en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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("Recibe la bendición original")
Es un privilegio y un honor para nosotros estar aquí, y déjenme decirles algo, antes de comenzar con la conferencia y con aquello que nos va a mostrar la verdad, ¿cuál es la verdad para que nos vaya bien?
En parte de lo que Jorge y Claudia leyeron, están anunciando que somos una familia por más de veintitantos años, somos una familia feliz y que le ha ido bien, y que Jairo y Mariel; ustedes también los han visto aquí, son los que han tocado y cantado, y somos una familia que juntos hemos encontrado el secreto para que nos vaya bien.
Así que voy a abrir mi corazón y hablarle de algo que yo encontré, una verdad la cual usted puede hacer suya y más allá de cualquier situación presente que usted esté pasando, puede encontrar la clave, la llave que le abre la puerta para que en verdad en su vida le vaya bien.
Cuando buscamos un reloj fino, una joya fina, algún auto que nos gusta, generalmente, aunque mucha gente diga que no importa la marca, si importa la marca... Resulta que usted busca un reloj fino y le dicen, tengo uno que es igualito, todo es igual, las manecillas, esto es igual, esto es igual... y usted pregunta ¿Pero es el original?
No. Es una copia, pero es una muy buena.
¡Claro! A veces por cuestiones de presupuesto, usted y yo compramos la copia, porque decimos: Bueno se parece al bastante al original, pero en realidad nosotros sabemos que no es el original.
De la misma manera, quiero hablar acerca de que usted puede recibir la bendición original.
Y me puede decir: bueno, la palabra bendición la conozco, se usa mucho, pero eso de original, no sé bien de qué se trata. O sea que, hay una bendición original que desconocemos.
Probablemente usted desconozca que hay una bendición que es original y que no la puede suplantar ninguna copia porque nadie tiene la capacidad de poder fabricar una bendición como la original.
El punto es que: Para que nosotros recibamos esta clase de bendición y de verdad nos vaya bien sobre la faz de la tierra, lo que hacemos todas las mañanas bien temprano es levantarnos, trabajar y estudiar y esforzarnos.
¿Con qué motivo, por qué razón? ¡Para que nos vaya bien!
Cuando despides un amigo le dices: ¡Que te vaya bien!
Siempre desea el bien de aquel que ama, el bien de otra persona, entra en un negocio a comprar algo y cuando se va y saluda le dicen: ¡que le vaya bien!
Es decir, el hombre en el centro de su corazón, en su interior, tiene la intención de que le vaya bien. El punto es que, aunque todo eso es bueno, esforzarse, trabajar, estudiar, es bueno tener logros, si el hombre y la mujer no encuentran el propósito original para lo que fueron creados, nunca les va a ir verdaderamente bien; lo van a procurar, van a tratar de que así sea, pero nunca lo podrán lograr.
Porque cuando una persona crea algo, siempre lo hace con un propósito.
Un día alguien inventó algo que se llama licuadora, porque hay muchos alimentos que tienen que ser molidos para poder hacer una rica sopa, pero qué ocurre si usted nunca en su vida vio una licuadora y desconoce cómo se llama; sabe para qué sirve, no sabe para qué tiene algo para enchufarse en algún lugar, no sabe para qué es, y si no sabe para qué es, o no la va a usar o la va a usar mal, o más, hasta va a pervertir el sentido original del fabricante y quizá vaya a tratar de moler algunos alimentos, quizá ponga cosas como plumas, lápices a molerlos y no le va a servir de nada.
¿Qué pasó, es buena o no la licuadora? Claro que es buena, pero es buena para aquello que fue creada.
Quiere decir que el hombre y la mujer que fueron creados buenos, necesita encontrar el propósito original para lo que fue creado.
¿Por qué? Porque si no lo encuentra, va a empezar a mal usar su vida y va a empezar a pervertir su vida.
¿Por qué? Porque perdimos el propósito original del fabricante, del Gran Creador.
Cuando voy al libro de la historia de la Creación, que se encuentra dentro de la Biblia, que se llama Libro de Génesis, encuentro algo: ¡Que Dios es bueno!
Y se preguntará porqué Dios es bueno, cuando leemos como Dios empezó a crear las cosas, dijo:
Creó los cielos, creó la tierra, dice que creó el sol para el día, la luna para la noche, las estrellas, las plantas, los árboles, los animales, los animales en la tierra, los peces en el mar... Y cada vez que terminó:
“Y vio Dios que era bueno”.
Siete veces, durante siete relatos que nos cuentan lo que Dios creó, dice que Dios se detuvo después de crearlo.
Todo creador hace eso, a ver si tiene algún defecto o no, a ver si hay que darle un poco de color aquí; un arreglista lo mismo, dice esta tonalidad no es la mejor.
Uno se para a mirar lo que ha creado y cuando lo termina dice: Es bueno.
Pero después que hizo todas las cosas, dice que Dios se detuvo para hacer al varón y a la mujer. Y cuanto terminó de crearlo, miró toda la Creación y dice:
“Y vio Dios que todo lo que había creado era bueno en gran manera”.
Así que el mundo que usted pisa, donde usted se levanta todos los días, aunque ahora lo hemos contaminado un poco, es bueno en gran manera, cada árbol, cada ave, el río, el mar, aún aquella persona con la que usted está enemistado, Dios la creó bueno en gran manera. Quiere decir entonces, que ahí me doy cuenta que Dios es bueno, porque un creador cuando crea saca lo que tiene adentro.
Yo digo que cuando uno está muy “tocado del cerebro” empieza a hacer todo raro, pinta cosas raras, toca cosas raras, hace cosas raras.
Usted mira el cuadro y dice: ¡Qué tocado está este hombre! Y piensa, quién nos va a explicar este cuadro, porque un creador qué saca afuera, lo que tiene adentro.
Me di cuenta, cuando veo la belleza de todo lo creado ¡Qué Dios es bueno! Porque todo lo que el creó, es bueno en gran manera.
Pero me di cuenta de algo más, después que Dios terminó de crear todo y lo hizo bueno, aunque cada cosa tenía su propósito y cada cosa, como era buena, dentro de ella tenía el bien contenido para liberarlo hacia afuera.
Me di cuenta de algo al leer detenidamente ese Libro que me habla de la Creación, me di cuenta que todo estaba creado, pero todo estaba como suspendido, como que nada podía ejercer su propósito.
¿Qué pasó? ¿Por qué si todo está creado pareciera que algo está esperando?
Es decir, si la planta ya está creada ¿Qué es lo que está esperando?
Y dice entonces en el capítulo 1 de ese Libro de Génesis en el verso 22, que Dios creó las plantas, los animales y todo lo que hay en la tierra, dice:
"Y los bendijo Dios".
Luego un poco más adelante dice, cuando fue a crear al hombre y a la mujer, dijo:
Vamos a hacer al varón y a la mujer a nuestra imagen y va a contener nuestra semejanza, va a ser igual a nosotros, dijo Dios en todo el sentido de la palabra.
Y dice que Dios lo creó por completo... y dice que luego Dios sopló sobre la nariz del varón el aliento de la vida de Dios para que ese ser humano tuviera vida, así que ese ser humano ya había sido creado, ya tenía la imagen y la semejanza de Dios, ya tenía la vida de Dios dentro de él, pero le faltaba algo.
Dice el versículo 28:
"Y los bendijo Dios con estas palabras".
¿Qué necesitaban las plantas, los animales, el sol, la luna, las estrellas y todo lo que usted ve, antes de funcionar?
Que Dios los bendijera.
¿Qué necesitó el hombre y la mujer, antes de funcionar y cumplir su propósito?
Que Dios los bendijera.
Pero la pregunta es: ¿Para qué los bendijo?
Quiero mostrarle para qué los bendijo Dios, dice de esta manera:
“Y los bendijo con estas palabras:
Sean fructíferos, multiplíquense; llenen la tierra y sométanla;
dominen a los peces del mar, a las aves del cielo
y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo”.
Génesis 1: 28 NVI
¿Qué quiere decir? Que la buena creación de Dios, necesitó de la bendición de Dios para que pudiera cumplir su propósito.
¿Cuál es su propósito y el mío?Dios lo dijo en cinco palabras muy sencillas, su propósito y el mío en la tierra es que:
Fructifiquemos, multipliquemos, que llenemos la tierra...
Y luego dice: dominen, sojuzguen, conquisten y gobiernen la tierra.
Quiere decir que Dios compartió de lo que Él tenía adentro de Él, haciendo un ser humano que era de carne y de hueso, para que aquello que hacía y que hace Dios en el cielo teniendo todo en orden y bajo control, nosotros los seres humanos en la tierra lo hiciéramos y tuviéramos la tierra, los animales, las plantas y todo bajo control.
¡Mire si es grande el propósito de Dios! ¡Dios no es como el hombre que tiene competencia!
Dios es tan bueno, que no tiene problemas que alguien más comparta lo que él tiene, no es como el ser humano que es egoísta.
Dios es tan bueno que dijo:
Yo quiero hacer un ser igual a mí, de carne y hueso, con el que pueda compartir todos los días con él y él pueda compartir todos los días conmigo y así como yo funciono en el cielo, que él funcione en la tierra y tenga todas las cosas bajo control.
Propósito: fructificar, multiplicarse, llenar la tierra, gobernarla, conquistarla y dominarla.
Pero quiero mostrarle la grandeza de la bendición de Dios. Ahora estoy empezándole a hablar de la bendición original:
¿Cuál fue la bendición original?
La que Adán y Eva recibieron cuando fueron creados, cuando Dios les dijo, ahora los bendigo con estas palabras.
Quiere decir, que la bendición de Dios fue una declaración de parte de Dios sobre la vida del ser humano, para que el bien que estaba dentro del ser humano, se liberara hacia afuera.
Pero seguro se está haciendo esta pregunta: ¿Por qué si Dios nos hizo buenos para liberar el bien hay tanto mal?
Dice, para que liberemos el bien; sin embargo vemos progresar más el mal que el bien, estamos en épocas donde a lo bueno se lo está llamando malo y a lo malo se lo está llamando bueno.
¿Qué pasó con el hombre, qué pasó con el varón y la mujer?
Dos cosas, hizo Dios:
1) Nos dio su imagen.
2) Nos dio su semejanza.
¿Qué diferencia hay entre uno y otro; y qué tan importante es la imagen y la semejanza de Dios?
1) La imagen:
Tiene que ver con que Dios nos hizo parecidos a él, cuando usted y yo, o cuando el primer papá Adán, era un bodoque de barro, pero bien formado y no tenía vida, dice que Dios sopló sobre ese ser humano su aliento de vida, en ese momento la clase de vida, el mismo tipo de vida que Dios tenía, le fue insertada al ser humano.
Es decir, Dios dice: te estoy haciendo parecido a mí, porque te estoy dando la misma clase de vida que yo tengo.
Por eso cuando vemos a los animalitos y a las plantas, aunque tienen vida, Dios nunca sopló sobre las plantas, ni sobre los peces, ni sobre la luna, ni sobre el sol.
Sobre lo único que Dios sopló su aliento fue sobre el ser humano, porque el ser humano tendría sobre la Creación, lo que nadie más tendría.
Así que todos esos seres tienen vida, pero cuando mueren se acabó su existencia.
Pero el hombre, tiene la clase de vida de Dios y usted y yo sabemos que Dios no muere nunca, Dios es eterno.
¿Si usted tiene la misma clase de vida de Dios, entonces cómo es usted? Eterno.
Alguno dirá: ¡Pero usted piensa no morirse! ¿Cuánto va a vivir?
¡No, claro que usted y yo morimos!
Pero la vida que Dios puso dentro de nosotros vuelve a Dios, esa nunca muere.
Solamente puede tener dos destinos:
O vivir para siempre o morir para siempre, pero seguirá teniendo vida.
Una vida de tormento o una vida de paz y libertad, pero usted decide qué clase de vida tendrá eternamente.
Por eso el hombre es tan diferente, porque la imagen tiene que ver con la naturaleza de Dios dentro del hombre.
2) La semejanza
Cuando Dios dijo: Te doy también mi semejanza, está diciendo: Yo te capacité, cuando te di mi soplo, te capacité para que tú funcionaras en la tierra como yo funciono en el cielo, para que tu tuvieras el poder de gobernar, el poder de actuar como yo actúo. Es decir, para que a tu sola voz todas las cosas estén bajo control.
Por eso cuando el primer hombre y la primera mujer comenzaron a vivir, vivían en un lugar, que creo que hasta en las canciones se cantan... ¿Cómo se llama? El Edén; y dice, el Paraíso.
Y le tratan de vender un paquete vacacional y dicen: ¡Vuelva al paraíso! Usted ya sabe que no es cierto, pero es parecido.
¿Por qué, el hombre vivía en un paraíso? Porque el hombre tenía el mismo control que Dios, el hombre tenía la capacidad de gobernar la tierra.
Dios nunca le dio al hombre la capacidad para dominar a otros hombres, Dios le dio la capacidad para que el hombre dominara y gobernara “todo lo que Dios había creado”.
Así que, cuando hablamos de la imagen de Dios hablamos de clase de vida que Dios tiene pero cuando hablamos de la semejanza, no estamos hablando de la vida de Dios, sino el poder y la autoridad que Dios nos dio para gobernar todo lo que ha sido creado.
¡Esto es lo que recibió el hombre cuando recibió la bendición original!
Le hago una pregunta: ¿Le gusta o no le gusta? Yo creo que es muy difícil que alguien me diga que no le gusta esta bendición, porque no es una bendición cualquiera, es una clase de bendición superior, es algo que el hombre dice: ¿Y cómo puedo alcanzar esa clase de autoridad?
¿Cómo puedo, no solo ser fructífero sino tener la capacidad de gobernar todas las cosas?
¡A veces se me sale de control mi casa, mi matrimonio, mi familia y no lo puedo gobernar!
¡A veces hasta alguno de mis hijos se pone tan rebelde que no los puedo gobernar!
¡Claro que yo necesito esa bendición original!
Por eso le dije al principio que hay una bendición que es original y que no puede tener copias y que no hay fabricante en el mundo que le diga a usted que la puede hacer y que le diga que se la puede vender, porque no se puede comprar, porque no tiene precio y porque no hay ser humano que tenga la capacidad de crearla y darle esa autoridad, sino solo Dios.
Habiendo visto la importancia que tiene la imagen y la semejanza de Dios, podemos entonces entender:
¿Que fue lo que pasó con el hombre?
Génesis 2, allí la Palabra de Dios dice algo muy particular acerca del hombre: A partir del versículo 17 en adelante dice que: Dios le dijo al hombre que el hombre podía tomar de todo lo que estaba en ese huerto y en ese paraíso, solamente había un árbol llamado del bien y del mal que el hombre no podía tocar. Pero en un momento, parece que el hombre, no se conformó con lo que Dios le había dado y le prestó oído a una serpiente antigua, en la cual el mismo Satanás estaba metido; y empezó a decirle a la mujer una serie de cosas: Con que Dios dijo que no comas de ningún árbol y ella dijo: No, no. Podemos comer de todos los árboles pero de ése no, ése de la Ciencia del bien y del mal no.
Entonces esta serpiente, le dijo: ¡Ah, sabes por qué te dijo que no! Porque Él no quiere que seas como Él...
¿Qué tonto? Si ya era cómo Él.
Cuando dijo: hagámoslo a nuestra imagen y semejanza, el hombre ya era como Él. Creyó una mentira y como era una mentira, por primera vez en la historia de la creación del hombre, entró una palabra completamente opuesta a todas las palabras que venían hasta ahora.
Las palabras eran: bueno, bueno en gran manera y bendición.
¿Qué palabra apareció? Maldición...
Ya Dios no podía estar con el hombre allí en el Huerto del Edén y caminar libremente.
¡El hombre se había apartado de Dios!
Entonces, Dios le dice al hombre:
Por causa de que me desobedeciste, no te conformaste ni te alegraste por todo el bien que yo te hice, ahora la tierra será maldita por tu causa. Y a partir de ahora, le dice a la mujer, con dolor darás a luz tus hijos.
Y al hombre le dice: Sudarás para poder tener sustento y cuando siembres la tierra te dará espinos y te dará cardos.
¿Qué fue lo primero que pasó después de la maldición?
El primer asesinato de la Creación y de la historia, un hermano mató al otro.
Hasta el que sabe un poco de historia sabe quiénes son estos dos hermanos, Caín y Abel.
Caín mató a Abel, nunca había habido muerte, nunca había habido asesinato, nunca había habido ninguna clase de maldad, pero ahora había comenzado la maldad.
Es más, en Génesis capítulo 6 el relato de la Creación dice: Que el hombre se volvió tan incontrolable y la maldad se volvió tan incontrolable, que a Dios no le quedó otra alternativa que decir: Necesito quitar al hombre de sobre la faz de la tierra porque de continuo lo que hay en el corazón del hombre es malo.
La pregunta es: ¿Pero Dios no lo hizo bueno?
Pero, si Dios lo hizo bueno y si Dios lo bendijo para sacar el bien ¿Qué fue lo que pasó?
Pasó que el hombre tomó la decisión equivocada.
Y cuando tomó esa decisión equivocada, todo lo bueno que había en él se esfumó, porque recibió la misma naturaleza de aquél a quien él le creyó: Y era el diablo.
Le creyó y el diablo dijo: Ahora te tengo en mis manos y te voy a meter mi misma naturaleza y yo soy malo desde que nací, así que tú vas a ser malo como yo lo soy.
¡El hombre se transformó en malo!
Pero dice que hubo un hombre, un solo hombre con su familia, que Dios lo miró y ese hombre caminaba diferente a todos los demás, todos estaban mal y peor el mal...
Pero este hombre halló gracia delante de Dios porque dice que era justo, que temía y respetaba a Dios y este hombre se llamaba: Noé.
Y Dios le dijo: Contigo yo voy a recomenzar la historia de la humanidad. Contigo y con tu casa, voy a recomenzar la historia de la humanidad.
Muchos conocen la historia, aunque algunos se burlan de ella porque dicen que estuvo en un arca tantos días, que Dios luego del diluvio lo sacó de ese arca y pudo bajar con toda su familia y los animalitos que había puesto dentro, para que otra vez la tierra, fructificara y se multiplicara.
Pero me llamó la atención algo, cuando comencé a investigar esto me di cuenta que Dios hizo algo con este hombre una vez más así como lo había hecho con Adán.
En Génesis 9 dice: Bendijo Dios a Noé.
¿Por qué lo bendijo Dios, no había Dios ya bendecido a Adán, a Eva y a todos sus descendientes? Sí.
Pero recuerde que el hombre había perdido esa bendición original, porque se había apartado de Dios.
Y recuerde que el hombre para poder cumplir su propósito necesita la bendición de Dios.
¿Qué hizo Dios? Lo bendijo a Noé.
Eso me hace saber, que el hombre había perdido la bendición, pero cuando avanzo dice:
“Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.
El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra,
y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra,
y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados.
Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento:
así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo”.
Génesis 9:1-3
¿Qué está ausente ahí? Cuando Dios bendijo a Noé, no le dio la misma bendición de Adán.
A Adán le dijo cinco cosas: fructifica, multiplícate, llena la tierra, conquístala y gobiérnala.
Pero cuando lo bendijo a Noé le dijo tres cosas nada más: fructifica, multiplícate y llena la tierra.
Pero nunca le dijo: domina, conquista y gobierna.
Quiere decir que, usted y yo, que en verdad venimos de Noé, estamos un poco rengos, tenemos la mitad de la bendición como si caminara en un pié.
Dios no volvió a bendecir al hombre con toda su bendición, Dios no le volvió a dar al hombre la bendición original.
Y usted se preguntará: ¿Por qué?
Porque el hombre ya se había convertido en un ser malo y si Dios le daba la autoridad para gobernar y sojuzgar la tierra, lo haría: con la tiranía con que el diablo gobierna al mundo.
En su amor Dios dijo: Tengo un problema grave que solucionar y no puedo darle al hombre la misma autoridad que tenía al principio.
El mundo que usted y yo vivimos está como está, porque solo tiene la mitad de la bendición.
Usted ve la naturaleza y se está saliendo de control, los mares se salen de control, empiezan a hablar de cosas raras en los cielos, todo se empieza a salir de control.
¿Por qué se salió de control? Porque el hombre perdió parte de la bendición original.
Sólo tiene aquella parte que le permite hacer el trabajo: de fructificar, de multiplicar, de llenar la tierra.
Pero no tiene la bendición que le permiten hacer la otra parte: gobernar la tierra y funcionar cómo Dios funciona. Es decir, el hombre tiene la imagen de Dios, tiene la clase de vida de Dios pero está inhabilitado para poder funcionar y gobernar como Dios funciona.
Por eso cuando usted vota y pone esperanza en un nuevo gobernante y que nos van a dar salida, luego de dos o tres años qué dice: Me defraudaron, porque siempre nos van a defraudar porque el hombre que es malo desde adentro y que se convirtió en malo perdió la capacidad de gobernar.
Si el hombre no regresa a la bendición original, si no regresa a poder manifestarse con el gobierno que Dios le dio, para sujetar y gobernar y dominar la tierra no le puede dar a usted una buena vida.
Es más serio, así que no se trata de si este es mejor que aquél, o el otro es mejor que éste, puede ser que algunos gobiernos sean menos malos que los otros... pero a nadie se le quita lo malo.
Estamos en un serio problema planetario mundial, si el hombre quiere “que le vaya bien” tiene que encontrar su propósito original.
Por eso todo lo que es perversión se está legalizando, piénselo por favor, todo lo que es perversión se está legalizando, todo lo que es malo se está legalizando diciendo se va a llamar: bueno.
Y todo lo que es bueno, estamos diciendo eso es anticuado.
Ahora lo bueno suena anticuado, si usted dura cincuenta años casados dicen:¡Pobre tonto! Aguantó siempre la misma mujer. Dicen: ¡Pobre tonto! Pareciera que lo bueno es malo.
No, lo bueno siempre será bueno y lo malo siempre será malo. Y no importa cuántos paranoicos hagan leyes que estén en contra de lo bueno que Dios creó, ellos serán los únicos que terminarán muy mal, porque tú no puedes pervertir la imagen y la semejanza de Dios en el hombre y pensar que Dios te va a dejar igual. Dios creó al varón para la mujer y a la mujer para el varón y de ninguna otra manera.
El hombre ha perdido esta bendición y la necesita recuperar.
Así que Noé cuando fue bendito, fue bendito solamente en parte, le faltaba una parte que necesitamos recuperar.
Pero usted dirá: Lo estoy entendiendo, pero ¡No me diga que no hay salida! No me diga que ahora que entiendo que me quedé con la mitad de la bendición me voy a ir de acá con la mitad de la bendición. No.
Por eso tengo la mejor noticia de su vida:
¡Dios está empeñado en que a usted le baya bien!
¿Qué hizo Dios? Como este era un problema tan grave que el hombre no tenía la capacidad de solucionar porque ya se había vuelto malo y nadie lo podía hacer bueno, Dios dijo: “Yo voy a tomar este asunto en mi mano... ¡Yo mismo voy a descender al hombre en forma humana!”.
Para poder sacarnos de la condición en la que estábamos, necesitábamos a alguien que nunca se hubiera apartado de Dios.
¿Y dónde había alguien en la tierra que nunca se hubiera apartado de Dios?
Necesitábamos a alguien que nunca hubiera pecado contra Dios.
¿Y dónde hay en la tierra alguien que nunca hubiera pecado contra Dios?
Necesitábamos a alguien que siempre, en todos los casos hubiera agradado a Dios.
¿Y dónde tenemos uno que siempre agradó a Dios? En la tierra no estaba.
¡Dios dijo: Si yo no soluciono este problema el hombre no lo puede solucionar!
Por eso la Palabra de Dios dice: que ese alguien enviado por Dios: se llama Jesucristo.
Él nunca pecó, Él siempre agradó al Padre, Él siempre fue puro y Él siempre fue santo.
Pero había un problema muy serio que solucionar... Y era que: El hombre como se había apartado de Dios, estaba muerto en esa maldad que tenía adentro.
Y usted puede limpiar algo y tratar de limpiarlo mucho pero limpiar todo no significa quitarlo.
Una cosa es limpiar algo y otra cosa es poder quitarlo de raíz, a veces usted limpia una cosa o quita algo y hay una raíz y siempre vuelve, y vuelve y vuelve...
Dios necesitaba quitarlo, por eso cuando Juan el Bautista anunció a Jesucristo dijo:
Aquí está el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Se necesitaba el derramamiento de una sangre que fuera pura, que fuera santa de alguien que nunca hubiera pecado y como en la tierra no estaba.
Dios dijo: Yo me voy a encarnar en ese ser que será un niño que vivirá entre los hombres como el más común de los hombres, pero que será santo para mí.
Y ese hombre va a derramar su sangre pura y santa; y cuando ese sacrificio esté realizado; Yo declararé que a partir de ahí, se puede entonces quitar, el pecado completo y entero de la humanidad.
¿Cuál es la noticia que le estoy dando?
Le estoy dando la mejor noticia de toda su vida: a fin de que le vaya bien...
¡Hay alguien que por usted y por mí, tuvo la capacidad de recuperar la bendición original!
La misma que tuvo Adán al principio, ahora la puede tener usted.
¿Por qué? Porque Dios decidió que hubiera alguien que tuviera esa capacidad.
Por eso cuando leemos acerca de la obra de Jesucristo y aún cuando se predicó a Jesucristo desde los primeros tiempos del Cristianismo, hay un versículo muy precioso, cuando el apóstol Pedro dijo sus primeras palabras en una conferencia multitudinaria de más de tres mil personas, él habló de Jesucristo y habló a la gente, de que sólo en Jesucristo, ellos podrían realmente irles bien, tener bendición y ser salvos. Y allí en ese discurso la palabra de Dios dice de la siguiente manera:
“A ustedes primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo,
lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad”.
Hechos 3:26
¿Para qué? Para que te bendijese y me bendijese...
¿Qué fue lo que dijo el apóstol Pedro? ¡Mira cuanta gente hay que un día tras otro cuando hace algo malo se convierte y se arrepiente y aún se confiesa!
Pero te hago una pregunta: ¿Por qué a la semana próxima vuelve a hacer lo que quiere?
Porque aunque quiera limpiarse y se limpie por un rato, como es malo se vuelve a ensuciar, si tu quieres quitar ¿de dónde lo tienes que quitar? De raíz.
¿Sabe qué esta diciendo Pedro? La bendición que te trajo Cristo es tan grande y es tan poderosa que ahora cuando tú te conviertas de tu maldad, por Cristo Jesús, de raíz es quitada la maldad y lo que antes se transformó en malo, ahora se transforma en bueno.
Por eso dice la Biblia que: Toda clase de bendición, dice toda bendición espiritual nos ha sido dada en los cielos por Cristo.
Yo quisiera que reflexiones en lo siguiente:¿De qué va a valer que te esfuerces, que ganes el mejor dinero que puedas, que tengas el mejor auto que puedas, que consigas la mejor casa que puedas, que trates de tener la mejor familia que puedas, si al fin de cuentas aunque trates de obtener todo eso y luches por eso, hay un problema que está sin solucionar?
Aunque puedas aún disfrutar unos pocos años de lo que el hombre llama bendición, resulta que después de esos pocos años si yo no tomé la decisión correcta, si no fue quitada de raíz la maldad que está dentro del corazón del hombre, si realmente Cristo no tomó el control de esa vida, habré perdido la bendición original y algo más grande, habré perdido la vida eterna.
Yo dije al principio que el hombre no es como el perro, ni como el gato, no es que muerto el perro se acabó la rabia, no es así con el hombre, aunque el hombre deja su cuerpo, la vida de ese hombre y esa mujer son eternas, pero solo tienen dos destinos: Una tortura eterna o un bienestar eterno.
¿Quieres que te vaya bien?
Yo no creo que nadie diga: Bueno por sesenta o setenta años más o menos me va bien, no importa que si después por miles y miles de generaciones me va mal, o sí, creo que no, que hay algo más serio que solucionar.
Por eso quiero decir algo: En Cristo Jesús vuelves a tener la bendición original en Cristo Jesús lo que se convirtió en malo, se vuelve a transformar en bueno.
¿Por qué? Porque la vida de Dios que está en Cristo Jesús viene a vivir en el interior de toda persona que se arrepiente de sus pecados, que reconoce que está viviendo independiente de Dios y que reconoce entonces que de verdad necesita ‘que le vaya bien”.
Mucha gente le va bien, o lo que la gente dice le va bien en algunas áreas, pero cuando mira otras áreas “le va muy mal” y para que a alguien le vaya bien, le tiene que ir bien en todas las áreas.
Así que yo te he confrontado con una verdad de Dios, no con una verdad mía, ni con una verdad de una religión, con una verdad que es de Dios...
Y tú querías escuchar algo para que te marcara el camino o el rumbo para que de verdad de vaya bien, o si crees que te va bien dijeras, realmente yo quisiera que me vaya mejor de lo que me va el día de hoy... Porque, quién sabe, tienes el control de alguna parte de la finanzas o cierto bienestar económico pero dices realmente en mi matrimonio o mi hogar, realmente es un desastre.
Hay cosas dentro de mí que no puedo controlar, quisiera ser otra persona pero muchas veces me encuentro que no puedo.
¿Sabes por qué? ¡Porque necesitas la bendición original; y esa bendición original solamente está en Jesucristo!
Por eso quiero hacer algo muy sencillo pero muy poderoso.
Cristo no vino a la tierra a establecer una religión, él vino aquí a establecer una relación con el hombre.
Desde el principio Dios quiere con el hombre una relación sencilla, franca y abierta.
Si tú te das cuenta lo que la Palabra de Dios dice y reconoces que tu condición interior cambió de buena a mala, que es verdad lo que Dios dice, entonces quiero invitarte, no a que recibas una religión, sino que puedas rendir tu vida.
¡Rendirla!
Rendir es algo fuerte, porque uno se rinde cuando alguien lo vence.
¡Rendir toda tu vida a Jesucristo!
Y decirle:¡Señor reconozco que fuiste clavado en esa cruz sin haber hecho nada malo y lo hiciste por mí!
No para establecer una religión, y decir: Yo de vez en cuando tengo a Jesucristo, llevo alguna flor, o de vez en cuando, hago una oración “cuando tengo una necesidad”...
Pero resulta, que no tienes compañerismo, todos los días con Jesucristo.
Lo que Él quiere es lo mismo que hacía todos los días en el Edén. ¡Se paseaba Dios junto con Adán y Eva y conversaba con ellos!
¡Dios quiere pasearse contigo!
Quiere tener comunión contigo, quiere poder hablarte y quiere que tú le hables.
¡Quiere tener una verdadera relación contigo, quiere tener intimidad!
¡Dios no quiere ser lejano!
No quiere ser el Dios de que, vas un día a la iglesia “cuando lo siento”; y luego me siento un poco más limpio. Luego me “vuelvo a meter en el mundo” y “me vuelvo a sentir un poco más sucio”, hasta que vuelvo otra vez, cuando lo siento otra vez”...
¡Eso “no” es que nos vaya bien!
Así que, quiero hacer algo sencillo y sé que el Espíritu Santo de Dios es el que hace una obra en el corazón de cada persona.
Muchos que están aquí invitados por amigos o vecinos, están aquí porque los aman. ¡Si te invitaron es porque te aman! Mucha gente trabajó mucho para que tú estés aquí recibiendo esto, gratuitamente. ¡Porque te ama!
Y tú dirás: ¡Pero ahí hay gente que no me conoce! ¡Cuando la gente que no te conoce tiene a Dios adentro te ama! Aunque no te conoce.
Por eso si reconoces que necesitas esta bendición. Si reconoces que necesitas ser limpio de tus pecados. Si reconoces que necesitas arrepentirte, no solo remordimiento y llorar un rato, no...
Arrepentirse es: si iba para un lado que era lo malo, ahora voy para otro lado que es lo bueno.
Si sabes que necesitas arrepentirte y realmente rendir tu vida a Cristo para hacerlo Señor de tu vida, para decir Señor quiero estar a partir de esta hora bajo tu gobierno total...
¡Quiero ser un hombre o una mujer que reciba de nuevo el gobierno! Perdí el gobierno de mi casa, perdí el gobierno de mi matrimonio, perdí el gobierno de mis hijos. ¡No tengo autoridad!¡Padre he perdido el gobierno! ¡Devuélvemelo!
¡Solo en Cristo lo vas a reencontrar!
Por eso era muy importante que te dijéramos quiénes éramos como familia.
¿De qué valdría si predicara, diera una conferencia, pero solo fueran palabras; y yo no lo podría avalar con mi vida, no lo podría avalar con la vida de mi matrimonio y no lo podría avalar con la vida de mi familia?¿Serviría? No, sería un mentiroso.
Un mentiroso más de muchos que andan por ahí dándole recetas a la gente para que les vaya bien.
¡No! Dios nunca nos miente, Dios dice siempre la verdad.
¡Pero hay una condición arrepentirse!
¡Hay una segunda condición, rendirse por completo!
Rendirse no es que le digas a Cristo dónde se mete y dónde no se mete.
¡No, Él toma todo o no toma nada!
Así que, si alguna persona hoy reconoce que en verdad necesita recibir esta bendición original; y quiere caminar todos los días con Cristo Jesús.
Si por primera vez en su vida reconoce esta necesidad y dice:
¡Yo quiero a Cristo dentro de mi vida!
Éste es el momento...
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