en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Definitivamente nos tiene que ser revelado este Espíritu de unidad. Nos tiene que ser revelado, porque algo tiene que explotar en el ámbito Espiritual a través de nosotros para la manifestación del Reino. Algo que es más allá de lo que alguna vez pudiéramos haber pensado o imaginado.
Cuando uno puede empezar a ver la dimensión del Reino, cada vez más, no puede conformarse, no hay forma ni manera de conformarse. Y la Iglesia Apostólica y Profética corre un riesgo, un serio riesgo, y es el riesgo de entrar en un estado de conformidad, por pensar que hemos llegado a una dimensión que otros no han llegado. Y como otros no han llegado, estamos un paso adelante.
Pero esa conformidad empieza a tragarse todo el potencial, la magnitud y la grandeza de la vida de Cristo que cada uno de nosotros tenemos.
Por eso, este Espíritu de unidad nos tiene que ser revelados, ¿sabe por qué? Porque le quiero decir esto con todo el amor que usted sabe que le tenemos, la próxima vez que haya una convocatoria del Ministerio, como ocurrió para el día viernes pasado, la unidad, ¿sabe cómo se tiene que manifestar? Porque en el lugar donde está la convocatoria hay un solo hombre reunido en el Espíritu y poder de Dios.
El viernes pasado, esto tendría que haber explotado, como no logró explotar, ¿sabe por qué? Porque no se nos ha revelado este Espíritu de la unidad.
No hemos entendido que Dios nos ha reunido bajo un mismo gobierno. Cuando dice, un Señor, y como Daniel expresaba, eso implica el gobierno sobre nosotros, y cuando dice, un Dios, está implicando que bajo ese gobierno tenemos protección y cobertura, y que hay una misma mente, un mismo objetivo, hay una misma meta a la cual debemos alcanzar.
No es una tarea de unos pocos. La próxima vez, usted tiene que saber que el Ministerio no está organizando un evento, no es la presentación de un libro, mucho menos es demostrar que podemos presentar una obra de teatro... Es decir, cada uno en su lugar, en su función, en su unción y en su gracia por la unidad del Espíritu producimos un ataque directo a la potestad de las tinieblas; de tal manera que arrebatamos de las manos del enemigo a todos aquellos que están cautivos, con el poder del mensaje del evangelio de Cristo que nos ha transformado. La unidad del Espíritu nos tiene que ser revelada, porque no basta con que tengan un ministerio de cobertura en común. Eso no nos hace uno, por ahí no viene la unidad. La unidad es del Espíritu, la unidad no es de un ministerio, de un mismo ministerio que nos cubre.
Y cuando nosotros permitimos esta conformidad, ¿saben qué? Caemos en la mediocridad. Y lo que yo quiero compartir en este rato, es algo que está en mi espíritu, en mi corazón hace varios días atrás. Y que compartí con mi esposa al ver la expectativa que en nosotros y en el Ministerio se generaba por ésta, para nosotros, esta visita a México, y para el Ministerio esto que íbamos a desarrollar. Yo empecé a percibir en mi espíritu que había un sentido de conformidad y de mediocridad que estaba capturando a la Iglesia, de tal manera que no podíamos desarrollar todo lo que Dios puede hacer a través de nosotros; porque no hemos alcanzado la dimensión de lo que significa ser el Cuerpo de Cristo. Si esa dimensión, no sólo la creyéramos sino la viviéramos, yo le puedo asegurar que veríamos cosas asombrosas como Iglesia a cada paso, porque somos Cristo mismo en la tierra.
Por un momento usted piense y haga esta comparación, Jesús hombre, en la tierra hizo grandes maravillas y milagros, ¿sí o no? Vino a mostrar el Reino y a manifestarlo en plenitud, ¿sí o no? Pero imagínese usted ahora; Cristo el que murió, resucitó y ascendió y ahora esta sentado en los lugares celestiales por encima de todas las cosas. Imagínese un momento a ese Cristo, mucho mayor que el Jesús hombre, de nuevo en la tierra. ¿Qué ocurriría en este mundo? Sería impresionante, los evangelios quedarían chiquitos, comparado a lo que Cristo, el glorificado y ascendido, haría sobre esta Tierra. ¿Sabe lo que no hemos dimensionado? Que Cristo ya está en la tierra a través de su Iglesia. Y no lo hemos dimensionado, por eso nos conformamos.
Así está bien, claro, como dimos uno o dos pasos más que otros, así está bien.
Y en todas las áreas de nuestra vida permitimos que algo, que es el espíritu del mundo y esa misma mentalidad del mundo, nos opaque y nos envuelva; de tal manera que no podemos entender que hay algo sobrenatural en nosotros, que si lo desatamos y permitimos que fluya, Cristo haría lo que el mundo nunca ha visto, a través de nosotros.
Por eso yo quiero mostrarle algunos pasajes. Y como siempre, usted sabe que cada vez que compartimos algo pedimos al Espíritu de Dios que nos de la gracia de impartir lo que estamos compartiendo, porque nunca compartimos una palabra o un mensaje impartimos algo que esta en nuestro Espíritu para que sea real en su Espíritu. Efesios 2 y el versículo 10. Dice la Palabra de esta manera:
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas”.
Efesios 2:10
Lo primero que necesitamos entender ¿Sabe qué es? Que somos una hechura especial de Dios.
Yo sé que, seguramente, algunos de ustedes saben lo que significa la palabra hechura, posiblemente otros no. Pero yo quiero decirle lo que esta palabra hechura significa; la palabra original es la palabra "poiema". De donde se deriva la palabra poema, de nuestro español y de nuestro castellano. Y esta palabra implica un producto manufacturado, un diseño producido por un artesano ¿Sabe qué significa ser hechura de Dios? Que somos, escúcheme muy bien, la obra maestra de Dios.
Cuando yo meditaba en esto, el Espíritu Santo me hizo comprender una verdad que por lo menos yo, no había comprendido en esta dimensión antes. Nosotros muchas veces hacemos referencia a todo lo creado por Dios desde el principio, la grandeza que todo lo creado por Dios tiene. Y además vemos la grandeza de la creación de hombre y mujer como inicio de la raza humana, pero lo que Dios me mostró es que él cuando creó esas cosas, todavía no había creado lo mejor. Que él tenía una mejor y mayor creación ¿Y sabe cuál es esa mayor y mejor creación de Dios? Sus hijos.
Usted vio que a todo artista se lo reconoce por toda su obra, pero a la mayoría de los artistas se lo reconoce por alguna obra en particular. Y se dice de un pintor tal obra, es la culminación de su arte, es el pico más alto de su destreza para manifestar su talento, ¿sí o no? Si pudiéramos decir esto de Dios, ¿sabe que podríamos decir? Los hijos de Dios, somos la más grande y sublime creación suya por encima de lo creado en el principio y por encima de lo creado en Adán y Eva como inicio de la raza humana.
Cuando Dios creó a la raza humana, Él estaba por dentro diciendo, todavía no creé lo mejor, porque lo mejor lo tengo guardado, está adentro mío y a través de Cristo, un día crearé lo más grande que exista sobre la tierra, mis hijos.
No hay mayor, ni mejor creación de Dios que tú y yo.
¿Y sabe lo sorprendente de esta creación? Que dice, somos hechuras suyas. ¿Y qué más dice el versículo después? Creación ¿Sabe que significa? Que esta hechura de Dios tiene una base y un fundamento, Cristo Jesús. Somos la más grande creación, porque Dios antes, antes no podía crearnos porque necesitaba la obra completa de Cristo para manifestar su más grande creación. Sin la obra de Cristo, el gran artista no podía dar todo lo que estaba en Él.
Creados en Cristo Jesús.
Por eso mi hermano sino nos es rebelado todo lo que tenemos en Cristo, seguiremos viviendo a la altura de lo que nosotros podemos lograr en Cristo. Y no es lo que yo puedo lograr, es lo que ya tengo en Cristo. Porque ningún cuadro de un gran pintor se esfuerza por mostrar la habilidad y el talento de su creador. Donde ese cuadro es colgado manifiesta que el artista tiene talento. Ningún cuadro dice, yo me voy a esforzar para que los colores se vean más brillantes, yo me voy a esforzar para que la cascada que pintó del lado derecho se vea como que salpica agua, para que cuando se acercan sientan la brisa de la cascada; no, no. Uno se para y dice, pero parece que esa cascada está en movimiento, parece que el agua está cayendo de la manera que lo pintó. Nunca vi pintar algo de esa manera.
La obra manifiesta la grandeza de su creador. Mi hermano, la Iglesia ha sido puesta en la tierra para manifestar la grandeza del más grande artista en el universo entero. Que la gente se detenga y se pare para decir, nunca he visto un ser humano como éste. Y no porque tú ese día fuiste mejor vestido o el perfume te quedo mejor que el día anterior, es porque hay algo sublime dentro tuyo que se manifiesta por la vida de Cristo.
Pero, ¿sabe qué dice después? ¿Qué más dice? Creados en Cristo Jesús, para buenas obras.
¿Sabe qué ocurre? Todo lo que Dios crea, lo crea si tiene propósito. Si no hay propósito, no existe creación. Nada pudiera ser creado sino tiene un propósito.
Una persona que inventa algo, lo inventa con un propósito. Posiblemente para otro el propósito no sea tan importante, pero para el creador es importante. Creó una máquina para pelar el limón solito y para él es lo más grandioso, lo creó con ese fin.
Dios a ti y a mí, como sus hijos con la misma naturaleza de Cristo, nos creó con un fin; dice la Escritura, para buenas obras. Esas buenas obras manifiestan el propósito de Dios en nuestras vidas. Ahora cuando yo fui a buscar lo que significaba estas buenas obras y me metí un poquito más en este significado, ¿sabe qué significa buenas? Que si bien se manifiestan en su carácter o constitución como buenas, son beneficiosas en sus efectos. Claro, cuando vi, porque yo dije, a ver, a ver Señor, ¿qué significa buenas obras? Que le abrís la puerta a una mujer embarazada para que pasara antes que yo ¿Qué es buenas obras? Le dejé el asiento de la combi a una persona ¿Qué son buenas obras?
Las buenas obras, de las que Dios habla, primer punto, usted recuerde esto esas buenas obras marcan el propósito de nuestras vidas, porque la buenas obras marcan propósito, o sea que esas buenas obras son la manifestación de lo que Dios diseño para que camináramos en eso, primer punto. Y esas buenas obras manifiestan que en su esencia, en su carácter son buenas, pero porque el resultado es algo beneficioso para otros.
O sea, que no son buenas obras para quedar bien, es que esas buenas obras impactan la vida de otras personas y sellan esa vida para manifestar que quien hizo esa buena obra tiene una esencia diferente para manifestar la grandeza de la creación.
Por eso, fíjese que dice, buenas obras las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas; por eso ni siquiera se trata de rompernos la cabeza y decir, y la voluntad de Dios... y ahora qué hago... y como lo hago...
Mi hermano, cuando vivimos como hechura de Dios, ¿sabe lo que ocurre? Esto, yo estoy convencido hace mucho tiempo, cuando Dios me lo mostró y lo empecé a vivir, ¿sabe qué ocurre? Todas nuestras acciones están dentro del plan de Dios, porque hay un Espíritu que nos habita y nos gobierna y nos conduce por el propósito que Dios preparó de antemano.
Toda obra y acción que tú y yo hacemos como es hechura de Dios, son estas buenas obras, son el propósito de Dios. ¿Pero sabe por qué nos preocupamos tanto de si es o no es la voluntad de Dios? ¿Sabe por qué nos preocupamos? Porque no vivimos manifestando la hechura de Dios que somos. No vivimos por la naturaleza de Cristo, por eso nos preocupamos.
Pero Dios preparó estas buenas obras para que manifestáramos propósito sobre la tierra.
Ahora fíjese en Tito 2:14, la carta de Pablo a Tito; el capítulo 2 y el versículo 14 dice:
“Quien se dio a sí mismo por nosotros
para redimirnos de toda iniquidad
y purificar para sí un pueblo propio,
celoso de buenas obras”.
Tito 2:14
Cuando acá dice que Cristo se dio a si mismo para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, Dios está hablando de esa unidad de la cual habló Daniel antes. ¿Por qué? Le explico por qué, porque los hijos de Dios individualmente no podríamos lograr manifestar estas buenas obras. Si estuviéramos fuera del Cuerpo, como hijos tendríamos la vida de Cristo en nosotros pero no podemos manifestar la misma magnitud de esa vida porque estamos fuera de la unidad del Cuerpo.
Por eso dice, purificar para sí un pueblo propio, un pueblo propio. Y cuando Dios ve a un pueblo, entonces dice, celoso de buenas obras.
Y acá es donde Dios me empezó a mostrar la mediocridad... ¿Sabe por qué? Porque tuve que reconocer delante de Dios que todavía no somos un pueblo celoso de buenas obras ¿Sabe de dónde viene esta palabra, celoso? No sé si alguien se lo imagine, viene de la palabra celote. ¿Usted se acuerda un Simón apóstol de Jesús? Simón, ¿qué? El celote ¿Sabe qué eran los celotes? La rama más estricta de los fariseos. Celote, espere que se lo digo porque no me lo acuerdo de memoria, celote quiere decir un partidario incondicional. Claro ahora entiendo, Jesús es sabio y el Padre también es sabio. Cuando llamó a Simón dijo, acá tengo a un incondicional, porque éste como fariseo, con los dientes le arrancaba los pelos a quien sea. Ahora de mi lado, éste se lleva el mundo por delante.
¿Sabe qué está diciendo Dios? Un pueblo celote, un pueblo partidario incondicional de mi Reino. Celoso de buenas obras, que no quiere manifestar otra cosa que las buenas obras; para las cuales Dios lo preparó y que Dios lo levantó para que las mostrara sobre la Tierra.
Claro pero hay estamos nosotros diciendo, Señor es que no puedo, es que no tengo la capacidad, es que no tengo fuerzas, es que el problema, la situación... Y Dios dice, cuantos siglos más tendrán que pasar para tener un pueblo celoso de buenas obras, cuánto tiempo más tendrá que pasar... Tú sigues preocupado por tus situaciones en vez de ser celosos de buenas obras como mi pueblo. Y te darías cuenta que lo que es una situación para ti, Dios dice, para mí es una resolución a tu favor. Tú tienes una situación y para mí ya está resuelta, resuelta.
Mire esto, yo le puedo poner la firma, usted más se preocupa en la situación menos resolución tendrá de ella, se lo firmo si quiere. Preocúpese más, y menos solucionará esa situación. Usted verá que se enreda más en el problema y en la situación ¿Por qué? Porque no fuimos llamados por Dios ni como creación suya para solucionar situaciones, ni preocuparnos por ellas; fuimos puestos en la Tierra para manifestar buenas obras. Son dos polos completamente opuestos, celoso de buenas obras.
Hebreos 9:14. Yo quiero mostrarle que Dios hizo algo más a nuestro favor, porque Dios realmente, Dios es tan sobreabundante que es algo impresiónate lo que Él ha hecho. Dice Hebreos 9: 14 de esta manera:
“¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo
sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias
de que de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”
Hebreos 9:14
Mi hermano, cuando Jesús derramaba su sangre, ¿sabe una cosa? Que estaba haciendo y que pocas veces notamos y no recordamos que lo hizo, ¿sabe qué es? Que limpió nuestras conciencias, nuestro sentido del bien y del mal. ¿Sabe de qué? De obras que producen muerte. Por eso dice, hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Cuando nacíamos en delitos y pecados con naturaleza pecaminosa, Dios ya estaba diciendo aunque la naturaleza pecaminosa está allí y aunque caminará algunos años en obras que producen muerte; cuando reconozca el señorío de mi Hijo Jesucristo, Yo le mostraré que desde antes yo le di propósito, lo salvé y lo voy a restaurar de tal manera que nunca más hará obras de muerte. Nunca más, porque fuimos limpiados de obras muertas y si fuimos limpiados de obras muertas ni tu ni yo las podemos producir jamás. Por eso me enoja la mediocridad. ¿Sabe por qué? Porque cuando usted dice bueno, como muchas veces el apóstol dijo, esta camisa si la pongo a trasluz se ve todo, parece piel de cebolla pero aguanta uno seis meses más; eso es una obra muerta porque eso no manifiesta la grandeza de la hechura de Dios. Y te estoy diciendo nada más algo demasiado sencillo. Pero sabes lo que me preocupa que en lo personal, en lo familiar, en lo comercial, en lo laboral, en lo espiritual, en lo ministerial, pastores, permitimos la mediocridad...
Generación en Conquista, iglesia local, pongo un ejemplo, no quiere decir que esto sea así, estas flores no están tan feas todavía aguantan, están lindas, unos cinco años más. Pero hay alguien dentro del Cuerpo que está diciendo, yo quiero donar unos floreros mejores y unas flores mejores, y algo que sea mejor para Dios; porque yo lo quiero manifestar por lo que Dios puso en mí, no lo haces, eso es una obra muerta. Nos conformamos con el florero, está lindo, se ve bien. Y ahora le agregaron una cintita que antes no la tenia... ¿Sí o no?
Si no, hace tiempo que no estoy pero me doy cuenta que tiene una cintita que antes no tenía.
Pero la hechura de Dios está para manifestar lo excelente que viene de Él. Déjeme decirle, lo que usted vio el viernes aquí, ¿sabe por qué es? Porque los integrantes de este Ministerio nunca nos conformamos. Esta misma obra, los pastores que están aquí la vieron en Acapulco, ahora, ¿Cuándo la vieron el viernes, pastores, la vieron cambiada? Por favor le pido esto, no lo digo para que usted no se enaltezca, solamente nos estamos poniendo de ejemplo; porque terminó Acapulco y fue glorioso pero dijimos hay más, eso se puede hacer mejor.
Ahora mismo, hoy al mediodía hablé con una de las personas que nos ayudó con el video y le dijimos, Marcos te lo digo desde acá, hay que volver a filmar a Marcos. Porque hay que mejorarlo, lo que se ve en la pantalla central no nos gusta, puede salir mejor, puede salir mejor y lo vamos a mejorar.
¿Sabe qué significa? Que cuando usted y yo decimos, bueno así está bien, si se ve bonito, si está todo bien, si ya lo probamos una vez y funcionó... Esa mediocridad opaca la grandeza de la hechura de Dios. La va matando poco a poco en nosotros a tal punto y a tal grado que no se ve el Reino de Dios.
Lo último que quiero compartir, bueno lo anteúltimo, pero es lo último casi... Efesios 4 versículo 22 dice:
“En cuanto a la pasada manera de vivir,
despojaos del viejo hombre,
que está viciado conforme a los deseos engañosos”.
Efesios 4.22
Antes de seguir leyendo quiero decirles esto, hay una acción concreta por parte de la hechura de Dios que no la va a hacer Dios, le corresponde a sus hijos, despojarse del viejo hombre. ¿Sabe por qué permitimos la mediocridad? Porque el viejo hombre todavía no ha sido despojado, no le hemos dicho ésta ya no es tu casa, acá está la puerta, por favor te vas, ahora te vas, no tienes lugar en esta casa...
Seguimos dejando al viejo hombre viviendo con nosotros, y el viejo hombre lo único que produce es lo que dice aquí la Escritura, dice que el viejo hombre está viciado conforme a los deseos engañosos.
Escúchame muy bien, cuando producimos una obra por la influencia del viejo hombre aunque la intención sea buena, el viejo hombre nos engaña, porque está viciado con un deseo perverso, parece bueno en la intención pero es perverso y nos destruye. Por eso cuando tú quieres avanzar pero por tus esfuerzos y tus logros lo único que te ves es enredado mas en esa situación, porque no se trata del esfuerzo se trata de la decisión.
Viejo hombre adiós, viejo hombre ya no tienes lugar, viejo hombre ya no vives en mí, viejo hombre ésta no es tu habitación... Uno solo me habita y es el Cristo glorificado. Ése no está viciado con deseos engañosos, ése tiene un potencial de bendición, de reproducción, de grandeza y de magnitud que no hemos descubierto por el mentiroso del viejo hombre que hemos dejado viviendo, aunque duerma en la sala de casa. Le dijimos no hay lugar en la cama pero acuéstate en el sillón.
Pero después dice:
“Y renovaos en el espíritu de vuestra mente”.
Efesios 4:23
La palabra espíritu es una palabra, que en el original, es la palabra pneuma. Muchos de ustedes la conocen, esa palabra, el inicio, en principio identifica a el viento. Pneuma se usa para el viento, por eso se usa también para espíritu. ¿Por qué? Porque el espíritu, al igual que el viento, es inmaterial, es invisible, no se puede tocar, no se puede palpar. Igual que el viento, tú lo sientes pero no lo puedes agarrar, al espíritu tampoco.
¿Pero sabe lo que me llamó la atención la palabra espíritu, acá? Que esta palabra espíritu tiene que ver con propósito y objetivo. Entonces si tu traduces ese versículo dice, renovaos en el propósito y objetivo de vuestra mente.
Claro, cuando permitimos al viejo hombre, nuestra mente tiene un objetivo engañoso y perverso. Pero cuando permitimos la vida de Cristo en nosotros manifestarse, tenemos que nosotros, al despojar al viejo hombre permitir que el objetivo sea cambiado. Yo voy a mi trabajo porque ahí manifiesto la gloria de Dios y ahí Dios me puso para buenas obras. El Reino de Dios es manifestado a través mío en ese lugar. Yo estoy en un colegio, en una universidad por la misma razón. Pero cuando no renovamos el propósito y objetivo de la mente, jóvenes, si ustedes van a la universidad porque quieren ser profesionales y tener un titulo, error. El titulo es resultado de hijos de Dios que saben que tienen un objetivo. El objetivo es manifestar el Reino en esa universidad, para que después con el titulo ustedes puedan decir, ahora yo en una empresa, en una institución de gobierno, en donde Dios me pone, yo ahora voy a manifestar el Reino. El titulo es la excusa, el trámite intermedio para la manifestación del Reino a través de tu vida.
Pero tenemos objetivos de mente equivocados. Venimos a Cristo porque queremos tener una buena familia. Y yo estaba a punto de divorciarme, ahora somos un matrimonio feliz; objetivo de mente equivocado.
No, antes estabas por ser destruido; ahora tú construyes en otros, lo que Dios primero construyó en ti.
Objetivos equivocados tenemos, muy cristianos, pero equivocados.
Antes tratábamos a las patadas a nuestros hijos, ahora somos buenos padres, objetivo equivocado; porque Dios te dio hijos para preparar hombres y mujeres de Reino que se lleven el mundo por delante cuando sean adolescentes y jóvenes. Ser buenos padres, objetivo de mente equivocado.
Renovaos en el espíritu de vuestra mente...
Pastores, estoy bajo cobertura apostólica y profética para poder decir, mi iglesia esta bajo el gobierno de Dios; objetivo equivocado.
Pastores, ¿me están escuchando no? porque son poquitos y les hablo a ustedes; objetivo equivocado...
Están bajo cobertura apostólica y profética para levantar una iglesia de vencedores, que puedan conquistar el lugar donde Dios los puso. No permitan que haya des-unidad en el Cuerpo, velen por las personas que Dios puso a su cuidado pero que la unidad de espíritu empiece en ustedes pastores, porque nunca podrán pedir al Cuerpo lo que primero ustedes no estén viviendo.
Sé que hay cosas, proféticamente quiero hablar, sé que hay cosas que ustedes piden a Dios en oración pero no la ven cumplidas porque Dios está diciendo, primero lo quiero ver en ti. Tú lo sabes acá, pero no lo estás viviendo. Lo quiero ver en ti, cuando lo vea en ti lo vas a ver como reflejo en la congregación que te encargué para pastorear, en el nombre de Jesús...
Y recordé, cuando comenzó Daniel a predicar, recordé algo que enseño Jesús. Y Jesús cuando habló de ser la luz del mundo, al inicio de lo que se conoce como el sermón de la montaña, dijo al final de esa partecita de que: somos la luz del mundo.
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres
para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen
a vuestro Padre, que está en los cielos”
¿Sabe cómo se manifiesta el Reino? Cuando vivimos en el propósito de las buenas obras, que Dios preparó de antemano, y los demás tienen que caer rendidos ante Dios y decir, Dios te glorifico porque reconozco que tú existes y eres verdadero.
Para terminar, quiero decirle que el día de ayer tuvimos un día precioso en la Expocristiana. Pero fue un día excelente. ¿Sabe por qué? Porque los que vinieron de Generación en Conquista, iglesia local, se encontraron con el verdadero mundo cristiano. Sí, sí es el verdadero hasta ahora, es el que se ve, es el que se vive, es la mentirosa realidad que el diablo impuso sobre la Iglesia. Desorden, falta de gobierno, impuntualidad, idolatría, mercado, falta de autoridad...
Mire, no necesito decirlo yo, ¿se da cuenta? Le sirvió a los que fueron tan solo una probadita. Claro pero nosotros nos llenamos la boca de decir, somos una Iglesia apostólica y profética. Pero mi hermano, tú no sabes que hay una gran porción de la Iglesia que se está muriendo y la están ahogando cada vez más. El diablo le tiene la cabeza abajo del agua y la Iglesia está sacando burbujitas y va a llegar un momento que ya no saca más burbujitas, si seguimos así.
Esta parte del Cuerpo tiene que ir al Diablo, pegarle una patada y rescatar de abajo del agua, a esa Iglesia que se está muriendo. Es tiempo, es tiempo... Si sólo somos una Iglesia apostólica y profética, otra vez le digo, objetivo de mente equivocado. Está equivocado, porque hasta que no veamos una sola Iglesia alrededor del mundo no vamos a descansar, porque no nos conformamos con la mediocridad.
Este Ministerio no se conforma con tener una iglesia bajo cobertura, ni tampoco quiere mil iglesias bajo cobertura; no estamos hablando de eso. Queremos ver a la Iglesia de Jesucristo bajo el gobierno de Dios, conquistando las naciones. Eso es el objetivo, ésas son para nosotros como Ministerio, las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. No vamos a descansar, no nos vamos a detener.
Yo quiero orar, pero quiero que tú puedas decirle al Señor: Señor, esta faceta de mi vida, esta otra, esta área, este pensamiento, esta actitud, han sido mediocres en mí, mediocres. Tuve un objetivo de mente equivocado, me equivoqué. Me preparaste buenas obras y estoy viviendo en la misma obra infructuosa del viejo hombre. Obras que producen muerte...
Quiero que esté de pie, y que conmigo en una acción profética y en oración le des una patada al viejo hombre, y a esos objetivos y metas equivocadas de mente.
Renovaos en el Espíritu, en el objetivo, en el propósito de la mente. Porque la mente de Cristo que nos habita tiene un solo objetivo, la gloria y el Reino de Dios manifestado en la Tierra; ése es, no es otro. Así que vamos a orar y todo lo que tengas que desalojar y darle una patada, en el nombre de Jesús, es tiempo ahora de hacer, es tiempo de ser violentos. Iglesia, violentos porque el Reino de los cielos es de los valientes y los violentos lo arrebatan. La mediocridad si tú no le das una patada te va a dar una patada a ti. Vamos a orar en el nombre de Jesús.
Padre, te bendecimos y te honramos en esta tarde, porque estamos convencidos que Tú estás perfeccionando a los santos para la obra del ministerio. Pero esto no son palabras, ni es un versículo de la Escritura. Yo declaro que es una realidad espiritual de tu Iglesia para que hayan santos y santas caminando sobre la Tierra y andando en las buenas obras que Tú preparaste de antemano para que camináramos en ellas.
Por eso ahora como acción profética, en el nombre de Jesús, como Iglesia verdadera tuya le damos una patada al viejo hombre y a los objetivos equivocados de nuestra mente. Dejamos de perder el tiempo en tonterías que nos envuelven, dejamos de darle lugar a la mediocridad que no nos permite avanzar. Ya no permitiremos cosas equivocadas en la casa, en la familia. No permitiremos cosas equivocadas en el trabajo, no permitiremos cosas equivocadas en el estudio, no permitiremos cosas equivocadas en nuestra vida espiritual, ni en el ministerio; en el nombre de Jesús.
Ahora implantamos en nosotros la grandeza de la hechura que somos, somos tu más grande creación Señor. No ha habido creación mayor que nosotros, como tus hijos.
En el nombre de Jesús yo declaro, como esa gloriosa creación que somos, que las buenas obras se empezarán a revelar delante de nuestros ojos y comenzaremos a andar por ellas y tendremos un propósito y un objetivo de vida correcto, para que los hombres que nos rodean al ver nuestras buenas obras glorifiquen al Dios y Padre y reconozcan que el existe y es verdadero y se rindan de todo corazón.
En el nombre de Jesús lo declaramos, Señor lo declaramos porque es la verdad de tu Palabra y lo implantamos por tu Espíritu en ésta, tu Iglesia, para la manifestación verdadera de tu Reino en todo lugar; en el Nombre de Jesús Amén, Amén, y Amén Señor. Amén.
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