("El bien que no se puede comprar")

Mucho más allá de lo que podamos soñar, mucho más allá de lo que podamos pedir, mucho más allá de aquello por lo cual en la vida nos afanamos, podemos encontrar algo firme y algo seguro.
Hace algunos días me ponía a meditar un poco acerca de algunas frases que solemos usar muchas veces. Solemos ver una imagen y decimos, ¡a ése le va muy bien! ¿Cuándo decimos esa frase? Decimos esa frase cuando vemos un auto deportivo lujoso y muy caro, con un muchacho arriba con anteojos, y alguna señorita bonita y operada también y va caminando con su vehículo, decimos: ¡A ése le va muy bien!
Cuando escuchamos noticias de los magnates de la sociedad y nos hablan de las grandes fortunas que ellos amasan uno dice: ¡a ése le va muy bien!
Parecería que la frase, “le va muy bien” y “posesiones materiales”, serían similares.
Lo extraño es esto, en nuestros corazones todos sabemos que eso no significa que “le vaya muy bien”.
No sabemos cómo le va en su vida privada, tampoco sabemos cómo le va en su vida matrimonial y tampoco en su vida familiar, probablemente tenga muchas posesiones, pero en el fondo todo ser humano sabe que todo ese lujo no significa que a una persona le vaya muy bien.

Pero la pregunta es ésta: ¿Si todo el mundo lo sabe, por qué todos corremos en la misma locura?
¿Por qué todos los seres humanos se levantan temprano, se esfuerzan y trabajan; y gastan todo su tiempo y todas sus energías para obtener mayor cantidad de bienes materiales?
Le explico: En la mente humana hay ciertos principios que, equivocados o no, le deja establecer algunas cosas para su vida como estas: “Cuanto más tenga, disfrutaré de mayor bienestar y estaré más seguro”.
Cuando me doy cuenta que corremos por las posesiones materiales, entonces me doy cuenta que el hombre y la mujer lo único que están tratando de hacer en su vida es: “Comprar bienestar y seguridad”.
El hombre quiere sentirse bien porque es lógico; y el hombre quiere estar seguro y, ¿qué ocurre con las posesiones materiales? Que éstas tienen esa cualidad de producir un engaño bastante poderoso en el corazón del hombre: ¿Cómo puedo a través de las cosas materiales obtener y comprar otras cosas? entonces el engaño es:
“Bueno las posesiones materiales serán las que a mi vida le traerán seguridad y bienestar, a mi vida personal, matrimonial, familiar a mi entorno, mientras tengamos más y más de lo suficiente, nosotros estaremos más seguros”.
Así que, en definitiva aunque el hombre lo niegue o lo ignore, lo que está tratando de hacer es: “Adquirir una clase de bien que no se puede comprar”.

Por eso el tema de esta noche es: “El bien que no se puede comprar”.

¿Cuál es el bien que no se puede comprar? Que da verdadera seguridad y verdadero bienestar: “La bendición de Dios”.
Vimos anteriormente lo poderosa que era la bendición de Dios. Por lo cual, Dios declaró las palabras sobre el hombre para el hombre cumpliera su propósito, se multiplicara, fructificara, llenara la tierra y la gobernara y la dominara.
Así que, cuando Dios bendijo al hombre, nunca le dijo: “Te acabo de abrir una cuenta en el banco, para que estés seguro y te vaya bien lo que voy a hacer es ponerte unos cinco millones de pesos allí”...
No, nunca le habló de dinero, nunca le habló de posesiones materiales y ese hombre y esa mujer eran los más seguros y los que mejor estaban sobre la faz de la tierra.
¿Por qué? Porque Dios cuando dio su bendición original, principalmente lo hizo para que el hombre pudiera cumplir su propósito, porque las riquezas y las posesiones materiales serían las consecuencias, serían la añadidura de la bendición de Dios que llegaría al hombre cuando el hombre estuviera bien relacionado con Dios y Dios con el hombre.

Dijimos que el hombre, que fue creado bueno y la creación, que fue creado bueno, tuvo algo muy tremendo que sucedió: este hombre se transformó en malo, este hombre se apartó de Dios, comenzó a caminar solo su vida, independiente, dijo: Mi razonamiento será mi propio dios, mi proyecto de vida será mi propio dios.
¿Y qué ocurrió con el hombre? Perdió la bendición de Dios.
Y lo que un día era bueno ser transformó en malo.
La religión suele enfocar el problema del hombre en el pecado, la religión dice que el problema mayor del hombre es el pecado.
Y cómo entender qué es el pecado; a veces la palabra pecado le suena muy agresiva a alguna gente y a otra un poco inentendible; pero la palabra pecado significa simplemente que: Yo tengo un dardo en la mano y allí, enfrente, tengo un blanco y le tiro un dardo y yerro al blanco.
Quiere decir que pecado es: Que el hombre y la mujer fueron creados para una cosa y cuando Dios lo lanzó, ese hombre voluntariamente erró al blanco, es decir, se salió de propósito y la religión dice que el mayor problema del hombre es el pecado.

¡Déjeme decirle que no! El pecado solo es el efecto de una causa, el pecado es que, si usted quiere aniquilar algo tiene que ir a la causa, porque el efecto es simplemente algo que se reproduce debido a una causa.

Y cuál es la causa original del pecado: Que cuando el hombre y la mujer le creyeron a Satanás, la misma naturaleza de Satanás entró al hombre y a la mujer y lo hizo malo. Quiere decir que, aunque el hombre haga todo lo posible por hacer el bien, por ser buen padre de familia, buena madre, buen estudiante, buen hijo; porque hay mucha gente que dice: ¡Pero yo hago todo el bien que puedo!

El problema es lo siguiente: No es cuánto bien haces o cuánto mal hacer, hay una causa que tiene que ser quitada de adentro, de tu interior y no hay hombre que tenga el poder de quitar eso.
Hay una naturaleza que es ajena a la que Dios te puso que está adentro del hombre, esa es la causa por la cual el hombre peca y se transformó en malo. Así que, yo quiero mostrar una historia donde podemos ver cómo Jesús, en una de sus pláticas, confrontó y direccionó a una persona que vino con una pregunta.
Uno de aquellos que le estaban siguiendo, porque a Jesús, mucha gente lo estaba siguiendo porque usted sabe: Sanaba los enfermos, daba de comer a la gente, entonces, cuando eso ocurre y es gratis, todo el mundo lo sigue, si usted mañana reparte millones, todo el mundo lo sigue, no sabe si es bueno o malo, pero todo el mundo lo sigue.
Entonces le dijo:

“Le dijo uno de la multitud:
Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia”.
Lucas 12:13

¿Cuál era el problema? La herencia, posesiones materiales y mi hermano no se está portando bien conmigo, más Jesús le dijo:

“Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia;
porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
También les refirió una parábola, diciendo:
La heredad de un hombre rico había producido mucho.
Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?
é: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores,
y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma:
Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma;
y lo que has provisto, ¿de quién será?
Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios”.
Lucas 12: 14-21

¿Por qué me llama la atención este relato de Jesús?
Jesús no era un hombre demasiadas palabras y se detuvo demasiado tiempo para explicarle a este hombre la situación, le podría haber dicho: Mira amigo, ese problema del dinero y de la herencia, es un problema tuyo y de tu hermano y yo no soy el juez y ya...
Pero se detuvo, miró a la multitud, los detuvo a todos y dijo: Ahora les quiero dar una enseñanza, la vida del hombre no consiste en la cantidad de bienes que posee; y empezó a poner un ejemplo de un hombre que tenía muchos bienes materiales.
¿Para qué el hombre tenía muchos granos, muchos bienes materiales?
Para lo mismo que usted y yo, tratamos de acumular cosas, tener seguridad y bienestar; cuando el hombre cree que lo logra y dice: ¡Es que he prosperado tanto que no me alcanzan los graneros!

¡Los voy a hacer más grandes! Cuando los termina de hacer, más grandes dice:
Muy bien, ahora trabajé bastante, me merezco unas vacaciones de por vida. En los últimos veinte, treinta o cuarenta años de mi vida, lo que usted quiera, ahora yo me merezco unas vacaciones y por eso me esforcé durante treinta años para tener unas largas vacaciones.

Dios le dijo: ¡Estúpido! Necio, tonto, esta noche te mueres. Eso es lo que le dijo; y lo que preparaste ¿De quién va a ser?
Jesús dijo: ¡Así de tonto es todo aquél que no es rico para con Dios!
¿Qué era lo que estaba explicando Jesús?



1) Este hombre nunca se ocupó de su condición interior

Es decir, sabiendo que los hombres somos malos y tenemos una causa interna que necesitamos arreglar con Dios, éste dijo, lo de Dios o es para los débiles o es para las viejas, pero no para mí que soy un empresario y estudie en Harvard, no para mí que he llegado al puesto más alto. Es más, en breve luego de la graduación me ascenderán aún más, no es para mí, es para los débiles. ¡Yo no tengo tiempo para eso!
¡Nunca este hombre arregló el primer problema!



2) Fue muy astuto y muy sabio para juntar, administrar y cuidar sus bienes temporales

Pero quiero decir algo de los bienes temporales: Cuánta gente de inversiones y empresarios deberían tener un principio, que no lo estoy inventando, lo dijo Jesús... Supongamos que usted llegue a tener millones y millones y se transforma en una de las primeras tres fortunas del mundo... Cuando usted se muera, ¿tendrá que heredarla? ¿Sí o no?
Tendrá que hacer testamento, tendrá que hacer toda la administración necesaria y si no la hace, los que quedan se sacarán los ojos por lo que usted consiguió, porque no vaya ser que se muera de un infarto arriba de un avión y ni testamento hizo.
¡Es que estaba juntando tanto que el stress lo mató! ¡Qué sabio es el hombre! ¡Quería conseguir más y se murió, de un infarto!... ¿Qué pasó entonces? Lo tienen que heredar.

Jesús le está diciendo: ¿Sabes por qué eres necio? Porque si tú hubieses tenido una herencia eternal y celestial, cuando tú pases de esta vida, la herencia y las riquezas que tú hagas para con Dios ¡No se la tienes que heredar a nadie! Es más, ¡No se pueden heredar!
El padre no se lo puede dar a la madre, los hijos no se lo pueden dar entre sí, no puede e padre a hijo, el hijo al padre...
Es decir, la riqueza y la heredad eternal de mi relación con Dios es mía exclusivamente; y es más, me dice que si yo pongo por primero esa relación, a mí me espera una eternidad donde, cuando yo llegue a estar con Dios presente todo el tiempo,  ¡recibiré una recompensa!
A ver los inversores: ¿Qué vale más, ochenta años de posesiones aquí o una eternidad de posesiones más allá?
Me parece que hay que empezar a rever el negocio, porque yo también soy empresario, y alguno estará pensando: ¡AH, entonces éste dice que no tengamos nada aquí!
¡Yo nunca dije eso! Y luego le voy a explicar por qué no dije eso y se lo voy a mostrar con lo que Dios dice.
Pero el hombre realmente, fue necio y Jesús se detuvo a explicarle a este muchacho que estaba luchando por la herencia de su hermano.

¡Mira, no gastes tu energía en las cosas que realmente no te van a dar ningún provecho!
¡Gasta tus energías en las cosas que realmente para la vida eterna van a permanecer y no aquellas que se corrompen o entra un ladrón y te lo roba!
Entonces, el problema fundamental del hombre es que: Seguridad y bienestar, no es algo que se puede comprar.
Pero el hombre está tratando de comprar esa seguridad y ese bienestar

En los Salmos dice algo muy precioso que se lo quiero leer; los Salmos, la mayoría de ellos, los escribió un rey famoso llamado David, fue famoso para con Dios aunque lamentablemente la mayoría de la gente cuando piensa en David, piensa en algo malo.
¡Qué malos somos los hombres! Si usted hace el bien, nadie se acuerda, pero alguien hace una mala y lo recuerdan toda una vida. ¡Que malos somos los hombres! ¡No! Yo soy bueno ¿Bueno? ¡Ni la suela del zapato!

“¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
El le enseñará el camino que ha de escoger.
Gozará él de bienestar, Y su descendencia heredará la tierra”.
Salmo 25:12-13

Dígame, ¿está incluido lo material o no? Si, dice que su descendencia heredará la tierra pero sólo el que tenga una correcta relación con Dios gozará de bienestar y gozará de seguridad.
Por eso, como el hombre no podía arreglar algo interno, es que Él mismo lo arregló.
En la carta que escribió el apóstol Pablo, dirigida a la gente que vivía en Éfeso, la carta se llama Efesios, el apóstol Pablo escribió las siguientes palabras:

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”.
Efesios 2: 4-5

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
Efesios 2:8-9

¡Esto nos está diciendo que Dios no acepta “mordidas”!
Usted no vio que la mayoría de los artistas o los que tienen dinero ¿Qué hacen? ¡Fíjese! Asociaciones civiles o fundaciones, o corporaciones sin fines de lucro, para hacer mucho bien, a los niños, a los desamparados...
¿Usted por qué cree que lo hacen? Porque se sienten mal, porque de alguna manera quieren mitigar lo que no pueden mitigar, de alguna manera quiere acallar eso y dicen: de alguna otra manera yo tengo que hacer el bien y compensar un poquito la balanza.
Y nosotros decimos: ¡Ah, qué buena gente!
Pero la mayoría de ellos lo hace sólo por orgullo y también le sirve como publicidad, porque hacer buenas obras nos da publicidad.

Así que Dios le dijo a todos ellos y a todos nosotros: ¡Miren, hagan todas las fundaciones que quieran, todo el bien que quieran! Pero si lo van a hacer para que los reconozca yo, les doy una mala noticia, ¡nadie se va a echar glorias delante de mí! Ninguna persona yo la aceptaré y tendré una relación con ella porque cree que me puede comprar.
Sería muy injusto. Entonces los pobres, ¿cómo comprarían a Dios? Qué injusto sería.
Como Dios es justo, dijo: No, el camino va a ser el mismo, para el pobre y el rico, va a ser el mismo para toda raza, para toda lengua, para todo pueblo y toda nación: ¡La fe en Cristo Jesús!
Pero dice algo más y en esto me quiero detener:

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Efesios 2:10

Le doy una excelente noticia: Cuando uno de verdad quiere arreglar el problema fundamental que tenemos, es decir: que somos malos... ¡Cristo Jesús lo arregló! ¡Entregó su cuerpo en una cruz, entregó hasta la última gota de su sangre y dijo, no sólo yo limpio tu pecado, yo quito tu pecado! Pero dijo: ¡Yo vine a quitar la causa del problema!
¿Cuál era la causa del problema?
Que la naturaleza del diablo había entrado al hombre y desde el momento que hizo eso, dice, que Él venció a Satanás; y Él venció a todo su séquito, los venció en la cruz.
Y cuando los venció dijo: ¡Ahora que te vencí. Yo tengo el derecho de quitarle al hombre lo malo!
¡Yo tengo el derecho de darle al hombre mi vida, una vida eterna, una vida de poder, una vida de autoridad, una vida con propósito para todo aquél que venga a mí, se entregue a mí, se rinda a mí y viva para mí!

O sea, Cristo dice: ¡Ahora es una nueva creación, en Cristo Jesús!
O sea que, si yo tengo cuarenta y cinco (porque algunos me preguntaron la edad) aunque yo tenga cuarenta y cinco, yo puedo ser vuelto a crear.
¿No es que para volverme a crear tenga que volver a la panza de mi mamá estar nueve meses y después salir? No.
Esta nueva creación es interna.

No me diga que no le gusta esto. ¡Esto es tremendo! ¡Porque es milagroso!
Entonces, ¿Qué ocurre? Inmediatamente que usted dice: ¡Yo reconozco esta verdad, yo reconozco que en verdad yo necesito a Cristo!... Porque no importa cuánto haga y no importa cuántos bienes posea, porque en verdad internamente yo sé, porque todo hombre y mujer, adentro sabe que no está bien, ¡Yo necesito que algo me cambie por dentro y lo traté de comprar y no se vende!
Por eso dije: ¡ésta es una clase de bien que no se puede comprar!

Otra cosa dijo este apóstol Pablo en otra carta: Si Dios no escatimó, no retuvo para él a su propio hijo Jesucristo, cómo no nos dará juntamente con él, todas las cosas.
Le hago una pregunta: Si las cosas vienen como resultado de vivir para Cristo, ¿es correcto que yo viva para las cosas o estoy errando el blanco?
Ése es el problema de los empresarios del mundo, ése es el problema de las empresas del mundo, el problema no es el dinero, el problema no es la prosperidad, el problema es que el hombre erró al blanco y vive para el objetivo equivocado.
Y el diablo se sienta en la primera fila, cruza las piernas y aplaude; otro logro más de éste y el séquito que lo acompaña grita:
¡Necio! ¡Ganaste otro trofeo, síguele!
Y entonces manda otro demonio más chiquito a que le diga: ¡Atóralo con más cosas! ¡Tráele más proyectos! Así ni se acuerda de Dios ni cuando se bañé, que nunca se acuerde de Dios ¿Para qué? ¡Dale, dale más!
¡Porque yo lo quiero tener conmigo en el infierno! ¡Me va a encantar su compañía!

Sí, aunque a usted le parezca un cuento de hadas, el cielo y el infierno es una verdad de Dios, no crea en cuento de hadas, es una verdad tremenda de Dios.
¡Pero no soy tan malo! Recuerde que usted es malo, ya se lo enseñé.

La única manera en que usted sea bueno es: Si en verdad Cristo vive en usted.

Mientras que eso no ocurra, usted y yo somos malos. Aunque no le guste, yo le tengo que decir la verdad, porque vine acá a decirle algo, ¡Para que le vaya bien! ¿O usted quiere que yo lo engañe?¡No, yo quiero decirle la verdad!
Una verdad que transformó mi vida, transformó mi matrimonio y transformó mi familia; nuestros hijos y mi esposa aquí estamos, después de más de veinte y pico de años de estar casados, en primeras nupcias, no en segundas ni en tercera; y viviendo una vida feliz que me la entregó Cristo.

¡Le estoy hablando de algo que funciona y funciona muy bien!
De algo que es verdadero, de algo que es real, no le estoy hablando de una religión. Ahora hágase cristiano, no porque hay tanta gente que se hace cristiano, pero es más mala ahora que antes, porque es cristiano de boca para afuera, de leer un poquito la Biblia, de saber algunos versículos y usted lo mira y dice: ¡Dios mío y ése es cristiano! Ay, que lindo es mi perro... ¿Se entiende?
¡Yo le veo hacer cosas que no creo que Dios avale lo que este hombre hace! Pero para algunos es una “etiqueta buena”, porque cuando digo, soy cristiano, la gente me cree y cuando me cree, me confía. ¡Y zacate, le caigo en el cuello! ¡Sí, sí hay mucho mentiroso por ahí! Y después les conviene ser cristiano.


Vivir sabiamente:

Le dije a un principio que le iba a demostrar que las finanzas y los bienes materiales son simplemente el resultado natural de vivir sabiamente.
¿Y qué es vivir sabiamente?
Le quiero mostrar con las palabras del hombre más sabio que existió sobre la tierra y se llamó, el rey Salomón. Todos sabemos esa historia, ahora le hago una pregunta: ¿Salomón solo fue sabio? ¿No fue también el hombre más rico de su época? ¿No será entonces que vivió correctamente, vivió con el objetivo bien claro y con el propósito definido? ¿No será entonces que, se cumplió en Salomón, que las cosas les fueron añadidas?
Dice que había tanta riqueza que se pateaba la plata por la calle... ¿Cómo?
Y la gente quería ir a ver a Salomón. Le voy a mostrar lo que este hombre dijo:

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”.
Proverbios 1:7

¿Le gustan con consejos del hombre más rico del mundo? ¡Ah, no, porque hay religión!
Porque si fue el hombre más rico del mundo, fue más rico que todos los que están hoy, fue el más rico del mundo, me parece que sería bueno escuchar lo que él dijo.
Porque algunos dicen: No, porque una Biblia dice religión, quién dijo que no había religión, la Biblia es el libro más magnífico que existe, ¿sabe por qué? Porque está vivo.
Los libros están muertos, solo tienen letra, pero en este libro hay vida.

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”.
Proverbios 1:7

“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
y que obtiene la inteligencia”.
Proverbios 3:13

¿Y cuál era el principio de la sabiduría? El temor de Dios. Quiere decir que si no temo a Dios ¿Qué no tengo? La gente no entiende que Harvard te da inteligencia pero no te da sabiduría.
¡La sabiduría es un principio que solo adquiere él que está bien relacionado con Dios!
Así que tenemos muchos literatos exigentes y filósofos, y gente que es inteligente pero no es sabia; no confunda inteligencia con sabiduría, porque nadie es sabio si no está bien relacionado con Dios.

“Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
Y sus frutos más que el oro fino.
Más preciosa es que las piedras preciosas;
Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
Largura de días está en su mano derecha;
En su izquierda, riquezas y honra.
Sus caminos son caminos deleitosos,
Y todas sus veredas paz”.
Proverbios 3:14-17

Déjeme explicarle lo que le dije antes: ¿Qué hay en la mano derecha de la sabiduría?
Dijo que hay largura de días. Porque cuando uno es sabio y el principio de la sabiduría es el temor a Dios, uno vive para Dios, y entonces Dios dice:
¡Éste me conviene que viva!

Dios dice: ¡Te extiendo largura de días para que vivas para mí! Es decir, la mano derecha en el hebreo, significa: aquella que tiene el poder de decidir.
Cuando habla de la derecha, de la mano, del pié derecho, del ojo derecho, está hablando de aquello que tiene el poder de decisión. Es decir, es la fortaleza para lo cual yo vivo, es mi propósito de vida, la derecha. Y dice en la mano izquierda, es decir, como añadidura, como resultado de yo vivo para Dios, voy a tener en la izquierda: riquezas y honra. ¡Qué bueno que hay inversionistas y empresarios!

Les estoy dando una cátedra que no la dan en Harvard. ¡Y se la estoy dando gratis! 
Ésta no la dan en Harvard, ellos son muy inteligentes pero hay muy pocos sabios allí adentro; lamentablemente en la mayoría de las universidades del mundo hay muy pocos sabios, hay gente que sabe mucho de su materia, pero no sabe nada acerca de cómo vivir su vida.
Cuando uno entra a la vida de ellos, están destruidas, cuando hablo con mi hijo que está estudiando economía y me comenta algo de la vida de ellos.
¡Ah! De verdad que eso es una vida triste, no tiene propósito.

Así que en esta noche yo vine a presentarte: !El bien que no se puede comprar, para que te vaya bien!
Creo que ya te diste cuenta que ese bien está solamente en Jesucristo.

Creo que te has dado cuenta que Jesucristo no vino a morir porque era un buen hombre y al fin de cuentas le hicieron tantas injusticias; y al final los romanos y la política lo clavó en una cruz. No.
¡Él vino para eso! ¡Él se dejó clavar en una cruz, porque el vino para eso!

Pero te doy una buena noticia, no solo murió, porque hay tantos que murieron diciendo que eran buena gente.
Él demostró que Él era Dios, porque Él resucitó de los muertos; y no solo resucitó, luego dijo:  
¡A mí, el Padre Dios, me dio toda autoridad en el cielo y en la tierra y se montó en una nube y se fue al cielo!

Cuénteme de los otros religiosos y de los otros líderes religiosos ¿Quién hizo eso? ¡Cuénteme! A ver, ¿el mantra, el buda, que la reencarnación, el sapo y la cucaracha y vaya a saber qué?...

Creo que en esta noche tenemos que reconocer que hay un solo camino, una sola verdad y una sola vida y eso está en Jesucristo.

Yo voy a ser muy sencillo: Si de verdad usted quiere quitar lo malo de usted, quiere que Dios lo haga de nuevo de adentro, usted necesita a Cristo.
Pero le voy a decir algo más:
¡Usted necesita reconocerse como una persona mala, que necesita ser limpiada de sus pecados porque usted es malo desde el día en que nació!
Si usted se cree bueno, Cristo no recibe nunca a los buenos, dice que solo recibe a los pecadores que se arrepienten; y arrepentirse no es llorar un ratito y volver a ser el mismo miserable de ayer.

Arrepentirse es realmente tener el poder para dejar de hacer lo que hago.

Así que si alguien va a arrepentirse de sus pecados y su maldad; y decir: ¡Señor yo te necesito! Te necesito en mi vida, quiero hacer la mejor inversión de mi vida...
¡Éste es el momento de hacerlo, para que te vaya bien!