:
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela,
y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Y haré de ti una nación grande...
dos cosas le dice: "una nación grande" y "te bendeciré"
y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Génesis 12
En primer lugar, el Señor le había dicho a Abram, quiere decir que entre el proceso que Dios le dijo y entre que Abram tomó la decisión hubo un tiempo.
¿Para qué estuvo ese tiempo? ¿quién determinó ese tiempo? ¿Para qué hubo un tiempo? ¿Quién puso el tiempo?
Abram. No era el tiempo de Dios.
En el tiempo que estuvo preparado para romper el límite geográfico de Ur de los calderos y salirse de la nacionalidad y el territorio te donde nació; y salirse de la familiaridad y el parentesco donde nació, es cuando determinó que Dios le daría una nación grande. Abram determinó el tiempo en que él tomaría esa promesa pero sí él no tomaba esa promesa, si él no rompía con el límite geográfico, con el límite de nación, con su límite de sentimiento, Abram nunca alcanzaría a ser una nación grande.
¿Qué le prometió Dios? Dios le prometió ser una nación grande y desde que Abram salió de Ur de los calderos empezó a romper sus límites, Abram seguramente pensó que nacería en Ur y se moriría en Ur, Dios le dijo, si tú quieres puedes no morirte en Ur y puedes ir a una nación que no tiene nombre pero que yo te lo voy a dar a través de ti.
Eso es fuerte, si pero hay que romper límites, tardó unos años en estar preparado.
Cuando empezó a romper límites fue hacia la promesa directamente.
¿Cuál es la promesa? Una nación grande.
Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él:
Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás
hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.
Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra;
que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.
Génesis 13:14-17
¿Cuándo fue que Dios le dijo Abram qué haría su descendencia como el polvo de la tierra?
Después que se apartó de su limitante.
No había roto todos lo límites todavía; estaba agarrado al límite Lot y Dios le dijo "hasta que no rompas con esa limitante no te daré mi promesa"...
¿Quién determina haber alcance de la promesa? ¿Dios?
Dios no. Abram.
No existe determinismo en Dios para lo que puedas alcanzar, —quiero decirle, afirmarlo esta noche por el Espíritu—.
"Dios nunca ha determinado lo que tú puedes alcanzar en él, quién determina lo que tú alcanzas en él, eres solamente tú, eres el artífice de tu propio destino en el Espíritu,
Dios no te determinó a vivir así, no te determinó a tener esa clase de vida, ni esa clase de prosperidad, ni esa clase de vida espiritual, ni esa clase de familia; lo que alcances estará en tu mano y no en la mano de Dios, Dios no lo determina, tú lo determinas".
Se apartó de Lot, pero esto del polvo de la tierra está agregando un ingrediente, porque una nación se puede contar, porque se hace un censo y dice cuántos habitantes son, pero aquí dice el polvo de la tierra. Dios le está dando una pista, le está diciendo algo que le está agregando algo a lo que é haría.
Luego dice la Palabra que luego de que Lot se aparta, vienen los reyes y toman preso a Lot y tiene que venir Abram para librarlo y pelea contra ellos y cuando eso llega, ocurren dos cosas trascendentes que muestra que Abram es un hombre bajo gobierno en lo natural y en lo espiritual:
1. Gobierno espiritual.El primer acto de gobierno, es que cuando aparece Melquisedec, en representación de Jesucristo
¿Él que hace? Le entrega los diezmos de todo, gobierno en el Espíritu.
2. Gobierno natural. El rey de Sodoma le dijo, te debo todo, te debo la vida, toma todo lo que recogiste.
¿Cómo? No, no. Dios me dijo que me iba a hacer grande, no que tú me ibas a hacer grande, por lo tanto de ti, ni una correa del calzado... gobierno.
Dimensión y Gobierno, son dos palabras claves para alcanzar grandeza, porque si tengo dimensión y puedo ver, pero soy un ser gobernado, no alcanza la grandeza.
Hay grandeza y gobierno en lo espiritual y hay grandeza y gobierno en lo natural.
Dice Abram, no así no va a ser porque Dios dijo... Así que Dios va a ser el que me engrandezca, Dios va a ser el que me haga una gran nación y Dios va a ser el que me prospere financieramente y con recursos como Él me lo dijo, y de cierto ya estaba prosperado pero mucho más iba a ser la prosperidad que tendría.
Cuando uno lee un poco más adelante se da cuenta luego que Dios le dice algo más:
Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste,
sino un hijo tuyo será el que te heredará.
Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos,
y cuenta las estrellas, si las puedes contar.
Y le dijo: Así será tu descendencia.
Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos,
para darte a heredar esta tierra.
Génesis 15:4-7
Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo:
Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.
Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.
Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:
He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.
Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham,
porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
Génesis 17:1-6
Dijo también Dios a Abraham:
A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.
Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré,
y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.
Génesis 17:15-16
¿Dios cambió lo que dijo?, si Dios lo cambió. En Génesis 12 ¿Qué le dijo? Una nación. Pero en Génesis 17 ¿Qué le dice? Naciones y reyes.
Esto que va a leer que se le grabe con fuego:
“El peor enemigo de lo que Dios te dirá es lo que Dios te dijo”.
"Lo que Dios te dijo te limita a lo que Dios te a de decir".
Él le pudo haber dicho a Dios, —una nación ya es bastante, yo era uno en Ur de los caldeos y ahora voy a ser una nación, ya es bastante Señor—.
Ahora ¿Cambió la palabra? No, significa que “no todo lo que Dios te dijo, es todo lo que Dios tiene para decirte”.
Con Dios te tienes que tomar un café muy largo, porque tiene demasiadas cosas para decirte y apenas te dijo el 1%, pero tú te aferras tanto a ese 1%, que crees que es todo, que cuando tengas 81 años y llegues a la presencia altísima del Señor, llegues a cumplir lo que Él te dijo a los 15... Te acabas de condenar, mente estrecha, espíritu estrecho, alma estrecha que no entiende a Dios.
Dios no cambió, el que cambió fue Abraham y Dios vio como Abraham cambió cuando Dios habló, entonces dijo, es poco una nación, éste es demasiado bueno, es decir, cuando alguien es demasiado bueno Dios está comprometido con él, ese hombre o esa mujer, debilita el corazón de Dios. Porque el corazón de Dios es un corazón paternal, —ha hecho todo lo que le dije, todo y si le pido más lo hace, no puedo darle una nación, Yo a este hombre necesito darle naciones—.
El que determinó el destino de gloria que alcanzó, nunca fue Dios, Dios no determinó nada, tú eres el que le pone freno, diciendo no Señor "basta, quién puede soportar tanta palabra". ¡Que tontería! Pégate en la boca mil veces, cierra esa boca, cállate la boca, cómo que es grande lo que Dios dijo... Sí es grande pero hay más porque no hay límites; en el Espíritu no hay límites.
¿Usted cree que vamos a dar cobertura a naciones? Dios le dijo al apóstol Dardano "hay catorce naciones", pero ese no es límite, pues si ese es el límite estamos perdidos, nunca es el límite.
Lo que Dios habla es plataforma de inicio, es plataforma de despegue, nunca es el límite al que voy a alcanzar, pero la iglesia no entiende cuando Dios habla y tiene límites.
Ahora bien, quiero mostrarle una perla de gran precio, porque Dios le había dicho a Moisés los límites de la tierra y le había dicho la manera en como él iba a distribuir la tierra. Moisés no la distribuyó sino que lo hizo Josué, pero la ley era igual, Josué tenía que cumplir lo que en ella se decía y lo cumplió:
Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
A éstos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres.
A los más darás mayor heredad, y a los menos menor;
y a cada uno se le dará su heredad conforme a sus contados.
Pero la tierra será repartida por suerte;
y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán.
Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño.
Números 26:52-56
Es decir, nadie elegiría, todo sería justo, Dios dice vamos a repartir la tierra, pero se va a repartir de acuerdo a la cantidad de gente. Si una parte del pueblo tiene cien mil y otra cincuenta mil, no le puedo dar la misma región geográfica, porque unos estarán apretados y otros demasiado cómodos, y además no va a haber ningún vivo que ande echándole el ojo a la tierra, así que va a ser por suerte y según los contados cuánta tierra le da.
Ahora estamos poniendo un espejo y va a ver como nos refleja de manera increíble.
Y los hijos de José hablaron a Josué, diciendo:
¿Por qué nos has dado por heredad una sola suerte y una sola parte,
siendo nosotros un pueblo tan grande,
y que Jehová nos ha bendecido hasta ahora?
Y Josué les respondió: Si sois pueblo tan grande, subid al bosque,
y haceos desmontes allí en la tierra de los ferezeos y de los refaítas,
ya que el monte de Efraín es estrecho para vosotros.
Y los hijos de José dijeron: No nos bastará a nosotros este monte;
y todos los cananeos que habitan la tierra de la llanura,
tienen carros herrados; los que están en Bet-seán y en sus aldeas,
y los que están en el valle de Jezreel.
Entonces Josué respondió a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo:
Tú eres gran pueblo, y tienes grande poder; no tendrás una sola parte,
sino que aquel monte será tuyo; pues aunque es bosque,
tú lo desmontarás y lo poseerás hasta sus límites más lejanos;
porque tú arrojarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.
Josué 17:14-18
¿Es justificable o no la queja de José? ¿Quién le repartió la tierra? Josué. ¿Bajo qué orden? La de Dios. ¿Dios les dijo dónde iban a vivir? ¿Y les dijo el territorio dónde iban a vivir? ¿Qué era lo que quería hacer Israel?
Lo mismo que queremos hacer todo el tiempo tú y yo, acusar a Josué y justificarse ante Dios de que “ellos no tienen todo lo que necesitan” porque Josué no se lo proveyó y Dios no tuvo en cuenta que eran muchos.
Y Josué les dice que esa actitud es inaceptable y la queja injustificable. Si eres gran pueblo, ¿quién te dijo que lo que Dios te dio en principio es todo lo que Dios quiere darte? Deja de ser un caramelo mal envuelto y ve al monte de los enemigos y desmonta el monte y vive cómodo.
—Ay Señor, pero en el monte hay que luchar, hay enemigos, tienen fuerza y carros cerrados—...
¿No me acabas de decir que Dios te bendijo hasta ahora? Dios te dio esa región de cincuenta mil, cuando eran cincuenta mil pero ¿no me acabas de a decir que Dios te bendijo con gente y ahora son ochenta mil? Es claro que ochenta mil no entran el lugar de cincuenta mil ¿Y quién te dijo que lo que Dios te repartió cuando eran cincuenta mil era todo lo que Dios tenía pensado repartirte?
—Estoy bien, más o menos gano bien, tengo un buen pasar, más o menos yo le predico a la gente—...
¿Y quién dijo que eso era el límite? ¿A los ojos de quién? ¿Con quién te mides, con Donald Trump?
No lo veo, me parece una comparación un poquito excedida, pero yo vivo... Es decir, no vivo en Beverly Gils, no ando en un Rolls Roys, ¿Y quién es el factor de cambio en dónde tú vives?
¿Quién dijo que esa zona geográfica es tu limitante? La manera en la que esa zona está es tu limitante
¿La manera en que se ve es tu limitante, quién es el factor de cambio ahí?
¿Quién es el intendente municipal, tú?
O soy la limitante de esa zona, o soy la transformación de esa zona no hay intermedios.
Si esa zona sigue limitada, es que yo soy limitado... —Es que mi país nunca va a cambiar, es que así somos—...
¿Cómo? Es que nos gustan las fiestas... Es que así somos los argentinos “siempre de mal humor”..
¿Cómo? Claro porque yo sigo en la misma limitante como los demás, hablo como los demás, pienso como los demás, actúo como los demás, claro que soy la limitante del lugar, en vez de ser como el que me llamó Dios, para sacarme del límite, estoy siendo la limitante de ese lugar.
¿Estoy siendo claro? Querían acusar a Josué y a Dios y esto es lo que hace la Iglesia todo el tiempo.—Pero ellos me profetizaron... Pero no me sucedió—...
Es decir que, tiene la culpa el que me profetizó y tiene la culpa Dios que no hizo lo que profetizaron.
Está haciendo una descarga este día, porque se cansó de algunas culpas que le echaron sin sentido, Dios se cansó de las culpas que le echaron sin sentido, está medio enojado también, dice —“Yo eso no lo hice”. Eso fue el mismo cabeza dura, es más, Yo casi lo ayudaba pero él, no lo necesita—.
Tus primeros límites no son sino la plataforma de inicio de donde Dios te quiere llevar que alcances.
Mira esto, hay una frase de Jesucristo que repitió muchas veces “conforme a vuestra fe os sea hecho”. Esa frase determina que no es Dios sino el hombre quien determina lo que recibe de Dios y cómo lo recibe.
Quiero poner unos ejemplos muy sencillos, Lucas 8:
En este pasaje muy conocido vemos a Jairo y su hija que está por morir, la escritura dice que este hombre es un principal de la sinagoga, es decir es un hombre entendido en la escritura. Este hombre va a Jesús a pedirle que por favor lo acompañe a su casa para que Jesús imponiendo sus manos sobre su hija, ésta sea salva, sana y no muera.
Ahora ¿Es correcto o incorrecto esto?
Es correcto, perfectamente, por lo menos deshizo los límites de la religiosidad porque creía en Jesús; todos los religiosos de la época lo rechazaban, él ese límite lo quito, dijo —Tú eres— y creyó.
Ahora bien, ¿qué tuvo que hacer Jesús? Él tuvo que ir a la casa, aunque decían que estaba muerta, tuvo que entrar a la habitación, tuvo que tocar a la niña, tuvo que hablar y la niña resucitó...
Es decir, ¿Sucedió todo lo que pensaba Jairo, si o no? Si.
¿Es bueno o malo? Es bueno.
La pregunta es ¿Hay mejor o no? Es bueno, pero ¿será lo mejor o será solamente bueno?
Dice la Biblia que un caso similar ocurre con un oficial y viene con su mismo CD en su cabeza, y viene a pedir que su hijo sea sanado, pero Jesús hace algo con este oficial que no hace con Jairo.
¿Qué hace con el oficial? Lo mira y después que le insiste le dice “ve tu hijo vive”.
Cuando le dice tu hijo vive, el hombre tiene dos opciones, creer en que el hijo vive o seguir insistiendo en que vaya. En definitiva, Él vino por Jesús para que fuera, el hombre rompe sus límites mentales, anímicos y espirituales; es difícil, es un momento de crisis impresionante, rompe todos sus límites y dice OK, regreso a casa sin ti. Cuando se regresa le salen al encuentro y le dicen “tu hijo vive”y él dice “¿A qué hora?” . Yo quiero comprobar si fue cuando creí, es decir, quiero comprobar si esto funciona.
Porque si yo rompí con mis límites y no funciona, esto es una vil mentira, pero si yo rompí con mis límites y fue a las siete y a las siete fue, entonces yo quiero saber a ¿Qué hora fue? Y el supo que era a la hora en que Jesús le dijo “ve tu hijo vive”.
Pero sigue la pregunta ¿Por qué al oficial sí y al principal no?
Lo voy a contestar: Porque Jairo, por su propio conocimiento de la Palabra no estaba preparado a romper sus límites, porque él tenía encerrado cómo el Dios de Israel iba a actuar, el otro no tenía Biblia, no tenía religión, nadie le enseño la forma en que Dios opera, que le diga: —te voy a enseñar la forma en que Dios opera, porque yo soy un hombre experimentado, tengo cuarenta años en el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, aleluya, amén, Cristo vive y te voy a decir cómo Cristo opera.
Dios miró a ése hombre y dijo, con éste puedo hacer lo no puedo hacer con este otro, estoy sintiendo un viento en la calle que me hace saber que Dios les va a hablar cosas a los que están afuera que no puede hablar a los que están dentro, porque los que están dentro no están preparados a romper con lo que hay que romper y los que están fuera pueden romper.
Si el único problema de la resurrección de Lázaro fue lo que Marta le dijo de que la estructura teológica dice, enseñada por el maestro, que todos moriremos una vez y después de eso el juicio y después la resurrección en el postrer tiempo cuando todos resucitemos y toda la historia esa, "sí, yo se que resucitaremos en el día postrero..."
¿Cuál fue el problema de Marta? Sencillo, su cárcel religiosa no le permite ver que Dios puede operar como Él quiere, ella le puso el límite de cómo es que el Señor operaría. Pero cuando el oficial romano, rompió el límite pudo recibir algo mayor.
Usted puede decir, ¿por qué mayor si en los dos casos hubo una resurrección?
Sí, pero es mayor en tu espíritu, porque la dimensión que tú alcanzas cuando rompes tus límites por fe, a la que tu alcanzas cuando simplemente vienes y dices así me va a ocurrir, es mayor.
¿Por qué crees que Naamán dijo de aquí en adelante nunca más en la historia de mi vida yo ofreceré sacrificio a otro dios?
Todavía que se me perdone cuando me arrodille... el rey se apoyare delante de mí... Dijo Eliseo, tranquilo, eso es una tontería.
¿Por qué cree? Porque lo desafió, porque todo lo que él pensaba no sucedió, no se le presentó, no le oró, no hizo nada, no le impuso las manos... Todo lo que él dijo no sucedió, le mandó a otro profeta para que rompiera sus límites y le dijera que todo lo que pensaba, no iba a suceder, y si quieres que suceda algo ve al agua y báñate...
La calidad de relación de Dios con Naamán dependió de ese día.
Tú no puedes ascender a una mayor calidad de relación con Dios si no rompes los límites.
Vas a seguir dando vueltas en esa glorieta y te vas a quedar en esa glorieta siendo un buen evangélico inocuo como el agua, dado vuelta y vuelta a la misma cosa, porque Dios no puede romperte esa cabeza de piedra, que es más roca que de los cuatro fantásticos...
2 Samuel 12:
Ahora veamos una palabra muy tremenda que Dios se la dijo al hombre más grande para él, porque ese hombre aparece al principio y aparece en Apocalipsis, pero le voy a mostrar algo que David no alcanzó toda la gloria destinada para él. Ay hermano, cómo va a decir eso de David, si fue grandísimo, nadie como él. Pero le voy a leer algo, pues algunos límites no los rompió.
David peca con Betsabé y llega Natán y le hace una historia muy tremenda para hacerle ver que el rey es aquel hombre que ha pecado y que ha robado la corderita que era de otro y que estaba dentro de la casa. Porque le quiero decir que en ese tiempo era muy común que un animalito como un corderito fuera tenido en especial en la casa para ser alimentado de manera especial, para servir en un momento especial para matarlo y comerlo y era un delito muy grave no matar cualquier oveja del redil sino ése muy especialmente, el que estaba al cuidado especial, era un delito gravísimo y lo que Natán le dice que lo que hizo fue matar al corderito especial, es decir lo que era de otro. Era grave delito, entonces Natán le dice esta historia a David y David le dice hay que matar al hombre, entonces dice:
Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre,
y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte.
Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia.
Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel:
Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, y te di la casa de tu señor,
y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá;
2 Samuel 12:5-8
Dios le hace un recuento de todo lo que Dios le dio a él, todo lo que Dios le puso en su mano era una muestra de la grandeza con la cual Dios había llamado a David, por lo tanto David no podía cometer las mismas cosas que otro cometería; podría tener las mismas limitaciones que otro tendría a causa de lo que tenía en su mano, y una de las cosas que dice, bajo la mentalidad antigua, le hace una mención de las mujeres "de tu señor en tu seno", las que eran de Saúl y le dice:
... y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más.
¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová,
haciendo lo malo delante de sus ojos?
2 Samuel 12:5-8
¿Por qué si tenías todo esto, fuiste a buscar aquello? "...tuviste en poco la palabra..."
¿Sabe qué significa eso? No dimensionó la palabra de Dios., Dios no dimensiona la palabra, tú la dimensionas, y cuando dimensionas la palabra no pecas. Cuando la gente peca es que no dimensiona la palabra. En cambio si la dimensionas en el Espíritu tú no pecas.
No dimensionó de donde Dios lo había llamado, no dimensionó que lo sacó de detrás del redil de las ovejas, no dimensionó que le dio un nombre como el de los grandes, no dimensionó que le dio la casa de Saúl, no dimensionó que le dio el trono de Saúl y sus mujeres y como no dimensiona, peca como un tonto. Porque cuando tú y yo pecamos, somos verdaderos tontos, no es que estoy atado, mentira, vé al diablo y no te lo va a creer tampoco, tú no dimensionas correctamente la Palabra de Dios y cuando tú dimensionas correctamente lo que Dios dice en su Palabra, esa dimensión te alejará del pecado como del sur al norte.
¿Quién le puso límite al destino que alcanzaría, Dios o David? David.
Quiere decir que “gran parte de la grandeza de Salomón era para David”, Salomón es como Isaac, parado en los lomos de su padre, porque en realidad no fueron muy grandes ni Isaac, ni Salomón. Si ve decisiones espirituales no las va a ver en Salomón, las tiene que ver en David, pero sin embargo con todas esas decisiones espirituales no alcanzó esa grandeza. Gran parte de la grandeza de Salomón era para David, pero David no la pudo tomar, porque no dimensionó la palabra y le voy a decir algo más, Salomón cometió muchos errores, pero realizó un acierto, un solo acierto que le sirvió de por vida, después cometió tantos errores que hasta se le partió el reino, pero cometió un acierto que le sirvió de por vida.
Quiero que vea lo que significa que tú y yo dimensionemos la palabra para romper nuestros límites.
Vamos a mirar a Salomón, en el comienzo del reinado cuando todavía era pequeño:
Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios:
Pide lo que quieras que yo te dé.
1 Reyes 3:5
¿Cuál fue la palabra? ¿Quién iba a dimensionar esa palabra Dios o Salomón? Él lo único que le dijo es pide lo que quieras que te de , no es que Dios tenía determinado para Salomón lo que le iba a dar ahora le voy a mostrar que no estaba nada determinado, Salomón lo determinó
Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste;
un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud.
Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir
entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?
1 Reyes 3:8-9
Abramos los oídos espirituales para ver esto...
Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto.
Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días,
ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos,
sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho
conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido,
tanto que no ha habido antes de ti otro como tú,
ni después de ti se levantará otro como tú.
Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria,
de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días.
Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos,
como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.
1 Reyes 3:10-14
¿Quién puso el límite? ¿Salomón o Dios? Salomón pidió sabiduría y Dios le dice, te añado, te voy a añadir, riquezas, honra, gloria.
¿Sabe por qué llegó a ser quien fue? Por un solo acierto, muchas de las otras cosas fueron una gran metida de pata, pero tuvo un solo acierto, y le contó por todos los días. Lo único que no pudo hacerle Dios fue alargarle los días porque él no anduvo como David su padre, porque su padre sí tuvo alargados sus días.
¿Por qué? porque durante todos sus días, su corazón fue recto; lo que él no alcanzó fue grandeza de gloria, porque el problema con Dios nunca será un problema de perdón, pero siempre será un problema de posesión.
Posesión, posición y grandeza está determinada por tu dimensión de la palabra, Dios no lo hace, necesitamos romper límites, salir de la estrechez mental, almática y espiritual.
Cada butaca vacía en este lugar, significa una plataforma de inicio, todavía no alcanzaron el inicio y eso no los puede alegrar, porque si Él me dio un inicio de 1300 butacas, no lo dio para ver ni 1000, ni 800 llenas, si determinó 1300, es porque lo que menos tiene que haber son 1300, y estas no son sillas que usted pone en fe, como se hacía en alguna congregación, estas están puestas, Dios las puso. ¿Me está entendiendo?
Usted y yo, somos los que determinamos lo que le liberamos a la gente.
Le pregunto: ¿Ya le liberamos a la gente todo lo que tenemos? Mientras cada uno de ustedes no libere lo que tiene adentro de ustedes, nunca llegará siquiera a la plataforma de inicio de lo que Dios tiene.
Nos alegra ser edificados y recibir una palabra de este tipo, pero no quiero edificarlo, quiero romper algo, porque es imposible que con este Espíritu y esta Palabra, usted no libere a derecha e izquierda, a tiempo y fuera de tiempo lo que tiene adentro, porque si no lo libera entonces no lo tiene adentro, está inventando.
Cree que está dentro. Cuando está afuera, cree que lo tienes cuando no lo tienes. Cuando yo lo tengo lo tengo.
Vamos a seguir con esto, pero quiero compartir algo, Dios dijo en este Encuentro, que en los próximos cinco años son los cinco años más importantes para toda la evangelización de México completo como país; cual nunca antes en la historia de México llegará la gente a Cristo. Pero no lo quiero decir para que aplauda, porque probablemente el aplauso y la algarabía significa trabajo, no aplausos, pero no trabajo de lo que la Iglesia haga para que le prediquemos a la gente, no, significa ¿Qué hay adentro tuyo para liberar a los demás? Porque si adentro hay algo, es inevitable que hable.
¿Pregúntenles a nuestros hijos lo que es viajar con sus padres? Ellos ya saben lo que viene.
—...Y sabe hermano, es que hace como tres años que estoy a lado de él pero todavía no siento el momento de predicarle—.
¿Qué no sentiste el momento de predicarle? Que no le agarre una combi en las benditas calles de México porque nunca tendrás el tiempo de predicarle.
— Ah! pero tengo un "ministerio" en la Iglesia, me dieron un ministerio...—
Bueno si ese es el caso le mandamos a todas las iglesias bajo cobertura que dejen a todos sin ministerio, si para que usted tenga un ministerio afuera, necesitamos dejar a todos sin ministerio, fantástico, ahora nadie tiene ministerio...
Claro, porque si ése va a ser el problema, si va a contestar que usted tienen un ministerio, y hasta el pastor me contesta que tiene su ministerio, su ministerio es la gente que está afuera.
Hermano necesitamos apartarnos de Lot, porque Lot me da una clase de tranquilidad, de compañía, es decir, —salí de mi tierra, pero por lo menos me quedé con alguien allegado, no me quiten todo, déjeme con alguien, que por lo menos alguien de mi tierrita yo quiero...—
Hay que romper con eso, hace unos meses que viene algo en mi mente muy fuerte.
La pastora Esther dijo algo que, quizá usted me diga es un poco grosero lo que dijo, o no es para decirlo en público, pero ella dijo:
Cuando algo no explota, hace implosión.
¿Y qué quiere decir? Imagínese usted, nosotros comemos todos los días, imagínese que comemos hoy, mañana, pasado, comemos cinco días y no vamos al baño, nunca desechamos lo que comimos ¿Cómo nos vamos a sentir? Mal, vamos al médico porque esto es un problema. Bueno me dijo, Esther, si con semejante palabra, nosotros no liberamos esta palabra, esto va a producir un cáncer en el cuerpo, va producir una implosión en vez de una explosión, porque si comemos esta palabra, necesitamos desechar, en el buen sentido de la palabra, necesitamos liberar lo que hemos comido, porque así nosotros bendecimos al mundo.
Desde que me dijo esto, se quedó clavado en mi espíritu, porque me hizo ver con un ejemplo natural y hasta feo, pero poderoso, que así funciona.
Quiere decir mi amado, que no podemos conformarnos a la clase de palabra que estamos recibiendo y a la clase de espíritu que estamos recibiendo. No es posible que con esta clase de palabra y espíritu, siga con mis "Jacobeadas" y todavía me tengan que llamar al orden después de cinco años; todavía con esta palabra y tener que llamar aparte para preguntar por qué...
Implosión se llama eso, como no libera lo que tiene, lo está dañando.
Por el Espíritu le digo, hay personas que están bajo ese espíritu, que están volviendo a los antiguos pecados de hace años atrás y no estoy hablando de pocos, estoy hablando por el Espíritu, están haciendo implosión, porque estás recibiendo y Dios te va a juzgar porque no estás dando.
Si doy financieramente, eso es solamente un área.
En lo que des vas a prosperar, en lo que des, si tu sueltas desde cada joven, anciano o niño, lo que está en tu espíritu, miles vendrán, tres veces 1300, cuatro veces 1300, como si fuera nada, para esta cantidad y esta ciudad. ¿Qué es eso? Nada, una gota de agua.
Por eso quiero producir a través de esta Palabra, por el Espíritu Santo, una revolución interna que nos permita romper esas limitantes de una vez y por todas, lo que puedo o no puedo, a lo que estoy atado o no estoy atado, lo que Dios determinó para mi vida o no lo hizo, que si voy a seguir jugando a esto o no voy a seguir jugando, que si lo voy a seguir haciendo así o lo voy a hacer de otra manera.
¿Estoy siendo claro? Yo creo que es muy necesario a esta altura, poder comprender que Dios quiere romper límites.
Nuestro problema es que a veces, nuestro límite se produce por mi hermano. Acuérdate de Pedro, el Señor le dijo: "Pedro cuando seas viejo otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras ir", anunciándole su muerte. ¿Cuál fue la pregunta de Pedro? ¿Y qué de Juan? ¿Sabe qué le dijo Jesús? Tú ocúpate de romper tus límites y que Juan se ocupe de romper lo suyo, no sea metido.
...¡Pero, Dios! ¿Mis límites? ¿Y los límites de aquél?
¿Cuál es tu problema con los límites de aquél? Aquél tiene sus propios problemas con sus propios límites, pero yo tengo para ti los límites que tú tienes que romper, tenía que aprender a romperlos y por cierto aprendió duramente a romper muchos límites.
Dos cosas se pueden recibir de Dios:
* Lo podemos aprender duramente, o
* Lo podemos aprender dulcemente
...Elijamos como lo queremos.
¿A quién le dijo cosas Dios alguna vez, sea por la Palabra o por profecía? A mí me dijo tantas que... ¿Cuántas hemos alcanzado, pero de verdad?
Dios no se equivocó, y lo que te dijo no es el límite, hay mucho más y yo no me quiero limitar.
Creo que tenemos que maldecir la implosión.
¿Quiere dejar de pecar? predique. Predique a su jefe aunque lo eche, a su supervisor aunque no le guste, predique... el evangelio del reino, predique... —¡Qué bueno, me llegó la Historia de Nikhos!— Con o sin, predique... —Hermano yo predico— Mentira, a veces pasan días sin que usted predique.
¿Cuántos de ustedes pasan días sin que le hablen a alguien? Y nosotros nos llamamos Iglesia de reino. ¿De reino de qué? Del reino del revés, lo que tendría que estar adelante está atrás.
Yo necesito maldecir este espíritu hoy. Voy a maldecir la comodidad, voy a maldecir esa comida que usted come solamente para tomarla usted y no darla a quien lo necesita.
Lo quiero ver predicando, no por una orden apostólica, sino porque es una vida que tiene dentro y que usted no aguanta por liberarlo, nosotros le predicamos hasta al que no entiende el idioma, como mi esposa que le predicaba a un americano que estaba lado nuestro en el avión y no entendía el idioma... Pero mi esposa le predicaba.
En el espíritu logra entender, no importa si no entiende el idioma y yo le hablo al espíritu y en el espíritu lo va a entender.
¿Está dispuesto?
Algo tiene que suceder, porque nosotros como familia estamos aquí por un milagro de Dios.
Padre, en el Nombre de Jesús yo quiero en esta ahora maldecir los límites que nos hemos puesto, que no sólo límites sino limitantes, queremos apartar esas cosas que nos han limitado hasta este día, queremos desechar toda justificación que "no podemos porque no estamos capacitados"...
Padre, ahora declaro que la palabra que hemos recibido por años va a producir en nosotros una revolución insostenible.
Ahora yo declaro que toda palabra que sigan recibiendo sin dar, van a tener tal indigestión que van a vomitar.
Van a hablar aunque sea a vómitos pero van hablar, porque declaro que nunca más esta revelación lo dejara quietos, tranquilos, reposados, yo declaro que esta revelación les trae un motor, les trae un espíritu, una pasión por Cristo y por las almas, por cada uno que se pierde; y dirá que si no me lo vuelvo encontrar y se pierde, mía será la responsabilidad.
Que le prediquen al rico y al pobre, al que está en la calle y o al que está en el trono, al que está en el banco, en cada oficina, en la escuela...
Rompo esos límites. Rompe toda atadura espiritual, declaro que rompemos estos límites de una manera especial y lloraremos por habernos justificado por no haber predicado.
Algo está ocurriendo a partir del momento en que tú recibiste en el espíritu esta Palabra, ha llegado el tiempo para que estas iglesias que estamos entendiendo por lo menos el 1% de lo que es el reino de Dios, podamos salir como guerreros tuyos Señor, a tomar lo que te pertenece y a decir, Señor estamos en la brecha no sólo orando, no sólo trabajando, no sólo haciendo lo que se nos dice, estamos haciendo todo por el evangelio, lo estamos llenando todo del evangelio, lo estamos llenando todo del evangelio, lo estamos llenando todo, hasta que todo sea lleno del evangelio de Dios...
Padre, en el Nombre de Jesús, yo declaro que abro una brecha en el Espíritu que nadie podrá cerrar, es una brecha de fuego y de pasión, que nadie podrá cerrar. Ninguno de nosotros podrá estar cómodo, cerrada la boca, no podrá aguantarlos, será un fuego que lo comerá por dentro como algo que nos quema por dentro, como fuego en sus huesos, pero comerá por dentro, como Jeremías tendrá que hablar o hablar o se muere por dentro.
Sí Señor, yo sé que algo milagroso está ocurriendo, ¡Oh! si Señor yo lo declaro, en el momento que rompamos nuestros límites, un milagro ocurrirá en nosotros.
Declaro que la grandeza tú no la has determinado, nosotros la determinamos, nosotros la determinamos.
Señor, hasta los confines de la tierra llegará nuestra voz para predicar al que vive y reina por los siglos, nuestra voz llegará a los confines de la tierra en todos los idiomas habidos y por haber; llegará para tocar a miles de millones, Señor, porque sé que estás dando un tiempo especial de gracia para alcanzar a la plenitud de los gentiles y el día que eso suceda se cerrará la llave y estamos en el último tiempo de esa plenitud, de alcanzarlos hasta lo último de la tierra.
Padre, en el Nombre de Jesús yo declaró esto hecho sobre la Iglesia. Y veo levantarse un espíritu con pasión, con fuego, con algo interno insostenible, imparable Señor, y serán muchos los que lleguen a Cristo Jesús, salvando sus vidas porque tú reinas sobre sus vidas poderosamente, yo lo creo y lo recibo. Para gloria de tu nombre, gracias Espíritu Santo, Gracias ¡Oh! Espíritu Santo, liberador, sanador, restaurador, bendito Espíritu Santo que nos habitas y soplas y recorres este lugar, bendito Espíritu Santo, gloria a tu Nombre Señor...
...Dice el Espíritu Santo que hay algunos que están como jugando, que están adentro y no están adentro, que en un momento están bien y en otro mal, que van por aquí y por allá, me dice el Espíritu Santo que para muchos habrá visiones de noche aterradoras, para los que están jugando, viene sobre sus vidas porque Dios los ama, se van a encontrar sostenidos de apenas una soga cayendo a un abismo profundo sin fondo y sabrán lo que eso representa y dirán, he estado jugando Señor, he estado jugando...
Veo que viene del Espíritu Santo un espíritu de temor de Dios, lo veo soplar fuertemente, veo un viento recio del Espíritu Santo, soplando fuerte un espíritu de temor de Dios, habrá temor de Dios, reverente temor de Dios, no podrás caminar como caminabas pues algo lo impedirá, un temor reverente y dirás yo no puedo caminar así, tengo que caminar Señor, como tú quieres... Bendito sea el nombre del Señor...
Veo en el Espíritu Santo como un montón de gente agujereada con grandes agujeros, se puede ver de lado a lado de su cuerpo, grandes agujeros y cada uno de esos agujeros está siendo completamente restaurado, como si nunca hubiera ocurrido nada en ese cuerpo, algo sorprendente. Muchos agujeros se pueden ver de lado a lado, traspasando por los huesos, los músculos, traspasando de pecho a la espalda, se puede ver a través de las piernas, de los brazos y veo cada una de esas cosas, el Espíritu de Dios está poniendo carne donde no la hay, músculos y tendones, uniendo los tejidos y cerrándolo perfectamente, no como en una cirugía, pues no queda marca, ¡Oh bendito sea el Rey!
Me dice el Espíritu Santo, que esos era los dardos del enemigo que habían hecho estragos en tu cuerpo espiritual porque nunca estaba arriba el escudo de la fe y sobrenaturalmente en amor el Espíritu Santo te está restaurando por completo y veo que luego que te restaura viene una nueva armadura sin ninguna clase de abolladura ¡Oh Gloria a Dios!...
Veo una nueva armadura, más resistente, toda esa nueva armadura está siendo colocada de una vez, de una sola vez, es algo extraño de una sola vez, todo junto está siendo colocado sobre ti y veo en el Espíritu Santo, delante un varón como si fuera un ángel de Dios parado delante de ti, enseñándote, mostrándote, capacitándote y diciendo cómo se levanta la espada, cómo se levanta el escudo, cómo debes caminar, cómo debes afirmarte. Veo a uno diseñado a cada uno, uno a cada uno, miles y miles, puesto delante de cada uno de esos miles diciéndole, como alentándole, diciéndole nunca más sucederá lo que sucedió, nunca más sucederá lo que sucedió...
Levanta ese escudo y ya no temas; veo que muchos mientras se le enseña levanta el escudo con temor, pero el ángel de Dios le hace ver que ahora ese escudo está fuerte y la persona quita el temor, y empieza a agarrar confianza, bendito sea el Señor.
Veo en su rostro una cara de confianza, que dice —con esto si se puede, es otra cosa.—
El ángel demuestra que te golpean y no pueden tocarte, no pueden dañarte ¡oh bendito sea el Rey.
Dice el Señor, es una nueva investidura, no entiendo pero recíbela, es una nueva investidura espiritual, es una nueva investidura del Espíritu sobre cada uno de los que estamos recibiendo el mensaje de Dios y declaramos que lo recibimos por fe.
Una nueva investidura, para que nos sea añadido todo lo que Dios tiene en su mente, en el nombre de Jesús lo recibimos, para gloria tuya, en el Nombre glorioso de Jesús. Amén
Hace unos días atrás Dios me recordó una palabra de la Escritura, una frase muy rara resonó en mi espíritu “Después de estas cosas”.
Y dije “Después de estas cosas” y cuando eso sucede comienzo a buscar en mi memoria ¿Dónde están esas frases? Porque no era una frase tan fácil de encontrar. Le dije al Señor ¿Después de estas cosas? Sí, me dijo, mira Abram, entonces ya me dio una pista.
"Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram...
... diciendo te va a heredar un dijo...
Génesis 15: 1
Después de estas cosas Abram salió de su tierra, se apartó de Lot... Pero me hizo ver inmediatamente lo que está arriba, en el capítulo 14, lo inmediato, y me dijo —no Daniel, la palabra clave es gobierno, Abram era un hombre gobernado por mí, por eso cuando vino Melquisedec, aunque no había enseñanza ni Biblia que enseñara sobre el diezmo, el dio el diezmo, porque el diezmo no es una enseñanza que se obedece, sino un espíritu que se practica—.
Hermano, yo obedezco el mensaje del diezmo... ¿Cómo, tú todavía estás en ese capítulo de bebé?
Olvídate, es un espíritu que se practica no una enseñanza que se obedece, nadie le enseñó, lo supo en su espíritu.
Es que no podemos saber nada hasta que lo sepamos en el espíritu. Y luego viene otro a decirle a Abram que le llegó la oportunidad de su vida, y por fin Dios va a cumplir aquello que le dijo...
y yo te bendeciré ahora, no ves que el rey te va a dar todo... Diablo te reprendo en el nombre de Jesús...
¿Quién le enseño que no lo tenía que recibir? Si tu fueras Abram y tu liberaste un rey, no le recibirías todo lo que te diera, no dirías que eso es justo, si o no, resistirías la tentación? No. ¿Quién le enseñó? Y eso que tú sabes toda la Biblia, y Abram ni Biblia tenía. ¿Quién le enseñó?
El gobierno, era un hombre bajo gobierno.
Entonces como era un hombre bajo gobierno en lo espiritual y en lo natural. Y las dos cosas, tanto lo espiritual como lo natural, ¿con qué tuvieron que ver? ¿Con recursos o dinero? Las dos cosas tuvieron que ver con recursos. Parece como que Dios ve algo y parece que sabe como que hay algo que nosotros no hemos descubierto.
Entonces me dijo Dios: Daniel cuando hay un hombre bajo gobierno Yo lo puedo hacer heredero, ése es un hombre bajo gobierno, por eso te dije “después de estas cosas”.
Una iglesia de reino, es una Iglesia bajo gobierno, y en una iglesia bajo gobierno lo que nosotros le damos a Dios en cualquier área es algo que viene por la dirección del Espíritu Santo, no viene porque es un acto que solemos realizar los cristianos cuando nos reunimos a celebrar al Señor, y aunque eso es cierto no lo hacemos por eso; lo hacemos porque somos gente que estamos bajo gobierno.
Me llamó mucho la atención que Dios me hiciera ver que la grandeza de Abram y de su hijo fue “Después de esas cosas...” como que esas cosas marcaron el corazón de Dios y le dijo que ahora le iba a dar un hijo, así de viejo como está, y la pregunta que me hice fue esta:
¿Podrá decir hoy de mí el Señor, después de esas cosas... vino Palabra del Señor a Daniel diciendo...?
Cuando Él me dijo esto yo dije aquí hay algo claro: “Él quiere poder decirte hoy esto, después de esas cosas vino Palabra de Jehová a...pon tu nombre... Pero ¿Sabe qué? No es antes, es después.
Yo quiero sembrar como una generación de gobierno y que diga, después de estas cosas, en este día vino palabra del Señor a las congregaciones diciendo... Algo que todavía no escuchamos, algo que todavía no sabemos pero que estoy atento, porque recuerda:
¿Quién es el peor enemigo de lo que Dios dirá? Lo que Dios ya te dijo.
Después de estas cosas, Él tiene algo nuevo para decir que todavía no te dijo, así que yo estoy esperando algo nuevo para decir que todavía no me dijo, porque todavía estoy esperando entrar a lugares que no he entrado, a llegar a gente que no he llegado, y usted puede estar pensando que estoy loco, pero para ser profeta, algo de loco hay que tener y yo estoy visionando o soñando el día en que cualquier cosa que diga la Iglesia en la tierra sea ley. ¿Lo dijo? Olvídate, no vuelve para atrás.
Mira tan terrible es esto, que aunque esté equivocado, Dios dice —porque lo dice la Iglesia, lo tengo que hacer—. Mi hermano yo sueño con eso. Me pararé ante los más grandes hombres del mundo diciendo, lo que le estoy diciendo se va a cumplir ciertísimamente, se podrá poner serio o se podrá reír en mi cara, pero sabrá cuando me haya ido, que mi palabra fue ley.
¿Está loco? No. Sé lo estoy creyendo y me dice su Palabra que le agradó a Dios, le agradó a Dios, que se lo copien si es así.
¿Quién dijo que usted va a terminar en el trabajo que usted tiene, quién dijo que iba a terminar en la empresa que está, quien dijo que Dios no lo va a poner primero o segundo sobre su nación?
—No hermano, es que yo ni siquiera sé inglés—, yo tampoco, pero no me preocupo, alguien me traducirá, ese no es mi problema, porque mi grandeza no la determina hablar cinco idiomas, la determina el Espíritu que me habita. Porque el que está en mí, es grande y yo quiero dejar que el que está en mí, gobierne.
Así que quiero sembrar a Dios de tal manera que Dios diga... vino palabra del Señor diciendo... tu nombre... y después de estas cosas... Dios pueda hacer algo nuevo.
Quiero decirle algo más, como nunca antes que he predicado en este lugar, quiero decirles que yo sé en mi espíritu que está sucediendo algo que nunca sucedió y quizá usted me ve muy calmado, porque que Dios obre sin gritos no quiere decir que no es profecía. Yo sé en mi espíritu que algo que había dentro mío fue liberado, yo sé que algo está sucediendo. Puedo ver por el Espíritu a muchos de ustedes en la noche despertándose y llorando en su cama, nadie lo despertó, el Espíritu lo hizo, no se puso el despertador diciendo, es que tengo que orar, es que lo que pasa no, no... Ya lo veo llorando diciendo que pasó, el Espíritu Santo no te está dejando, está explotando dentro de ti, y cuan salgas a las siete de la mañana después de haber dormido solo dos horas, serás como un león, y el que se te cruza, es de Cristo.
Viene y si lo veo viene, Amén.
Y recuerde: "después de estas cosas..." Amén.
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