Objetivo de la unidad
Daniel Dardano
09 de February de 2014
El texto contenido en esta página fue tomado literalmente de lo expresado verbalmente
en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Creo que el domingo pasado tuvimos algo muy puntual de parte del Señor. El Señor nos habló a través de Hernán, algo que tiene que ver con la Iglesia de Jesucristo, y varias de las cosas que se mencionaron son aspectos a tomar en cuenta en la Iglesia de Jesucristo en el mundo. Aquellos que amamos la Iglesia, valoramos cada uno de los aspectos de la Iglesia de Jesucristo, y además nos dolemos cuando esos aspectos están carentes en la Iglesia de Jesucristo, o cuando por determinadas circunstancias se está perjudicando a la Iglesia de Jesucristo.

Una de las cosas que más me llamó la atención fue el tema de la unidad.
Y a veces uno dice, ¿la unidad? Es un tema común, es como si yo le dijera, vamos a hablar del amor, y alguno puede decir, ¿pero qué más podemos aprender del amor? O hablar de la unidad, si es algo que ya sabemos de qué se trata. Sin embargo, durante toda la semana tuve algo muy especial con relación a la unidad entre el Señor, su Iglesia y nosotros, y es lo que quiero compartir este día.

En la sociedad que estamos viviendo casi no hay unidad; hay desunión y falta de unidad, un ejemplo de esto son los matrimonios, dicen que se unen para toda la vida, dicen que hacen un pacto, dicen que cuidarán al otro en la enfermedad y en las pruebas y en las circunstancias; y luego que pasa el tiempo todo eso se viene abajo, toda esa unión y fidelidad que se prometieron, se desmorona.
Hay una crisis profunda dentro de cada ser humano, por la cual no puede vivir por los principios y los valores que el Señor puso en nosotros, las familias también están desunidas, los padres van por un lado, los hijos van por otro lado, y esto está dañando seriamente a la sociedad en la que vivimos.

Lamentablemente, en un gran sector de la Iglesia está ocurriendo lo mismo, hay una falta de unidad visible, y esa falta de unidad está perjudicando al cuerpo de Cristo.
Hay un dicho popular y creo que ustedes lo saben, "la unión hace la fuerza", creo que todos conocemos ese dicho y tenemos alguna idea de que eso es realmente así; pues hoy en día ese concepto ha pasado de moda, la tendencia es más a destruir que a construir, la tendencia es más a desunir y dividir que a construir y edificar. Por eso, la Palabra del domingo fue puntual, y el tema de la unidad, surge como uno de los pilares infaltables en la Iglesia de Jesucristo.
Pero en la semana me hice una pregunta, ¿por qué el Señor habla de unidad? Yo sé que la unidad es importante porque la unión hace la fuerza, pero desde el punto de vista del Señor, ¿cuál es el objetivo de la unidad? Y es algo a lo que hoy me quiero referir.
No puedo presentar todos los aspectos del objetivo de la unidad, pero al menos quiero presentar dos aspectos del objetivo de la unidad que creo que serán importantes para reforzar la unidad de la que el Señor nos habló, y que estamos experimentando y viviendo.
Es notable, que nosotros podemos ver, que lo que se leyó el domingo, y que hoy vamos a repetir, y está en Efesios 4:3, en la Nueva Versión Internacional; Efesios el capítulo 4, versículo 3, se registran estas palabras:

"Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu
mediante el vínculo de la paz."
Efesios 4:3 / NVI

Esforzarse es trabajar por un objetivo, esforzarse es dedicarse a mantener aquello que ya tenemos, esforzarse no es algo natural ni humano, es una dedicación que tiene que ver con lo que el Espíritu Santo ya hizo, y trabajar activamente por ese objetivo.

La unidad es una obra producida por el Espíritu Santo, no se la puede crear ni establecer a través de leyes, no se logra mediante acuerdos entre personas u organizaciones. Esta unidad es divina, espiritual y sobrenatural, y nos ha sido concedida. Y es una revelación que hoy tenemos que develar, porque para vivirla tenemos que saber qué es lo que tenemos.

• Uno de los aspectos de los resultados de la unidad, está en las palabras que dijo Jesús. Vamos a Juan 17, versículos 20 al 23, voy a leer este pasaje en la Nueva Versión Internacional, Juan 17, 20 al 23. Es un momento muy particular, porque Jesús está orando por los suyos, por sus discípulos; y en esa oración que hace al Padre, en una parte dice de esta manera, versículo 20:

"»No ruego solamente por éstos.
Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos,
para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti,
permite que ellos también estén en nosotros,
para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno,
así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí.
Permite que alcancen la perfección en la unidad,
y así el mundo reconozca que tú me enviaste
y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí."
Juan 17:20-23 / NVI

Jesús ora, y le dice al Padre, que todos sean uno. Literalmente significa: que sean una misma cosa, que ellos se presenten como un bloque sólido, que sean uno, como Tú y Yo somos uno.
Quiero volver a leer este mismo pasaje en otra versión, la versión de La Biblia al Día: Dice de ésta manera:

"No oro solamente por ellos, sino también por las personas
que en el futuro han de creer en mí, por el testimonio de ellos.
Mi ruego es que mantengan siempre la unidad espiritual,
como tú y yo Padre, la mantenemos,
y que de la misma forma que tú estás en mí y yo en ti,
que ellos estén en nosotros.
Yo les he dado la gloria que me diste,
la gloria de ser uno como nosotros lo somos,
yo en ellos y tú en mí, formamos una unidad perfecta
para que el mundo sepa que tú me enviaste
y entienda que tú los amaste tanto como me has amado a mí."

Juan 17:20-23 / LBAD

Lo primero que hace Jesús es presentar un modelo; y cuando ora por los suyos dice, como Tú y Yo estamos unidos. Tú y Yo, Padre, estamos unidos en una perfecta unidad, y en esa unidad perfecta, entonces viene el primer objetivo, dice: para que el mundo crea.
... Por los que habrán de creer en mí, dice Jesús, por testimonio de ellos.
Éste es uno de los preciosos resultados de la unidad. Jesús ve el futuro y ora diciendo, estos van a comenzar a predicar la Palabra y la gente va a creer en mí.
Esa oración de Jesús nos alcanzó a nosotros hoy, por los que habrán de creer en mí por testimonio de ellos.
Jesús estaba profetizando, pero para Él era un hecho de los que había de creer en Él, estaba seguro que la obra de la cruz iba a producir resultados, entonces dice, por los que habrán de creer en mí... Pero lo complementa y dice, para que todos crean que tú me enviaste.
El enviado del Padre, en este caso Jesús el Hijo, tenía todo el respaldo de la autoridad del Padre, y cuando esa autoridad se manifestara en el mundo, era que el gobierno de Dios empezaba a establecer la justicia en el corazón de los hombres. Por eso, el resultado de la unidad es sobrenatural, hace que todos aquellos que crean en Él sean transformados totalmente, cambiados por el poder de la sangre y de la cruz. En el futuro habría un resultado, el mundo sería afectado para bien por causa de la unidad de los suyos.
¿Es importante mantener la unidad? Claro que es importante, nosotros no somos entes aislados, necesitamos ver la unidad como hijos de Dios.

• Pero vi otro aspecto de la unidad, y vamos ir ahora a Efesios, el capítulo 4. En Efesios el capítulo 4, si bien es cierto vamos a leer los versículos 11 al 25, quiero llamar la atención de algo con lo que Pablo comienza en el capítulo 4. Cuando Pablo escribe esta carta estaba preso, él se considera un prisionero del Señor, él estaba preso, pero la Palabra no estaba presa. Él estaba preso, pero la comunión con sus hermanos no estaba afectada. Y entonces hay algo notable que quiero que ustedes vean en Efesios 4:4, dice así:

"Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu,
así como también fueron llamados a una sola esperanza;
un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo;
un solo Dios y Padre de todos,
que está sobre todos y por medio de todos y en todos."

Efesios 4:4-6

¿Qué palabra se resalta ahí? ¿La vieron? ¿Cuál es? ¿Solo? Un solo... un solo...
Esto nos habla de la unidad compacta de Dios, de la esencia y naturaleza de Dios, porque la manifestación de esa esencia da como resultado una unidad.
Por eso, Pablo dice, hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fuimos llamados a una sola esperanza; hay  un solo Señor,  hay una sola fe, hay un solo bautismo; hay un solo Dios y hay un Padre de todos... Miren lo que dice ahora, que está sobre todos y por medio de todos y en todos.

¡Cómo me gustaría solamente quedarme aquí a hablar de esto todo el día! Y además, los compañeros de equipo quizá algún día lo puedan desarrollar... Pero esto es maravilloso, porque nos hace ver el plan de Dios para la unidad. Hay un solo Dios, no hay varios, hay un solo cuerpo de Cristo, no hay varios, hay una sola fe, Él es el objeto de nuestra fe, y Él está sobre todos y en medio de todos y en todos.
Ésta es la tranquilidad espiritual de la Iglesia, hay un solo Dios, cuando la Iglesia cree en ese solo Dios, cuando cree que hay una sola fe, que hay un solo bautismo, la Iglesia se para sobre sus pies, que son los pies de autoridad de Cristo.
Entonces sobre esta plataforma el apóstol Pablo, ahora va a desarrollar todo lo que quiere decir. Quiero aclarar esto, Pablo dice, sobre esa unicidad, Dios es uno y sobre la unidad voy a decir todo lo que voy a decir. Por eso, efesios e Iglesia de Jesucristo, escúchenme bien: La plataforma de todo, parte de la unidad, sin unidad todo se corrompe, sin unidad todo se vuelve hueco... Pero esa unidad comienza entre Dios y yo, entre Jesucristo y yo.

Nosotros sabemos que estamos en pacto, ¿verdad? Estamos en pacto y el pacto es inviolable, nunca Jesucristo dijo, me divorcio de la Iglesia. Por eso ya Él la vio gloriosa, santa, sin mancha, es algo consumado y así se la va a presentar a sí mismo.
Por eso hermanos como efesios, no duden, no importa que yo esté preso, no importan los falsos maestros que se quieran meter en la Iglesia. No importa, si ustedes saben que hay un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo y creen en la Palabra que se les predicó, ahí están firmes, y éste mensaje no es sólo para los efesios, es para nosotros.
Desde esta plataforma, ahora vamos al versículo 11 del capítulo 4; 4:11 de Efesios dice así:

"Él mismo (Jesucristo) constituyó a unos, apóstoles;
a otros, profetas; a otros, evangelistas;
y a otros, pastores y maestros,
a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio,
para edificar el cuerpo de Cristo."

Efesios 4:11-12

Ahora vamos a pasar al versículo 15:

"Más bien, al vivir la verdad con amor,
creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor,
sostenido y ajustado por todos los ligamentos,
según la actividad propia de cada miembro."
Efesios 4:15-16

Hablar de esto sería extenso, por eso no leí algunos versículos, aunque voy a hacer referencia, pero no me quiero apartar del tema.
Pablo está hablando de la unidad, y de la plataforma de la cual él va a partir para decir lo que quiere decir. Y entonces ahora va a hablar de cuestiones muy prácticas que van a continuar edificando el cuerpo de Cristo. Y dice, Él mismo constituyó... ¿qué significa esto? Que una vez que Él hizo la obra y ascendió al cielo, Él designó cinco personas dones, a apóstoles; profetas; evangelistas; pastores y maestros, que unidos en un mismo espíritu y sobre la base de la unidad de la cual habló antes, van hacer una obra.
Me pueden mencionar, ustedes la leyeron, ¿qué es lo que van a hacer? Versículo 12: capacitar...
Capacitar significa, entrenar, adecuar, aun significa reparar algo que no está en buenas condiciones, aun significa restaurar lo que no está bien. Capacitar significa, poner en orden.
Entonces cuando las cinco personas dones, estos cinco oficios ministeriales trabajan, la Iglesia está capacitada y equipada, ¿para qué? Para que sigan edificando el cuerpo de Cristo, para que cada miembro de la Iglesia haga la obra del servicio.

Estas cinco personas dones, son miembros de la Iglesia, participan del cuerpo, pero a la vez son representantes de la cabeza de la Iglesia, que es Jesucristo. ¿Está siendo entendido esto? Son miembros porque son parte del cuerpo, pero representan a la cabeza que es Jesucristo, y porque tienen la unción venida de Él, pueden transmitirle a la Iglesia la unción que el Señor ha determinado.
Cuando ésa unción es trasladada en un espíritu de unidad, de la misma manera, la Iglesia la recibe en un espíritu de unidad, y en una unidad indisoluble hace la obra del servicio, ¿y cuál es la obra del servicio? ¿qué es lo que cada uno de nosotros tenemos que hacer entre nosotros? ¿Cómo? Trasladar lo que el Señor nos ha dado. ¿Para qué? Para que ese cuerpo de Cristo continúe siendo edificado.

Queridos, la unidad quita el egoísmo, la unidad me hace ver al otro.
Quiere decir que cuando, como iglesia local o iglesias locales nos reunimos, desde la plataforma de la unidad establecida por el Señor y practicada por cada uno de nosotros, porque tenemos conciencia de que estamos unidos a Él y entre nosotros, entonces, busco el beneficio del otro.
Por eso Hernán nos decía el domingo pasado, y nos leía en Filipenses, cada uno busca lo suyo propio, sin embargo, cuando yo vengo aquí, busco el beneficio de ustedes, y ustedes van a buscar el beneficio mío, pero no por un asunto egoísta, porque estamos edificando algo.
¡Cristo continúa edificando su cuerpo!

Esto es una manera totalmente diferente de ver la Iglesia, no es a dónde vengo a satisfacer mi necesidad... ¿Que Dios me habla? Claro, pero yo durante toda la semana estoy viviendo en comunión con Él y en una unidad perfecta, no importa el lugar geográfico de la ciudad donde esté, yo estoy unido a Cristo y a mis hermanos, y estoy en comunión con Él y con mis hermanos. Éste es un trabajo que los cinco oficios ministeriales continuarán haciendo hasta que Cristo regrese.

Ahora bien, luego de esto voy a saltar al versículo 15, porque quiero empezar a ver cuál es el resultado de la unidad. Dice el versículo 15:

"Más bien, al vivir la verdad con amor,
creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza,
es decir, Cristo."
Efesios 4:15 / NVI

Pablo dice, al vivir la verdad en amor. ¿Qué significa esto? Cuando hay unidad, unidad espiritual, hay un mismo sentir, hay una misma manera de pensar, hay un solo proyecto: que Cristo sea honrado por todo y en todos. Aquella verdad que se nos ha transmitido, es aquella verdad que ha venido directamente del Señor, pero esto de la verdad en amor o el espíritu de amor, tiene un contexto, porque algo estaba pasando en la Iglesia en Éfeso y que está expresado en el versículo 14, dice que:

"Así ya no seremos niños,
zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá
por todo viento de enseñanza
y por la astucia y los artificios
de quienes emplean artimañas engañosas."

Efesios 4:14 / NVI

Cuando la Iglesia está recibiendo las unciones, entonces está recibiendo la verdad revelada que viene de Jesucristo. Pero en Éfeso y en nuestros días, también hay artimañas, también hay cosas que pretenden meterse dentro del cuerpo, y voy a volver a leer este versículo 14 en la versión El Recobro, dice así:

"Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas
y sacudidos por todo viento de enseñanzas,
en las artimañas o trampas de los hombres en astucias
con miras a un sistema de error."
Efesios 4:14 / El Recobro

Las olas pueden hacer que una persona vaya de aquí para allá, y más si no sabemos nadar, como el caso mío; conmigo las olas pueden hacer lo que quieren, me pueden llevar de aquí para allá... Aún los niños, dice que pueden ser movidos de aquí para allá, porque los niños todavía necesitan ser formados. Entonces el apóstol Pablo, utiliza un ejemplo y dice, no seamos niños sacudidos, no está diciendo, yo les admito esto... Ustedes recibieron algo de lo cual no se pueden mover, ustedes saben que hay un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo, un solo cuerpo, ustedes recibieron enseñanza sólida.
¡Cuidado que vienen artimañas! Artimañas son trampas y los pueden meter en sistemas de error.
Esto me llamó mucho la atención esta mañana, sistemas de error, sistemas de error que no se decantan rápidamente, que tú los ves y no dices, blanco o negro, que sutilmente empiezan a penetrar y empezamos a analizar, ¿aquello será verdad? ¿o aquello otro será verdad? Hay cosas que empiezan a llenar nuestra vista y nos empiezan a deslumbrar, y empiezan a jugar con nuestras emociones, y empiezan a hacernos ver que hay cosas más espectaculares que las que estamos viviendo... ¿No será que tenemos que caminar detrás de eso? Porque si eso es lo popular en este momento. Y... es lo que está atrayendo tanta gente, pues vamos detrás de eso. ¡Sistemas de error!

Pablo dice, ¡Cuidado! Los sistemas de error nos apartan de la verdad; y eso es lo que una Iglesia madura no permite, no duda ni se embarca en poner en tela de juicio lo que ha recibido, por eso, se toma, se agarra de la verdad, de la verdad que ha recibido y en un espíritu de amor avanza y la desarrolla. Y entonces hay una progresión en la idea, dice que cuando vivimos en esa verdad, creceremos hasta ser en todo como aquél que es la cabeza.

¡Creceremos en todo hasta ser como aquél que es la cabeza! 

Aquí, Pablo, no está hablando de un crecimiento de números de personas en la Iglesia, está hablando de una experiencia espiritual, pero corporativa; una experiencia que, como cuerpo de Cristo, la Iglesia, tenemos que tener. El crecimiento se experimenta en el cuerpo, no aislados del cuerpo.

Y voy a hacer un ejemplo muy gráfico: supongamos que yo decida hacer crecer este brazo, que incluya mi codo y mi mano, y por dos meses lo corto y lo pongo en otro lado con la intención de que crezca, ¡sé que estoy diciendo una barbaridad total! ¿Por qué? Porque ese brazo, esa mano y ese codo, ¡jamás crecerá fuera del cuerpo!
Por eso, los llaneros solitarios no existen en la Iglesia de Jesucristo, son una abominación a la unidad de la que Jesús habló. Mi cuerpo seguirá creciendo pero cuando traigo el brazo otra vez, mis miembros tendrán una medida, y ese brazo, codo y mano tendrá otra.
Necesitamos al cuerpo de Cristo, para crecer, necesitamos el cuerpo de Cristo.
El problema es que nos hemos hecho un dibujo falso de lo que es la Iglesia de Jesucristo, y en algunos sectores de la Iglesia se creó, se inventó una Iglesia de acuerdo a la necesidad humana totalmente falsa, cuando crecemos en Cristo hay un desarrollo armónico de todo el cuerpo de Cristo, es un crecimiento en madurez espiritual en Cristo.

Ahora, es notable; y le voy a decir algo muy interesante, porque fui al original griego para leer esta frase: creceremos hasta ser en todo como aquél que es la cabeza.
En el original dice así: "crezcamos hacia él, en todas las cosas".
¿Se vio la diferencia? Porque yo digo, puedo crecer, pero dice, crezcamos hacia él.
El punto de referencia de crecimiento es Cristo, y en un sentido, es Cristo quien crece en nosotros. Entonces cuando toda la Iglesia tiene el punto de referencia que es Cristo, entonces sí crece, se desarrolla armónicamente, porque no hay egoísmo ni intereses egoístas.
¡Crezcamos hacia él en todas las cosas!
¿Por qué? Porque de Él viene todo.
Cuando nosotros vemos crecer una planta, ¿qué hay debajo de la planta? Una raíz, exactamente. ¿Qué recibe la planta que crece de la raíz? Todo lo que necesita para crecer, esa planta crecida es un reflejo de lo que hay abajo, en la raíz.

¡Iglesia, cuerpo de Cristo, nosotros somos un reflejo de la esencia nuestra, Cristo en nosotros!
Por eso, cuando cuidamos esta unidad, cuando preservamos esta unidad, estamos preservando un tesoro, por eso cuido mis palabras.
"Peligrosísimas" las palabras dentro del cuerpo de Cristo cuando apuntan a destruir la Iglesia, cuando apuntan a condenar a las autoridades espirituales, cuando apuntan a condenar al otro hermano; son las pequeñas zorras que echan a perder las vides; y no tengo ningún derecho de tener eso en mi corazón y manifestarlo en mis palabras, porque a Jesucristo, este cuerpo que formó, le costó sangre, se entregó voluntariamente, pero tiene un tesoro en sus manos y se llama Iglesia.
No es un lugar donde vengo a sentarme a escuchar, es un lugar donde tengo la referencia de mi cabeza para crecer en Él, y para que Él crezca dentro mío.
Todavía seguimos luchando con, ¿por qué no vienes a la reunión? No hemos entendido nada cuando tenemos que decirle o preguntarle a la gente, ¿por qué no viniste a la reunión? Y todavía nos dicen porque estoy ofendido, porque no me saludaron, porque no me trataron bien, porque tengo problemas económicos, y porque el gasto es mucho para ir... ¿de qué estamos hablando? Hay una sola fe, y la fe es en Él; y la fe que es en Él desata lo práctico.
Por eso, cuando cada uno de nosotros vive en unidad, uno anhela estar con aquello que es parte de sí mismo, somos miembros los unos de los otros.

Fíjense qué falta de comprensión de unidad, que aunque esto ya se dijo, lo repito, en cada esquina tenemos una iglesia para elegir, eso es producto de la división, eso es producto de la falta de unidad, eso es producto de no entender la mente de Cristo, y eso es producto de seguir viviendo zarandeados y sacudidos por las olas, porque alguien me dijo algo bonito voy detrás de eso.
¡Creceremos en todo, como referencia, a aquél que es la cabeza!

Ahora bien, la finalidad de esto es que el cuerpo de Cristo sea visto en todo el mundo, cuando lo tenemos como referencia a Él, y crecemos en Él, ¿qué ve el mundo? A Cristo.
Este es el segundo resultado de la unidad, Jesús había dicho: Que sean uno para que el mundo crea.
Ahora, a los que hemos creído, ¿qué se nos dice? Vivan unidos, ésa fue la oración de Jesús, pero ahora crezcan en todo con relación a la cabeza, y muestren al mundo quién es Jesús.
Es notable, que cuando Jesús hizo esta oración, allá en Juan, terminó de orar, cruzó el torrente, el arroyo de Cedrón con sus discípulos y entró a un huerto donde acostumbraba a estar con sus discípulos, ¿saben quién fue el primero que lo vino a ver? Judas, ¿quién era Judas? El de la traición, y ¿saben qué dice la referencia histórica? Vino con una compañía de seiscientos soldados para prender a Jesús.
¡Seiscientos soldados para prender a Jesús! Y además vinieron representantes religiosos y de los escribas y de los fariseos, ¡parece que era importante detener a éste, no,  parar su obra!
Pero, ¿por qué menciono esto? Porque momentos antes había estado orando por la unidad.
Jesús no se miró a sí mismo, Jesús oró por aquellos que le seguían, Él sabía que tenía que ir a la cruz, no la esquivó. Si bien podía sufrir, pero Él sabía el resultado de la cruz. Él era uno con el Padre, pero fue a la cruz para hacer su obra.
Por esa falta de egoísmo de Jesús y por esa obra, nosotros hoy estamos aquí.
¡Creceremos en todo, con referencia a la cabeza!

El versículo 16, miren lo que dice 4:16:

"Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor,
sostenido y ajustado por todos los ligamentos,
según la actividad propia de cada miembro."
Efesios 4:16 / NVI

Dice, por su acción... Les pregunto, ¿por acción de quién? Sí, sí, por su acción, por la acción de Cristo, dice, el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro. Voy  a leer éste versículo en la Versión de la Biblia al Día:

"Bajo su dirección, (la de Cristo)
las partes del cuerpo armonizan perfectamente
y cada una, según el don recibido,
ayuda a las demás
para que el cuerpo entero esté saludable,
crezca y se llene de amor."

Efesios 4:16 / BAD

¿Qué es Cristo de su cuerpo que es la Iglesia? ¿Qué es? La cabeza. Y si es cabeza da dirección, y si es cabeza dirige y le dice Iglesia es por aquí. Entonces, bajo su dirección, las partes del cuerpo armonizan perfectamente. Por eso, Jesús dijo, que sean uno como tú y yo somos uno. Pablo, dice en Corintios, el que se une al Señor un espíritu es con él.

Hermanos, nosotros estamos unidos a Cristo, por eso podemos recibir dirección de Él.
¿Por qué nos permitimos ser zarandeados por las olas y por el viento? Porque ignoramos lo que tenemos, porque ignoramos lo que somos. Pero miren qué bonito... Pero dice que, con la dirección de Cristo las partes del cuerpo armonizan perfectamente. Acá no es una cuestión de química como se dice ahora, no, no es que éste no me cae bien, ¡eh! Pero tengo un grupito en la congregación que con ellos me llevo bien, no, no, no si tu naturaleza es espiritual, es la de Cristo. Cristo no hace grupitos, mis miembros del cuerpo no hacen grupitos, la mano derecha no dice la mano izquierda no me interesa.
Por eso, nos tiene que ser revelada todavía, el cuerpo y la unidad del cuerpo, cuando tú y yo sabemos que armonizamos vamos a estar felices, nadie puede decir, yo no encajo en esa congregación, bueno, si no encajo me tengo que revisar, puedo ser yo el problema... Pero, ¿en qué estoy colaborando para que algunas cosas cambien? Porque es fácil hablar, esto debiera hacerse de otra manera, sí, pero tú no estás adentro, y si hay dirección de la cabeza, aunque yo no la entienda, es dirección de la cabeza porque sino, resisto al Espíritu Santo, ¿o no? Y además de armonizar perfectamente cada una dice según el don que recibió, ayuda a las demás partes del cuerpo para que el cuerpo para que el cuerpo entero esté saludable, crezca y se llene de amor.

Hermano, yo te necesito a ti para estar saludable, no necesito otros estímulos exteriores, yo te necesito a ti porque tenemos la misma naturaleza y la misma esencia que nos provee; por eso cantamos hoy, hay una fuente... es la única fuente.
Entonces, si vamos a crecer saludables, nos necesitamos los unos a los otros, pero además, dice que vamos a crecer, pero mire cómo termina, dice, se va a llenar de amor.
El amor se manifiesta en un cuerpo saludable, ése es el amor de Cristo derramado en nuestros corazones, no es ni el amor de amistad, ni el amor eros, ni el amor afecto... No, es el amor de Cristo derramado en nuestros corazones.

Mire, yo me emociono porque amo a la Iglesia de Jesucristo, y yo sé que cada uno la ama, pero nuestra pasión está ahí adentro, en la Iglesia, porque queremos ver, no a la iglesia local solamente, a la Iglesia de Jesucristo en el mundo, que además de que exalta a Cristo en las canciones, porque crece con relación a la cabeza, al referente que es Cristo, el mundo no puede evitar ver a Cristo en la Iglesia.
Por eso, hoy es una invitación a que el mundo vea a Cristo, a que nos manifestemos en unidad, la tenemos, no la tuvimos que inventar, es divina, sobrenatural y espiritual. Yo estoy ligado a Natalí y a Ismael de por vida porque estamos unidos por la misma sangre, ni en la familia pasa eso, y ninguno se ofenda por eso, es el cuerpo de Cristo, es sobrenatural y divino.
Puedo vivir sin la familia pero sin el cuerpo de Cristo no puedo vivir, y el diablo ha hecho estragos para dividir al cuerpo de Cristo con sistemas de error demoníacos, que está arrastrando a mucha gente a la perdición. Por eso, es la actividad propia de cada miembro, para eso estamos puestos, para que se manifieste la actividad propia de cada miembro.

Quiero terminar, volviendo a unas palabras de Pablo, y están en el versículo 1. Efesios 4:1 dice así:

"Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor,
les ruego que vivan de una manera digna
del llamamiento que han recibido."
Efesios 4:1 / NVI

Pablo dice, querida iglesia de Efesios, yo estoy preso, pero estoy en comunión con ustedes, y en mi apostolado les marco, yo establecí por el Espíritu lo que es la unidad, ustedes la entendieron y la discernieron, pero ahora, estando preso por causa del Señor y de su evangelio, les hago un ruego.
Y saben que esta palabra ruego, es muy interesante en el original, porque esta palabra ruego, es alguien que está al lado del otro. Significa, Pablo está diciendo, yo me incluyo con ustedes en esto que voy a decir, no estoy aparate de esto, lo que les voy a pedir y yo me incluyo es, vamos a vivir de una manera digna del llamamiento del Señor, Pablo se incluye, ésa es la palabra ruego.
Ahora, lo que la otra versión dice, vocación: "sean dignos de la vocación con la que fueron llamados".
En el mundo natural para nosotros, ¿vocación qué es? ¿alguien me puede decir? Una, dedicarnos a algo, una tendencia natural, ¿qué más es una vocación? Una profesión, apego a alguna cosa, perfecto. Pero en este caso, esto no es algo natural ni humano, ustedes tienen que vivir dignos de la vocación con la que Él los llamó, hay un llamamiento santo en ustedes, ese llamamiento, que es una vocación, la tienen que mantener de por vida, tienen que hacer digno el llamamiento.
Hermano, ¿usted escuchó eso? Ustedes tienen que hacer digno el llamamiento, el llamamiento es digno en sí mismo, pero ustedes tienen que estar a la altura, tienen que honrar, tienen que darle honor a ese llamamiento que parte de ser hijo de Dios, que parte de haber recibido el evangelio, pero que tiene que ver con una vida íntegra, santa y apartada para Dios.
Por eso Pablo ve el objetivo, vivir a la altura de aquello para lo cual hemos sido llamados.

Esta carta está dirigida a una congregación, hoy Pablo nos habla a nosotros como congregación o congregaciones, Pablo le habla a la Iglesia de Jesucristo en el mundo; y dice, "tiempos peligrosos".

Pero cuando la Iglesia de Jesucristo tiene como referente a su cabeza, va a guardar la unidad del Espíritu, va a vivir siendo uno y en comunión con el Padre y con el Hijo, y va a vivir en la actividad propia de cada miembro. Eso significa algo activo, no es conformista ni pasivo.
Por eso la vida espiritual es apasionante, cada día es apasionante. Cuando vivimos en esa plataforma, abajo de eso pisoteamos todos los problemas, todas las circunstancias sean del tipo que fueren, porque estoy en una plataforma diferente; y entonces el mundo va a creer que Dios envió a Jesucristo.

Vamos a ponernos de pie por favor, porque quiero que oremos para que confirmemos en nuestra vida esa unidad que tenemos, para saber que estamos en Cristo, y para saber que el poder de Él está en nosotros; y para que confirmemos la unidad entre Él y nosotros, y la unidad y la comunión entre nosotros; y para que decidamos tener una actividad propia para que beneficiemos al cuerpo. Esta oración, el Señor la escucha porque confirma su corazón; pero además en este momento, esto que estoy hablando, esto que estoy diciendo, también llena mi corazón, porque Él lo llena como cabeza de la Iglesia, y por el amor derramado en nuestro corazón, podemos expresarnos de esta forma.

Padre, te damos gracias en este día, gracias Señor, porque cuando hablamos de la Iglesia, reconocemos que apenas estamos tocando algunos bordes. ¡Qué precioso eres tú! ¡Qué preciosa es la Iglesia! ¡Qué precioso privilegio tenemos nosotros de ser miembros los unos de los otros, y de vivir en comunión!

Gracias Padre, porque hoy nos has dado algo más de lo que la unidad significa, gracias porque esta unidad no vino por ley, no vino por acuerdos humanos, esta unidad vino por un depósito de la naturaleza espiritual de Cristo, es sobrenatural pero tenemos el privilegio de vivirla.
En esta mañana, como parte de la Iglesia de Jesucristo en el mundo, queremos exaltar tu Nombre, y confirmar la unión y la unidad que hay entre ti y nosotros, entre nosotros mismos reconociendo quiénes somos, con una identidad definida, sabiendo que el mundo va a creer, sabiendo que el mundo va a considerar, sabiendo que el mundo va a tener testimonio, de quién es Jesucristo porque lo estamos expresando a Él.

Te damos gracias, porque un día en el cielo podremos disfrutarte sin ninguna limitación. Gracias, porque hoy vemos como por espejo y aun recibiremos más revelación, pero un día no habrá espejo y te veremos cara a cara como Tú eres.

Alabamos tu Nombre, te bendecimos, te exaltamos poderoso Señor, y declaramos la unidad, unidad indisoluble, unidad de pacto, Tú continúas edificando tu cuerpo, y nosotros somos parte de esta tarea.
Por eso, te damos muchas gracias, en el precioso nombre de Jesús, Amén Señor, Amén, bendito eres, bendito eres Jesús, bendito eres.


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