Los unos a los otros
Daniel Dardano
09 de August de 2015
El texto contenido en esta página fue tomado literalmente de lo expresado verbalmente
en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Damos gracias a Dios por el privilegio de estar reunidos. Y lo que el Señor me dio para compartir es muy puntual, no es solamente para esta época, porque es para todas las épocas que nosotros estamos viviendo en este mundo.
Fíjese, el Reino de Dios, la Iglesia de Jesucristo y el evangelio del Reino de Dios, siempre estuvieron y estarán en abierta oposición y confrontación con los sistemas y valores que el mundo vive.
Siempre el Reino de Dios que tiene el gobierno de Dios, la Iglesia de Jesucristo cuya cabeza es Jesucristo, y el evangelio del Reino que transforma a las personas, obviamente que siempre irán en contra de la cultura establecida, porque los principios y valores que el mundo practica, y el sistema del pensamiento y conducta, no tienen nada que ver con el Reino, con la Iglesia y con el evangelio del Reino de Dios.
Hago dos menciones nada más. ¿Qué se vive hoy y hace mucho tiempo? El humanismo y el materialismo. Estas dos filosofías de vida se han incrustado en la vida de la sociedad para vivir de una manera donde el vacío que sienten, creen que lo van a llenar viviendo esa filosofía de vida.

Ahora bien, cuando hablamos del individualismo y el materialismo, por ejemplo, nosotros podemos ver que en la sociedad actual se le ha dado mucho énfasis al individuo, pero al  individualismo. Es decir, son los intereses del individuo y cada individuo tiene que lograr, no solamente sentirse bien, sino que tiene que estar realizado, eso lo hace egoísta y egocéntrico. Todo lo que tiene que ver con esta filosofía cierra más a ese ser humano y lo aleja de los demás. Ahí la palabra técnica, que se llama "alienación", que es más que nada enajenación. Cada individuo que se individualiza, después voy a explicar lo que significa, vive enajenado, es decir, vive su propio mundo y alejado del otro.

Un ejemplo, ¿qué pasa con los celulares? ¿Y qué pasa con los textos o con los jueguitos de los celulares? Hay un grupo de cuatro o cinco personas en un restaurant, cada uno tiene su celular, cada uno tiene su asunto que está atendiendo, y esto es lo que está empezando a separar del resto de los seres humanos.
Fíjense qué sutil es lo que estoy diciendo, pero esto es lo último que podemos ver, pero en todo, hay interés marcado en que yo logré mis metas, mis sueños, mis planes y lo que yo me propuse, esto tiene que ver con el egoísmo y el egocentrismo.

El movimiento de la Nueva Era, se ha infiltrado notablemente en la sociedad que nosotros estamos viviendo porque alimenta este egoísmo, egocentrismo, materialismo e individualismo.
Precisamente hay un libro que se llama "La Respuesta", que la persona que escribió este libro es la hermana Beverly Franco López, es una hermana en Cristo de Puerto Rico que acabamos de conocer de la Iglesia Tiempo de Transformación, y ella por años estuvo metida en el movimiento de la Nueva Era; y practicó varias filosofías de la Nueva Era, como es el yoga o la meditación trascendental, o el Feng Shui y otras filosofías que la Nueva Era tiene y practica.
Ustedes saben que la Nueva Era tiene una oferta tan grande, donde ahí cada uno tiene su verdad, no hay una autoridad determinada, quiere decir que nadie se tiene que sujetar a nadie, entonces cada uno es libre de hacer lo que quiera y como quiera, y éste es el espíritu de la época, ¿verdad?
En ese libro ella dice algo que quiero leer, es un párrafo no más:
"El mayor atractivo de la Nueva Era, es que alimenta el orgullo del hombre. La Nueva Era gira alrededor del yo. Toda la oferta está diseñada para satisfacer el ego del hombre, el hombre es el corazón de la Nueva Era, no Dios, por lo tanto, es un asunto de relación entre el hombre y sus pensamientos, sus emociones, sus necesidades y sus deseos.
El ser humano se define a sí mismo, define a Dios y establece las reglas de su relación con él. En la Nueva Era, Dios es la expresión del ser humano, no el ser humano la expresión de Dios. La imagen que proyecta la Nueva era es de modernidad, independencia y sofisticación, cautiva el aire de intelectualismo y de control de sí mismos que aparentan tener las personas, lo cual al mismo tiempo continúa alimentando su orgullo".

¿Díganme si esto no es verdad? Absoluta verdad. Y ésta es la filosofía de la Nueva Era, de la cual, sutilmente nosotros ni cuenta nos damos.

En el Reino de Dios, en la Iglesia y en el Evangelio, es totalmente al revés de lo que acabamos de leer, totalmente al revés. Entonces es muy importante que nosotros reconozcamos algo, cada uno de nosotros es un individuo y es importante para Dios. Como individuos, nosotros somos salvos porque Dios no salva por grupos; como individuos, nosotros vamos a la cruz y le decimos a Jesús, soy pecador, pido perdón me arrepiento, y que tu sangre limpie mi pecado. Y el pecado es la independencia de Dios, eso lo hace cada individuo voluntariamente.
Muy bien pero, inmediatamente que nosotros nos entregamos al Señor, como individuos, el Señor, como está en contra del individualismo nos inserta en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, por eso, 1 Corintios 12:13 dice, todos nosotros hemos sido bautizados, insertados, sumergidos en un Cuerpo, que es el cuerpo de Cristo. Esto es algo espiritual, esto es algo por fe, nosotros no lo vimos hacer pero se realiza.

Querido hermano, tú y yo en el momento que recibimos a Cristo, fuimos metidos, insertados, sumergidos, en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
Entonces, ¿qué es lo que pasa con ese individuo? Ahora está en un Cuerpo, ¿qué es lo que pierde? El individualismo.
El problema no es el individuo, porque somos de valor como individuos, el problema es, y es de lo que Dios está en contra, el individualismo, es centrarme en mí, es ver mis planes, es ver mis intereses, es enajenarme del resto de la sociedad, y en este caso podría ser del cuerpo de Cristo, para vivir como a mí me parece.
Fíjense cómo la Nueva Era pudiera estar teniendo influencia, aún en la Iglesia de Jesucristo, cuando nos volvemos solitarios, nos enajenamos, nos aislamos y no tomamos en cuenta que estamos bautizados, sumergidos dentro de un Cuerpo y somos miembros de ese Cuerpo.

Ahora, ¿qué es lo que Dios hace cuando nos inserta? Cada uno es miembro de ese Cuerpo, pero cada uno se integra al otro allí crece y se desarrolla y es de beneficio para los otros. En la filosofía de la Nueva Era yo soy de beneficio para mí, todo lo que logro es para mi beneficio, o a lo sumo, para un entorno pequeño que yo tengo, pero rara vez miro los intereses de otro.
Por eso, en el Reino y el evangelio del Reino, hace que los individuos sean miembros del cuerpo de Cristo, se desarrollen, crezcan para ser así parte de ese cuerpo de Cristo.

En resumen, la filosofía de la Nueva Era, es yo; el plan y el modelo de Dios, es otros.
¿Clarito verdad? Repito, la filosofía de la Nueva Era, es yo, el centro soy yo, el interés soy yo, todo lo que yo pueda pensar, todo lo que yo pueda lograr. Y el modelo y el plan de Dios es otros, y siempre será así.

Muy bien, ahora aunque estamos en el cuerpo de Cristo, aunque sabemos por la Palabra que he mencionado de 1 Corintios 12:13, que todos fuimos sumergidos, metidos, insertados en el Cuerpo y pertenecemos al cuerpo de Cristo como miembros, fíjense lo que nos pasa, es sutil, pero todavía seguimos hablando de Dios y yo, mi comunión con Dios, ¿sí o no? Sí. Y no es que esté mal, lo que estoy diciendo, es el énfasis en esa relación vertical, estoy hablando de énfasis, Dios y yo, mi comunión con Dios, mi crecimiento espiritual... Es decir, todo se centra otra vez en mí, es sutil, no nos damos cuenta pero eso es lo que está pasando. Pero a ver, voy a agregar algo, aún canciones que nosotros cantamos, fíjense en la letra, siempre es individual, siempre es singular, rara vez hay canciones en plural, ¿estoy siendo claro? Es porque todavía está faltando una revelación para aquellos que escriben letras de lo que realmente significa la realidad espiritual en la que estamos, porque estamos en el cuerpo de Cristo y si bien es cierto Él me salvó a mí como individuo, ahora estoy insertado, y Dios y yo, y el crecimiento espiritual mío está bien, pero ahora tengo que empezar a mirar además de lo vertical lo horizontal, y es "otros".

Tiene que empezar a venir a la Iglesia de Jesucristo letras donde habla de que somos, de que estamos, de que lo alabamos, de que lo adoramos, ¿ve la diferencia? ¿Por qué? Siempre digo que la letra de una canción puede más que muchos mensajes de la Palabra, por eso necesitamos inspiración del Espíritu Santo y autores que se metan a la Palabra y vean a la Iglesia como cuerpo de Cristo y escriban plural para la Iglesia.
Si ustedes ven las cartas del apóstol Pablo, salvo la que le escribe a Timoteo, a Tito, a Filemón y alguna más, todas son para las iglesias, las iglesias que estaban en cada ciudad, esto es importante tomarlo en cuenta porque sino vamos a seguir centrándonos en nuestro interés.
Muchas veces se ha dicho o personas han dicho, voy a la iglesia porque necesito recibir de Dios, y no es que esté mal, pero otra vez, mí necesidad encima, ¿cómo lleno mi necesidad? Y alguna vez dije: y la necesidad de Dios, ¿quién la llena? ¿Alguna vez nos preguntamos cuál es la necesidad de Dios? Yo sé lo que ustedes me van a decir, hermano, Dios no tiene ninguna necesidad... sí tiene necesidad de que lo representemos dignamente, tiene necesidad de que Él sepa que realmente es exclusivo para nosotros y que no hay nada ni nadie que reemplace ese lugar.
Y Dios está esperando una Iglesia que reconozca, a una Iglesia estoy diciendo, no estoy diciendo a individuos, estoy diciendo a la Iglesia de Jesucristo que lo reconozca como lo que Él es.

Ahora bien, también nosotros cuando hablamos de servicio y hablamos en singular, ¿qué es lo que decimos? Yo sirvo al Señor, tengo tal o cual ministerio, tal o cual trabajo; o yo deseo servir al Señor... ¿está mal? No, pero les voy a decir algo, a ver cómo les suena, ¿qué pasa si yo digo, yo sirvo a mi hermano? Ya veo sus caras, suena raro, suena extraño. Que yo diga, sirvo a Dios o yo deseo servir a Dios, bueno es normal, pero que yo sirva a mí hermano, bueno está raro.
Amados, pero es que así es, porque cuando sirvo a mi hermano estoy sirviendo a Dios, por eso, el Espíritu Santo nos insertó en el cuerpo de Cristo, para que ese miembro que fue insertado vea a otros, sirva a otros, beneficie a otros.
Hoy el Señor nos está queriendo llevar a la realidad de lo que realmente tenemos que ser, y venir a no solamente ver la relación vertical que tenemos con Él, que es permanente, continua, necesaria e imprescindible; sino también la relación horizontal que es necesaria, imprescindible e insustituible, porque lo que un miembro puede hacer por otro nadie lo puede hacer, ésta es la importancia de cada miembro.

Ahora bien, en la Biblia hay cincuenta y ocho referencias a los unos a los otros, y ése es el título del mensaje de hoy: Los unos a los otros.
Cincuenta y ocho, ¿no es poca cosa, verdad? Cincuenta y ocho referencias en el Nuevo Testamento de los unos a los otros, nos habla de la importancia que este servicio, que este trabajo de los unos a los otros, tiene.
Bien, voy a introducir lo que estamos diciendo, leyendo 1 Corintios, el capítulo 12, versículos 14 al 26 en la Nueva Versión Internacional. 1 Corintios 12:14 al 27, dice:

"Ahora bien, el cuerpo no consta de un solo miembro sino de muchos.
Si el pie dijera: «Como no soy mano, no soy del cuerpo»,
no por eso dejaría de ser parte del cuerpo.
Y si la oreja dijera: «Como no soy ojo, no soy del cuerpo»,
no por eso dejaría de ser parte del cuerpo.
Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo el cuerpo fuera oído,
¿qué sería del olfato?
En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció.
Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo?
Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo.
El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito.»
Ni puede la cabeza decirles a los pies: «No los necesito.»
Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles son indispensables,
y a los que nos parecen menos honrosos los tratamos con honra especial.
Y se les trata con especial modestia
a los miembros que nos parecen menos presentables,
mientras que los más presentables no requieren trato especial.
Así Dios ha dispuesto los miembros de nuestro cuerpo,
dando mayor honra a los que menos tenían,
a fin de que no haya división en el cuerpo,
sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros.
Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento;
y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él.
Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo."
1 Corintios 12:14 al 27

¡Qué precioso pasaje! Qué revelador es para darnos luz y poder entender lo que significa el trabajo de los unos a los otros.
Voy a hacer un resumen de lo que hemos leído.
¿Qué es lo que vemos? El cuerpo no tiene un solo miembro sino muchos, así Dios lo estableció. Cada miembro se considera parte del cuerpo, ningún miembro pretende ser diferente a lo que es porque acepta el diseño de lo que Dios le dio, y se desempeña en la función que le tocó.
¿Qué otra cosa vemos en lo que hemos leído? Cada miembro del cuerpo necesita del otro, el otro le es complemento.
Miren, lo que está pasando en este mundo es, yo no necesito al otro. Pero todos nos necesitamos y en el cuerpo de Cristo, Dios estableció que así tiene que ser, por eso cada miembro va a estar en función del beneficio del otro, no se centra en sí mismo para decir, yo quiero que todos me atiendan a mí, ¿ustedes saben que hay ese tipo de cristianos, no? Siempre llega a la reunión y tiene tres problemas o tiene cinco, pero qué diferente es cuando sabe que es miembro y funciona para beneficio del otro. Y que cuando comparte lo que tiene del Señor, entonces está haciendo la tarea que el Señor le encomendó.
¿Qué otra cosa vemos en este pasaje? Los miembros están para que el cuerpo funcione armónicamente, por eso se ocupan los unos de los otros.
Cada miembro comparte el sufrimiento y la alegría del otro miembro, esto descarta el egoísmo y el egocentrismo; y esto le dice no al individualismo.
¿Qué pasaría si mi dedo se negara, cuando entra una basura en mi ojo, a hacer este trabajo de frotarlo para que se vaya lo que tengo? Estoy diciendo una cosa un tanto grotesca, ¿verdad? Pero, ¿qué le parece a usted si el dedo le dice, ojo arréglatelas como puedas, yo tengo mis asuntos? ¿qué pasaría si mi rodilla se lastima y mi mano el lugar de ir a cubrirla le dice, no es mi problema es tu problema, yo tengo mis propios problemas? Pregunto, ¿no es así como se está viviendo afuera? Pero quiero decirle, que lastimosamente, también en la Iglesia de Jesucristo, porque todavía no hemos entendido y discernido la importancia que cada uno de nosotros tiene como miembro para funcionar y hacer crecer el Cuerpo de manera armónica.
¿Qué otra cosa vemos en lo que hemos leído? Cada uno en particular es miembro del cuerpo de Cristo. ¿Sabe lo que yo vi aquí? La importancia que Dios le da a cada miembro.
Y sí, cada uno de nosotros, individualmente tiene importancia porque Cristo murió por todos, pero mira a cada uno individualmente y su sangre nos limpia individualmente de todo pecado. Pero es importante ver lo que está pasando aquí, cuando dice cada miembro, Dios le está dando importancia a ese miembro. Pero luego algo más, al mismo tiempo cada uno está ligado al otro, por eso la Palabra dice, somos miembros los unos de los otros.
¿Sabe una cosa hermano? Usted es parte mía, le guste o no le guste; y yo soy parte suya y me da mucho gusto.

Ése es el plan de Dios, nos complementamos, nos necesitamos mutuamente, por eso, yo te tengo que valorar, por eso tengo que saber que lo que tú tienes de Dios, me lo tienes que dar porque lo necesito.
No es una función ministerial la que hace que una persona esté más allá de la necesidad que tiene del otro miembro, porque por encima de un servicio o de una función ministerial, está el hecho de interrelacionarnos y bendecirnos los unos a los otros.
En la calle es diferente, hay hostilidad, hay rechazo, hay soledad, hay indiferencia, hay independencia, hay intereses personales; pero la Iglesia de Jesucristo vive un estilo de vida totalmente diferente, somos miembros los unos de los otros.
Y quiero decirle algo, ésta es una tarea permanente, continua y constante, los miembros de mi cuerpo están siempre trabajando, siempre, siempre activando y ninguno se niega a hacer lo que tiene que hacer, porque saben para qué están puestos ahí, Dios los diseñó para que hagan lo que tienen que hacer.

Ahora, voy a mencionar algunas frases que están en la Palabra de Dios, que tienen que ver con este servicio o trabajo de los unos a los otros, no lo vamos a desarrollar, dejo la idea si algún pastor luego lo quiere desarrollar, va a ser de mucho beneficio para su iglesia, pero solamente voy a hacer algunas menciones con los pasajes bíblicos para veamos la importancia de la referencia del trabajo o servicio de los unos a los otros.
Por ejemplo:

Ámense los unos a los otros...
Romanos 12:10

Respétense, hónrense, dense honor y prefiéranse los unos a los otros...
Romanos 12:10

¿Qué es lo que esto significa? Tú primero. ¿En el mundo cómo es? Yo primero.
Respétense, respeto, en el mundo respeto, afuera respeto, no yo te paso por encima porque mi interés es más grande que el respeto que yo te debo dar.
Miren lo que dice después:

Acéptense los unos a los otros...
Romanos 15:7

Instrúyanse, o amonéstense los unos a los otros...
Romanos 15:4


Sírvanse con amor los unos a los otros. Gálatas 5:13

¿Qué hablamos recién? Yo sirvo al Señor, ¿qué dice acá? Sírvanse con amor los unos a los otros. Gálatas 5:13. Algo más:

Ayúdense los unos a los otros a llevar sus cargas.
Gálatas 6:2

Y esto no tiene nada que ver con el chismerío, ni con andar trasladando información que no se debe escuchar. La madurez del cuerpo de Cristo, ¿sabe qué hace? Ayuda al otro a llevar su carga, se identifica con la carga del otro, ¿por qué? Porque le duele lo que le está pasando al otro, inmediatamente, el chisme se va... te comento para... No, no, no. Éste es un trabajo adulto de cada miembro.
Luego:

Sean siempre humildes y amables, pacientes y tolerantes los unos con los otros en amor.
Efesios 4:2

Sométanse o sujétense los unos a los otros.
Efesios 5:21

Anímense y edifíquense los unos a los otros.
1 Tesalonicenses 5:11

¿Qué le parece hermano? Dije que había cincuenta y ocho referencias, yo di algunas.
¿Ve por qué le estoy diciendo a los pastores que esto lo tienen que desarrollar? Porque entonces empezaremos a entender perfectamente bien qué es la Iglesia, para qué está la Iglesia y que es el servicio de amor de los unos a los otros. ¿Amén?

Muy bien, aquí hay un cuidado mutuo, hay una atención del uno hacia el otro, y es la manifestación del amor de Cristo derramado en nosotros hacia el otro, no es mi amor natural, no es mi afecto natural, escuche, no es la química, eso es afuera, aquí es el amor de Cristo derramado en nuestros corazones, no es no me llevo bien y prefiero hacer un grupito, no, no, no, el amor de Cristo. Por eso fuimos todos metidos dentro del cuerpo de Cristo, estamos todos en el ámbito del cuerpo de Cristo de donde recibimos el mismo Espíritu, no es si me cae bien o no me cae bien, eso es carnalidad, eso es inmadurez y querer permanecer en mi egoísmo y que los otros me sirvan a mí.
Pero cuando yo como miembro, sé para qué estoy puesto, entonces todo esto se acaba, y por amor y con el amor de Cristo, yo puedo servir a mi hermano y estoy sirviendo a Cristo.
Muy bien, mencioné esto, y como dije no lo voy a tratar, pero lo que vamos a ver ahora es, cuál es el objetivo, el final, la meta de este trabajo de los unos a los otros.

Ahora, vamos a Efesios 4:10-16, Nueva Versión Internacional:

"El que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos,
para llenarlo todo.
Él mismo…
Jesucristo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas;
a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros,
a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio,
para edificar el cuerpo de Cristo.
De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe
y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta...

Quiero aclarar, no se está refiriendo al mundo, a la humanidad que va a ser perfecta, la expresión significa, a un estado adulto y de madurez, eso es lo que significa humanidad perfecta.

… que se conforme a la plena estatura de Cristo.
Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas
y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza
y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas.
Más bien, al vivir la verdad con amor,
creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza,
es decir, Cristo.
Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor,
sostenido y ajustado por todos los ligamentos,
según la actividad propia de cada miembro."
Efesios 4:10-16

¡Amén! Según la actividad propia que le corresponde a cada miembro.
Hacemos un resumen de lo leído:
¿Qué es lo primero que encontramos? Habla de Jesucristo, y se presenta a un Cristo vencedor, porque Jesucristo venció al pecado, venció a la muerte, y venció al diablo.
¿Sabe qué significa eso? Todos estos entes que he mencionado estaban para separar y para dividir, pero cuando Cristo viene y muere en la cruz del Calvario, le da al diablo, le da al pecado, que nos separaba de Dios, y le da a la muerte. Y entonces, ¿qué hace? Una unificación a nivel espiritual acompañado de libertad para que la Iglesia de Jesucristo sepa que Él ya conquistó y no tiene que vivir esclavo de todo este tipo de cosas.
Entonces, Él conquista, porque dice, el que descendió es el mismo que también subió, la obra de Él fue completa para mostrarle al mundo que Él lo llena todo con su autoridad, hoy Él llena todo con su autoridad.

Ahora, muy bien, dice luego, que una vez que ascendió Él dio dones, y aquí notamos cinco personas dones, apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.
Ustedes nos han escuchado decir que estos cinco dones y oficios ministeriales, Jesús... eran su patrimonio. Jesús, Él era apóstol, Él era profeta, Él era evangelista, Él era pastor, era maestro, pero cuando Él asciende, Él dice, ahí abajo en la Tierra, la Iglesia necesita estar siendo asistida por este equipo, entonces dice Jesús, de mi manto ministerial, Yo designo a las personas dones, apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Es un equipo de gente que Él designó.
Por eso dice, Él mismo constituyó.
Constituyó significa, estableció, significa designó, significa puso en su lugar, Él mismo constituyó estas cinco personas dones. ¿Para qué? Para perfeccionar, para equipar, para entrenar, para adecuar, ¿a quién? A la Iglesia.
Entonces, mire, mire, mire, deténgase un momentito, Él allá en la gloria dice, la Tierra sigue necesitando esto, la Iglesia sigue necesitando cinco manifestaciones mías, por eso designo a estas cinco personas dones, y aquí amados, comienza el trabajo de los unos a los otros.
¿Estoy siendo claro en lo que digo?
Él dice, los cinco son los unos, los otros es la Iglesia de Jesucristo.
No se quede con eso porque vamos a avanzar, ahí comienza un trabajo general para toda la Iglesia de Jesucristo, toda la Iglesia de Jesucristo es entrenada por estos cinco oficios ministeriales.

Pero luego dice, para que estos, los otros, hagan la obra de servicio.
¿Qué es esta obra de servicio? El trabajo de los unos a los otros, es decir, la edificación del cuerpo de Cristo. Así que ahora estos cinco, ahora va a la Iglesia, y la Iglesia de Jesucristo, ahora toda, se transforma en los unos a los otros. ¿Estoy siendo claro? Cada uno, ahora es el uno hacia el otro y el otro hacia el uno, pero somos todos; y en ese todos, también entran las cinco personas dones, los apóstoles, los profetas, los evangelistas, los pastores y maestros. No se quedan de este lado diciendo, nosotros somos unos y ahora ustedes hacen la obra, es cierto que la tienen que hacer, pero somos parte de... porque también somos parte del cuerpo de Cristo como miembros.
Entonces, la progresión que hace Dios, es que cuando el Cuerpo es entrenado, ¿para qué trabaja cada miembro del Cuerpo? Dice, para edificar el cuerpo de Cristo, ¿sabe lo que es eso? Contribuir al desarrollo armónico del cuerpo de Cristo.
¿Qué estoy queriendo decir? Todos trabajan por igual, no estoy ahora hablando de armar un equipo, de tocar el teclado, no estoy hablando de eso, estoy hablando del trabajo de los unos hacia los otros, es contribuir al desarrollo armónico del cuerpo de Cristo que es la Iglesia, y cada uno está involucrado en esta tarea.
Esto es con la finalidad de que en la Iglesia de Jesucristo y en el mundo, haya un reflejo de Él mismo y de la vida de Él que la Iglesia lleva dentro suyo.
Fíjense, que estoy hablando corporativamente, estoy hablando de la Iglesia de Jesucristo como reflejo de lo que es Cristo.

Ahora bien, cuando esto sucede en la Iglesia hay estabilidad, ¿por qué estoy diciendo esto? Porque dice, así ustedes ya no serán niños zarandeados e irán de aquí para allá por asuntos, por doctrinas que lleguen... cuando esta labor se está haciendo, porque los cinco ministerios están haciendo su labor, y los miembros del cuerpo de Cristo toman lo que se les da, pero a la vez van creciendo en el desarrollo mutuo, esto produce estabilidad. ¿Y sabe qué pasa? Cualquier cosa que se quiera meter en la Iglesia, sea de doctrina o de cualquier otra cosa, rebota contra el discernimiento del Cuerpo.
Por eso, el individualismo es ajeno a este espíritu, y como Iglesia de Jesucristo, tenemos que echarlo fuera.
Cuando los miembros están trabajando los unos hacia los otros, hay estabilidad y disciernen, esto no es de Dios... Es estable, es maduro, no necesita preguntar, esto será de Dios o no será de Dios. Escuché tal cosa, escuché tal otra, sabe... discierne aquello que es de Dios y que no es de Dios.

Ahora, es muy interesante ver casi cuando termina, el equilibrio que existe entre la verdad y el amor, después, en un ratito más me voy a extender en esto, pero lo que quise ahora fue explicar en resumen, lo que el apóstol Pablo está queriendo decir en este pasaje.
Hay tres cosas importantes que quiero resaltar en este trabajo de los unos a los otros, dice que está o llega, la unidad de la fe, el conocimiento del Hijo de Dios, que da como resultado, llegar a la estatura de la plenitud de Cristo.
¿Qué es lo que está queriendo decir el apóstol Pablo con esto?
Cuando los cinco ministerios están trabajando y los unos a los otros nos estamos edificando, hay una unidad de la fe, es decir, aquello en lo que creemos. Pero la base de lo que creemos es lo que luego dice, el conocimiento del Hijo de Dios. No son doctrinas, es el conocimiento del Hijo de Dios.
La doctrina es importante, pero la unidad de la fe la da, el conocimiento del Hijo de Dios, esto significa, un conocimiento íntimo, experimental y profundo del Hijo de Dios; y esto entonces, se conjunta con la unidad de la fe.
¿Qué produce esto? Que el Cuerpo crezca, que el Cuerpo llegue a esa humanidad perfecta, a un estado adulto y de madurez, para que entonces, pueda reflejar a Cristo.
Démonos cuenta que siempre hay más, siempre hay una progresión. En el individualismo, la persona nunca se satisface; pero cuando los miembros nos ministramos unos a los otros, como la meta de los unos a los otros es hacer crecer el cuerpo de Cristo, no es un interés individual, ahí se acaban los egoísmos y las necesidades, yo estoy contribuyendo a que el cuerpo de Cristo crezca, y yo estoy satisfecho con esta labor, es un asunto espiritual que la Iglesia necesita practicar por la revelación que está teniendo.

Ahora fíjense, esta tarea de la que estamos hablando, ¿es exclusiva de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros? No, es de todos. Por eso, la idea de que donde hay pastores tienen que hacer todo y nosotros venimos y nos sentamos, y... no, no, no, no, no.
Cada ministerio hace lo que tienen que hacer, pero cuando el Cuerpo se congrega está ahí diciendo, ¿cómo hoy puedo bendecir a mi hermano? ¿qué tengo del Señor para bendecirlo? ¿qué es aquello que el Señor me habló para edificarlo? ¿qué es aquello que me dio para instruirlo y amonestarlo? ¿qué es la señal de amor que le puedo manifestar? ¿cómo hoy a mi hermano le puedo estar soportando su carga? es decir, llevando la carga con él...
Ve que no es un trabajo de los cinco solamente, porque Dios estableció que sea un trabajo de todo el Cuerpo. Por eso estamos contribuyendo a lo que Jesucristo dijo, edificaré mi Iglesia.

Ahora, voy a tema de la verdad y el amor, voy a leer Efesios 4:15 y 16, otra vez para resaltar lo que estamos diciendo. Efesios 4:15-16 Nueva Versión Internacional:

"Más bien, al vivir la verdad con amor,
creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor,
sostenido y ajustado por todos los ligamentos,
según la actividad propia de cada miembro."
Efesios 4:15-16

Aquí está la reafirmación de lo que acabamos de decir, según la actividad propia, es decir, que le corresponde a cada miembro. Entonces mi hermano, tú tienes una responsabilidad igual que yo, porque es según la actividad propia de cada miembro.
El miembro sabe que no se le tiene que pedir, viene dispuesto a hacer, está dispuesto a hacer.

Pero me llama la atención que dice: Más bien, al vivir la verdad con amor.
La verdad se vive, porque uno puede entender, a mí me enseñaron una verdad y yo sigo esa verdad... está bien, eso es vivir la verdad, estar en consonancia con lo que yo recibí de la esencia de Cristo.
¿Por qué? Porque esta verdad puede ser algo enseñado que se convierte en una doctrina y que a veces se convierte en legalismo. Pero cuando esa verdad, en la unción del Espíritu Santo, yo la entiendo como para beneficiar al cuerpo de Cristo y vivirla cada día, y vivirla con el cuerpo de Cristo, entonces, viene lo segundo, que es el amor, porque es vivir la verdad con amor. Alguna vez escuché una frase que no sé si la digo bien pero es algo como esto: la verdad sin amor es legalismo y el amor sin la verdad es hipocresía.
Claro, cuando yo digo la verdad, la verdad, la verdad a veces se puede transformar en legalismo, pero a veces puede ser algo muy, amor, amor, amor, amor... ¿y dónde está la verdad? Por eso, aquí hay un equilibrio entre la verdad y el amor.

Iglesia, nosotros tenemos la verdad, sabemos la verdad, la verdad es Él, cada uno la va a vivir diariamente y la va a compartir en amor y con amor.
Cuando nosotros estamos haciendo esta labor, estamos reconociendo que verdad y amor van de la mano, no se pueden separar. Nosotros, como cuerpo de Cristo, recibimos, no solamente las órdenes de la cabeza y el gobierno, sino que también recibimos el alimento espiritual que viene de Él.
Por eso dice, cuando recibimos de Cristo vamos a crecer en todo, en todo. Ése crecimiento tiene que ver con la cabeza que es Cristo, es decir, todo el crecimiento de la Iglesia apunta a Cristo y Cristo crece en mí; y entonces el Cristo que alimentó a la Iglesia se refleja, y entonces no va a ser hipocresía, va a ser una verdad en amor, que no solamente servirá para la Iglesia sino que servirá para aquellos que no tienen a Cristo.

Así que amados, la Iglesia la edificamos todos, cada uno tiene su parte en la Iglesia, aquí no hay lugar para el complejo de inferioridad, ni que yo no sirvo o no estoy capacitado, no, no, no, no. Dios a todos nos equipó y nos capacitó, es una tarea espiritual... Que yo tengo que alimentarme, que yo tengo que trabajar en aquello, claro, pero parto de la base de la importancia que el Señor me da a mí, como miembro del cuerpo de Cristo.

Quiero terminar diciendo algunas cosas que apunté aquí:
Cuando entendemos y discernimos la Iglesia, desaparecerán los intereses personales y egoístas y viviremos para el interés corporativo.
Cuando empecemos a entender la Iglesia, no un edificio, la Iglesia, la gente como cuerpo de Cristo, inmediatamente mis intereses egoístas desaparecen, porque qué es lo que yo quiero ver, el interés corporativo, el interés del Cuerpo; y es tarea de todos. ¿Saben por qué? Porque esto no es que uno crezca y el otro no crezca, que uno avance y el otro no avance, eso es en el egocentrismo y en el individualismo, Pablo le está hablado a la Iglesia y dice: hasta que todos lleguemos... dice, creceremos en todo hasta ser como es la cabeza, ¿quién? La Iglesia.
Y cuando estoy hablando de la Iglesia, estoy hablando de la Iglesia de Jesucristo a nivel universal, estamos hablando a iglesias locales, somos parte de la Iglesia universal, pero cuando nosotros discernimos esto, nuestro interés será corporativo, y entonces mi oración será, Señor mi interés es que tu Iglesia muestre a Cristo.
Nuestro interés es que Tú sigas siendo el centro, y no importa lo que venga, no importa lo que recibamos de afuera, importa lo que somos en ti; este Cuerpo va a crecer.

Otra cosa que anoté: Así como los miembros de nuestro cuerpo no viven para sí mismos sino para el cuerpo, de la misma manera nosotros como miembros del cuerpo de Cristo existimos para la Iglesia.
¿Escuchó eso? Se lo vuelvo a leer: Así como los miembros de nuestro cuerpo no viven para sí mismo sino para el cuerpo, de la misma manera, nosotros como miembros del cuerpo de Cristo existimos para la Iglesia.
Hermanos pregunto, ¿qué sería de este brazo si no está en mi cuerpo? Estaría inutilizado, por eso, mi brazo y todos mis órganos están en función del cuerpo, sino no tendrían razón de ser, despegado mi brazo de mi cuerpo no serviría absolutamente para nada.
Por eso mi querido hermano, su razón de ser es la Iglesia de Jesucristo, su razón de ser, su motivo, su causa, como miembro del cuerpo de Cristo, es la Iglesia.
Por eso, jamás podrán existir los cristianos solitarios, los que dicen, no necesito congregarme porque tengo la Biblia y oro en mi casa, ¿sabe qué es eso? Corté el brazo y lo puse sobre la mesa.
El cuerpo se manifiesta cuando todos los miembros están haciendo lo que tenemos que hacer y ¿sabe qué? Esto es un privilegio, no es una carga, no es una responsabilidad, es un privilegio, porque si Dios así nos designó, es un privilegio, porque Jesucristo murió por la Iglesia y yo tengo que ver la Iglesia como Él la ve.

Ahora, sin nuestro cuerpo físico, los miembros no tendrían razón de ser... Siguiendo este principio, sin la Iglesia, nosotros como cristianos, tampoco tendríamos razón de ser.
Y ¿por qué esto es así? Porque la finalidad de la Iglesia, cuando la Iglesia crece en todo, es que la cabeza sea exaltada.

Queridos, la Iglesia es la expresión de Cristo. Escuche, la Iglesia no es la expresión de los talentos o los dones de las personas, la Iglesia es la expresión de Cristo.
¿Sabe qué quita eso? Las figuras, las "personas importantes" entre comillas, influyentes dentro de la Iglesia, aquí la cabeza es Jesucristo, el Señor es Jesucristo y el que interesa es Jesucristo, yo soy un miembro del Cuerpo y unido a ustedes expreso a la cabeza.

Por eso, a partir de hoy nuestra meta tiene que ser, como Cuerpo expresamos a la cabeza. Claro que nosotros cantamos y decimos, porque un día toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre... sí, llegará un día, pero yo quiero que ese día sea hoy; y sea hoy para la Iglesia de Jesucristo.
Queridos, esto es maravilloso, yo sé que algunas cosas que dije hoy no entran dentro de un razonamiento común, pero sí entran dentro de un discernimiento espiritual para que ya dejemos de ser niños.

Hace poco dije en una iglesia, un día nosotros fuimos a la cruz, ¿verdad? Fuimos a la cruz, es una manera gráfica de hablar, ¿no? Fuimos a la cruz, ¿y qué pasó cuando fuimos a la cruz? Dijimos, Señor perdón, límpiame con tu sangre, me arrepiento. Ok.
¿Pero sabe lo que temo? Que muchos cristianos se hayan quedado dando vueltas alrededor de la cruz y no empezaron a caminar hacia la madurez de lo que el Señor quiere.
Y estamos tan acostumbrados a la leche, y la tenemos que empezar a dejar, porque la leche es ¿para quién? para los niños. Podemos comenzar como niños, ¿pero cuál es la meta de la Iglesia? Estado adulto ¿Cuál es la medida? La estatura de la plenitud de Cristo.
Entonces, cada uno hoy, y todos como cuerpo de Cristo, necesitamos tomar una determinación y decir, Señor ya no leche, necesito sólido, comer sólido, ¿para qué? Para que esto se cumpla, para que todo esto que hemos hablado, que te glorifica y que hace tiempo que estás esperando, comience a verse en la Iglesia.
Y ¿sabe qué va a pasar? Cuando empezamos a vivir así, le damos un golpe al individualismo y al egocentrismo, le hacemos guerra a los intereses personales, porque los intereses personales son la añadidura que Dios contempla y nos da, pero cuando mi interés es el cuerpo de Cristo, entonces, yo empiezo a ascender a alturas espirituales para que Cristo sea expresado.
Ahí afuera todavía se siguen preocupando por la ropa, por la comida y por la bebida; aquí adentro es, ¿cómo nos edificamos los unos a los otros? Porque ya hemos comido, ya hemos bebido y ya estamos vestidos de vestiduras de justicia.
¡Qué precioso es el Señor!
Ve que no dejó nada librado para que nosotros ansiáramos algo que necesitamos, todo lo tenemos en Él, por eso estamos siendo equipados.

Y quiero terminar con un versículo que Estela me compartió en esta semana, muy importante, y está en 1 Juan el capítulo 4 y el versículo 12. La primera carta del apóstol Juan, el capítulo 4 y el versículo 12, dice... No perdón... vamos a leer el 11, 1 de Juan 4:11:

"Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así,
también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.
Nadie ha visto jamás a Dios,
pero si nos amamos los unos a los otros,
Dios permanece entre nosotros,
y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente."
1 Juan 4: 11-12

¡Wow, qué tremendos versículos! Miren lo que dice el versículo 11, el apóstol dice: Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, porque está hablando del amor a través de su Hijo, así… también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Éste es un amor entrega y esta entrega es incondicional.
Y luego dice, nadie vio a Dios jamás, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros.
¿Qué es lo que está diciendo? Que Dios se manifiesta en el amor que yo le tengo a mi hermano, si yo puedo decirle a mi hermano, veo al Señor en ti, ¿o el libro de Hechos no registra cómo fueron llamados aquellos seguidores del Señor? ¿Cómo fueron llamados? Cristianos, ¿por qué? Porque seguían a Cristo.
Queridos, cuando nosotros nos amamos los unos a los otros, y nos servimos los unos a los otros, y nos instruimos los unos a los otros, y nos soportamos los unos a los otros, y nos animamos los unos a los  otros, ¿sabe qué estamos haciendo? Expresando el amor de Dios en nosotros.
Y miren lo que dice, entonces Dios permanece entre nosotros.
¿Qué es lo que está diciendo? Se hace evidente. Entonces cuando eso se hace evidente nadie podrá decir, en esa iglesia no hay amor, porque el amor de Dios se estará manifestando.

Gracias a Dios por lo que nos habló hoy, les aseguro que tenía esto en el corazón y lo tengo hace tiempo, pero como sé que la Iglesia va a entrar en esa nueva dimensión que el Señor quiere, saliendo de la niñez y de tomar leche, necesitamos empezar a ver a la Iglesia como Él la ve, y a trabajar todos para que el cuerpo de Cristo crezca.
No estoy hablando de lo numérico ahora, eso es aparte, porque ése no es mi tema. Estoy hablando, de que mi aporte va a hacer crecer a mi hermano y juntos estamos contribuyendo a que el cuerpo de Cristo crezca.

Por eso, ¿sabe cómo vamos a terminar hoy? Orando el uno por el otro, pero mire lo que vamos a hacer, una vez que cortemos la transmisión, y con esto voy a invitar a todos los pastores y a las iglesias que están viendo y oyendo esto, vamos a juntarnos de a dos y no vamos a pedir nada al Señor, ¿sabe qué vamos a hacer? Le vamos a decir al hermano que tienes al lado, te reconozco como parte mía, tú y yo juntos somos miembros del cuerpo de Cristo. No le diga, Dios te bendiga, dígale, tú y yo hemos sido bendecidos con toda bendición en lugares celestiales; y vamos a darle un golpe mortal al egocentrismo, al individualismo, porque dice que cuando hacemos esto, el amor de Dios se manifiesta entre nosotros.
No estoy usando una táctica ni ninguna estrategia, estoy usando los recursos espirituales para empezar a liberar en nuestro espíritu, lo que Dios nos habló. ¿Estoy siendo claro? ¿Y sabe qué va a pasar? Cuando esto, la Iglesia lo empiece a practicar los de afuera, ¿saben qué dicen? Como dice la Palabra, miren cómo se aman.
Eso es lo que el mundo está necesitando, hay mucha filosofía pero poco amor genuino, la única que tiene amor genuino es la Iglesia, porque es el amor de Dios derramado por el Espíritu Santo en nuestros corazones, y entonces cuando estamos haciendo esto, ¿sabe qué estamos haciendo? Ministrando a Dios, porque nos estamos ministrando entre nosotros estamos sirviendo a Dios, ¿estoy siendo claro?

Entonces, voy a ser una breve oración, después de la oración cortamos la transmisión y tomen a otra persona, que no sea su familiar, que no sea su familiar, tome a otra persona bendígalo y dígale que es un privilegio ser parte con él o con ella, de este cuerpo de Cristo.

Padre, en el Nombre de Jesús, te damos gracias en esta preciosa tarde y por tu Palabra.
Gracias, porque Tú tienes todo el plan desde antes de la fundación del mundo, gracias porque en el corazón tuyo estuvo y está la Iglesia, y Jesucristo murió por la Iglesia.

Dice tu Palabra que se entregó por ella, para presentársela a sí mismo, una Iglesia santa, pura, sin mancha, sin arruga y gloriosa.

Señor, reconocemos la importancia de cada uno de nosotros como miembros del cuerpo de Cristo, pero también reconocemos el servicio de los unos a los otros en amor y por amor. Y hoy queremos empezar, algunas iglesias en diferentes países y ciudades del mundo, a practicar esta verdad con amor y que Tú seas manifestado y que la Iglesia sea la expresión de Cristo.

Señor gracias, porque esto es un privilegio para nosotros, reconocemos que Tú nos has salvado con el propósito de insertarnos en el Cuerpo y que seamos de beneficio para el otro, y que juntos contribuyamos a la edificación del cuerpo de Cristo.

Gracias por esta libertad que podemos gozar, y con lo que vamos a hacer le estamos dando un golpe mortal al egocentrismo, al individualismo y a toda filosofía de la Nueva Era o de cualquier otra cosa que haya venido que no pertenezca a tu Reino, nosotros somos parte de tu Reino, somos parte de tu Iglesia y en el estilo de la vida de Reino queremos vivir y vamos a vivir, en el Nombre precioso de Cristo oramos, amén Señor, amén, amén.


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