Paquete completo
Daniel Dardano
30 de November de 2003
El texto contenido en esta página fue tomado literalmente de lo expresado verbalmente
en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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El hermano Barrientos dijo en la oración, que éste será un mensaje apostólico. Efectivamente así es, porque es un mensaje del apóstol Pedro a un grupo de gente con características especiales que no son muy diferentes a las nuestras, pero vamos a ver de qué se trata este mensaje.
Le puse a este mensaje el titulo de paquete completo. Ustedes van a ver si es paquete completo o no es paquete completo, pero es importante escuchar lo que dice la Palabra, porque yo les quiero confesar algo, y soy hijo de pastores, mi casa fue la iglesia, yo nací en medio de cánticos, y desde que yo me acuerdo, el ochenta o el noventa por ciento de los mensajes que se daban a la iglesia fue dedicado a una lucha del hombre con su vieja naturaleza. Eran mensajes destinados a ver cómo combatíamos la vieja naturaleza, cómo aquella naturaleza adámica con la que habíamos nacido por falta de revelación de la Palabra, podía ser, permítame el término, de alguna manera reformada, darle una manito de barniz y presentarnos ante Dios justificados.
Era una lucha titánica entre la carne y el espíritu, era una lucha de fuego entre las pasiones desordenadas, los deseos para tratar de vencer y cuando la persona se sentía derrotada y fracasada venía al altar y se postraba.

Quiero decirle que en el Nuevo Testamento no hay altar, el altar es del Antiguo Testamento, el altar es del Antiguo Pacto, no hay altar, nuestros cuerpos se presentan en sacrificio vivo, eso es diferente, pero no hay altar en el Nuevo Testamento. Pero la gente pasaba al altar y lloraba y estaba remordida; y el pastor oraba por esa gente, ¿por qué? Porque se sentía mal porque había fracasado.

Y el mensaje siempre colaboró a darle cuerda a la vieja naturaleza... Que el fraude, que la mentira, que la envidia, que los celos, que el incesto, que la fornicación, que el adulterio, que un montón de cosas. Y el mensaje siempre iba dirigido a la vieja naturaleza, ¿sabe lo que logramos durante tantos años de predicarle a la vieja naturaleza?
Primero quiero decirle algo, Pablo dijo: no vivo ya yo, sino vive Cristo en mí. ¿Qué dice Pablo? Que mi vieja naturaleza, con la que yo nací fue crucificada con Cristo en la cruz, está muerta. Pero lo que yo hacía era resucitar la vieja naturaleza por el mensaje que me daban y la cacheteaba, ¡pórtate bien! ¡Estás mal delante de Dios!
Y era una cosa tan desagradable, ¿sabe por qué? Porque uno nunca daba la medida delante de Dios, era una cosa que nunca llegaba, Dios andaba siempre con un látigo detrás de la puerta, a ver cómo nos podía pegar, porque el mensaje iba dirigido a esa naturaleza. ¿Qué se obtenía con eso? Escuche muy bien, victoria por represión, ¿quedó entendido esto? Yo lograba victoria por represión, tapemos todo, acá abajo esta la pudrición pero tapemos todo... Pero ese era el mensaje.

De hecho estuvimos viernes y sábado con el pastor Hernán Cipolla en un seminario y una hermana que vino de otra ciudad me dijo algo, hermano yo vengo aquí a este seminario, soy de otra ciudad, porque los mensajes que yo he escuchado me liberan, pero mi pastor dice que la Palabra es dura y siempre nos pega con la Biblia y yo entendí lo que esa mujer dijo. Cuando el pastor tiene el concepto de que la Palabra es dura esta pensando que Dios es un tirano y que maneja a la gente a través de reglas y de leyes, y la Biblia entonces se constituye en una piedra, en un látigo o en un fusil, y esa hermana estaba atada por ese mensaje. Dije: hermana yo entiendo eso.

Entonces, cuando le hemos predicado a la vieja naturaleza por tantos años y hemos fracasado, lo único que lográbamos cuando había una pequeña victoria era victoria por represión, todo estaba amortiguado, pero estaba todo abajo, mis malos deseos ahí estaban, la concupiscencia ahí estaba, las ganas de mentir ahí estaban, las ganas de fornicar ahí estaban, todo estaba. ¿Por qué? Porque yo agarraba la vieja naturaleza y la resucitaba y Pablo dijo: Nosotros estamos muertos con Cristo, yo no puedo resucitar algo que se murió, no me corresponde porque legalmente Dios la ha considerado muerta.
Entonces, Dios me dio esta revelación en esta Palabra apostólica de Pedro.
Lo que yo quiero ver ahora es que la revelación que Dios está mandando a la Iglesia en este día, no le habla a la vieja naturaleza, ¿sabe a quién le habla? A la nueva naturaleza, a la que tenemos adentro, a la vida de Cristo que se ha insertado en cada uno de nosotros; cuando uno le habla a la vieja naturaleza, ¿sabe lo que consigue? Victoria por expresión.

¿Qué significa lo que le estoy diciendo? Yo tengo adentro a Cristo, Él vive en mí y entonces cuando yo trabajo con mi nueva naturaleza expreso a Cristo, es victoria por expresión, no es mi esfuerzo, no es lo que yo pueda hacer, no es que ayune y ore por no pecar... Es, "expreso lo que tengo adentro porque soy eso, tengo una caja de barro, esto se va al sepulcro pero adentro hay un tesoro, la nueva naturaleza".

He sido creado a imagen y semejanza de Dios, esa imagen y semejanza de Dios esta ahí para identificar lo que yo tengo que hacer en el mundo pero la nueva naturaleza es la expresión de Jesucristo.
Entonces, no es lo mismo victoria por represión que victoria por expresión, son dos cosas totalmente diferentes.
Yo puse acá una frase:

Una cosa es luchar para obtener la victoria y otra cosa es trabajar desde la victoria.

La iglesia, los cristianos, hermanos, ustedes y yo, yo fui educado así con ese tipo de mensajes. Cuando yo tengo que luchar hacia la victoria siempre es un esfuerzo mío para llegar a la medida, pero cuando yo no lucho trabajo desde la victoria, todo cambia, porque yo dependo del poder de su fuerza.

El mensaje apostólico de esta noche tiene que ver eso, no es victoria por represión es victoria por expresión, no son mensajes a la vieja naturaleza, es el mensaje a la nueva naturaleza que está en nosotros.
Yo siempre hago este ejemplo: Si yo acá tengo un hueso sin carne y viene un perro, ¿qué hace el perro? Huele y el olor del hueso lo atrae, sí y entonces, empieza con su pata, empieza a oler y a querer sacarle, ¡no tiene nada! Y yo le digo: ¡perro vete! ¡Sácate, salte! El perro no entiende nada, esta desesperado con el hueso sin carne y yo le puedo patear y le puedo pegar y le puedo hacer mil cosas; pero el perro por la atracción del hueso y el olor está ahí...
¿Qué es lo que tengo que hacer? Le traigo un hueso con carne, se lo pongo a diez centímetros y se acabo el problema.

Hermano, no es luchar con la vieja naturaleza, es ver la dotación de nueva naturaleza que tenemos adentro, de eso quiero hablar esta noche por eso le puse "paquete completo".
2 Pedro 1, vamos a leer algo tremendo que tiene que ver con esta nueva naturaleza que está en cada uno de nosotros.

“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado,
por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo,
una fe igualmente preciosa que la nuestra:
Gracia y paz os sean multiplicadas,
en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad
nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel
que nos llamó por su gloria y excelencia, 
por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas,
para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina,
habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo,
añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 
al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia;
a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán
estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 
Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego,
habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 
Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra
vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada
en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 
Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas,
aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente”.
2° Pedro 1:1-12 

El apóstol Pedro sabía de qué se trataba, él había luchado con su vieja naturaleza, ¿sí o no? Hombre impulsivo, sacaba la espada y le cortaba la oreja al siervo cuando vio que afrentaban a Jesús, de repente almático, ¡Señor, tú no vas a morir porque yo voy a morir contigo! ¡No te hagas problema yo voy a estar contigo! ¡Y estaba calentándose en el patio de Caifás! Y dice: yo a Él no lo conozco. ¡Lo negó!
Pedro sabía lo que era el impulso de la vieja naturaleza, él había vivido la experiencia de que la mirada de Jesús lo penetrara cuando lo negó y Pedro agacho la cabeza lloró y se fue. Pedro sabía lo que era luchar con la vieja naturaleza, pero un día vino un cambio, él identificó la nueva naturaleza. Un día Jesús sopló sobre sus discípulos y dijo: Reciban el Espíritu Santo.
Eso no es el bautismo con el Espíritu Santo, es el soplo de la nueva vida, la regeneración, el nuevo nacimiento. Y cuando Pedro nace de nuevo, la naturaleza divina viene a él, Jesús le dice: A partir de hoy serás pastor, a partir de hoy te encomiendo mis ovejas, a partir de hoy vas a cumplir tu propósito. ¡Pedro sabía lo que estaba hablando!

Entonces, el apóstalo Pedro ahora dice, yo les voy a decir a ustedes hermanos, les voy a predicar desde la nueva naturaleza y entonces, él comienza y dice: Ustedes tienen una fe que han alcanzado, la fe es igualmente preciosa que la nuestra, pero la han alcanzado por la justicia de Dios nuestro Salvador, todo lo que tiene que ver con al justicia de Dios, la justificación para nosotros, nos ha absolvido de todo pecado.

Hermano, en la nueva naturaleza, el Señor agarró tus pecados los cargó sobre sus hombros y la Biblia dice: que nunca más se acuerda de tus pecados.
La foja tuya, la hoja es blanca, la das vuelta y estaba  negra pero Cristo dijo: se terminó por la justificación, la justificación te hace ver a ti y a mí como si nunca hubiésemos pecado.
Ésa es la cualidad de la nueva naturaleza de Dios que tenemos en Cristo Jesús.

Y después dice: Gracia y paz os sea multiplicada.
Hoy, que estaba estudiando esto dije, yo ya predique de gracia y paz, pero esto me está dando un nuevo mensaje, dice gracia y paz os sean multiplicadas.
Así que, ahora me obligo a dar un mensaje sobre la multiplicación de la gracia y de la paz, ¿qué les parece? Qué dotación para la nueva naturaleza, o sea, Dios no suma, Dios multiplica, multiplica gracia, multiplica paz, eso es la nueva naturaleza que está en nosotros; no para la vieja naturaleza.

Y luego dice, que esta gracia y paz son multiplicadas, ¿en qué? En el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesucristo.
¿Por qué? Porque si yo tengo una nueva naturaleza que viene de Dios, para saber cómo usar la nueva naturaleza, tengo que conocer al autor, a Dios.
La gente hace análisis transaccional, va al psicólogo, va al psiquiatra, aún los cristianos y el psicólogo tiene un velo terrible, porque el psicólogo no sabe nada de la nueva naturaleza, el psicólogo va a tu vieja naturaleza y va a corregir los errores de tu vieja naturaleza. Y tú le tienes que decir: señorita psicóloga, esa vieja naturaleza fue crucificada con Cristo. No gastes plata en psicólogos, dásela a Dios y toma de la nueva naturaleza para ser libre y sano.

Entonces, cuando yo tengo la naturaleza divina tengo que conocer a Dios, que es el autor de la naturaleza divina, eso es lo que dice Pedro, les está haciendo identificar lo que tiene y al autor. Y luego dice, como todas las cosas que  pertenecen a la vida  y la piedad nos han sido dadas por su divino poder, yo le agregué algo, como todas las cosas necesarias que pertenecen a la vida y a la piedadnos han sido dadas por su divino poder mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia... pero voy a parar ahí, porque tengo que explicar esto.

En la nueva naturaleza, todas las cosas nos han sido dadas, en la vieja naturaleza te falta todo. Por eso una iglesia apostólica cambia la oración, la iglesia en la cual tú viviste, el ochenta por ciento era una lista de pedidos a Dios, ¿sí o no? Sí... te pido por mi mamá... te pido por mi papá... te pido por el dinero... te pido por el gato, por lo que quiera, todo era ¡te pido! Porque Dios era el surtidor, ibas con el carrito al súper y Dios te lo llenaba.

Dios dijo: Yo no soy ése, Yo soy el autor de la nueva naturaleza, te he dotado de nueva naturaleza, entonces tú vas a orar diferente.
La Iglesia apostólica dice: Gracias porque todo lo que pertenece a la vida y a la piedad... ¡ya lo tengo! Tiempo pasado, me fue dado.

Ahora quiero ser muy particular, porque dice: todas... todas las cosas... no dice algunas, que pertenecen a que a la vida y a la piedad.
La palabra vida, en el griego es la palabra: Zoe, es vida física, pero también vida almática, pero también incluye la vida espiritual. O sea, es la dotación para la vida total de cada ser humano.
La vida de todos los días que nosotros estamos viviendo, la provisión ya nos ha sido dada. ¿Qué nos paso? Por no identificar la nueva naturaleza no identificamos las cosas que se nos dio para la vida.
Pero luego dice: piedad. ¿Qué es piedad? Piedad es devoción a Dios, piedad es tenerle temor a Dios, piedad es adorar a Dios, piedad es caminar de acuerdo a como Dios quiere, es una profunda devoción y un profundo respeto a Dios.

¡Así que mire! Tengo horizontal y tengo vertical.
Horizontal: las cosas para la vida de todos los días. Vertical: mi relación con Dios.

Pedro dice: señores, esas cosas les han sido dadas, verbo en tiempo pasado, les han sido dadas. Y luego dice: por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.
¿Cómo llegamos a eso? Por el conocimiento de Él.
Uno llega a conocerle a Él, y entonces sabe, está convencido de que esas cosas que pertenecen a la vida y a la piedad le han sido dadas.
Pero hay algo muy importante dice: que nos llamó por su gloria y excelencia o para su gloria y excelencia, esto tiene relación con lo que viene ahora:

"Por medio de las cuales
(o sea, por medio de la gloria y por medio de la excelencia)
él nos ha dado preciosas y grandísimas promesas para que por ellas

(por esas promesas)
llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina habiendo
huido
de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”.
2° Pedro 1:4

¡Este versículo esta tremendo! Dice: que por la gloria y excelencia de él, tomando este paquete, nos han sido dadas preciosas y grandísimas promesas y de esa forma, entonces, por esa gloria y excelencia, nosotros llegamos a ser participantes de la naturaleza divina.

Yo quiero explicar la palabra: participante, porque es muy importante.
La palabra participante, hablando muy superficialmente, aparecería como: socio de alguien, participar en algo, colaborar con alguna persona o en alguna situación determinada, formar parte.
Sin embargo, en el griego original, la palabra participante: es Koininoi tiene que ver con comunión, pero la palabra Koininoi, ¿sabe lo qué significa? Unión de esencia, en o dentro de, participante, unión en esencia o de esencia, en o dentro de...
Así que cuando yo estoy siendo: participante de la naturaleza divina, Cristo esta en mí y yo estoy en Cristo, y la esencia, la calidad de vida de Dios está acá adentro, la calidad de vida de Dios esta acá adentro, participante de la naturaleza divina.

Ahora, ¿qué se desprende de la participación de la naturaleza divina? Esto es muy importante, la naturaleza divina me hace un colaborador de Dios.
¡Esto es maravilloso! ¡Por cuántos años la Iglesia ha servido a Dios y le ha dicho: Dios como tú me amaste y tú me salvaste y tú me rescataste, yo te quiero servir! Sí, pero no es lo mismo que decir: Gracias porque tengo la naturaleza divina y entonces como la tengo adentro estoy habilitado para colaborar contigo.
Aquello era un esfuerzo y una buena intención, incompleto, esto emerge de la naturaleza divina que tengo adentro. Pastor, ¿qué puedo hacer en la Iglesia? ¿Me da un trabajito? Tengo un ministerio...
Pero si la naturaleza divina está, la participación emerge naturalmente y entonces, toda la Iglesia va a decir: Ese hermano, esa hermana, para tal cosa. No es el esfuerzo por hacer, eso es buena voluntad, es bueno, pero es incompleto, porque le estamos pagando a Dios un favor, a Dios no le podemos pagar nada, porque el único que murió es Cristo, nadie puede morir.

¡Colaborador de Dios por la naturaleza divina!
Por esa naturaleza divina, escuche muy bien, nosotros pudimos huir de la corrupción que hay en el mundo, ¡esto es sensacional!
¡Huye! ¡Cuidado es pecado, no se puede, no lo hagas, no te vistas, no lo comas, no lo tomes! Y el pastor esta: ¡Hermanos tenemos que ser santos porque Dios es justo y viene como fuego consumidor y acá hay muchos pecadores!
Pero cuando tienes la naturaleza divina, solito, eso es basura...
Y no, tengo ganas pero tengo que huir... le quisiera entrar... pero no. ¡Me atrapa! Pero... no.
¿Ve? Eso fue lo que hemos hecho.

Fíjese que cuando Pablo habla en Gálatas 5 dice: que la lucha es del Espíritu contra la carne, no mía, contra la carne. ¿Entendió? Que la lucha que nosotros tenemos es del Espíritu Santo contra la carne, no mía, yo no puedo luchar con mi carne, mi carne está muerta. Entonces huyo naturalmente de la corrupción que hay en el mundo, no me gusta, me molesta cómo habla la gente, me molestan las groserías que dicen, me molesta que ofende a Dios, me molesta la mordida, ¿entiende? Huyo, porque la naturaleza divina no compagina con la corrupción del mundo. Y no le quisiera entrar pero... no, qué va a decir Dios.
Entonces, la naturaleza divina actúa como un árbitro, como un mediador, la naturaleza divina determina lo que yo hago, porque yo me muevo por naturaleza, un perro se mueve por su naturaleza, ¡qué raro sería que el perro hiciera miau! ¡O el gato, guau, guau! Está contra naturaleza... Así actuamos nosotros, así actuamos nosotros contra naturaleza, pero si la naturaleza divina está adentro yo soy participante, actúo de acuerdo a mi naturaleza, eso es expresión, lo otro es represión.

Muy bien, y sigue Pedro, precioso apóstol y dice, versículo 5:

vosotros también, poniendo toda diligencia
por esto mismo, añadid...


Aquí está, Pedro monta el escaparate y dice señores: yo le dije a ustedes todo lo que ustedes tienen de aquellas cosas de las cuales han sido depositantes, todo eso está en ustedes, ahora... ahora... el paquete hay que adornarlo, por eso, ahora van a añadir.  Ahora es tarea de ustedes no de Dios... ustedes ahora van a labrar la nueva naturaleza, ustedes la van a dotar de algunas cosas que va a ser una belleza cuando la adornen.
Y entonces dice:

añadid...
(Estoy en el versículo 5)
poniendo toda diligencia por esto mismo,
añadid a vuestra fe virtud
”.

Bueno, todos sabemos que: la fe viene por el oír y el oír la palabra de Dios.
Todos nosotros nos salvamos por fe, pero escúcheme bien mi hermano, si la fe nuestra no crece y se queda niña tenemos problemas.

La fe para salvación es una cosa, pero la fe que crece para ser quien tenemos que ser en Dios, ésa es la fe que mueve montañas. ¿Sabe qué dice la gente? Dios no hizo el milagro... no se sanó... no pasó nada.
Y Dios dice: ¿Y tu fe? Tú quieres ver el milagro, pero tu fe no crece y yo quiero probarte para que tu fe crezca, te di una palabra para un negocio pero ahí te quedaste, así, ¿cuándo? ¿Y lo qué tenías que labrar? ¿Y lo qué tenías que cambiar y modificar? Te dije que venia un trabajo mejor, te dije que tu familia iba a cambiar, pero esperaste. ¿Qué paso? No añadiste y la fe tiene que crecer.

Hermanos, en una iglesia apostólica la fe que crece está descartada, en una Iglesia convencional, como la que tú viviste, la fe te servia para que Dios te diera para la quincena. La fe que crece, en una Iglesia apostólica es para que pongas una empresa, perdón que lo estoy exagerando pero lo quiero hacer a propósito.
La fe que crece no es la fe que ve al niño de Belén en un pesebre, la fe que crece ve al Rey en el pesebre, no es solamente el arbolito de navidad y cenar.
Es decir, cómo nos proyectamos los trescientos sesenta y cinco días que vienen para trastornar al mundo, ¡es que tengo que pasarla con mi familia y ellos toman y fuman... Pero, qué voy a hacer, sufro por Cristo!
No, estás con un pie acá y un pie acá, ése es tu problema, y tu familia como no te defines tampoco se define. Ésa no es fe que crece.
Pero cuando tú te defines: ¡señores, se acabó! Acá nosotros gobernamos espiritualmente.

Por eso yo no predico más en las bodas donde después de la ceremonia de la Iglesia hacen pachanga. No... No... Dejan a Jesús en la Iglesia y allá, dale al mariachi... dale a éste... dale al vino. No, no, yo a Dios no lo abofeteo más, ya me engañaron muchas veces.
Sépanlo los jóvenes, si algún día quieren que yo predique, el pastor Hernán piensa lo mismo, así que no tienen escapatoria, salvo que se vayan de la Iglesia y busquen otro pastor que sea más "contemporáneo".
Bueno y sí, porque oiga, si tengo la naturaleza divina, ¿cómo me voy a mezclar con la corrupción, me entiende? Yo voy a hacer una fiesta de acuerdo a Dios ¿Por qué no somos creativos en hacer una fiesta conforme a Dios? ¿Por qué tomamos el vals del mundo, los mariachis del mundo, la flor, el ramo del mundo? De veras, ¿por qué no hacer una cultura evangélica? Pero espero que cuando llegue el momento lo hagan, porque es fácil decir, amén, Aleluya. Pero cuando llega el momento, Daniel, ¿sabes qué pasa? El padre de la novia pagó ¿y cómo le digo que no? ¡Suegro, guárdese el dinero! Porque yo voy a glorificar a Dios.
Si no le gusta no me pague ninguna fiesta, porque con el asunto, con el asunto del civil ya te casaste, no te hace falta la ceremonia, la gente le a dado más importancia a la Iglesia que al Civil, la Biblia dice: sométase toda persona a las autoridades, porque éstas están puestas por Dios.
Tú vas al registro civil y te casaste... y te casaste hermano, lo otro, vení a compartir acción de gracias, pero nos han metido la cultura, ¡por la Iglesia! Pues, no sé porque dije esto, pero bueno, va de gratis.

La fe que crece... la fe que crece dice: añadir a nuestra fe virtud.
La virtud: es excelencia moral, la virtud tiene que ver con la justicia qué parte de mi nueva naturaleza, la excelencia moral tiene que ver con la bondad, no con la que nací, con la que parte de mi nueva naturaleza, la excelencia moral tiene que ver con una conducta no que parte de una educación familiar excelente, sino de la nueva naturaleza que tengo adentro, la excelencia moral, yo lo puse aquí porque es muy importante esto, es una cualidad que le hace ganar a una persona la estimación pública porque está reflejando a Jesucristo. Tú te ganas la estimación publica cuando estás reflejando a Jesucristo, no es quedar bien, es expresar lo que soy, la vieja naturaleza siempre busca quedar bien, ¿cómo no quedar mal con mi familia? ¡Cómo aparentar! Aunque no sea... que sea... no, no, no, no.
Es algo que la gente aprecia porque emerge de mi nueva naturaleza.
Pero luego dice:

...a la fe virtud a la virtud,
a la virtud conocimiento.

Cuando vimos la primera vez conocimiento, era conocimiento del Dios eterno y Salvador Jesucristo. Este conocimiento, del cual habla Pedro aquí que hay que añadir, es una búsqueda, es una investigación de la verdad espiritual para llevarla a la práctica todos los días de mi vida.
Esta actitud de conocimiento, de interesarme conocer las verdades espirituales, está emparentada con la sabiduría, porque la sabiduría es algo práctico, la sabiduría es el conocimiento aplicado en cada cuestión de mi vida. Cuando una persona añade a la fe virtud y añade conocimiento, esa persona es sabia, y entones a esa persona la van a buscar para consejo, esa persona habla y gobierna, ésa dice y es escuchada, respetada, porque ha partido el asunto de su nueva naturaleza, busca el conocimiento de las verdades espirituales.
Pero luego dice:

...al conocimiento,
dominio propio.

Dominio propio
: es ser señor de uno mismo. En la Iglesia convencional donde predicaban la vieja naturaleza, uno decía: ¡Y estamos en el mundo y pecamos y somos flacos y débiles y el Señor sabe nuestra condición! ¡Y yo... pero no puedo, lucho pero no puedo pastor, no puedo!
Aquí dice: que el dominio propio se añade. ¿Qué es lo que yo hago? Yo determino ser señor de mí mismo, que nada me va a dominar y me va a arrastrar a los parámetros de la vieja naturaleza. ¡Yo lo determino! ¿Por qué? Porque la nueva naturaleza que tengo es mas fuerte que la otra, porque la otra está muerta además.
Entonces, yo puedo ser señor de mí mismo, mi vocabulario cambia, por eso en una Iglesia apostólica, el vocabulario de derrota desaparece, de fracaso desaparece, de soledad desaparece, ¡soledad! Tienes adentro a Cristo, fíjate. Ahora viene Navidad, Año Nuevo, hay mucha gente que empezó a llorar porque está solo, que con quien la paso...
¡Adentro tienes a Cristo! Ponte una mesita, ¡y Cristo te voy a celebrar! Mire hermano, es otra manera de ver... es otra manera de ver las cosas.
Y luego dice:

...al dominio propio,
paciencia.

Bueno, nosotros lo que hemos entendido como paciencia es soportar estoicamente una circunstancia o una persona. Y... tengo que aguantar tiene el carácter de su papá... y no cambia... y tengo que soportar, ¡ésta es la cruz que me tocó!
Ésta no es la paciencia de la que esta hablando el apóstol Pedro, la paciencia que estamos hablando anteriormente es pasiva, aguanta y soporta todo, la paciencia de la que habla Pedro apostólicamente, es una paciencia activa: viene la prueba, viene la circunstancia y dice: ¡Acá tengo la naturaleza divina! ¿Qué pasa? Y, esa paciencia transforma la circunstancia. No soporta... y es una prueba de Dios. No, el diablo te está engañando, no es prueba de Dios. Pero cuando tú ejerces la paciencia y dices: esta paciencia es activa... y esto no va a durar... y esto va a cambiar... y la situación y la circunstancia van a cambiar, porque tengo adentro al Todopoderoso, es la naturaleza divina que me hace hablar así.
Mire yo le voy a mostrar un versículo, para que vea esto de la paciencia.
En Hebreos 12:2, quiero que lo abra, por favor, es muy importante leer esto. Hablando de Jesús dice:

“Puestos los ojos en Jesús,
el autor y consumador de la fe,
el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,
menospreciando el oprobio,
y se sentó a la diestra del trono de Dios”. 
Hebreos 12:2

Jesús es, el autor y es el consumador. O sea que Él recorrió el camino de la fe de principio a fin, Él la creó, pero Él pasó por la prueba de fe para consumarla.
Pero luego dice: el cual por el gozo puesto delante de él... tuvo paciencia y sufrió la cruz.
¿Por qué cosa sufrió la cruz? Por el gozo puesto delante de él.
¿Qué significa eso? Jesús podría haber dicho: Y bueno muchachos, llegó la hora, yo tengo que morir, tú Pedro, dijiste que ibas a morir, no vas a morir nada porque tú no puedes morir, pero bueno, no me queda de otra... lo voy a hacer, soporto con paciencia.

Jesús se paró en la paciencia y dijo: Detrás de la cruz hay gozo, del otro lado de la cruz hay millones... y millones... y millones de salvados y yo por eso, soporto con paciencia la cruz, porque la cruz va a cambiar todo, la cruz no es  mi derrota, la cruz es la posibilidad de que la gente viva con la naturaleza mía dentro suyo.
La cruz es una oportunidad para que Satanás sea vencido, la cruz es una oportunidad para que los principados, las potestades, todo sea vencido. La cruz va a ser un momento determinante porque ahí se va a partir la historia, ésa es la paciencia de Jesús.

Iglesia apostólica, tenemos que añadir paciencia, pero no soportando estoicamente, es una paciencia que cambia la situación, es una paciencia que dice: Esto no va más... esto es injusto... y esto va a cambiar y yo voy a trabajar para que esto cambie, esa es la paciencia.

Una Iglesia que va a implantar Reino no pude soportar pasivamente con paciencia cosas que están mal en la sociedad.
Jesucristo vino a cambiar la injusticia por la justicia, pero el instrumento es la Iglesia.
Jesucristo vino a dar buenas nuevas a los pobres, pero el instrumento de las buenas nuevas es la Iglesia.
Jesucristo vino a los cautivos darles libertad, pero el instrumento es la Iglesia.
Por eso, la Iglesia tiene que añadir... añadir... añadir...
Y luego ¿Qué es lo que hay que añadir a la paciencia?

...Piedad.

Otra vez, relación con Dios, devoción a Dios, pero esta piedad tiene una connotación, esta piedad me hace tener una correcta relación con Dios, pero como yo estoy conectado con Dios tengo una correcta relación con mis semejantes.
Hay mucha gente que tiene problemas con la gente, porque tiene mala relación con Dios y dicen: No me entienden... parezco sapo de otro pozo... no, de veras... de veras nadie me entiende, hablo y parece...
Hay problemas, no son las personas, soy yo. Pero toda persona que tiene mala relación horizontal, es porque tiene mala relación vertical.

Por eso hermano, hoy es un día de arrepentimiento de eso, porque si yo voy a añadir, yo me tengo que arrepentir. ¿Sabe por qué? Porque yo estoy ofendiendo a la naturaleza divina que tengo adentro, ése es el problema.
Yo no puedo tener mala relación con la gente, porque eso dice que tengo mala relación con Dios, no hay vuelta que darle. No. No se puede tener buena relación horizontal, mala vertical o viceversa.
Cuando yo estoy bien con Dios yo estoy bien con la gente.

Ahora bien, luego quiero decir esto porque los mensajes se pueden tomar para cualquier lado; no es que estoy bien con la gente porque voy a hacer lo que la gente quiere. Entienda lo que estoy diciendo, yo voy a hacer la voluntad de Dios, a eso me refiero.

Muy bien,

...A la piedad, afecto fraternal.


Esto está tremendo, el afecto fraternal. La palabra fraternal es Filadelfia, es amor de hermanos. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo y quiero decirle algo, en nuestros seminarios apostólicos, nosotros predicamos y decimos que una de las cosas que va a ser restaurada en este tiempo, es el mismo amor que Jesús practicó con sus discípulos. Escúcheme una cosa hermano, en la Iglesia apostólica la gente del mundo va a ser impactada por el amor que nos tengamos entre nosotros, sí, eso es, créalo, se lo estoy profetizando, créalo. Porque cuando venga la unidad y venga un mismo Espíritu, los celos, las envidias, todo eso se acaba, porque es triturado, porque la unción pudre el yugo.
Entonces cuando yo estoy amando a mis hermanos, la gente empieza a percibir la unción de amor y la gente es atrapada por el amor. Mire, yo le aseguro algo, no hay nadie que se niegue al amor ¿Verdad? A una manifestación de afecto ¿Verdad? No, usted acaricia un perrito y el perrito se le pegó y no se le va más. Un perrito necesita eso, un gatito, cuanto más los seres humanos.
Entonces, ¿qué tenemos que añadir? Afecto fraternal, no es… bueno que me busquen para saludarme, es a quien voy a abrazar este día, porque la sangre que lo redimió a él me redimió a mí. A quien le voy a decir que lo amo en el nombre de Jesús, porque juntos estamos en el mismo propósito y juntos vamos a vivir en el cielo por toda la eternidad. ¿Se da cuenta, por qué las denominaciones tienen que desaparecer? Porque nos están bloqueando, tenemos que venir a un amor, a un afecto fraternal que parte de la nueva naturaleza. Pero dice más, y ahí termina. Y dice:

...al afecto fraternal, amor.


Esto es aún superior, la palabra amor ahí, es la palabra "ágape". Ágape es amor incondicional, amar al objeto amado por encima de cualquier cosa. Dios me amó a mí con amor incondicional, Dios miró mi condición y no me condenó; dijo ya está condenado. Entrega. Tú te das por entero a Dios y a los otros, ése es tu propósito. Y cuando tú te entregas a Dios y a los otros, tú te realizaste, porque la Biblia dice, Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella y cuando Cristo se entregó por la Iglesia estaba en la cruz. Pregunto, ¿de dónde salió la mujer? Cuando Dios creo a Adán, ¿De dónde salió la mujer? ¿De dónde? De acá, de la costilla. ¿Dónde estaba la mujer? Adentro del hombre ¿Dónde estaba la Iglesia cuando Cristo murió? Adentro de Cristo y de ahí salió la Iglesia. Amor, amor Ágape, el que ama no entrega cosas, se entrega. Ése es el valor del amor de Dios, que no lo vas a encontrar en el mundo. Podrás encontrar una madre que de la vida por su hijo, pero no todas. Y aún así, no es el mismo amor porque es su hijo. Dios mandó a su hijo por enemigos, y tú no darías la vida por el hijo de tu enemigo. Éste es un amor que ha llenado nuestro corazón, porque Romanos 5:5 dice, que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado. Repito, no es un amor que yo fabrico, lo tengo adentro, viene con el paquete, la nueva naturaleza.

Quiero ir cerrando porque hay algunos versículos bien interesantes allí. Y dice, versículo 8:

“Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan,
no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto
al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”. 
2° Pedro 1:8

Hay una versión de la Biblia, que en lugar de decir, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto; dice, evitarán ser inútiles e improductivos. Hermano escuche muy bien, cuando yo no añado estas cosas, perdón pero ahí dice, soy inútil e improductivo. Puedo cantar, puedo tener un ministerio, puedo predicar, puedo hacer lo que quiera; pero si yo no añadí estas cosas soy inútil e improductivo. Porque la nueva naturaleza me fue dada para que yo la labre. No se trata de tener un don espiritual, no se trata si doy palabra o profetizo, no se trata de si oro por los enfermos. Se trata de si mi vida es útil y productiva, porque Dios me hizo que multiplicara. La gente dice, tengo una palabra del Señor, soy profeta; pero, ¿está siendo útil y productivo? Sí, porque muchos agarran la manija esa, soy profeta, tengo palabra, y entonces le andan dando palabra a medio mundo no, no, no, así no funciona. Funciona cuando añadiste y entonces lo que recibiste emerge de lo que añadiste y de la nueva naturaleza que hay de Cristo en ti, ése es el punto.
Ahora, luego dice:

Pero el que no tiene estas cosas
(O sea él que no labro esto, él que no añadió)
tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo
olvidado la purificación de sus antiguos pecados”.

2° Pedro 1:9

¿Qué es lo que está haciendo? Cuando no se labra, cuando no se dota, cuando no se añade, tiene uno la vista muy corta y es ciego y se olvidó de que sus antiguos pecados pasaron; y que mi vieja naturaleza fue crucificada con Cristo. Cuando yo no estoy añadiendo, yo soy como el perro que vuelve al vómito y como la puerca que se lava pero es puerca y vuelve al barro y al lodo, si yo no estoy trabajando, labrando mi nueva naturaleza, siempre estoy recordando mis antiguos pecados. Y Satanás es especialista en venir y darte cuerda ¿Sí o no?
Si, no puedes dormir de noche y viene y viene y viene. Hiciste esto, hiciste lo otro; claro porque vivimos pendientes de la vieja naturaleza. Pero si yo hago emerger la nueva naturaleza, aquella ya murió, es derecho legal adquirido que yo tengo la nueva naturaleza, aquello murió. Entonces yo pude haber pecado, pero la Biblia dice, si pecáramos eventualmente abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo, punto.
Hay un medio de arrepentimiento, pero yo no puedo vivir martirizado por la conciencia ¿Por qué? Porque no peco deliberadamente, no me sale pecar naturalmente. Ahora, estoy empleando otro vocabulario, no me sale pecar naturalmente ¿Por qué? porque la nueva naturaleza es poderosísima; porque dice Primera Juan que esa naturaleza no puede pecar.
Hermano le estoy hablando teología alta, la nueva naturaleza no puede pecar. Tome usted de su nueva naturaleza y dele una patada a la vieja naturaleza, porque ésta está crucificada y no tiene nada que hacer con nosotros. Cuando nosotros nos metemos en estas cuestiones profundas de Dios y entendemos la mente de Dios, somos libres. Eso es lo que quiero esta noche que seamos libres, eso es lo que Dios quiere, que vivamos por la nueva naturaleza. Y luego dice:

“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad
hacer firme vuestra vocación y elección;
porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”. 
2° Pedro 1:10

Mire, mire, mire, mire, dice que nosotros tenemos una vocación y fuimos elegidos. No es: ay, me encontré a Dios y cuando encontré a Dios me salvó... No, no, no, no.  Escúcheme bien hermano, la salvación es la puerta de entrada a la vocación y al propósito. La salvación no es el final de tu vida, es el umbral de la puerta donde tú pisas para entrar a tu propósito. Vocación, es lo que Dios puso adentro tuyo. Elección, Dios te eligió de en medio de la maraña del mundo y dijo éste va a ser salvo, pero lo voy a mandar a un destino con propósito, para eso fuiste elegido.
Ay, tengo la salvación, voy al cielo... No, es incompleto, así no veo la naturaleza divina.
Hay una vocación y, ¿sabe una cosa? Cuando uno tiene una vocación se muere por la vocación, lucha por la vocación, trabaja por la vocación, da todo por la vocación. Lo tiene adentro, lo lleva, es una cuerda, no lo deja ¿Sí o no? Sí.

Queridos, hijos de Dios, fuimos llamados con llamamiento y vocación santa.
Santa, ésa es la posición de los hijos de Dios, no cualquier cosa. Tenemos vocación, tenemos elección. La gente afuera no sabe adónde va, la gente afuera hace cualquier improperio, dice cosas, cualquier cosa. Pero un hijo de Dios que tiene vocación y elección, que sabe que tiene la naturaleza divina, camina con sentido de destino y es un ejemplo para su comunidad.

Éste es un mensaje apostólico de Pedro hermano, por eso recíbalo y a partir de hoy ya vamos a cambiar totalmente la manera de ver mi vida, nuestra vida, la vida de la familia, la vida de la Iglesia.
Y dice Pedro terminando:

...Porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.

No lo dice Daniel Dardano, lo dice Pedro. Si ustedes saben que tienen la naturaleza divina, si ustedes añaden todo lo que hemos considerado, si ustedes hacen práctica la vocación y la elección, no caerán jamás.

¿Cuántos le predicaron esta palabra a usted?, verdad que hace años que no escucha esto. Pero gloria a Dios; porque le estamos predicando a la nueva naturaleza no a la vieja.
Haciendo estas cosas, labrando nuestra vida no caeremos jamás. ¿Por qué nos damos oportunidad de caer? Porque todavía estamos enganchados al pasado. Pero si yo vengo al presente con mi nueva naturaleza y yo digo no caigo jamás, Dios dice amén, confirmo esa palabra.
¿Por qué no caigo jamás? Por la nueva naturaleza.

Mire que simple pero que extraordinario, potente. Pedro dice, señores yo les aseguro, porque yo he caído mucho, que con la nueva naturaleza ustedes no caen jamás.
El problema hermano que nos gusta acariciar la vieja naturaleza, nos gusta acariciar los viejos hábitos, nos gusta acariciar los viejos pensamientos, nos gusta acariciar los viejos proyectos, las viejas ilusiones y le decimos a Dios que bendiga eso. Y Dios dice: no, eso es parte de tu vieja naturaleza, jamás lo podré bendecir. Y entonces la gente se enoja con Dios, porque Dios no le dio lo que le pidió. Pero Dios dice, lo que me pediste tiene que ver con tus deseos pecaminosos, jamás te voy a complacer en eso; porque Yo soy un Dios de orden, Yo soy un Dios de santidad, eso no te conviene. Pero tú no lo estás viendo, no me pidas más eso, deja labrar la nueva naturaleza, sube de nivel en discernimiento Espiritual. Y entonces vas a pedir de acuerdo a mi voluntad, y entonces vas a ser bendecido.
Eso es, eso es añadir y haciendo estas cosas no caeré jamás.
Y luego dice:

“Porque de esta manera os será otorgada
amplia y generosa entrada en el reino eterno
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.
2° Pedro 1:11

Ustedes saben que la Iglesia tiene que implantar el Reino en la tierra, eso es el gobierno de Dios, el estilo de vida de Dios aquí en la tierra. Pero un día nosotros vamos, ¿a qué? A heredar un Reino.
Hay dos formas de entrar a un reino. Aquí dice, amplia y generosa entrada ¿Qué significa eso? Aprobación ¿Qué significa eso? La hiciste en el mundo ¿Qué significa esto? El examen te salió bien ¿Qué significa esto? Cumpliste tu propósito.

¿Quiere ver la entrada estrecha?, Porque hay una entrada que no es amplia ni generosa. Hay una entrada así chiquitita que hay que pasarla de costado. Y los gordos no pasan, pasan los delgaditos. ¿Quiere ver una entrada estrecha, que yo quiero que ninguno entre por esa entrada? Primera Corintios, búsquelo por favor. Primera Corintios 3:11 al 15, dice el apóstol Pablo:

“Porque nadie puede poner otro fundamento
que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 
Y si sobre este fundamento alguno edificare oro,
plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 
la obra de cada uno se hará manifiesta; porque
el día la declarará, pues por el fuego será revelada;
y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 
Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa. 
Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida,
si bien él mismo será salvo, aunque así como
(se lo traduzco)
como escapándose de un incendio”. (Eso es lo que dice la Biblia).
1° Corintios 3:11-15

Esto está tremendo, se lo voy a explicar rápidamente. Nosotros podemos edificar, añadir oro, plata o piedras preciosas; pero si yo no añado, si yo no labro, puedo edificar con madera, heno, hojarasca.
Estos elementos son combustibles de la llamas ¿Sí o no? La madera, el heno y la hojarasca. Si yo no labro mi vida, añadiendo todo lo que hemos visto que es oro, plata y piedras preciosas; yo estoy edificando mi vida sobre madera, heno y hojarasca. La casa se cae, se incendia en cualquier momento.
Hay gente que ha vivido veinte, veinticinco años de su vida edificando sobre madera, heno y hojarasca; porque no ha visto cómo tiene que añadir.  Entonces luego dice, que la obra se hará manifiesta, que será probada; porque el fuego va a probar. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, va a recibir recompensa.
Hermano querido, si usted añade, allá arriba usted recibe recompensa. Pero si no, mire lo que pasa, si la obra de alguno se quemare porque pasó por el fuego y se quemó, él sufrirá pérdida. 
O sea se quemó la obra de él, él sufrirá perdida. Aunque él mismo va a ser salvo así como por fuego, o sea como escapándose de un incendio.
Es como le dije, no es entrada amplia y generosa, es: Dios, me dejas pasar, me dejas pasar, tenme lástima Dios. ¿Usted quiere entrar así al cielo?

Es muy importante, porque todo lo que labremos aquí será para la amplia y generosa entrada o para entrar forzadamente; y ahí dice como escapando de un incendio. Hay gente que va a ser salva pero como escapándose de un incendio, porque nunca labró la nueva naturaleza. Vivió en el mundo no con vocación y elección; vivió en el mundo con una profesión de cristiano con la cual nunca se comprometió, porque dijo, hay que ser cristiano pero no fanático. Y Dios dice, así no juego, así no es.
Si yo tengo la riqueza de la naturaleza divina, es mi responsabilidad añadir, añadir, añadir, añadir; porque yo quiero una amplia y generosa entrada en el Reino. Que Dios me diga buen siervo y  fiel adelante, sobre poco has sido fiel sobre mucho te pondré, entra al gozo de tu Señor. ¿Queremos eso Iglesia? ¿Verdad que sí?

Por eso a partir de este mensaje, querido, hay que dar un giro, pero tremendo. Y vamos a rendirnos al Espíritu Santo y  le vamos a decir, Señor basta, ya no me voy a ocupar más de lo que no puedo, del fracaso de los desaciertos, de sentirme mal, de estar remordido; ahora vengo acá y me ocupo de labrar la nueva naturaleza.

Antes de terminar, yo quiero preguntar si hay personas aquí, esta noche que escucharon este mensaje pero nunca anteriormente habían recibido a Jesús como Salvador, o sea se habían rendido a Jesús. Porque tener la nueva naturaleza, es porque la sangre de Cristo te limpia de todo pecado. O sea, tu culpa es quitada, es limpio tu pecado y se instala la nueva naturaleza; porque el Espíritu Santo viene a vivir dentro tuyo. Si alguno, antes no lo había hecho y lo quiere hacer en este momento, porque yo quiero terminar cantando.
Hágalo en este momento, si alguno quiere entregarse a Cristo arrepintiéndose de sus pecados y por fe recibir la obra de gracia.
¿Quiere hacerlo? Levante la mano allí donde está. En este momento, el amor, el favor de Dios está sobre usted. ¿Lo quiere hacer? Si usted no está seguro de que lo ha hecho, hágalo. ¿Habrá alguien, que lo quiere hacer? Con total libertad, porque el amor de Cristo lo va a envolver. No hay nadie, muy bien.

Yo quiero hermano que,  perdón no veo, sí gracias. ¿Puede pasar señora? Por aquí, quiero que pase, si hay más por favor le pido que pasen. Le pido que pasen aquí adelante, porque es una maravillosa oportunidad esta noche, de entregarnos a Cristo, ser salvos, recibir la vida de Dios y gozar con Él, gloria al nombre de Jesús. Muy bien, si hay más, pueden pasar y si no oraremos por la señora en este momento.
¿Usted escucho la Palabra, ¿verdad? ¿Sabe que es pecadora? Sí sabe ¿Sabe que necesita reconciliarse con Dios; y que la única manera es recibiendo a Cristo y rindiéndose a Él? Amén. Muy bien, si usted quiere, yo le pido que repita esta oración conmigo. Una oración de entrega al Señor para que Él perdone sus pecados, usted se arrepienta y por fe pase a ser una hija de Dios. ¿Sí lo quiere hacer? Muy bien, repita conmigo:

“Señor, te doy gracias porque esta noche estoy reconociendo que soy pecadora, pero tengo esperanza. Esta noche, me rindo al amor de Jesús, confieso mis pecados, me arrepiento de mis pecados y por fe creo en que la sangre de Jesús me limpia de todo pecado. A partir de hoy confieso a Jesús como mi Salvador y como mi Señor. Me entrego a Él en cuerpo, alma y espíritu. Recibo el favor de Dios, la nueva naturaleza que Él tiene para mí por su gracia. En el nombre de Jesús, amén".
Yo voy a orar por usted.  


Padre, en el Nombre de Jesús, qué bueno es cuando la gente es arrancada del reino de las tinieblas y es pasada al Reino de la luz. Hay algo maravilloso que pasa en el ámbito espiritual, la libertad del Espíritu. Y en el cielo hay gozo, porque los ángeles están contentos por gente que se rinde a Jesús reconociéndolo como Salvador y como Señor.
Hay gozo entre nosotros esta noche, porque ella hoy ha reconocido que ya no podía vivir sin tener la salvación de Dios. Sus pecados están siendo perdonados. Ella es hija de Dios, implantamos la Palabra en su espíritu. Diablo, no permitimos que arrebates la semilla. En el Nombre de Jesús declaramos que usted va a crecer en la gracia y en el conocimiento del Señor Jesucristo. En su nombre, Señor te damos gracias amén y amén.


Mire, yo quiero esta noche terminar de una manera diferente. Busquen Romanos 15. Porque cuando nosotros leamos Romanos 15, este versículo que vamos a leer va a ser la confirmación de que en un mismo Espíritu, nosotros a partir de esta noche vamos a empezar a labrar nuestra vida, con base en la nueva naturaleza. Ésa es la manera que el Espíritu Santo me ha mostrado para que podamos terminar esta noche.
Yo lo voy a leer primero, luego lo vamos a leer todos juntos. Y esto en un Espíritu de unidad va a provocar que en el ámbito, en el ámbito espiritual, esta noche cosas se rompan, esta noche cosas se liberen. Y a partir de esta noche identifiquemos la nueva naturaleza y despreciemos de una vez y por todas la vieja naturaleza, que ya no tiene acción en nosotros, amén.
Dice Romanos 15: 5 y 6:

“Pero el Dios de la paciencia y de la consolación
os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 
 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios
y Padre de nuestro Señor Jesucristo”.
Romanos 15: 5-6

Hermano, esto está precioso. Cuando el Cuerpo de Cristo, cuando la Iglesia apostólica recibe esta Palabra, hay algo que está pasando en el ámbito espiritual. Primero viene un mismo sentir, esto tiene que ver con un mismo Espíritu, una misma manera de pensar, que parte de la mente de Cristo que comienza a ejercitarse, porque tenemos la mente de Cristo. Lamentablemente no ha funcionado, pero yo declaro que a partir de esta noche empieza a funcionar la mente de Cristo, el entendimiento de Cristo, el conocimiento de Cristo, un mismo sentir.
Cuando eso sucede entonces, unánime, a una voz, podemos glorificar al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Si este mensaje ha sido discernido, vamos a declarar que estamos unidos en un mismo sentir y que la mente de Cristo empieza a funcionar y que entonces unánimes, unánimes, juntos, a una voz, porque hay muchas voces pero es una sola, glorificamos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, amén.
Pónganse de pie y vamos a leer estos dos versículos otra vez y vamos a glorificar al Señor. Leamos, por favor:

“Pero el Dios de la paciencia y de la consolación
os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 
 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios
y Padre de nuestro Señor Jesucristo”.

Lo leemos otra vez, por favor.

Pero el Dios de la paciencia y de la consolación
(espere, nos dio, vamos a decir)
nos dio entre nosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 
para que unánimes, a una voz,

(glorifiquemos) glorifiquemos al Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo.
(Repito esto) para que unánimes a una voz,
glorifiquemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”.

Mire, ¿por qué no empezamos a glorificar a Dios? Hágalo en lenguas, hágalo en español, cada uno empiece a glorificar a Dios. Cada uno empiece a glorificar a Dios, porque éste es el momento de que la naturaleza divina empiece a emerger de cada uno de nosotros. Lo quiere hacer en español, lo quiere hacer en lenguas. Si quiere juntarse con su hermano, con su esposo, con quien esté, comience a glorificar a Dios.
En el ámbito Espiritual, en este momento se están rompiendo ataduras, se están rompiendo estructuras, se están rompiendo esquemas; porque el Cuerpo de Cristo está abriendo su boca. Hermano, abra su boca en el Nombre de Jesús, quiebre lo que tiene que ver con la vieja naturaleza. Que emerja la nueva naturaleza que es la expresión de Cristo en cada uno de nosotros; porque juntos, a una voz, estamos glorificando el nombre de nuestro Señor Jesucristo.


Padre, te damos gracias en esta noche por la libertad de los hijos de Dios. Nosotros fuimos rescatados, somos preciosos para ti. Y te damos gracias, porque por Él hemos recibido preciosas y grandísimas promesas para ser participantes de la naturaleza divina.
Por eso, en esta noche, nosotros unánimes y a una voz estamos celebrando al Señor. Unánimes, a una voz, estamos glorificando el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Padre, en el Nombre de Jesús queremos darte gracias porque estamos en un mismo sentir, declaramos un mismo sentir, declaramos una misma manera de pensar. No vamos a luchar más contra aquellas cosas que Cristo llevó y cargó, en la cruz del calvario. Ahora, vamos a trabajar en victoria, para vivir en victoria cada día de nuestra vida.
Unánimes, a una sola voz, estamos glorificando el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Te alabamos, te adoramos Señor. Gracias, gracias, gracias, gracias Señor, gracias Señor, gracias Señor. Te glorificamos. Amén.


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