Hay que subir
Daniel Dardano
12 de February de 2006
El texto contenido en esta página fue tomado literalmente de lo expresado verbalmente
en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Este mensaje que Dios me dio el año pasado, yo lo prediqué en Argentina por primera vez, se titula "hay que subir". Y ustedes me van a ir entendiendo poco a poco, porque siempre que predico un mensaje apostólico, yo tengo que ir a meter la mano en los escombros de las generaciones pasadas y remover los escombros y venir a la realidad. Para hacer eso, que tiene que ver con un cambio en la mente, yo no lo puedo hacer violentamente, tengo que venir metiendo la pala, el pico, tengo que ir cavando para ir destruyendo todo lo que nos han metido durante tantos años para implantar lo nuevo... y no lo nuevo, en realidad éste es el original. Pero necesito hacer eso.

Ahora bien, voy a hacer algunos ejemplos para que me entiendan bien, si estoy parado abajo y miro hacia adelante tengo una perspectiva de ustedes y de todo el teatro, bien. Si subo, como me subí ahora, y yo miro, tengo otra perspectiva, ¿por qué? Porque subí unos metros.
Ahora bien, supónganse ustedes que me subo a un avión, ¿cómo veo la ciudad de México? Absolutamente diferente a como se ve desde abajo, cuando el avión sube o baja y nosotros miramos, vemos la gente cómo va por el perisférico, y los vemos como tortuguitas, y lo miramos desde arriba, y después un dçia estamos nosotros en el tránsito, pero se ve desde una perspectiva diferente desde arriba.
Entonces, desde la perspectiva en que nosotros estamos, opinamos.


1. Desde la perspectiva donde nosotros estamos, opinamos y juzgamos situaciones, personas o cosas.

Quiere decir, que cuánto más bajo estamos, más incorrecto es el juicio que hacemos, cuánto más arriba venimos, más correcto es el juicio que establecemos. ¿Es correcto? El disco duro está desapareciendo.

Ahora voy a hacer un ejemplo, ¡hoy me faltó el nene más chiquito de la congregación! Y yo lo necesitaba… pero voy a hacer como que está presente, supónganse ustedes que yo lo pongo ahí abajo, ¿Cuántos meses tiene? Siete meses… y le digo, sube acá conmigo,
¿Qué hace el bebé? Nada, le puedo decir, no me escuchaste, mira yo soy el apóstol Daniel Dardano, necesito que subas aquí... Nada, el nene no puede hacerlo. ¿Por qué? Porque el nivel en que el bebé está, en su niñez, él no entiende que le digo que suba. Él lo único que entiende es llorar, y Angie sabe cuando necesita leche o cambio de pañales, ése es su mundo, comer, dormir y estar en un nivel donde simplemente necesita que lo atiendan.

Así estuvo la Iglesia durante muchos siglos, juzgaba todo desde abajo, juzgaba todo desde los siete meses… entienda la figura que estoy haciendo, y la Iglesia hacía berrinche y Dios venía con la mamila y le cambiaba el pañal y muchos siglos estuvo así la Iglesia, porque la Iglesia no entendía que tenía que subir, Dios tenía que bajar.

Otro ejemplo: Tomo una niña de 12 años, creo que sí me va a entender lo que le voy a decir...
¿Qué te dije? ¿No entendiste? Pero tú eres grande. Pero ¿cómo no entendiste? Yo hablé, ¿no me viste mover los labios? ¡Ah! No me escuchaste…Ok
No me escuchaste porque estás ahí abajo, ahora sube acá conmigo te voy a decir algo al oído, te voy a decir lo mismo que te dije de acá pero que allá no escuchaste.
¿Qué te dije? Que ahora que ya estoy acá arriba me va a regalar unos chocolates.
¿Yo te dije eso, de verdad? Es cierto… ¡Gracias bájate!...

Si se fijan, ella cuando subió y le hablé escuchó y entendió, pero tuvo que subir porque cuando subió entendió lo que yo le quería decir.
Muchos de la Iglesia todavía siguen diciendo: Dios baja.
Les tengo una muy buena noticia: ¡Dios no baja más!
Ahora le rompí el disco duro, pero ahora lo rompí. ¡Dios no baja más!
Los espíritus religiosos van a rechazar lo que yo digo porque les gusta que los acaricien, porque el Dios que baja es un Dios que yo puedo tocar y la Iglesia se ha movido a nivel sensorial durante muchos siglos de historia.
La Iglesia se volvió sentimental y entonces, la Iglesia no podía distinguir que era lo que Dios, tenía que decirle a otro nivel porque lo único que quería era que Dios bajara y la entendiera.

Tomando un ejemplo desde el Antiguo Testamento: Necesito arrancar desde ahí, porque el modelo de Dios antiguo testamentario arrancaba desde ahí, porque nunca el pueblo de Israel se dio cuenta hacia dónde Dios lo quería llevar, Éxodo 19:9, se van a dar cuenta conforme vamos leyendo, cómo Dios tenía que bajar, cómo Dios tenía que descender para que el pueblo pudiera captar, entender, discernir lo que Él quería decir.
El contexto del pasaje es que Israel había salido de Egipto, había llegado a desierto de Sinaí y acampa delante del Monte Sinaí.

"Entonces Jehová dijo a Moisés:
He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa,
para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo,
y también para que te crean para siempre.

Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová.
Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana;
y laven sus vestidos, y estén preparados para el día tercero,
porque al tercer día Jehová descenderá
a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.

¿Qué iba a hacer Jehová? Iba a descender.

Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo:
Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites;
cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.

No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado;
sea animal o sea hombre, no vivirá.

Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte.
Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo;
y lavaron sus vestidos.


¡Miren qué cantidad de requisitos!

Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día;
no toquéis mujer.

Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana,
vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte,
y sonido de bocina muy fuerte;
y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios;
y se detuvieron al pie del monte.

Todo el monte Sinaí humeaba,
porque Jehová había descendido sobre él en fuego;
y el humo subía como el humo de un horno,
y todo el monte se estremecía en gran manera.
El sonido de la bocina iba aumentando en extremo;

Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante.
Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí,
sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés
a la cumbre del monte, y Moisés subió.

Jehová dijo a Moisés: Desciende,
ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová,
porque caerá multitud de ellos. Y también que se santifiquen...
Y Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo;
mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir a Jehová,
no sea que haga en ellos estrago.

Entonces Moisés descendió y se lo dijo al pueblo".
Éxodo 19:9-22 y 24-25

Ya ven que yo señalé de aquí algunos versículos, Dios descendía, venía en una nube espesa, Moisés tenía que subir un poquito pero Dios bajaba y luego Moisés tenía que descender y decir al pueblo.

O sea, el estilo de relación, de comunicación que Dios tenía en el Antiguo Testamento con el pueblo de Israel era que siempre: Dios tenía que bajar, porque el pueblo de Israel siempre, tenía que ver algo. Siempre necesitaba tocar algo: vio el maná, oyó los truenos y los relámpagos, siempre el asunto era sensorial, había que sentir algo, había que experimentar algo y Dios hizo eso.
Pero bien, pasando el tiempo, Dios ya no podía actuar así porque nunca la idea de Dios era bajar, era que la gente subiera, ahora lo van a ir entendiendo.


2. La idea de Dios nunca fue bajar, sino que la gente subiera.

Ahora lo van a comprender:
Por años la Iglesia de Jesucristo, desde que perdió el gobierno del Espíritu Santo allá por el siglo III ó IV, cuando la dirección del Espíritu Santo se oscureció totalmente, entró la Iglesia en un oscurantismo espiritual impresionante y entonces, como no percibía a Dios por el Espíritu todo el asunto era tocar y ver, por eso, había leyes y había reglamentos.
Por lo tanto, mucho de la Iglesia que nosotros vivimos desde ese siglo hasta hoy, y gracias a Dios que está restaurando el gobierno apostólico y profético, el gobierno teocrático, entonces, sí podemos subir.
La Iglesia se manejó en asuntos sensoriales durante muchos siglos. Por ejemplo: Dios tenía que descender a mis necesidades… a mis conflictos… y a mis circunstancias y el noventa por ciento del temario de la oración de la Iglesia eran, los conflictos de la gente, la falta de trabajo, el matrimonio que se estaba divorciando, los hijos que se estaba drogando, el hijo había hecho cualquier cosa con el dinero...
¡Y Dios tenía que bajar a solucionar el problema inmediato de la gente!
Luego, Dios tenía que venir y entender: Mis formas de sentir y de pensar… ¡Uy Diosito! ¡Ah, Jesusito! Porque Él me entiende… porque yo casi que lo abrazo.

Yo estoy diciendo esto y muchos dicen: Pero, ¿no es normal? Sí, es normal para el bebé de siete meses, pero para la niña de doce que ya tiene una relación diferente, entra en un estado de pensamiento y de actitud diferente, tiene seguro el afecto y el cariño no depende de eso, Dios es amor y el que vive en amor vive en Dios.
Eso es legal, lo dice la Biblia, lo sienta yo o no lo sienta.

Ahora bien, decíamos… ¡Necesito recibir un toque de Dios!
Pero era que necesitábamos recibir un toque de Dios… ¡Ah unción baja! y cantábamos;

¡No la entiendo pero la tengo!

Cantábamos canciones como:

¡Tan cerca de mí! ¡Tan cerca de mí!

Que hasta lo puedo tocar...
Dios está aquí...

Y luego, la canción decía:
Le hablaré sin miedo al oído,
Le contaré cosas que hay en mí,
Porque solo a Él le interesarán.

Y todos lloraban y el director de alabanza decía: ¡Bajó la presencia de Dios! Era todo sentir, era todo tocar, era todo Él me escucha… Él me entiende… hasta lo puedo tocar.
¿Sí se están identificando con esto que digo verdad? Ok.

Luego cantamos:

Que seas mi universo... Que seas mi universo... mi universo…
Dios tienes que descender… a mi universo…

Y Dios dice: Yo soy el Rey de un Reino, tú no tienes tu universo, tú eres ciudadano de mi Reino.
Escuche hermano, escuche bien, en la consejería: usted ahora va a repetir diez veces el Padre Nuestro y el Salmo 23 veinte veces por día, ésa es una consejería del pasado, ¿estoy siendo claro? Algo así como magia, algo va a pasar cuando usted recita el Salmo 23, algo va a pasar cuando recita el Padre Nuestro y había un libro que se llamaba, "La psiquiatría de Dios", yo lo leí hace algunos años ahora ya no lo tengo más.
Pero bien, si uno necesitaba una respuesta urgente oraba, y cerraba la Biblia y oraba… Señor tú sabes que estoy en un problema… yo necesito una respuesta urgente y abría la Biblia donde ponía el dedo y eso era lo que Dios hablaba. ¡Ah Señor tú me hablaste! ¿Qué es eso? Era achicar a Dios a lo que yo quería que me contestara.

A mí no me interesaba conocer a Dios, me interesaba su respuesta, eso hacía la Iglesia.
¡Hermanos vamos a ayunar y orar! ¿Por qué? ¿Para qué? ¡Uy! Tenemos un temario: entonces, por doña María que está en el hospital, por el otro que se divorció, por el otro que se quebró la pierna y tenemos que ayunar y orar para eso.

¡Yo sé lo que estoy diciendo! ¡Es muy duro lo que estoy diciendo! Porque hay muchas estructuras que se están viniendo abajo, ¿Por qué? Porque toda la Iglesia estuvo construida desde nuestra necesidad y queríamos achicar a Dios a nuestra necesidad, por eso el asunto era tocar a Dios… sentir a Dios… que Él me oiga que yo lo tenga al lado mío, cuántas veces han orado ¡Dios te necesito aquí y ahora al lado mío! Y hasta creíamos que Dios era injusto cuando no respondía a ese requerimiento, pero Dios no tiene porque hacer eso.
El problema no es Dios, el problema fue la Iglesia con una conducta de bebé de siete meses y Dios dice: ¡Yo con berrinches no conjugo! Ya no doy mamadera ni cambio pañales.

En algunas casas hay un cuadro todavía, no me acuerdo muy bien, pero me van a entender lo que quiero expresar: Yo iba caminando por la playa, por la arena… pies descalzos y lo único que se veía en la arena eran las huellas de mis pies y yo caminaba pero iba inmerso en mis problemas y mis circunstancias preguntando: Dios, por qué me pasa esto, porqué estoy así... pero de repente otras dos huellas aparecen al lado de las mías. ¡Oh! ¿Quién era? El Señor, caminando al lado mío, por la arena y en la playa. Me puse contento porque Él venía al lado mío. (Lo estoy parafraseando).
Y Yo seguía caminando y le iba contando mis problemas pero de repente veo otra vez sólo mis huellas... ¡Oh, Señor te fuiste! ¿Por qué si te necesitaba? Y se oía una voz que decía, No hijo mío no me fui simplemente te estoy cargando en mis brazos.
Y la gente llora, porque a todos les gusta eso, son todos niños.
Si usted tiene ese cuadro en su casa ya sabe lo que tiene que hacer.

Iglesia, achicamos a Dios cuando creemos que el mundo lo único que tiene que ver son señales, milagros o sanidades, y todo ese tipo de milagros, no es que no sea, pero hemos transformado el medio en un fin, Jesús dijo en Marcos: estas señales seguirán a los que creen.
Yo le aseguro una cosa, ponga en el centro de la ciudad una marquesina que diga: Domingo venga "sanidades, milagros, vamos a hablar del divorcio y de cómo conseguir trabajo"… el domingo que viene hay mil doscientas personas en la puerta y no es que esté mal, pero reciben lo que reciben y se van al infierno.

Entienda lo que estoy diciendo, una sanidad no garantiza salvación, un milagro no garantiza un compromiso con Jesucristo, pero la Iglesia transformó el medio en un fin, las señales siguen a los que creen y cuando ustedes vieron Nikhos, saben lo que significa la palabra creer, que no es levantar a mano, es abandonarse en los brazos de quien yo confié y obedecer y hacerlo mi Señor, eso es creer.
Pero así vivió la Iglesia, yo tenía mi milagrito y ya está, Dios me solucionó el problema económico… y ya está, ya conseguí novio… y ya está, ya me casé… y ya está. Y Dios desde el cielo, llorando permanentemente, porque dice: Cuándo crecerá este niño, pero qué faltaba la restauración del gobierno teocrático para llevar a la Iglesia a la madurez, cinco ministerios.
Jesús sanó, hizo milagros, dio de comer a mucha gente, pero esa gente se fue al infierno, Pablo no dijo: sufro dolores de parto hasta que todo el mundo vea las señales...
Pablo dijo sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros.

No es sensorial el asunto es una experiencia del Cristo que llevamos dentro para que sea formado, Jesús no oró: Padre que hayas señales para que el mundo crea sino que oró… que sean uno para que el mundo crea. Por eso, necesitamos entender porque Dios ya no baja, sino que nosotros tenemos que subir.
¡Claro hay mucha gente que si no toma este mensaje se irá desilusionada porque ahora no va a saber cómo relacionarse con Dios! Porque lo único que sabía hacer era: tocar y oír, palpar… abrazar… y baja porque te necesito aquí… y llorar.
Pero después de este mensaje si usted sigue así, esta palabra se va a convertir para usted en otra cosa y no revelación de la buena, porque finalmente, la Iglesia tiene que subir pero se lo voy diciendo para que entendamos y discernamos hacia dónde vamos.


3. Dios ya bajó

Un día en la historia, Dios decidió bajar de una vez y por todas. Sí, Dios bajó hace dos mil años de una vez y por todas… Dios dijo: yo voy a bajar… pero yo bajo… y desde hace dos mil años, dice Dios, ya no bajo más. Ahora vamos a entender porque, Juan 1:1, un día en la historia, Dios dijo: No puedo continuar teniendo esta relación con la gente, mi Iglesia es una Iglesia a la que yo destiné como para que sea indestructible, que ni las puertas del Hades podrían prevalecer contra de ella, no puede ser que yo siga bajando, que ellos me sigan achicando y que sigan pensando en tocarme, en recibir un toque mío y que yo me ponga al oído.
No. Es otra cosa lo que yo necesito. Juan dice:

"En el principio era el Verbo,
y el Verbo era con Dios,
y el Verbo era Dios".
Juan 1:1


Usted sabe que el Verbo era Jesús, pero dice el Verbo, es definición de Dios, el Verbo es explicación de Dios, el Verbo es expresión de Dios. ¿Qué significa? Que Dios bajó en Jesús.
¡Esto está tremendo!

El Verbo era Dios, quiere decir, que cuando Jesús baja Dios baja en Jesús, qué más podemos pedir ¡ya bajó! ¡Dios bajó de una vez y por todas!
Es ilegal que yo siga diciendo, pretendiendo que él baje, por eso, muchas oraciones no son contestadas y muchas lágrimas de ustedes, Dios dice: no las tomo en cuenta porque a Dios no lo conmueven nuestras lágrimas, a Dios lo conmueve la obediencia que nosotros prestamos a la Palabra que él nos da.
Pero ¡no ves que no doy más! ¿Por qué no obedeces? ¿Hasta cuándo? No es culpa mía es tuya. ¡Pero tú eres bueno! Sí, pero no buenudo… Yo soy Dios… no Diosito... Tú me buscas para solucionar tu problema matrimonial… tú me buscas para tu soledad… tú me buscas para solucionar tu problema del dinero y del trabajo. ¡Se terminó! Así no es una relación de pacto, en una relación de pacto los dos ponen todo.
Por eso un día dije, cuando Timoteo dice: aunque nosotros fuésemos infieles él permanece fiel… Y yo me dije a mí mismo, Daniel ¿Por qué tienes que llegar a esto?
¿Recuerdan que Timoteo lo dice? Entonces, porqué los pastores se paraban delante de la congregación y decían: ¡Hermanos, aunque nosotros fuésemos infieles él permanece fiel!
¿Sabe qué era eso? Un lavado de conciencia para seguir pecando y una licencia para seguir achicando a Dios para que baje a mi circunstancia, por falta de luz, por falta de discernimiento pero por falta de gobierno, pero hoy tenemos gobierno y ya no puede ser.
  
"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros
(y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad.


A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo,
que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer".
Juan 1:14 y 18


El Verbo fue hecho hombre, quiere decir que, cuando Jesús caminó sobre la Tierra la gente lo podía mirar a los ojos, la gente lo podía tocar, la gente lo podía escuchar y lo único que vino a hacer Jesús, es a expresarnos a Dios, Él nos dio a conocer a Dios.
Más cerca imposible, más próximo imposible, Dios nos entendió tanto que Él se encarnó, se hizo de carne y hueso… es injusto que todavía pretendamos que Él siga bajando, Él estaría violando principios si sigue bajando para entendernos, yo tengo que entender a Dios.
¡Mire qué tarea!

El problema que para todo usamos la oración. No.
Usted obedece y mucho porcentaje de la oración ya no lo tiene qué hacer, usted sube como subió la niña y ya no tienen que orar tanto, porque está al nivel de Dios.
El problema, es que si estoy a ras del piso y miro a los costados… lo único que veo es obstáculos… Señor quita los obstáculos porque yo quiero llegar a la puerta pero mira cuantos obstáculos hay, pero si yo estoy en el avión los obstáculos son hormiguitas. ¿Se da cuenta Iglesia?

Cuando viene Jesús, esto es algo tremendo, se comunica con la gente le hace ver a Dios, y ellos veían a un hombre de carne y hueso que estaba trasmitiendo, expresando a Dios.
Juan en el capítulo 1, está poniendo la plataforma de la manera en que Jesús expresa a Dios, el Verbo hecho carne viene a la tierra toma nuestra forma, carne y hueso, para decirle a los hombres y a las mujeres: señores aquí está Dios, éste es Dios yo quiero que lo conozcan, crean en Él y sean salvos, pero...

"Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos,
entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron:
Rabí, ¿cuándo llegaste acá? Respondió Jesús y les dijo:
De cierto, de cierto os digo que me buscáis,
no porque habéis visto las señales,
sino porque comisteis el pan y os saciasteis.

Ése era todo su interés…

Trabajad, no por la comida que perece,
sino por la comida que a vida eterna permanece,
la cual el Hijo del Hombre os dará;
porque a éste señaló Dios el Padre.
 Entonces le dijeron:
¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?"
Juan 6:24-28

¿Cuál era la mentalidad de esa gente? Tenían que hacer algo para mostrarle a Dios obras para que Dios, entonces, bajara, los justificara y les siguiera dando de comer a ras del piso, sensorial, la necesidad inmediata satisfecha.

"Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios,
que creáis en el que él ha enviado".
Juan 6:29


Jesús emplea vocabulario de otro nivel, señores ustedes no tienen que hacer nada, Yo vine a manifestar al Padre y lo único que tienen que hacer creer, y creer significa, hacer trizas toda una forma de pensamiento que los rabinos en la sinagoga y que los maestros que saben la Ley les han metido, pero que ustedes que están atados, no son libres y viven por reglamentos y viven por leyes, pero si ustedes creen, van a ser verdaderamente libres.
Pero ellos no entendían eso estaban en otro nivel absolutamente.

"Le dijeron entonces:
¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos?
¿Qué obra haces?"
Juan 6:30


La gente de hace dos mil años reaccionaba igual que la de hoy ¿Qué señal, pues, haces tú, para que te veamos, y te creamos? El asunto era ver y tocar porque yo veo, entonces, creo.
Pero Jesús les dice: ¡Señores, Yo soy el unigénito del Padre que bajé a la Tierra! No. ¿Qué obra haces? No… no… no corazón insensible y espíritu más insensible yo no puedo ver.

"Nuestros padres comieron el maná en el desierto,
como está escrito: Pan del cielo les dio a comer".
Juan 6:31


¡Mire cómo definía la gente de la época de Jesús el maná que caía! Pan del cielo.
¿No sé si está entendiendo? Como veían caer el maná, el maná era una cosa transitoria, el maná era un alimento con el que Dios les quería mostrar algo, pero ellos lo catalogan, como Pan del cielo. O sea, si tú nos haces caer Pan del cielo, como en la antigüedad, entonces, te creemos.

Hay mucha gente que todavía sigue diciendo: ¡Oh Dios, si abres los cielos y dejas caer pan, mi fe va a ser aumentada! Hay mucha gente, y habló conmigo, quiero decir esto con absoluta reverencia: Un día Dios, dice la gente, se apareció en mi cuarto, el Señor estaba ahí… yo lo vi estaba ahí, estaba vestido de blanco y yo lo vi y me dijeron: ¡Cómo lo quisiera volver a ver otra vez!

Y digo esto con todo respeto: Por qué esa persona desde aquella vez que Jesús se le apareció no cambió, ¿no sé si estoy siendo claro? ¿Para qué quieres que se te aparezca en el cuarto? ¿Para tener otra vez una experiencia sentimental? ¡Señores! ¡No! Dios no es juego que puede aparecerse en cualquier momento y en cualquier lugar.
Sí, pero solamente el que tiene nivel y dimensión espiritual sabe porqué esa aparición celestial y no para andar contando: Se me apareció Jesús. ¿Y qué pasó cambió tu vida? No, pero lo quiero ver otra vez. ¿Para qué?
Estamos en una línea muy delgada porque a los sentimientos no hay que anularlos, simplemente, hay que colocarlos debajo del Espíritu, no pateemos los sentimientos pero los sentimientos no pueden gobernar nuestra vida porque muchos de nosotros por sentimientos nos hemos equivocado y grueso, ¿O no? Pero cuando el Espíritu Santo gobierna mi espíritu, el Espíritu gobierna mis sentimientos.
Ahora bien, sigue diciendo:

"Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo:
No os dio Moisés el pan del cielo,
mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
Porque el pan de Dios es aquel que descendió
del cielo y da vida al mundo".
Juan 6: 32-33


¿De quién hablaba Jesús? De Él mismo y no lo veían, ellos como sus antiguos querían ver que cayera de arriba alimento, pero cuando Jesús les hablaba en otro nivel y diciéndoles: Yo soy el pan del cielo. Como bebés, lloraban… quiero mamadera. No entienden que tienen que subir quieren que caiga Pan del cielo. ¡Yo soy el Pan del cielo! No Señor.
Y así vivió la Iglesia y aún sigue viviendo, lamentablemente, en muchos sectores con una actitud tan de reclamarle a Dios porqué no le salen las cosas que se sigue dando topes contra la pares, cuando lo único que Dios está diciendo: ¡Niña sube acá! Y la niña en tres segundos estaba acá arriba ¿sí o no? Pero, por no querer salir del ras del piso y no querer subir un nivel preferimos llorar en el piso y gritarle desde ahí y llorarle a Dios que subir un nivel y venir al nivel que Él me pide que venga.
¡Qué bueno que los niños puedan recibir esto! Los niños entienden a nivel espiritual lo que estoy diciendo: Porque de ellos es el reino de los cielos, ellos lo están entendiendo.
Luego dice:

"Le dijeron:
Señor, danos siempre este pan".
Juan 6:34


¡Ya no queremos trabajar más! ¡Ya qué tú eres el Pan del cielo, danos siempre, ¡no! ¡A nivel sensorial! ¡A ver cómo obtengo beneficio de Dios! Cómo obtengo beneficio de Dios.
¡Pobre Dios! ¡La Iglesia redimida por Él queriendo obtener beneficios! Cuando mandó a su Hijo a dar y dio todo y vertió su sangre y nosotros, todavía, chupándole la sangre a Dios, perdóneme la expresión, y enojándome porque no responde mis oraciones.
Es injusto. ¡Alguien hoy le tiene que hacer justicia a Dios!
Este mensaje es apostólico.
¡Hay Dios sálvame! ¡Ay Dios! Parecemos Pedro cuando se estaba cayendo en al agua.
Y sí, hay oraciones así pero ésa no es la idea de Dios, la idea de Dios es que vengas al nivel que Él está.

"Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida;
el que a mí viene, nunca tendrá hambre;
y el que en mí cree, no tendrá sed jamás".
Juan 6:35

 
Miren el juego de palabras, en el versículo 34 ellos le dijeron: danos siempre de este pan. O sea, sigue viniendo a suplir nuestra necesidad, en el versículo 35, Jesús dice: el que a mí viene. ¿Ve, no sé si está entiendo esto?... Danos siempre.
O sea, ponte Tú en nuestro lugar y suple permanentemente nuestra necesidad y Jesús dice: No, ahora cambió esto, ahora es, el que viene a mí, por eso, dije: Dios ya bajó.
¡No baja más! Jesús dijo ahora vengan a mí posición: ...el que a mí viene...el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

La provisión para el bebé, es que yo me baje y le de mamadera ahí en el piso porque él no puede subir, yo tengo que bajar. Pero la provisión para la niña es otra, ella sube acá y dice nunca tendrá hambre y nunca tendrá sed, pero arriba no allí abajo.

¡Aleluya! ¡Mire qué Dios tenemos! ¡El que a mí viene!
¡Señores hay que subir! Dios ya bajó.
¡El que en mí cree, no tendrá sed jamás!

Ahora bien, a la luz de la obra consumada por Jesús en la cruz Dios bajó, pero luego, Jesús asciende al cielo donde estuvo, pero el recorrido que Jesús hizo fue nuestro recorrido.
Escúcheme muy bien lo que voy a decir, esto es muy importante:
Cuando llamé a la niña, ella tenía piernas para caminar, entendimiento para entender, capacidad de comprender que yo le estaba diciendo que viniera porque yo le iba a dar algo.
A la luz de la obra consumada de Jesús, Dios bajó y cuando Jesús murió en la cruz del Calvario usted y yo estábamos muriendo con Él, ¿sí o no? Por eso, nuestro viejo hombre dice Pablo, fue crucificado con Él.
Ahí estábamos nosotros, no importa si habíamos nacido o no, Dios no necesita que nazcas para eso… no…no… si esto él que no entienda con la mente explota:
¡Aunque tú no habías nacido… ahí, en la cruz, tú estabas! ¡Mire qué bueno es Dios! Y Dios en Jesús eliminó al viejo hombre… lo eliminó.

Luego Jesús baja de la cruz y ¿a dónde va? Va al sepulcro, y dice Romanos 6: que nosotros fuimos sepultados juntamente con él.
¿Qué significa? En este sepulcro se terminó el viejo Daniel Dardano, eso elimina el… así soy yo… es que así me criaron mis padres… es que lo llevo en la sangre… ¿en cuál sangre? ¿En cuál? Es que Dios conoce mis debilidades… No. Por favor, ¡nunca más hable así! Dios no conoce su debilidad Dios conoce su potencia.
¡Crucificados con Él! ¡Sepultados con Él! Ésa es la figura del bautismo, cuando usted se bautiza, usted muere, por eso dice que, cuando resucitamos, resucitamos en vida nueva... vida nueva... Pero cuando se resucita, porque Dios resucitó a Cristo de los muertos, nosotros resucitábamos con Él, quiere decir, que el poder que habita a la Iglesia es el poder de la resurrección, eso significa vencer a la muerte.

La gente le tiene miedo a la muerte, ¿sí o no? Y hay muchos cristianos entre esos porque ignoran esta realidad que estoy diciendo. ¡Usted se va a ir de este mundo cuando cumpla propósito! Ahora si no lo cumple, puede irse antes de tiempo. ¡Claro! ¡Cuidado! Porque la Biblia lo dice: Dios dice, para qué voy a tener una persona en el mundo inoperante, ineficaz, ineficiente, vamos o el que mucho peca, peca, peca dice el Señor, o participa de la Cena indignamente, eso está en 1 Corintios 11 dice: muchos duermen.
¡Pero Dios es bueno! ¡Pero es justo! Ok… El poder de la resurrección.
Pero luego de estar cuarenta días con los discípulos, Jesús, asciende a los cielos, y la Biblia dice: que ustedes y yo estamos sentados en lugares celestiales con Cristo Jesús, el recorrido de Jesús lo hicimos nosotros, estuviésemos en este mundo o no aunque no estábamos hace dos mil años… crucifixión… sepultura… resurrección y ascensión.
Entonces, pregunto: Si estamos sentados allá arriba. ¿Cuál es nuestra posición para ver a Dios y las cosas? De allá arriba. ¿Y por qué seguimos a ras del piso? Es una contradicción.

O sea, Dios hizo todo, legalmente consumó la obra a través de Jesús para posicionarnos y entonces nosotros pudiésemos entender y discernir a Dios. ¡Claro que estamos con los pies en la Tierra para cumplir propósito! Pero estamos sentados allá arriba para actuar con autoridad, por eso es incongruente hablar desde la necesidad. ¡Es incongruente!
¡La obra consumada de Jesús habla a las claras de que Dios bajó y ya no va a bajar más y solamente le está pidiendo a la Iglesia, que suba!
En Juan 17:24, la oración de Jesús, la oración de intercesión, esta oración es preciosa hay que sacarle el jugo apostólico porque tiene muchísimo, yo estaba viendo algunas cosas que no son para este mensaje, pero ya llegará.

"Padre, aquellos que me has dado,
quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo,
para que vean mi gloria que me has dado;
porque me has amado desde antes de la fundación del mundo".
Juan 17:24


¡Mire el amor de Dios y de Jesús!

Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy,
quiero que ellos estén también conmigo.


¿Qué más Iglesia necesitamos? La gloria de Dios, la presencia divina, donde Él ascendió ahí fue la oración de Jesús que nosotros estuviésemos.
Entonces, cuando uno ve esto, a mí se me amplió la dimensión, cuando dice aquellos o estos están en el mundo, uno dice, bueno se refiere a una cantidad de personas que eran la relación cercana de Jesús como sus discípulos, no… no… no… Jesús está hablando proféticamente… aquellos que me has dado, ¿sabe quiénes son? la Iglesia…

Cuando dice: donde yo estoy, ellos estén conmigo.
Esos aquellos es la Iglesia, no es Daniel Dardano, o mi esposa… es la Iglesia. Porque un individuo es muy útil y es importante, pero el sentido de Cuerpo es la dimensión que Dios tiene en su mente, Dios quiere que toda la Iglesia, en todo el mundo esté participando de la gloria del Padre.
¿Qué más le podemos pedir a Dios? El problema es que si yo juzgo desde mi razonamiento limitado, claro que siempre Dios va a ser injusto. ¡Pero el problema no es de Dios, el problema es mío! El bebé no me entiende.
¡La Iglesia no entendió a Dios durante muchos siglos! Pero hoy Dios, por el gobierno teocrático, le está dando oídos espirituales a la Iglesia para que entienda lo que tiene que hacer.
Con esto que estamos predicando la consejería se acabaría en dos días, lo único que habría sería dirección para la vida de las personas, ¿por qué? Porque yo le voy a dar consejo a la niña cuando está abajo: No te caigas, cuidado donde pisas, un poquito más a la derecha o a la izquierda, pero cuando subió al lado mío ya entendió todo, no necesita consejo, dirección. Pero el problema, es que la Iglesia no ha querido eso, quiso apapacho. Entonces, Dios baja… pero además tengo al pastor… y dale duro… dale duro… quince años… y rebelde.

Yo me pregunto ¿acá al lado de Dios, tú puedes ser rebelde? Acá al lado de Dios, ¿tú puedes decir, no me parece? Por eso tenemos que arrepentirnos de eso, Dios necesita soluciones no problemas.
Yo tengo un problema serio, a veces viene la gente a hablarme y yo les digo algo y se lo digo dos o tres veces y no me entiende, digo no porque está al ras del piso, es doloroso pero Dios quiere que todos subamos, la Iglesia tiene que ser un campo de entrenamiento para conquistar afuera y no que después de la reunión los pastores no se puedan mover porque los tiene atrapados, no es justo… Hay que subir… hay que subir… tenemos que ser una solución para Dios y para la Iglesia en la cual estamos, si no somos responsables no merecemos estar en esta congregación ni integrar una familia, Dios no los va a exigir, por eso tenemos que arrepentirnos.
Jesús dijo: Papá dónde Yo estoy ellos tiene que estar… porque la obra fue completa, los crucifiqué conmigo, los  sepulté conmigo, los resucité conmigo y arriba conmigo. Eso es lo que Dios quiere, desde ahí tenemos que ver.

Muy bien, ahora en Segunda Corintios 12: 1 al 4, no lo voy a comentar extensamente, esto simplemente es una mención, el apóstol Pablo está hablando y dice:

"Ciertamente no me conviene gloriarme;
pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
O sea, tengo que hablar de las revelaciones y visiones que el Señor me dio.

Conozco a un hombre en Cristo,
era él mismo…

que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé;
si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe)
fue arrebatado hasta el tercer cielo. 
Y conozco al tal hombre

era él mismo…

(si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),
que fue arrebatado al paraíso,
donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré,
sino en mis debilidades". 

2 Corintios 12:1-5

¿Qué fue lo que pasó con Pablo? Pablo es un caso excepcional, Saulo, él era Saulo, camino a Damasco persiguiendo a los cristianos le aparece la luz del cielo, él cae en tierra y le dice: Señor, quién eres y le dice: Yo soy Jesús a quien tu persigues, duras cosas es dar patadas contra los aguijones.
Saulo queda ciego, Ananías lo ministra y cuando lo ministra, mire la profecía que le dio. Ananías ¿Sabes lo que le vas a decir? Que yo Dios le voy a mostrar cuanto le es necesario padecer por mi Nombre.

Te pregunto hermano ¿Quieres una profecía así? Porque todas las profecías que escuchamos… ¡Uh! Dios te va a dar… Dios te va a hacer… vas a entrar acá y vas a entrar allá… y vas… Y a Pablo le dijo, este hombre, como yo sé lo que tengo preparado para él se lo digo de entrada o renuncia o le entra… Dile, que él va a sufrir por mi causa.
¿Qué le parece? Ése es un hombre jugado, esa es una mujer que le entró y que no esta abriendo las manos para llenar sus necesidades.
Entonces, ese hombre fue merecedor de que un día Dios le dijo ¿Pablo, quieres hacer un viaje? ¿A dónde? ¿Acapulco, Cancún, Bahamas, Islas del Caribe? No, acá conmigo. ¡Qué!  Allá ¿Me voy a morir? No, no… te voy a llevar de una manera determinada, pero vas a venir.
Y dice ahí, que subió y cuando subió, imagínense, Señor, aquí estoy ¿Para qué me quieres? ¿Qué dice ahí? Pablo tuvo revelaciones tan impresionantes que él cuando bajo a la Tierra tenía que ponerse parche tras parche en la boca porque él quería decir todo lo que había visto y le fue prohibido.
Todas las cartas que nosotros tenemos de Pablo, mucho de lo que vio arriba, lo dijo, agarre Efesios todo lo que tenemos de doctrina de la Iglesia, los cinco ministerios, Pablo lo recibió directamente. ¿Por qué?, Porque Pablo subió.

Señor, revelación al nivel del piso... ¡No, hay que subir!
Señor, respuesta al ras del piso. ¡No, hay que subir!
Es que no me salió el negocio, porque estás abajo... Es que divorcié y me volví a casar y me volví a divorciar… y me volví a casar… porque estas abajo. Cambie un novio… cambie otra novia… cambie un novio… cambie otra novia… porque estás abajo. Acá arriba… hay que subir.

Por eso, padres ustedes son responsables a partir de hoy del mensaje que les dan a sus hijos, porque un padre y una madre que no subieron le hablaran al hijo desde ahí abajo.
Padre, es pecado contra Dios y contra ustedes. ¡Su hijo necesita que usted suba! Yo digo siempre, mis antepasados me dieron hasta la luz que tuvieron, pero déjeme decirles, yo quería obligarlos a que tuvieran más luz, discúlpenme que diga esto hay que honrar al padre y a la madre… y lo sé, pero el padre y la madre tienen obligación de subir… señores… no de hablar al ras del piso, desde la televisión, donde dice que el corazón manda, hay que leer, capacitarse, buscar a Dios desde arriba, no podemos perder esta generación… Estoy muy ocupado, llego a la noche ceno, me baño y me voy a dormir, que bien ¿y eso? ¿y tus hijos? Que lo atienda mi mujer, es su tarea. ¿Quién lo dijo?
Dios está cansado y no responde más oraciones vanas e injustas… Dios tiene amor maduro, no de niño.

Pablo subió y le fue revelado y él dijo, estoy lleno pero no puedo hablar pero escribió y hoy todo lo que él escribió está vigente porque es revelación fresca.
O sea, que cuando usted está acá arriba tiene revelación fresca, ésa es la verdad presente no la verdad pasada, porque claro que hay verdad pasada pero hay presente, uno se apoya en la verdad pasada pero camina en la verdad presente.

Ahora bien, quiero ir terminando y ustedes conocen al apóstol Juan, es el mismo que escribió el evangelio y que, en un momentito más lo vamos a ver en Apocalipsis.
Cuando a Juan lo vemos en Apocalipsis, él está recibiendo revelación de Jesús, de Jesucristo, él está recibiendo el mensaje a las siete Iglesias de Asia y muchas cosas más y si ustedes abren la Palabra de Dios en Apocalipsis, el capitulo 3 los versículos 20 al 22, esto será lo que vamos a leer en este momento porque ahora vamos a llegar al núcleo del mensaje por lo que estuve hablando de que hay que subir.
Cuando en el capítulo 3 de Apocalipsis y en el versículo 20, el Señor le está hablando a la Iglesia, una vez que finaliza el mensaje a las siete Iglesias, dice:

"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo;
si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo". 
Apocalipsis 3: 20

Espere aquí...
¿A quién se le decían estas palabras? A la Iglesia de la Odisea, nosotros la utilizamos con los inconversos y entonces, ¿qué hacemos? Escucha amigo, Él esta tocando a la puerta de tu corazón, Yo estoy a la puerta y llamo, mira tú tienes el picaporte y tú puedes abrir o dejar cerrada la puerta, pero escucha, Jesús está afuera, está lloviendo, hace frío. ¡Y lo usamos con los inconversos!
¡Señores esto es para la Iglesia! ¡Jesús estaba afuera de la Iglesia!
Porque el candelero se había ido, si alguno oye mi voz…está tremendo esto ¿sabe una cosa? Tenemos que hacerle justicia a Dios. Él no puede estar en la puerta de la Iglesia, Él es el Rey y Señor de la Iglesia, este versículo no es para inconversos, es para la Iglesia.
Y termina diciendo el capitulo:

"Al que venciere,
le daré que se siente conmigo en mi trono,
así como yo he vencido,
y me he sentado con mi Padre en su trono. 
El que tiene oído,
oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias".
Apocalipsis 3: 21-22


Empezamos el capitulo 4, esto es crucial, mire:

"Después de esto miré,
y he aquí una puerta abierta en el cielo;
y la primera voz que oí,
como de trompeta, hablando conmigo, dijo:
Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. 
Y al instante yo estaba en el Espíritu;
y he aquí, un trono establecido en el cielo,
y en el trono, uno sentado".
Apocalipsis 4:1-2

Hasta aquí no más ¡esto esta tremendo!
Juan había recibido la revelación y la escribe a las siete Iglesias de Asia, pero luego, el Señor dice: ahora vas a tener una experiencia diferente. Y comienza el capitulo 4 diciendo: después de esto miré... ¿Y qué es lo que vi? Una puerta abierta en el cielo, después de esto miré… ¿Qué vi? Una puerta abierta en el cielosignifica posibilidades de entrar.
La puerta, es la puerta a la revelación profética, Dios te va a mostrar cosas pero cuando veas una puerta abierta en el cielo….

Seguimos queriendo que Dios nos abra las puertas de los trabajos y Dios dice: si ves la puerta abierta en el cielo… la otra se abre sola.
Y pongan esto para todas las cosas de la vida. Yo necesito la revelación profética de la puerta abierta en el cielo, es otro nivel, es el ardiente deseo de entrar por la puerta de la revelación profética, por eso, hay que subir.
Y luego dice, una puerta abierta en el cielo y la primera voz que oí era como de trompeta, hablando conmigo dijo: sube acá.

Juan estaba mirando la puerta pero nadie lo ha invitado, ahora, como él podía entrar porque él tenía ardiente deseo y Jesucristo le había revelado el mensaje de las siete Iglesias, él podía entrar.
Pero mire una cosa, es una puerta abierta en la Tierra para entender con la mente y otra cosa es una puerta abierta en el cielo para discernir con el espíritu.

Lo que la iglesia a hecho es tener puertas abiertas en la Tierra para entender con la mente y cuando yo no entiendo algo ¿qué es lo que está pasando? Lo peor que nos puede pasar es que la mente se convierta en el juez de las cosas espirituales, no puede ser, una mente renovada por el espíritu. Si.
Ahora bien, dice: sube acá.
¿Qué le dije yo a la niña? Niña, sube acá.
Y luego dice: sube acá y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estassube acá.
 Déjenme hacer una figura, es como Jesús diciéndole a Juan, Juan ¿te acuerdas hace algún tiempo, cuando yo llevé a tres de ustedes, a ti, a Jacobo y a Pedro a un monte y me trasfiguré? ¡Claro Señor! Cómo no me voy acordar. ¿Qué viste? Y Tú te transfiguraste y yo vi tu gloria y vi tu Reino. (Eso está en Lucas 9 si lo quieren anotar).
Bueno Juan, escucha, eso fue en la Tierra, fue un anticipo, pero ahora yo te estoy invitando a entrar por la puerta del cielo, es otra dimensión, una dimensión espiritual, un nivel espiritual al que es imprescindible que toda la Iglesia de Jesucristo entre.
Sube acá y yo te mostraré las cosas que sucederán.

Pero sigue diciendo el versículo 2 y al instante yo estaba en el espíritu.
Escuche, ésta es la cuarta dimensión de la acción del Espíritu Santo, todos ustedes estudiaron el Espíritu Santo con nosotros, en nosotros y sobre nosotros ¿Sí o no? Ahora dice: yo estaba en el espíritucuarta dimensión.
Él con nosotros, en nosotros y sobre nosotros son todas acciones hacia mí, hacia nosotros, con nosotros, en nosotros y sobre nosotros, acciones benéficas del Espíritu Santo que es Dios para nuestra vida, Dios es bueno, pero ahora, en un nivel de acenso entramos a la cuarta dimensión del Espíritu.
Juan dice: al instante yo estaba en el Espíritu... yo di el paso de entrar por la puerta, eso significa, yo estaba en el ámbito del Espíritu… yo estaba en la dimensión del Espíritu… yo estaba fundido con el Espíritu.
Por eso, dice Pablo en Corintios, él que se une al Señor, un Espíritu es con Él.

Iglesia lo que estamos hablando ahora, es sublime, toda la Iglesia de Jesucristo metida dentro del Espíritu, en esa cuarta dimensión es dónde podemos empezar a ver, a observar, a percibir y a discernir como piensa Dios, como actúa Dios y el corazón de Dios.
Nos quedamos muy cortos cuando queremos que Dios baje solamente a abrazarnos, nos quedamos muy cortos cuando, solamente, le pedimos a Dios que solucione nuestros problemas, Dios quiere contenernos total y absolutamente Iglesia. ¡Hay Señor que precioso!
No actúes más a nivel de piso, sube acá fundido a mi espíritu… tienes el con… tienes el en… tienes el sobre... pero hay otro nivel porque esto es inacabable, te necesito adentro fundido en mi Espíritu.
Por eso, dice Pablo que cuando ingresamos al Cuerpo de Cristo todos bebemos del mismo Espíritu, no hay diferencia ¿Por qué las diferencias? Porque no estamos en el Espíritu.
Esto es sublime hermano y en este momento el Espíritu Santo esta rompiendo todas nuestras estructuras, todas. Yo lo percibo y lo declaro, es más, que así tiene que ser, todas las estructuras pensantes, todas las estructuras de sentimiento, en este momento, estamos discerniendo que Dios quiere más que nosotros reclamemos que baje en el Espíritu.

Ahora, la Palabra dice: que el que está en Cristo es una nueva creación.
O sea, el que está en Cristo tiene la vida de Cristo, porque dice 2 Corintios 5:17 El que está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron todas son hechas nuevas".
Pero, el que está en el Espíritu no sólo tiene la vida de Cristo, sino que desarrolla la vida de Cristo y asciende a niveles superiores.
La vida de Cristo esta ahí, pero digamos que esta pasiva, el que está en Cristo nueva criatura es, ahí estoy… estoy contenido… estoy seguro… estoy protegido. Pero, el que está en el Espíritu, fundido con Él, metido dentro de Él, en su ámbito y en su dimensión, no solamente tiene la vida, esa vida se manifiesta y asciende a niveles diferentes.

Por eso, predicar el evangelio de Jesucristo tiene que ver con lo que sale de adentro nuestro y que la gente ve, no estoy diciendo lo que la gente escucha, estoy diciendo lo que la gente ve, la gente tiene que ver a Cristo.
Cristo caminando la Iglesia en el mundo.

Ahora, quiero circunscribir esto a algunas cosas muy concretas, dice aquí la Escritura, que cuando él subía, el Señor le iba a mostrar todas las cosas que sucederían después de éstas.
Hermano, cuando uno sube en el Espíritu no hay límites ¿Viene a mí revelación de la palabra? ¡Claro que sí! Pero no es todo es parte del paquete, porque aún con revelación de la Palabra no estamos alineados a la voluntad de Dios, usted puede escuchar mil mensajes de revelación de la Palabra pero si no está alineado, si usted no ha roto estructuras mentales y espirituales para recibir eso y que la Palabra se active y se una impartición, un desafío para cambiar, no pasa nada.
O sea, que cuando está en la dimensión del Espíritu sí hay revelación, pero es parte del paquete y no es todo.

Ahora bien, cuando yo estoy en la dimensión del Espíritu, cuando yo estoy en el Espíritu puedo discernir la Palabra, pero escuche, cuando estoy en la dimensión del Espíritu antes que yo pueda discernir a la Palabra, la Palabra me tiene que discernir a mí… ¿No sé si soy claro? Cuando yo voy a discernir a la Palabra, el regreso es, que la Palabra me está discerniendo a mí, o sea, me está desnudando.

Escuche, yo puedo preparar un mensaje no es garantía de nada, si la Palabra primero no me juzgo a mí, no me discernió a mí y yo ando de acuerdo a esa Palabra. Por eso, el que se sube aquí a predicar, el entorno de su vida tiene que conjugar con estar en la dimensión del Espíritu. No es, vamos a darle la oportunidad al hermano para que predique. No, señores eso era antes, pero si no tengo nada, no. Yo tengo que estar en el Espíritu, la Palabra me discierne a mí antes que yo pueda discernir a la Palabra, cuando la Palabra me discierne a mí, hermano, yo me destrozo ahí… yo me arrepiento ahí… yo ahí soy confrontado y ante Dios estoy desnudo ¿O no? Sí.
 
Iglesia, cuando usted lea la Palabra, por favor, órenle a Dios y diga: Dios antes que yo pueda discernir la Palabra, que ésta Palabra me discierna a mí, me juzgue a mí.
El problema es que si no queremos eso nunca podremos ascender al nivel del Espíritu, solamente, nos quedaremos en la información o inclusive en la revelación.
Luego, cuando yo estoy en la dimensión del Espíritu, en el Espíritu ahí comienzo a ser trasformado ¿Se acuerda lo que dice 2 Corintios 3:16-18?

Mirando cara a cara como en un espejo la gloria del Señor
somos trasformados a su misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

O sea que, una de las cosas que sucede cuando yo ascendí al nivel del Espíritu, es que comienzo a ser trasformado, es inevitable que comience a ser trasformado porque yo me hago sensible a la voz de Dios, ya no voy a luchar con defectos, ni los voy a justificar, ahora comienzo a ser trasformado, es una operación divina en mi interior.
Luego, cuando yo estoy en el Espíritu tengo revelación del carácter de Cristo, porque carácter es lo que una persona es… carácter es aquello que alguien es en lo íntimo de su casa y es igual allá adentro que afuera. Carácter tiene que ver con integridad, con mantener la palabra empeñada, con honestidad, con lealtad. Carácter es alguien de una sola pieza, no genio (genio en el sentido de que se pone loco), tengo revelación de la conducta de Cristo. ¿Cómo se conducía Cristo? Ahí abajo lo voy a cumplir por reglamento, aquí arriba por convicción, tengo revelación de la mente de Cristo.

Pablo dijo, ustedes o nosotros tenemos la mente de Cristo ¿sí o no? Sí, pero desactivada.
A mucha gente se le hace locura ¿y cómo es esto de tener la mente de Cristo? Pero si estoy en el Espíritu, claro que puedo tener la mente de Cristo y la posibilidad de pensar como Él piensa.
Luego, tengo revelación del caminar de Cristo ¿Se acuerda lo que dice Pedro? Que él nos dejó ejemplo para que sigamos sus pisadas, pero solamente subiendo se percibe eso.
Luego, tengo revelación del hablar de Cristo, mis labios van a ser trasmisores de las verdades de Cristo y la gente me va a creer porque yo hablo verdad como Cristo habla verdad, tengo revelación del amor de Cristo, que el amor de Cristo esta derramado en mi corazón, ya no podré decir jamás: ¡cómo me cuesta amar a esta persona! Porque estoy a nivel de Él, no tengo que hacer esfuerzo esta derramado en mi corazón, simplemente fluye.
Es un amor maduro, estable y consiente.
Luego, tengo revelación de su voluntad porque veo las cosas como Él las ve.

Uno de los grandes problemas de la Iglesia ha sido, escuche, descubrir la voluntad de Dios, como si la voluntad de Dios anduviera agazapada por los rincones y haciéndose desear para ver que el que la encuentra ganó algo, no señor. El problema de la Iglesia, es que nunca sabe la voluntad de Dios porque ve el asunto desde abajo pero nunca desde aquí arriba y como dije al principio, quiere la voluntad de Dios para cosas particulares noviazgo, casamiento, negocio, familia, dinero, trabajo, no… Es relación… relación… relación con Dios en el Espíritu.

Lo último que voy a decir, no es respuesta a mis oraciones es hacerme conforme a Él... no es obtener lo que quiero, es yo quiero ser como Él.
Éste es un momento importante, porque aquí todas nuestras estructuras se derrumban.
Es más, el Espíritu me revela que hay gente que ha tomado decisiones pero las tomó desde ahí abajo y en este momento el Espíritu Santo le está haciendo trizas todas esas decisiones porque le está invitando a subir… planes de noviazgo, de casamiento, de negocios, de sociedades, de trabajo, desde el piso. No, hay que subir.
Después de este mensaje no podemos seguir igual. Yo con este mensaje no pretendo llegar a sus emociones, pretendo que una espada de dos filos lo taladre… amorosamente se lo digo, porque por algún lado tiene que comenzar una Iglesia que ame a Dios por sobre todas las cosas y que los intereses de cada hermano sea el interés de Dios.
Por eso, hay que subir… hay que subir… hay que subir…
Si usted escucho esto y está convencido de que yo le hablé la Palabra de Dios, para mí este mensaje es crucial y me da gusto predicarlo, porque sé las vendas que se caen de los ojos de mucha gente, porque no lo estoy dejando sin solución, usted me entiende, no lo estoy acribillando contra la pared, simplemente, lo estoy confrontando con la posición que estamos ocupando y lo estoy invitando a subir al nivel del Espíritu.
Si usted rechaza eso, rechaza un precioso privilegio y puede ser que nunca más esta palabra pase por su espíritu.
Por eso, hoy tenemos que ser sensibles a la voz del Espíritu Santo.

Yo lo invito a que en sus manos tome todo lo que pensó, todo lo que soñó, todas las ilusiones que tiene, todos los proyectos que tiene cierre sus manos y lo ponga debajo de sus pies y como dice Pablo, los lleve cautivos a la obediencia a Cristo. Pablo pudo decir no ya yo sino Cristo en mí.
Iglesia hemos vivido muy cómodos muchos años porque siempre queríamos que Dios bajara, dije, no podemos ser injustos con Dios, si ustedes hoy se deciden a subir veremos cielos abiertos, veremos gente conformada a la imagen del Hijo de Dios.
Chicos, que me están escuchando, para ustedes también es este mensaje, tengas ocho, nueve, diez, doce, quince años, para ustedes también, porque si ustedes toman esto, ustedes van a ser un modelo en la escuela aun sin hablar.
Hoy Dios dice, sube acá a mi dimensión, una dimensión espiritual.

Yo no quiero que se ponga de pie, yo quiero que ahí donde usted esta comience a orar al Señor, no ore desde su corazón ni desde su alma, ore desde su espíritu inspirado por el Espíritu Santo y vamos a hacernos responsables de nuestra vida para subir, para decirle a Dios: basta… fui injusto durante muchos años pero ya tú no bajas… hoy… voy a subir.


Padre, en el Nombre de Jesús, éste es un momento muy especial para esta congregación, para los pastores que están bajo cobertura del Ministerio, aún para miembros de iglesias que han venido de esos pastores, aquí estamos, una parte del Cuerpo de Cristo en la Tierra, diciendo: Señor hoy te vamos a hacer justicia…

Perdón… perdón… perdón porque te usé, te usé de manera indiscriminada porque pensé que era lo más normal usarte… y usarte… y usarte para que me dieras. Que bajaras una y otra vez para tocarme, para acariciarme, para llorar conmigo, para que tu oído estuviera atento a lo que yo te decía y tú haces eso, pero tú hiciste mucho más que eso, bajaste de una vez y por todas y con la obra de Jesús consumada en la cruz del calvario fuimos crucificados, sepultados, resucitados y ascendidos.
Tú lo hiciste todo y ahora Tú nos estás invitando a subir y en esta cuarta dimensión, Tú estás diciendo: Sube acá y yo te mostraré las cosas.
Perdón Señor, todo eso lo llevo cautivo a la obediencia a Cristo.

Padre, ahora yo subo… subo a tu nivel y ahí en el Espíritu yo comienzo a ser transformado y ahora te veo con ojos espirituales y veo algo totalmente diferente porque estaba cegado por mis sentimientos.
Perdón porque te juzgue mal, cuando yo estoy siendo trasformado veo tu carácter, veo tu amor, veo tu conducta, veo tus pisadas, veo tu manera de hablar y me arrepiento de tantas oraciones que hice sin sentido.
¡Qué injusto fui contigo! Hoy asciendo a este nivel, cuarta dimensión, al instante yo estaba en el Espíritu.
Y gracias Señor, porque el Espíritu produce unidad y Jesús dijo: que sean uno para que el mundo crea.

Señor, hoy es un día histórico, 12 de Febrero del 2006, para los que estamos aquí, hoy subimos al nivel normal que Tú quieres que estemos, normal, en el Espíritu.

Gracias Señor, y cada día de nuestra vida antes de que yo pueda discernir a la Palabra, la Palabra me va a discernir a mí y voy a ser absolutamente sensible a la voz del Espíritu Santo para cambiar tantas veces sea necesario y cuantas veces Él lo diga.
¡Qué sublime Señor! ¡Qué precioso! Es maravilloso ingresar a la dimensión del Espíritu.
Por eso Señor, con este peso de gloria queremos darte gracias por esta maravillosa revelación, Tú no nos quieres al ras del piso, Tú nos quieres allá arriba, estamos sentados pero no nos hemos dado cuenta, ahora la puerta está abierta y nosotros entramos.

Por eso, en el Nombre de Jesús, entramos con los ojos abiertos el pecho erguido diciendo: Señor aquí estoy has conmigo lo que quieras, no hay mayor amor que Tú en la vida y a partir de este momento no haré un plan, no desarrollaré nada si Tú antes no me lo dices, porque como estoy en tu nivel, ahora puedo escucharte… ahora puedo entenderte… ahora puedo saber tu voluntad… ahora puedo ver lo que hay en lo profundo de tu corazón. Siempre estuvo ahí, pero yo nunca lo vi, no es un problema tuyo fue un problema mío.
Por eso, Señor me rindo con todo el corazón para que Tú hagas la obra que tienes que hacer en mí.

Padre, muchas veces me han ministrado pero yo hoy te quiero ministrar a ti, porque Tú eres bueno, porque para siempre es tu amor y tu gracia.
Gracias Señor porque en este momento y en este tiempo estamos haciendo lo que Tú nos pides.
Gracias Señor, porque esta iglesia reunida en este lugar está siendo, ahora penetrada por la espada de dos filos que es la Palabra, y ahora hay una profunda transformación que comienza hasta hacernos como Cristo.
Gracias, eres absolutamente compatible con tu justicia y con tu amor y nosotros hoy lo estamos comprobando.


Iglesia, yo quiero que nos pongamos de pie y ministremos al Señor y le digamos; te amo es todo lo que puedo decir... que la sinceridad de nuestro corazón unidos en un mismo Espíritu rompa toda atadura y nos haga ver a Dios cara a cara para ser trasformados.
Cantemos desde nuestro espíritu…
Vamos a decirle al Señor que lo amamos por sobre todas las cosas…

El Espíritu Santo me está mostrando una preciosa visión. Hermanos, en este momento, estoy viendo a esta iglesia en este lugar como levantada en nubes y ascendiendo y subiendo y la puerta se abre y cada uno de ustedes y yo estamos entrando por ahí. Ésa es la visión que estoy viendo hermanos, es un precioso privilegio y, ¿sabe una cosa? Cuando usted y yo le estamos diciendo al Señor: te amo, ya no se lo decimos desde el piso se lo estamos diciendo porque entramos por la puerta de la revelación, se lo estamos cantando al oído a Dios, te amo pero en el mismo nivel precioso privilegio.
¿Sabe? Al cantar; en ti Señor siempre confiaré, escucho la voz de Dios que dice:
Y Yo también confiaré en ustedes.
Iglesia este es un gozo y una alegría, Dios está encontrando una Iglesia confiable, una Iglesia en quien depositar la revelación, los recursos, las habilidades y talentos para que el mundo vea que la Iglesia está más allá de las cosas que ellos tienen.


Tú eres el Dios de ayer, de hoy y de siempre y has constituido una Iglesia que te represente con tal fidelidad y carácter que el mundo sepa que Dios es Dios ayer, hoy y siempre.

Señor, Tú estabas esperando este momento en que la Iglesia subiera porque a partir de este momento la corrupción, la injusticia, el fraude, la mentira, el robo y el secuestro, el abuso y la violación, el homosexualismo, el lesbianismo, todo ahora está bajo los pies de la Iglesia, porque como es una Iglesia que subió y tiene la misma autoridad tuya puede pisar sobre eso.
La maldad tiene que retroceder porque la Iglesia se levanta con el carácter de Cristo, con la conducta de Cristo, con la mente y el hablar de Cristo y haciendo la voluntad de Dios.

Padre, es precioso este nivel no tenemos que hacer ningún esfuerzo, simplemente, estamos manifestando el nivel en dónde estamos y al Cristo que tenemos adentro.
Por eso, te amamos y te adoramos con todo nuestro corazón.
¡Qué precioso privilegio!

No hay nada mejor que ser hijo de Dios… no hay nada mejor que estar jugado en el pacto por Él… no hay padre, ni madre, ni familia que reemplace esto.

Gracias Señor, porque cuando la Iglesia entra a ese nivel, ahora sí el mundo sabrá para qué está la Iglesia en este mundo y hoy, por aquí empezó.
Alabado sea tu Nombre... En el Nombre de Jesús. Amén, amén y amén.            


Cielos abiertos para la Iglesia, el mundo necesita esa Iglesia…


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