
en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
 
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Definitivamente nos tiene que ser revelado este  Espíritu de unidad. Nos tiene que ser revelado, porque algo tiene que explotar  en el ámbito Espiritual a través de nosotros para la manifestación del Reino.  Algo que es más allá de lo que alguna vez  pudiéramos haber pensado o  imaginado. 
Cuando uno puede empezar a ver la dimensión del Reino, cada vez más, no puede  conformarse, no hay forma ni manera de conformarse. Y la Iglesia Apostólica y  Profética corre un riesgo, un serio riesgo, y es el riesgo de entrar en un  estado de conformidad, por pensar que hemos llegado a una dimensión que otros  no han llegado. Y como otros no han llegado, estamos un paso adelante. 
Pero esa conformidad empieza a tragarse todo el potencial, la magnitud y la  grandeza de la vida de Cristo que cada uno de nosotros tenemos. 
Por eso, este Espíritu de unidad nos tiene que ser revelados, ¿sabe por qué?  Porque le quiero decir esto con todo el amor que usted sabe que le tenemos, la  próxima vez que haya una convocatoria del Ministerio, como ocurrió para el día  viernes pasado, la unidad, ¿sabe cómo se tiene que manifestar? Porque en el  lugar donde está la convocatoria hay un solo hombre reunido en el Espíritu y  poder de Dios. 
El viernes pasado, esto tendría que haber explotado, como no logró explotar,   ¿sabe por qué? Porque no se nos ha revelado este Espíritu de la unidad. 
No hemos entendido que Dios nos ha reunido bajo un mismo gobierno. Cuando dice,  un Señor, y como Daniel expresaba, eso implica el gobierno sobre nosotros, y  cuando dice, un Dios, está implicando que bajo ese gobierno tenemos protección  y cobertura, y que hay una misma mente, un mismo objetivo, hay una misma meta a  la cual debemos alcanzar. 
No es una tarea de unos pocos. La próxima vez, usted tiene que saber que el  Ministerio no está organizando un evento, no es la presentación de un libro,  mucho menos es demostrar que podemos presentar una obra de teatro... Es decir,  cada uno en su lugar, en su función, en su unción y en su gracia por la unidad  del Espíritu producimos un ataque directo a la potestad de las tinieblas; de  tal manera que arrebatamos de las manos del enemigo a todos aquellos que están  cautivos, con el poder del mensaje del evangelio de Cristo que nos ha  transformado. La unidad del Espíritu nos tiene que ser revelada, porque no  basta con que tengan un ministerio de cobertura en común. Eso no nos hace uno,  por ahí no viene la unidad. La unidad es del Espíritu, la unidad no es de un  ministerio, de un mismo ministerio que nos cubre. 
Y cuando nosotros permitimos esta conformidad, ¿saben qué? Caemos en la  mediocridad. Y lo que yo quiero compartir en este rato, es algo que está en mi  espíritu, en mi corazón hace varios días atrás. Y que compartí con mi esposa al  ver la expectativa que en nosotros y en el Ministerio se generaba por ésta,  para nosotros, esta visita a México, y para el Ministerio esto que íbamos a  desarrollar. Yo empecé a percibir en mi espíritu que había un sentido de  conformidad y de mediocridad que estaba capturando a la Iglesia, de tal manera  que no podíamos desarrollar todo lo que Dios puede hacer a través de nosotros;  porque no hemos alcanzado la dimensión de lo que significa ser el Cuerpo de  Cristo. Si esa dimensión, no sólo la creyéramos sino la viviéramos, yo le puedo  asegurar que veríamos cosas asombrosas como Iglesia a cada paso, porque somos  Cristo mismo en la tierra. 
Por un momento usted piense y haga esta comparación, Jesús hombre, en la tierra  hizo grandes maravillas y milagros, ¿sí o no? Vino a mostrar el Reino y a  manifestarlo en plenitud, ¿sí o no? Pero imagínese usted ahora; Cristo el que  murió, resucitó y ascendió y ahora esta sentado en los lugares celestiales por  encima de todas las cosas. Imagínese un momento a ese Cristo, mucho mayor que  el Jesús hombre, de nuevo en la tierra. ¿Qué ocurriría en este mundo? Sería  impresionante, los evangelios quedarían chiquitos, comparado a lo que Cristo,  el glorificado y ascendido, haría sobre esta Tierra. ¿Sabe lo que no hemos  dimensionado? Que Cristo ya está en la tierra a través de su Iglesia. Y no lo  hemos dimensionado, por eso nos conformamos. 
Así está bien, claro, como dimos uno o dos pasos más que otros, así está bien. 
Y en todas las áreas de nuestra vida permitimos que algo, que es el espíritu  del mundo y esa misma mentalidad del mundo, nos opaque y nos envuelva; de tal  manera que no podemos entender que hay algo sobrenatural en nosotros, que si lo  desatamos y permitimos que fluya, Cristo haría lo que el mundo nunca ha visto,  a través de nosotros.
Por eso yo quiero mostrarle algunos pasajes. Y como siempre, usted sabe que  cada vez que compartimos algo pedimos al Espíritu de Dios que nos de la gracia  de impartir lo que estamos compartiendo, porque nunca compartimos una palabra o  un mensaje impartimos algo que esta en nuestro Espíritu para que sea real en su  Espíritu. Efesios 2 y el versículo 10. Dice la Palabra de esta manera:
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús 
para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano 
para que anduviésemos en ellas”.
Efesios  2:10 
Lo primero que  necesitamos entender ¿Sabe qué es? Que somos una hechura  especial de Dios. 
Yo sé que, seguramente, algunos de ustedes saben lo que significa la palabra  hechura, posiblemente otros no. Pero yo quiero decirle lo que esta palabra  hechura significa; la palabra original es la palabra "poiema". De  donde se deriva la palabra poema, de nuestro español y de nuestro castellano. Y  esta palabra implica un producto manufacturado, un diseño producido por un  artesano ¿Sabe qué significa ser hechura de Dios? Que somos, escúcheme muy  bien, la obra maestra de Dios. 
Cuando yo meditaba en esto, el Espíritu Santo me hizo comprender una verdad que  por lo menos yo, no había comprendido en esta dimensión antes. Nosotros muchas  veces hacemos referencia a todo lo creado por Dios desde el principio, la  grandeza que todo lo creado por Dios tiene. Y además vemos la grandeza de la  creación de hombre y mujer como inicio de la raza humana, pero lo que Dios me  mostró es que él cuando creó esas cosas, todavía no había creado lo mejor. Que  él tenía una mejor y mayor creación ¿Y sabe cuál es esa mayor y mejor creación  de Dios? Sus hijos. 
Usted vio que a todo artista se lo reconoce  por toda su obra, pero a la mayoría de los artistas se lo reconoce por alguna  obra en particular. Y se dice de un pintor tal obra, es la culminación de su  arte, es el pico más alto de su destreza para manifestar su talento, ¿sí o no?  Si pudiéramos decir esto de Dios, ¿sabe que podríamos decir? Los hijos de Dios,  somos la más grande y sublime creación suya por encima de lo creado en el  principio y por encima de lo creado en Adán y Eva como inicio de la raza  humana. 
Cuando Dios creó a la raza humana, Él estaba por dentro diciendo, todavía no  creé lo mejor, porque lo mejor lo tengo guardado, está adentro mío y a través  de Cristo, un día crearé lo más grande que exista sobre la tierra, mis hijos. 
No hay mayor, ni mejor creación de Dios que tú y yo. 
¿Y sabe lo sorprendente de esta creación? Que dice, somos hechuras suyas. ¿Y  qué más dice el versículo después?  Creación ¿Sabe que significa? Que esta  hechura de Dios tiene una base y un fundamento, Cristo Jesús. Somos la más  grande creación, porque Dios antes, antes no podía crearnos porque necesitaba  la obra completa de Cristo para manifestar su más grande creación. Sin la obra  de Cristo, el gran artista no podía dar todo lo que estaba en Él. 
Creados en Cristo Jesús.
Por eso mi hermano sino nos es rebelado todo lo que tenemos en Cristo,  seguiremos viviendo a la altura de lo que nosotros podemos lograr en Cristo. Y  no es lo que yo puedo lograr, es lo que ya tengo en Cristo. Porque ningún  cuadro de un gran pintor se esfuerza por mostrar la habilidad y el talento de  su creador. Donde ese cuadro es colgado manifiesta que el artista tiene  talento. Ningún cuadro dice, yo me voy a esforzar para que los colores se vean  más brillantes, yo me voy a esforzar para que la cascada que pintó del lado  derecho se vea como que salpica agua, para que cuando se acercan sientan la  brisa de la cascada; no, no. Uno se para y dice, pero parece que esa cascada  está en movimiento, parece que el agua está cayendo de la manera que lo pintó.  Nunca vi pintar algo de esa manera. 
La obra manifiesta la grandeza de su creador. Mi hermano, la Iglesia ha sido  puesta en la tierra para manifestar la grandeza del más grande artista en el  universo entero. Que la gente se detenga y se pare para decir, nunca he visto  un ser humano como éste. Y no porque tú ese día fuiste mejor vestido o el  perfume te quedo mejor que el día anterior, es porque hay algo sublime dentro  tuyo que se manifiesta por la vida de Cristo. 
Pero, ¿sabe qué dice después? ¿Qué más dice? Creados en Cristo Jesús, para  buenas obras. 
¿Sabe qué ocurre? Todo lo que Dios crea, lo crea si tiene propósito. Si no hay  propósito, no existe creación. Nada pudiera ser creado sino tiene un propósito. 
Una persona que inventa algo, lo inventa con un propósito. Posiblemente para  otro el propósito no sea tan importante, pero para el creador es importante.  Creó una máquina para pelar el limón solito y para él es lo más grandioso, lo  creó con ese fin. 
Dios a ti y a mí, como sus hijos con la misma naturaleza de Cristo, nos creó  con un fin; dice la Escritura, para buenas obras. Esas buenas obras manifiestan  el propósito de Dios en nuestras vidas. Ahora cuando yo fui a buscar lo que  significaba estas buenas obras y me metí un poquito más en este significado,  ¿sabe qué significa buenas? Que si bien se manifiestan en su carácter o  constitución como buenas, son beneficiosas en sus efectos. Claro, cuando vi,  porque yo dije, a ver, a ver Señor, ¿qué significa buenas obras? Que le abrís  la puerta a una mujer embarazada para que pasara antes que yo ¿Qué es buenas  obras? Le dejé el asiento de la combi a una persona ¿Qué son buenas obras? 
Las buenas obras, de las que Dios habla, primer punto, usted recuerde esto esas  buenas obras marcan el propósito de nuestras vidas, porque la buenas obras  marcan propósito, o sea que esas  buenas obras son la manifestación de lo  que Dios diseño para que camináramos en eso, primer punto. Y esas buenas obras  manifiestan que en su esencia, en su carácter son buenas, pero porque el  resultado es algo beneficioso para otros. 
O sea, que no son buenas obras para quedar bien, es que esas buenas obras  impactan la vida de otras personas y sellan esa vida para manifestar que quien  hizo esa buena obra tiene una esencia diferente para manifestar la grandeza de  la creación. 
Por eso, fíjese que dice, buenas obras las cuales Dios preparó de antemano para  que anduviésemos en ellas; por eso ni siquiera se trata de rompernos la cabeza  y decir, y la voluntad de Dios... y ahora qué hago... y como lo hago... 
Mi hermano, cuando vivimos como hechura de Dios, ¿sabe lo que ocurre? Esto, yo  estoy convencido hace mucho tiempo, cuando Dios me lo mostró y lo empecé a vivir,  ¿sabe qué ocurre? Todas nuestras acciones están dentro del plan de Dios, porque  hay un Espíritu que nos habita y nos gobierna y nos conduce por el propósito  que Dios preparó de antemano. 
Toda obra y acción que tú y yo hacemos como es hechura de Dios, son estas  buenas obras, son el propósito de Dios. ¿Pero sabe por qué nos preocupamos  tanto de si es o no es la voluntad de Dios? ¿Sabe por qué nos preocupamos?  Porque no vivimos manifestando la hechura de Dios que somos. No vivimos por la  naturaleza de Cristo, por eso nos preocupamos. 
Pero Dios preparó estas buenas obras para que manifestáramos propósito sobre la  tierra. 
Ahora fíjese en Tito 2:14, la carta de Pablo a Tito; el capítulo 2 y el  versículo 14 dice:
“Quien se dio a sí mismo por nosotros 
para redimirnos de toda iniquidad 
y purificar para sí un pueblo propio, 
celoso de buenas obras”. 
Tito 2:14
Cuando acá dice que Cristo se dio a si mismo para redimirnos de toda iniquidad  y purificar para sí un pueblo propio, Dios está hablando de esa unidad de la  cual habló Daniel antes. ¿Por qué? Le explico por qué, porque los hijos de Dios  individualmente no podríamos lograr manifestar estas buenas obras. Si  estuviéramos fuera del Cuerpo, como hijos tendríamos la vida de Cristo en  nosotros pero no podemos manifestar la misma magnitud de esa vida porque  estamos fuera de la unidad del Cuerpo. 
Por eso dice, purificar para sí un pueblo propio, un pueblo propio. Y cuando  Dios ve a un pueblo, entonces dice, celoso de buenas obras. 
Y acá es donde Dios me empezó a mostrar la mediocridad... ¿Sabe por qué? Porque  tuve que reconocer delante de Dios que todavía no somos un pueblo celoso de  buenas obras ¿Sabe de dónde viene esta palabra, celoso? No sé si alguien se lo  imagine, viene de la palabra celote. ¿Usted se acuerda un Simón apóstol de  Jesús? Simón, ¿qué? El celote ¿Sabe qué eran los celotes? La rama más estricta  de los fariseos. Celote, espere que se lo digo porque no me lo acuerdo de  memoria, celote quiere decir un partidario incondicional. Claro ahora entiendo,  Jesús es sabio y el Padre también es sabio. Cuando llamó a Simón dijo, acá  tengo a un incondicional, porque éste como fariseo, con los dientes le  arrancaba los pelos a quien sea. Ahora de mi lado, éste se lleva el mundo por  delante. 
¿Sabe qué está diciendo Dios? Un pueblo celote, un pueblo partidario  incondicional de mi Reino. Celoso de buenas obras, que no quiere manifestar  otra cosa que las buenas obras; para las cuales Dios lo preparó y que Dios lo  levantó para que las mostrara sobre la Tierra. 
Claro pero hay estamos nosotros diciendo, Señor es que no puedo, es que no  tengo la capacidad, es que no tengo fuerzas, es que el problema, la  situación... Y Dios dice, cuantos siglos más tendrán que pasar para tener un  pueblo celoso de buenas obras, cuánto tiempo más tendrá que pasar... Tú sigues  preocupado por tus situaciones en vez de ser celosos de buenas obras como mi  pueblo. Y te darías cuenta que lo que es una situación para ti, Dios dice,   para mí es una resolución a tu favor. Tú tienes una situación y para mí  ya está resuelta, resuelta. 
Mire esto, yo le puedo poner la firma, usted más se preocupa en la situación  menos resolución tendrá de ella, se lo firmo si quiere. Preocúpese más, y menos  solucionará esa situación. Usted verá que se enreda más en el problema y en la  situación ¿Por qué? Porque no fuimos llamados por Dios ni como creación suya  para solucionar situaciones, ni preocuparnos por ellas; fuimos puestos en la Tierra  para manifestar buenas obras. Son dos polos completamente opuestos, celoso de buenas  obras.
Hebreos 9:14. Yo quiero mostrarle que Dios  hizo algo más a nuestro favor, porque Dios realmente, Dios es tan  sobreabundante que es algo impresiónate lo que Él ha hecho. Dice Hebreos 9: 14  de esta manera:
“¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual 
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo 
sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias  
de que de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” 
Hebreos 9:14
Mi hermano, cuando Jesús derramaba su sangre, ¿sabe una cosa? Que estaba haciendo  y que pocas veces notamos y no recordamos que lo hizo, ¿sabe qué es? Que limpió  nuestras conciencias, nuestro sentido del bien y del mal. ¿Sabe de qué? De  obras que producen muerte. Por eso dice, hechura suya, creados en Cristo Jesús  para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en  ellas. 
Cuando nacíamos en delitos y pecados con naturaleza pecaminosa, Dios ya estaba  diciendo aunque la naturaleza pecaminosa está allí y aunque caminará algunos  años en obras que producen muerte; cuando reconozca el señorío de mi Hijo  Jesucristo, Yo le mostraré que desde antes yo le di propósito, lo salvé y lo  voy a restaurar de tal manera que nunca más hará obras de muerte. Nunca más,  porque fuimos limpiados de obras muertas y si fuimos limpiados de obras muertas  ni tu ni yo las podemos producir jamás. Por eso me enoja la mediocridad. ¿Sabe  por qué? Porque cuando usted dice bueno, como muchas veces el apóstol dijo,  esta camisa si la pongo a trasluz se ve todo, parece piel de cebolla pero aguanta  uno seis meses más; eso es una obra muerta porque eso no manifiesta la grandeza  de la hechura de Dios. Y te estoy diciendo nada más algo demasiado sencillo.  Pero sabes lo que me preocupa que en lo personal, en lo familiar, en lo  comercial, en lo laboral, en lo espiritual, en lo ministerial, pastores,  permitimos la mediocridad... 
Generación en Conquista, iglesia local, pongo un ejemplo, no quiere decir que  esto sea así, estas flores no están tan feas todavía aguantan, están lindas,  unos cinco años más. Pero hay alguien dentro del Cuerpo que está diciendo, yo  quiero donar unos floreros mejores y unas flores mejores, y algo que sea mejor  para Dios; porque yo lo quiero manifestar por lo que Dios puso en mí, no lo  haces, eso es una obra muerta. Nos conformamos con el florero, está lindo, se  ve bien. Y ahora le agregaron una cintita que antes no la tenia... ¿Sí o no? 
Si no, hace tiempo que no estoy pero me doy cuenta que tiene una cintita que  antes no tenía. 
Pero la hechura de Dios está para manifestar lo excelente que viene de Él.  Déjeme decirle, lo que usted vio el viernes aquí, ¿sabe por qué es? Porque los  integrantes de este Ministerio nunca nos conformamos. Esta misma obra, los  pastores que están aquí la vieron en Acapulco, ahora, ¿Cuándo la vieron el  viernes, pastores, la vieron cambiada?  Por favor le pido esto, no lo digo  para que usted no se enaltezca, solamente nos estamos poniendo de ejemplo;  porque terminó Acapulco y fue glorioso pero dijimos hay más, eso se puede hacer  mejor. 
Ahora mismo, hoy al mediodía hablé con una de las personas que nos ayudó  con  el video y le dijimos, Marcos te lo digo desde acá, hay que volver a  filmar a Marcos. Porque hay que mejorarlo, lo que se ve en la pantalla central  no nos gusta, puede salir mejor, puede salir mejor y lo vamos a mejorar. 
¿Sabe qué significa? Que cuando usted y yo decimos, bueno así está bien, si se  ve bonito, si está todo bien, si ya lo probamos una vez y funcionó... Esa  mediocridad opaca la grandeza de la hechura de Dios. La va matando poco a poco  en nosotros a tal punto y a tal grado que no se ve el Reino de Dios. 
Lo último que quiero compartir, bueno lo anteúltimo, pero es lo último casi...   Efesios 4 versículo 22 dice:
“En cuanto a la pasada manera de vivir, 
despojaos del viejo hombre, 
que está viciado conforme a los deseos engañosos”.
Efesios 4.22
Antes de seguir leyendo quiero decirles esto, hay una acción concreta por parte  de la hechura de Dios que no la va a hacer Dios, le corresponde a sus hijos,  despojarse del viejo hombre. ¿Sabe por qué permitimos la mediocridad? Porque el  viejo hombre todavía no ha sido despojado, no le hemos dicho ésta ya no es tu  casa, acá está la puerta, por favor te vas, ahora te vas, no tienes lugar en  esta casa... 
Seguimos dejando al viejo hombre viviendo con nosotros, y el viejo hombre lo  único que produce es lo que dice aquí la Escritura, dice que el viejo hombre  está viciado conforme a los deseos engañosos. 
Escúchame muy bien, cuando producimos una obra por la influencia del viejo  hombre aunque la intención sea buena, el viejo hombre nos engaña, porque está  viciado con un deseo perverso, parece bueno en la intención pero es perverso y  nos destruye. Por eso cuando tú quieres avanzar pero por tus esfuerzos y tus  logros lo único que te ves es enredado mas en esa situación, porque no se trata  del esfuerzo se trata de la decisión. 
Viejo hombre adiós, viejo hombre ya no tienes lugar, viejo hombre ya no vives  en mí, viejo hombre ésta no es tu habitación... Uno solo me habita y es el  Cristo glorificado. Ése no está viciado con deseos engañosos, ése tiene un  potencial de bendición, de reproducción, de grandeza y de magnitud que no hemos  descubierto por el mentiroso del viejo hombre que hemos dejado viviendo, aunque  duerma en la sala de casa. Le dijimos no hay lugar en la cama pero acuéstate en  el sillón. 
Pero después dice:
“Y renovaos en el espíritu de vuestra mente”. 
Efesios 4:23
La palabra espíritu es una palabra, que en el original, es la palabra pneuma.  Muchos de ustedes la conocen, esa palabra, el inicio, en principio identifica a  el viento. Pneuma se usa para el viento, por eso se usa también para espíritu.  ¿Por qué? Porque el espíritu, al igual que el viento, es inmaterial, es  invisible, no se puede tocar, no se puede palpar. Igual que el viento, tú lo  sientes pero no lo puedes agarrar, al espíritu tampoco. 
¿Pero sabe lo que me llamó la atención la palabra espíritu, acá? Que esta  palabra espíritu tiene que ver con propósito y objetivo. Entonces si tu  traduces ese versículo dice, renovaos en el propósito y objetivo de vuestra  mente. 
Claro, cuando permitimos al viejo hombre, nuestra mente tiene un objetivo  engañoso y perverso. Pero cuando permitimos la vida de Cristo en nosotros  manifestarse, tenemos que nosotros, al despojar al viejo hombre permitir que el  objetivo sea cambiado. Yo voy a mi trabajo porque ahí manifiesto la gloria de  Dios y ahí Dios me puso para buenas obras. El Reino de Dios es manifestado a  través mío en ese lugar. Yo estoy en un colegio, en una universidad por la  misma razón. Pero cuando no renovamos el propósito y objetivo de la mente,  jóvenes, si ustedes van a la universidad porque quieren ser profesionales y  tener un titulo, error. El titulo es resultado de hijos de Dios que saben que  tienen un objetivo. El objetivo es manifestar el Reino en esa universidad, para  que después con el titulo ustedes puedan decir, ahora yo en una empresa, en una  institución de gobierno, en donde Dios me pone, yo ahora voy a manifestar el  Reino. El titulo es la excusa, el trámite intermedio para la manifestación del  Reino a través de tu vida. 
Pero tenemos objetivos de mente equivocados.  Venimos a Cristo porque queremos tener una buena familia. Y yo estaba a punto  de divorciarme, ahora somos un matrimonio feliz; objetivo de mente equivocado. 
No, antes estabas por ser destruido; ahora tú construyes en otros, lo que Dios  primero construyó en ti. 
Objetivos equivocados tenemos, muy cristianos, pero equivocados. 
Antes tratábamos a las patadas a nuestros hijos, ahora somos buenos padres,  objetivo equivocado; porque Dios te dio hijos para preparar hombres y mujeres  de Reino que se lleven el mundo por delante cuando sean adolescentes y jóvenes.  Ser buenos padres, objetivo de mente equivocado. 
Renovaos en el espíritu de vuestra mente... 
Pastores, estoy bajo cobertura apostólica y profética para poder decir, mi  iglesia esta bajo el gobierno de Dios; objetivo equivocado. 
Pastores, ¿me están escuchando no? porque son poquitos y les hablo a ustedes;  objetivo equivocado... 
Están bajo cobertura apostólica y profética para levantar una iglesia de  vencedores, que puedan conquistar el lugar donde Dios los puso. No permitan que  haya des-unidad en el Cuerpo, velen por las personas que Dios puso a su cuidado  pero que la unidad de espíritu empiece en ustedes pastores, porque nunca podrán  pedir al Cuerpo lo que primero ustedes no estén viviendo. 
Sé que hay cosas, proféticamente quiero hablar, sé que hay cosas que ustedes  piden a Dios en oración pero no la ven cumplidas porque Dios está diciendo,  primero lo quiero ver en ti. Tú lo sabes acá, pero no lo estás viviendo. Lo  quiero ver en ti, cuando lo vea en ti lo vas a ver como reflejo en la  congregación que te encargué para pastorear, en el nombre de Jesús... 
Y recordé, cuando comenzó Daniel a predicar, recordé algo que enseño Jesús. Y  Jesús cuando habló de ser la luz del mundo, al inicio de lo que se conoce como  el sermón de la montaña, dijo al final de esa partecita de que: somos la luz  del mundo. 
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres 
para que vean vuestras  buenas obras y glorifiquen 
a vuestro Padre, que está en los cielos” 
¿Sabe cómo se manifiesta el Reino? Cuando vivimos en el propósito de las buenas  obras, que Dios preparó de antemano, y los demás tienen que caer rendidos ante  Dios y decir, Dios te glorifico porque reconozco que tú existes y eres  verdadero. 
Para terminar, quiero decirle que el día de ayer tuvimos un día precioso en la  Expocristiana. Pero fue un día excelente. ¿Sabe por qué? Porque los que  vinieron de Generación en Conquista, iglesia local, se encontraron con el  verdadero mundo cristiano. Sí, sí es el verdadero hasta ahora, es el que se ve,  es el que se vive, es la mentirosa realidad que el diablo impuso sobre la  Iglesia. Desorden, falta de gobierno, impuntualidad, idolatría, mercado, falta de  autoridad... 
Mire, no necesito decirlo yo, ¿se da cuenta? Le sirvió a los que fueron tan  solo una probadita. Claro pero nosotros nos llenamos la boca de decir, somos  una Iglesia apostólica y profética. Pero mi hermano, tú no sabes que hay una  gran porción de la Iglesia que se está muriendo y la están ahogando cada vez  más. El diablo le tiene la cabeza abajo del agua y la Iglesia está sacando  burbujitas y va a llegar un momento que ya no saca más burbujitas, si seguimos  así. 
Esta parte del Cuerpo tiene que ir al Diablo, pegarle una patada y rescatar de  abajo del agua, a esa Iglesia que se está muriendo. Es tiempo, es tiempo... Si  sólo somos una Iglesia apostólica y profética, otra vez le digo, objetivo de  mente equivocado. Está equivocado, porque hasta que no veamos una sola Iglesia  alrededor del mundo no vamos a descansar, porque no nos conformamos con la  mediocridad. 
Este Ministerio no se conforma con tener una iglesia bajo cobertura, ni tampoco  quiere mil iglesias bajo cobertura; no estamos hablando de eso. Queremos ver a  la Iglesia de Jesucristo bajo el gobierno de Dios, conquistando las naciones.  Eso es el objetivo, ésas son para nosotros como Ministerio, las buenas obras  que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. No vamos a descansar,  no nos vamos a detener.
Yo quiero orar, pero quiero que tú puedas decirle al Señor: Señor, esta faceta  de mi vida, esta otra, esta área, este pensamiento, esta actitud, han sido  mediocres en mí, mediocres. Tuve un objetivo de mente equivocado, me equivoqué.  Me preparaste buenas obras y estoy viviendo en la misma obra infructuosa del  viejo hombre. Obras que producen muerte... 
Quiero que esté de pie, y que conmigo en una acción profética y en oración le  des una patada al viejo hombre, y a esos objetivos y metas equivocadas de  mente. 
Renovaos en el Espíritu, en el objetivo, en el propósito de la mente. Porque la  mente de Cristo que nos habita tiene un solo objetivo, la gloria y el Reino de  Dios manifestado en la Tierra; ése es, no es otro. Así que vamos a orar y todo  lo que tengas que desalojar y darle una patada, en el nombre de Jesús, es  tiempo ahora de hacer, es tiempo de ser violentos. Iglesia, violentos porque el  Reino de los cielos es de los valientes y los violentos lo arrebatan. La  mediocridad si tú no le das una patada te va a dar una patada a ti. Vamos a  orar en el nombre de Jesús.
Padre, te bendecimos y te honramos en esta tarde, porque estamos convencidos  que Tú estás perfeccionando a los santos para la obra del ministerio. Pero esto  no son palabras, ni es un versículo de la Escritura. Yo declaro que es una  realidad espiritual de tu Iglesia para que hayan santos y santas caminando  sobre la Tierra y andando en las buenas obras que Tú preparaste de antemano  para que camináramos en ellas. 
Por eso ahora como acción profética, en el nombre de Jesús, como Iglesia  verdadera tuya le damos una patada al viejo hombre y a los objetivos  equivocados de nuestra mente. Dejamos de perder el tiempo en tonterías que nos  envuelven, dejamos de darle lugar a la mediocridad que no nos permite avanzar.  Ya no permitiremos cosas equivocadas en la casa, en la familia. No permitiremos  cosas equivocadas en el trabajo, no permitiremos cosas equivocadas en el  estudio, no permitiremos cosas equivocadas en nuestra vida espiritual, ni en el  ministerio; en el nombre de Jesús. 
Ahora implantamos en nosotros la grandeza de la hechura que somos, somos tu más  grande creación Señor. No ha habido creación mayor que nosotros, como tus  hijos. 
En el nombre de Jesús yo declaro, como esa gloriosa creación que somos, que las  buenas obras se empezarán a revelar delante de nuestros ojos y comenzaremos a  andar por ellas y tendremos un propósito y un objetivo de vida correcto, para  que los hombres que nos rodean al ver nuestras buenas obras glorifiquen al Dios  y Padre y reconozcan que el existe y es verdadero y se rindan de todo corazón. 
En el nombre de Jesús lo declaramos, Señor lo declaramos porque es la verdad de  tu Palabra y lo implantamos por tu Espíritu en ésta, tu Iglesia, para la manifestación  verdadera de tu Reino en todo lugar; en el Nombre de Jesús Amén, Amén, y Amén  Señor. Amén.
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