Fortaleza vs. emoción
Daniel Cipolla
19 de June de 2011
El texto contenido en esta página fue tomado literalmente de lo expresado verbalmente
en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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“Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas,
los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser”
(Efesios 3:16, NVI)

...


Y si el apóstol Pablo está pidiendo esto, es evidente que lo que está pidiendo es fundamental para vivir una vida en Cristo, si no fuera fundamental pediría cualquier otra cosa que fuera fundamental, pero los apóstoles no hacían oraciones pidiendo cosas secundarias, menos en la Escritura. Lo registrado en la Escritura son cosas fundamentales y aquí habla de una oración que pide algo fundamental, un fortalecimiento del Espíritu Santo en el interior de cada hijo de Dios, porque sin ese fortalecimiento, aunque tengamos calidad de hijo, viviremos sin calidad de hijos. Ese fortalecimiento del Espíritu es lo que nos produce el poder vivir como hijos.

Por eso, quiero ir a un pasaje de Marcos, el capítulo 3, para entender en esta mañana, que fortaleza no es lo mismo que emoción, no es igual. Vamos a ver, fortaleza versus emoción, en realidad.
Vamos a ir a Marcos, el capítulo 3 y vamos a leer el versículo 13... Dice la Escritura hablando de Jesús:

"Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.
Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,
y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios
."
Marcos 3:13-15

Estos versículos son muy cortos pero en estos versículos hay unas verdades que son fundamentales, que son pilares que sostienen la vida, que son cosas y asuntos de los cuales nosotros no podemos prescindir porque son fundamento, sin ese fundamento nos caemos en un abismo porque no hay dónde pararnos ni dónde sostenernos; este es el momento clave. ¿Por qué digo momento clave?  Espiritualmente hablando, este momento era trascendente porque en este momento Jesús estaba eligiendo a las doce personas que Él les daría esa calidad de enviados, que es lo que llama apóstoles, para a través de esos doce iniciar una transformación mundial con el evangelio de Cristo.
Así que, no estamos hablando de cualquier momento de la historia, no estamos hablando de cualquier escena, no estamos hablando de algo relativo; pero en lo que me quiero detener es en la intención, la intención de Jesucristo cuando establece a esos doce, es que a través de ellos se liberara una transformación mundial con el evangelio de Cristo. Quiero que tengamos esto en mente, el final no son los doce, el final de Jesús no son los doce, los doce son el principio del final.
¿Cuál es el final anhelado por Dios? Una transformación del mundo y de las naciones trayendo el Evangelio y el Reino de Dios en forma palpable iniciado a través de esos doce, ése es el final.
Para que ese final se logre hay una serie se verdades que aquí dice, en cuanto al llamado y en cuanto aquello que Jesús hizo para apartarlos.

Lo primero, lo primero que puedo ver aquí es, dependencia total... dependencia total.
Miren, cuando uno va a tomar una resolución o una decisión que realmente haga avanzar el Reino de Dios, que realmente produzca algo que cambie el entorno en el que uno está viviendo, eso requiere absoluta dependencia, ahora me va a entender más lo que quiero decir.
Si vamos a Lucas capítulo 6 por un momento, este mismo relato que acabamos de leer aquí está en Lucas 6, pero en Lucas 6 hay algo muy interesante que no dice Marcos en el versículo 12 acerca de la acción de Jesús, la actitud de Jesús... Lucas capítulo 6, versículo 12:

"En aquellos días él (Jesús) fue al monte a orar,
 y pasó la noche orando a Dios.
Y cuando era de día, llamó a sus discípulos,
y escogió a doce de ellos... "
Lucas 6:12-13

¿Qué es lo importante que agrega Lucas 6:12? "pasó la noche orando a Dios".
Dije y empecé diciendo, el primer punto importante es dependencia total.
Lo que me muestra la noche de oración de Jesús, no es que Jesús oró simplemente porque eso era una decisión muy importante; de hecho lo era, era trascendente. No, Jesús oró porque dependía del Padre y Jesús dependía del Padre de tal manera, que en ningún momento a Jesús le fue una carga pasar una noche en oración, ni tampoco era algo para publicar en algún mensaje o decir, que me levanté a las tres de la mañana a orar, porque no vemos una sola referencia ni de los apóstoles ni de Jesucristo hablando de tales cosas.
No es que Jesús sólo en esta oportunidad, no, no, no, no es que sólo ahora pasó la noche orando a Dios porque mañana tenía un examen muy importante, porque va a elegir la novia... No, no, no, no, no. Jesús pasó noches orando a Dios, pero las noches de oración eran la muestra de su dependencia y Él sabía que sin esa dependencia total, Él no produciría, no traería esa revolución con el Evangelio que el mundo estaba necesitando. No sería poderoso en traerla, porque recuerde que se despojó de la forma de Dios y se hizo un hombre y como hombre Él tenía que traer el poder de Dios a la Tierra, aunque fuera el Hijo de Dios, y eso lo trajo su dependencia.

Lo primero que yo puedo ver, está en Jesús, no en los apóstoles. Veo en Él una dependencia absoluta para escogerlos.

Segundo que yo veo aquí, algo en Marcos 3:13, volviendo a ese pasaje, veo llamado pero también veo respuesta. Llamado y respuesta.

Es cierto, que aquí dice en Marcos 3:13, es cierto que dice, que llamó así a los que Él quiso... Pero ese llamó así a los que él quiso, incluye algo: vinieron a Él, a ver... no importa... Escúcheme, no tiene ninguna clase de importancia que Dios lo llame y baje el arcángel Gabriel junto con Jesucristo, los dos juntos vienen con el arcángel para que usted vea lo glorioso que es su llamado y lo llame. Tiene que haber una respuesta positiva al llamado, sin respuesta positiva no importa cuántos ángeles lo visitaron, lo llamaron y le dieron la encomienda, uno tiene que tener la respuesta positiva, no solamente de decirle que sí, la respuesta positiva no incluye un decir, incluye un hacer. Dice: vinieron, es decir, fueron a Jesús.
Quiere decir entonces, que yo veo algo aquí: todos los que tenemos a Cristo Jesús y nos hemos entregado a Él, ¿hemos sido o no llamados? Hemos sido llamados, si no hubiéramos sido llamados no seríamos hoy, perdón la redundancia, llamados hijos de Dios porque fuimos llamados. Es que nos dicen y sabemos que somos hijos de Dios. Quiere decir, que si alguien dice: yo no tengo  un llamado, ya le erró de medio a medio, está equivocado. Si eres hijo de Dios tienes un llamado porque Dios te apartó... te apartó... Él te apartó... Te apartó para Él.
Quiere decir, que cuando Él te apartó, te apartó para que tu respuesta sea, no un sí. No, tu repuesta sea una acción, voy a Jesús porque Él me llamó. No, no Jesús no me llamó para hacer cosas, Jesús me llamó Él. Jesús no me llamó para que yo le sirva y le sea útil, no, no, no. Jesús me llamó Él, yo no voy a las cosas de Jesús. Mucha gente dice: es que necesito conocer más de Dios, eso es un error, nadie necesita conocer más de Dios, necesita conocer más a Dios, no necesitas conocer más de Jesús necesitas conocer a Jesús. ¿Estoy siendo claro?

Fíjese, pero luego de eso, ¿qué veo cómo tercero? ¿Cuál es el propósito primordial del llamado? ¿Cuál es?
Quiero ver cuál es el propósito primordial para los cual Jesús les dijo vengan a Mí, y aquí dice que en el 14, que estableció a los doce para que estuvieran con Él, para enviarlos a predicar, que tuvieran autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios.
¿Cuál es el propósito inicial, primordial y básico para el que Jesús los llamó? ¿Para qué fue? ¿Para qué fue? Para que estuvieran con Él. No los llamó a predicar, no, no, no y no. Él les dijo: vengan para estar conmigo ¿y qué vamos a hacer? Ese es otro capítulo, ustedes tienen que aprender primero a estar conmigo, porque si no aprenden a estar conmigo me son completamente inservibles.
¿Soy útil al Señor? No, mientras no aprendas a estar con Él, no eres útil al Señor, nadie es útil al Señor si no aprenden a estar con Él.
Así que Él llamado primordial del Señor, digamos el secundario viene después, el primordial es, te llamé para que estuvieras conmigo. ¡A eso te llamé yo, para que estés conmigo!

Mi pregunta es ¿qué podré lograr en el avance del Reino de Dios fallando en lo primordial? Del Reino, no de cosas que se logren, estoy hablando del Reino.
¿Qué lograré avanzar en el Reino, en cualquier cosa que yo hago si fallo en lo primordial, en lo que Él me llamó primero? Y a lo primero que Él me llamó es a estar con Él, no me llamó a hacer ninguna cosa antes de que yo aprendiera a estar con Él.

Cuatro, cuando yo entiendo dependencia y entiendo llamado y respuesta y entiendo el propósito primordial de ese llamado, entiendo entonces, el envío. Es evidente, que la base del envío era que antes aprendieran a estar con Él, cuando ellos estuvieran y permanecieran con Él tendrían poder, ¡ahí está! tendrían poder y autoridad. ¿Cómo consecuencia de qué? De estar con Él, ¿para qué? Para predicar el evangelio. Y luego, ¿qué más dice? Sanar enfermedades, autoridad para sanar enfermedades y autoridad, ¿para qué cosa más? Para echar fuera demonios.
Tres cosas en que se resume el Reino de Dios. El Reino de Dios, dice Pablo, no es cuestión de palabras sino de poder. ¿Por qué dice esto? ¿Por qué dice eso? Porque el Reino de Dios no son seminarios, aunque demos seminarios, no es que tenemos algo en contra, nadie me mal entienda, estoy diciendo que no son seminarios, es decir, el Reino de Dios es una conjunción de una Palabra que tiene poder y como tiene poder, en esa Palabra está la autoridad para sanar enfermedades y echar fuera demonios. Si esas señales no están ahí no está el Reino de Dios. No está el Reino de Dios, aunque el seminario sea de excelencia, no está ahí el Reino de Dios, me quedé con las palabras y desvestí a la gracia de Cristo del poder, ¡no puedo hacer eso!
Pero yo sé, alguno piensa y dice: bueno Ok! yo entiendo esto, pero a ver, ¿a quién envío con poder y autoridad a sanar enfermedades y echar fuera demonios? Y, a los apóstoles... no vamos a comparar... Alguno dirá ahora: bueno yo entiendo, pero eso se trata de los ministros, eso se trata de alguno de los cinco ministerios que la Biblia menciona: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros... Ellos sí, Dios los ha llamado de manera especial para predicar y además para sanar enfermedades y echar fuera demonios...
Vamos a ver si eso es verdad, vamos a Marcos 16, versículo 15, dice el verso 15:

"Y les dijo: (esto se los dijo a los apóstoles)
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
mas el que no creyere, será condenado.
Y estas señales seguirán a los que creen."

Marcos 16:15-17

A ver, cuando ya habla de estas señales ¿sigue hablándole a los apóstoles? Mire... mire cómo está el texto, primero ¿a quién le habla? ¿a quién le habla? Id por todo el mundo ¿a quién le habla? A los apóstoles, ¿estamos de acuerdo, no? A los doce. Hasta ahí su razonamiento todavía es válido, hasta ahí. Pero ahora dice: y estas señales seguirán a los que creen. Los que creen ¿sólo son apóstoles? ¿sólo son profetas? ¿sólo son evangelistas? ¿sólo son pastores? ¿sólo son maestros? ¿Quiénes son los que creen? Todos.
¿Qué señales seguirán a los que creen? En su Nombre, ¿qué van a hacer? echarán demonios; hablarán nuevas lenguas; aún mire lo que dice, tomarán en las manos serpientes,  y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

¿Sabe qué está diciendo éste versículo? Los que creen son inmortales mientras permanecen en Cristo Jesús, porque ni aun un animal que los pique los va a matar, van a morir el día que Dios diga: hoy te vas conmigo, porque viven en el ámbito de la presencia de Jesucristo y cuando uno vive en el ámbito de la presencia de Jesucristo ni se desespera, ni teme pero cuando uno se sale un poquito de ese ámbito, inmediatamente el género humano se desespera y teme porque la desesperación, la duda y el temor es lo que genera el pecado. Para que eso no tenga fuerza la única manera de es que yo esté apegado permaneciendo en Cristo. Quiere decir entonces que, ¿para quién es salir con autoridad y echar fuera demonios y a sanar enfermedades? ¿para quién es? ¿para quién es? Ah! no... no...  porque si no, no vamos a estar claros o vamos a estar esperando que la iglesia es simplemente un lugar donde nos edificamos, oramos juntos, escuchamos la Palabra de Dios, pero a la hora de que los casos vienen difíciles solamente hablamos a los pastores, y no estoy diciendo que no debemos hablar, lo que estoy diciendo es, que aunque hablemos a los pastores, también hablémosle diciendo, sí porque estaba endemoniado pastor, pero mire nos reunimos en casa de fulano de tal y resulta que, mire sólo para que esté orando porque fue libre. ¡Gloria a Dios! va a decir, ¿o lo va a retar? Le va a decir, pero ¿cómo echaste fuera ese demonio? ¡No tienes la capacidad para echarlo! No... no... pastor venga usted... no... no profeta venga usted, ore usted ¿yo por qué? ¿por qué yo? ¿a quién le vino ese endemoniado, a mí o a ti? Échalo tú... no es mi trabajo, es el tuyo, por eso te vino a ti.
Cuando Dios quiso que fuera mío y me quiso enseñar esto, me metió más de siete años, todos los martes eran solamente liberar demonios, por siete años de mi vida, era todo casi lo que hacíamos pero fue Dios, o sea, Dios lo hizo en un tiempo de esa manera. Entonces, yo puedo ir a cualquier lugar y yo sé y digo, bueno Ok, hay que echar este demonio, pues hay que echarlo, no hay más...  hay que echarlo de aquí. No... no... nos desesperamos, no me olvido el último Marcados a Fuego en México, ¡pum! dos personas se manifestaron endemoniadas y los hermanos, algunos asustados por allá, otros jóvenes asustados por allá, digo pero, ¿ésta es la Iglesia de Jesucristo o el circo Tihany? ¿qué es esto? dije yo...  ¿de qué se están asustando? ¿cómo que se están asustando? ¿Sabe por qué se asustan? Porque todo ha sido palabras... palabras... palabras...  Y estás afuera, y cuando estés afuera te vas a dar cuenta que hay ciertas cosas que pasan a la gente que son demonios que los controlan y aunque no estén endemoniados,  en el Nombre de Jesús vas a soltar esta vida, la vas a soltar...  y usted va a llegar al corazón de esa vida, porque había, había literalmente, una horda de demonios encerrando su entendimiento, pero si usted lo echa, entonces, se vuelve usted poderoso, pero si usted no le echa no importa cuánto usted hable del evangelio, no va a lograr nada, porque está esa persona bajo opresión aunque no esté endemoniado, está bajo opresión demoníaca y no puede ver lo que usted está diciendo, así que, ésta señal no es para algunos ¿estamos de acuerdo? Es para todos, muy bien.

Quinto que yo pude ver aquí, lo puse como el éxito de la vida pública.
Es evidente, que el éxito de la vida pública es proporcional al éxito de la vida privada. ¿A qué llamo éxito de la vida privada? Le llamo a mi éxito en mi permanencia y seguimiento con Jesús. Es que ¿sabe una cosa? No puedo seguir a Jesús si no permanezco con Él, porque mucha gente separa seguir con permanecer, no se puede...  no se puede. Usted no puede seguir a Jesús si no permanece con Él, para seguirlo hay que permanecer con Él y cuando usted permanece con Él le sigue.
De hecho estos apóstoles, tanto era que físicamente permanecían con Él, tanto era así que físicamente permanecían con Él y algunos estaban casados, como en el caso de Pedro, pero durante tres años y medio yo le aseguro que ese hombre en casa no estuvo, estaba casado tenía suegra lea su evangelio, porque Jesús le sanó la suegra que tenía fiebre, así que si tenía suegra ya tenía esposa y ahí estaba, aquí allá... aquí a allá, wow!!! eso era más difícil porque no es un seguir ahora al Cristo de Gloria espiritual que vive adentro mío y sólo obedecerle, ahí había que estar con Él, a dónde fuera había que estar con Él ¿O no? pero ahora no...
Así que el éxito de la vida pública es la vida privada.

Cinco cosas, dependencia total, llamado y respuesta, el propósito principal al que fuimos llamados de estar con Él, la base del envío que es, justamente, estar con Él y el éxito de la vida pública.


Lo que quiero resumir con esto es lo siguiente: hablar de que prospera el Reino de Dios o de que estamos haciendo avanzar el Reino de Dios sin ésta permanencia, es un engaño. No puede avanzar el Reino.

Escuche, no puede avanzar el Reino, ni aun con gente que se entregue a Cristo, le voy a explicar por qué. Porque para que avance el Reino, la gente tiene que entrar bajo el gobierno de Cristo no creer el evangelio, creer el evangelio lo salva, creer el evangelio lo salva, pero para que avance el Reino tiene que pasar a un paso superior, que es: ahora Cristo me gobierna. Entonces, el Reino de Dios no avanza hasta que las personas entran bajo el gobierno de Cristo.
Por eso, no se trata de que puede haber miles de personas que se hayan entregado a Cristo, y usted pueda ver la completa y total ausencia del Reino de Dios ¿Pero cómo, si todos confiesan a Cristo? ¿Estamos de acuerdo?
Yo no le estoy quitando la calidad de hermanos. Sí, pero no hay gobierno de Cristo, entonces el Reino de Cristo no está, es más, en la mayoría de las veces, esa relación que se tiene con Jesucristo, es una relación bajo un entendimiento casi, casi de eclipse, ¿de eclipse en qué sentido? Que Dios está para prosperarme, casi es un eclipse ese asunto, estoy bajo esa nube y esa luna eclipsada, Dios está aquí para prosperarme, y entonces, toda mi relación con Dios y mi permanencia con Cristo se basa en que me conviene estar con Cristo para que Cristo me prospere. ¿Puede estar ahí el Reino de Dios? No va a estar, aunque tú prosperes, no me importa cuánto prosperes, eso no significa que Dios está contigo, no significa y estoy hablando de economía, porque prosperidad no es economía, es una palabra enorme economía le queda muy chiquita, la gente la une, prosperidad y economía y son cosas abismalmente diferentes, podes prosperar, económicamente hablando, mucho, y no haber nada de Cristo y es más, decir que Cristo lo hizo y es más, que el Señor te haya contestado y te lo haya permitido, pero eso no significa el gobierno de Cristo.

Ahora, avanzando en esta mañana, quiero que vayamos a Lucas capítulo 5, quiero que miremos algo más de Jesús ¿por qué Jesús pudo con este poder, siendo un hombre, traer el Reino como lo trajo de la manera en que Él lo trajo? Mire lo que dice Lucas 5, verso 15, dice así:

"Pero su fama (hablando de la fama de Jesucristo)
se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle,
y para que les sanase de sus enfermedades.
Mas él
...  más él se apartaba a lugares desiertos, y oraba."
Lucas 5:15-16

¿Cuándo era que Jesús se apartaba a lugares desiertos y oraba? ¿Cuándo? Cuando más popular era. Ahora le hago una pregunta, sencillo, ¿una persona cuándo tiene más compromisos, cuándo es menos popular o cuándo es más popular? Entonces ¿Cuándo tiene menos tiempo? ¿Cuándo es menos popular o cuando es más popular? Tiene menos tiempo. ¿Y cómo Jesús tenía tiempo?
Escuche, porque siempre tenemos tiempo para lo que amamos.
Voy a repetir...  siempre tenemos tiempo para lo que amamos...  voy a repetir...  siempre tenemos tiempo para lo que amamos, persona o cosa.

Es decir, el que está de novio busca los huecos para estar con su novio o novia ¿Sí o no? Claro que sí, si no fuera así, ya digo, esta pareja no funciona, va mal, va muy mal. Si estoy unos días fuera de casa quiero volver a casa, yo quiero estar con mi esposa, mi esposa quiere estar conmigo. Entonces, porque nos amamos tenemos tiempo. ¿Qué quiero decir con esto? No sea, que el diablo con su astucia engañe nuestros sentidos y con el asunto de que, estar con el Señor no la volvamos una cosa religiosa, de orar, de devocional una cosa religiosa, el diablo nos engañe bonito con ese asunto y digamos, no, si total las veinticuatro horas del día estoy en comunión con Dios. Sí, fantástico...  Sí, yo no digo nada. ¿Jesús no estaba las veinticuatro horas del día en comunión con el Padre? Sí, pero ahí dice: que apartaba lugares y tiempos. ¿O no?
Hazte una pregunta sencilla, ¿qué tiempos apartas sólo para Dios? No para pedir cosas para ti, escucha, cuando Jesús se apartaba, los apóstoles se apartaban no era para pedir que Dios les hiciera cosas, tengo un problema familiar, tengo un problema con mi trabajo, tengo un problema con esto, tengo un problema con el estudio, Señor, ¡ayúdame!... Te estoy hablando de estar con Jesús, no de pedir cosas, no es lo mismo. La de pedir cosas hazlo en la mañana en el que llamas devocional, ahí pide lo que quieras, yo te hablo de estar con Jesús para decir: aquí estoy, ¿para qué estoy aquí Señor? Para oír.
¿Está loco éste? Estuvo ahí una hora en silencio, este tipo está loco, se le botó un tornillo. ¿Qué está haciendo en silencio? Escuchando...  escuchando. ¿Escuchando qué? Escuchando a quién sigo porque no lo voy a poder seguir, ¡claro!
Él me puede hablar en cualquier momento, de hecho, lo puede hacer bañándote, lo puede hacer lavando los platos, pero cuando Él ve, cuando Él ve tu amor,  tu amor a través de lo que tú apartas para Él, probablemente, ni te hable cuando estés en silencio elije otro momento, pero sabe que te tiene siempre ahí y eso es lo que Dios busca. Es decir, es cuando Dios dice: tú estás para mí siempre que yo busco a alguien, es que Dios de vuelta, ¿y a quién tiene? Los que tienen hijos acá, mire... mire cómo funciona esto... esto...  esto está interesante, esto es muy interesante, usted está, entonces, resulta que necesita un favor, vaya a saber que está con la mano con algo, usted hace así buscando alguno de los hijos, siempre hay uno que está primero, ése se la lleva y yo aplaudo por él, el lento se la pierde por estúpido y por lento, perdón pero es así, ése está siempre el otro se la pierde. ¿Quiero estar con Jesús? Cuando Él de vuelta la cara ¿a quién ve? Porque quién sabe a los que menos ve, es a los multitudinarios yo creo que a los que menos ve, estos aquí no los conozco ¿Cómo se llama? Yo no lo conozco, preséntamelo, yo no sé nada de él, Yo no lo conozco ni él me conoce a mí, yo no lo conozco, pero cuando yo me doy vuelta ¿viste aquél que esta allá... allá? Ése, cada vez que me doy vuelta ése está ahí. Qué diferente va a ser todo allí, ¿no?
Ante ese trono que no hay mordida, ni usura de ningún tipo, ni cosas que pagar. ¡Qué tremendo! ¡Qué diferencia! Quiere decir, que si no aparto tiempo con Él no estoy interesado en estar con Él y ya. Porque si le doy mucha vuelta a esto lo voy a engañar, no aparto el tiempo, porque no estoy interesado y como no estoy interesado no aparto el tiempo, pero cuando estoy interesado en estar con Él...  Repito...  en estar con Él, no en pedir cosas, en estar con Él, entonces, algo cambia en mí y yo me transformo, lo que empecé al principio, no se olvide la idea, personas que Dios use para traer una transformación con el evangelio no sólo para predicar el evangelio, para traer una transformación con el evangelio de Jesucristo.

Vamos a Mateo capítulo 26, vamos a mirar la diferencia entre fortaleza y emoción. Mateo capítulo 26, versículo 30, dice:

"Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.
Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche;
porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.
Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti,
yo nunca me escandalizaré. Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche,
antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré.
Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní,
y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.
Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo,
(es decir Jacobo y Juan)
comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.
Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte;
quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante,
se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible,
pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro:
¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
Velad y orad, para que no entréis en tentación;
el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede

çpasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban
cargados de sueño.
Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez,
diciendo las mismas palabras. Entonces vino a sus discípulos y les dijo:
Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora,
y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega."
Mateo 26:30-46


Este es el relato donde el Señor está en el lugar donde ya va a ser entregado, está a pocos momentos de ser entregado ya para ser crucificado, el Señor toma a Jacobo, toma a Juan y toma a Pedro, se los lleva con Él y les dice velar, significa: quédense despiertos, eso es velar ¿no?
El velador ¿qué hace? Se queda despierto. ¡Quédate despierto! Esperemos ¡Quédate despierto! Le dice, quédense despiertos conmigo una hora, era el momento más difícil para el Señor, era el momento realmente bajo todo punto de vista, más difícil para el Señor. No fue la cruz, ése fue el momento más difícil para el Señor, porque ahí decidía todo.
Y se los lleva, claro, si uno piensa que Jesús los llamó para estar con Él, uno dice: ¡pero hombre! ¿qué mayor momento para estar con un amigo? Ése es el momento para estar con el amigo, porque uno piensa naturalmente, dice, claro Jesús se lo llevó, para que entonces Jesús se sintiera fortalecido por la oración de Él más la oración de ellos tres. ¿Qué piensa? Humanamente es lógico ¿No?
Pero no, no.

Mire ¡qué tremendo! le explico por qué. Una persona, esto que voy a decir es difícil, una persona que está en la presencia de Dios no necesita fortalezas externas...  
Voy a volver a repetir,  una persona que habita en la presencia de Dios no necesita fortalezas externas. ¡Y ese era Jesús! Permanecía con el Padre. Hoy en el día del padre, con el Padre, Él permanecía con el Padre, cuando se lleva a los discípulos, Él se los lleva porque Él sabe lo que viene y Él sabe que viene una hora de prueba terrible sobre ellos; y dice, si estos muchachos no logran entender espiritualmente la fortaleza interior que van a necesitar para la hora de la prueba, esto va a ser terrible. Por eso, les dijo: no se duerman y oren...  no se duerman y oren. Oren para que no caigan en tentación.
Este mismo pasaje está referido en Lucas, quiero que mire porque ahí hay una secuencia. Lucas capítulo 22, versículo 45, es muy interesante cómo lo dice, es el mismo pasaje pero aquí lo dice de una manera que uno ve clarita la secuencia. 22:45 dice:

"Cuando él (cuando Jesús)
se levantó de la oración, y vino a sus discípulos,
los halló durmiendo a causa de la tristeza;
y les dijo: ¿Por qué dormís?
Levantaos, y orad para que no entréis en tentación."

Lucas 22.45-46

Mire la secuencia, mire esto. ¿Por qué se estaban durmiendo? Dígame ¿Por qué se estaban durmiendo? Porque estaban, ¿qué cosa? Tristes.
Me detengo, ¿Jesús estaba en un momento difícil? Tan difícil que el sudor se trasformó en gotas de sangre, eso dice la Escritura, ¿un momento angustioso? Sí ¿Pero Jesús estaba triste? No. ¡Qué interesante! No estaba triste. Ellos sí, ¿cómo estaban? Tristes. Porque ellos ¿que sabían? ¿Qué sabían ellos? ¿Por qué estaban trises? Porque sabían que al Señor lo iban a matar, claro. Pero sólo sabían la mitad de la película, nunca habían entendido la otra mitad de la película, se los había dicho, pero Yo voy a resucitar y los voy a ver en Galilea.
Escuche,  escuche, ¿sabe por qué esta esa tristeza? ¿Y por qué está esa falta de visión? Porque no permanecen con Él.
Cuando yo no permanezco con Él sólo tengo un panorama muy sesgado, limitado de lo que en verdad es y como yo veo solamente, generalmente lo veo del lado humano y veo el vaso medio vacío siempre, siempre, siempre, entonces, estoy triste y como estoy triste, cuando está triste se siente débil, es cierto ¡eh! E inmediatamente duermo y ya está, duermo, estoy muy cansado mejor duermo.
A veces sí, a veces puede que no dormiste bien y tiene que dormir, pero no es el caso, este dormir es otro, estás triste.
Fíjese la secuencia, estaban tristes, por estar tristes tuvieron sueño, por tener sueño no pudieron hacer, ¿qué? No pudieron velar, no pudieron permanecer despiertos.

Cuarto, ¿Cuál fue el resultado? Entraron en tentación. Así lo dijo Jesús, así lo dijo Jesús en ese pasaje. Dice: miren, tienen que velar, pero el sueño no les permitió velar, entonces, triste, tristeza, sueño, no velar y orar... ya te digo el fin de la película cuando venga la prueba, ¡pum! te vas a caer.
Hazte esta pregunta: ¿Los cristianos de hoy, tienen poco poder contra el pecado porque la maldad aumentó o por qué no están con Jesús? Contéstame. No, no, es que no me quieren contestar, ese es mi problema.
Voy a repetir la pregunta, los cristianos de hoy no tenemos poder contra el pecado, ¿por qué cosa? ¿Porque la maldad aumentó mucho? Y entonces, hay mucha pornografía, hay muchas cosas en la calle. ¿O por qué no están con Jesús?
¡Ah! El pecado no se vence con que, no lo voy a hacer más, el pecado, ¿sabe cómo sabe ésa? Se ríe en la puerta a carcajadas y dice ¿Qué? ¿Qué no vas a qué? Ay dice...  qué tonto, dice: pero éste sí que es tonto de veras. ¿Qué no lo vas a hacer más? ¿Saben cuántos millones de años hacen que me dicen que no lo van a hacer más? Es que no es por ahí.
Ahora, cuando le dices al pecado: no, es que yo voy a Jesús, ahí empieza a temblar, ahí empieza a temblar, claro, porque él sabe que en Jesús él no tiene poder contra ti, ahí, es ahí.
Así que nuestra debilidad para vencer el pecado siempre resultad de no estar con Jesús, nunca de la maldad que está fuera, porque cuando estás con Jesús tú odias la maldad que está afuera, no te da, ni te tienta siquiera, pero cuando no estás bien con Jesús, soy tentado por la maldad que está fuera; porque adentro hay algo que me está incitando a lo que yo sé que no honra a Dios.
Así que, esta secuencia es inevitable: tristeza, sueño, no poder velar y orar, y entrar en tentación.

Ahora, miren en Mateo, volviendo a Mateo 26, la pregunta que me hice es esta, yo quiero leer el versículo 33:

"Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti,
yo nunca me escandalizaré."

Mateo 26:33

Y luego el 35:

"Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré.
Y todos los discípulos dijeron lo mismo."
Mateo 26:35

Vaya al verso 56, por favor, del mismo capítulo 26. Mateo 26:56 dice:

"Mas todo esto sucede,
para que se cumplan las Escrituras de los profetas.
Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron."
Mateo 26:56

A ver, la pregunta es, la palabra de Pedro y de los doce apóstoles, ya eran apóstoles, ¿surgieron de la fortaleza o de la emoción? De la emoción, aunque Jesús le profetizó, le dijo en el momento: No, me vas a negar tres veces y el tipo...  que no. Siendo Jesús, no, es que me lo dijo el pastor que se puede equivocar, ¿o no? Sí. Pero Jesús no se puede equivocar, ése es el problema, que cuando Él dice algo es que no se equivoca, estate seguro que tú estás equivocado, pero Él no se equivoca y aun así dijo: no,  no,  yo voy a morir contigo.
Claro, los sentimientos que producen la emoción y la fortaleza son parecidos, pero la fuente de ambos es abismalmente diferente. Entonces nos engañamos, estamos emocionamos y decimos que vamos a dar la vida por Cristo, pero de emoción, porque cuando llega la hora de la prueba, caemos y uno se entristece porque cayó, pero ¿sabe una cosa? Que esa hora de la prueba la preparó el Señor.

Le voy a explicar por qué, porque si Él no prepara la hora de la prueba y Él no permitiera que cayéramos, toda la vida estaríamos engañados con una emoción, pensando que es fortaleza en Cristo Jesús, pensando que soy fuerte en Cristo, que de verdad permanezco en Él, que de verdad estoy con Él y que por eso yo vencí y es pura carnalidad. No,  no, no tiene que dejar que pase. Por eso dice que tuvo que dejar que esto ocurriera, todos tenían que dejarlo, todos tenían que huir, todos absolutamente todos.

Así que les digo algo, cuando Jesús se fue y estos apóstoles iniciaron ese ministerio glorioso, ¿sabe lo que ellos sabían? Que sabían, pero que sabían, que no eran absolutamente nada, eso es lo que sabían, porque habían comprobado que habían sido capaces de dejar al Señor en el peor momento, que habían sido capaces de negarlo, que habían sido capaces de cualquier cosa. Entonces, ellos sabían que cualquier fortaleza que tuvieran si no venía de Cristo y venía de ellos, ellos volvían a caer. Pero saben, ni uno de ellos, ni uno solo de ellos cayó. Aprendieron algo: lo que es la verdadera fortaleza.

Entonces, el Señor puso esta Palabra en mi corazón para que entendamos que obviamente, en el tiempo de la prueba, en ese tiempo de prueba la fortaleza la tendremos de la hora de la comunión, por así decir, o sea, la hora de la prueba y la hora de la comunión van juntas, no es una hora estoy hablando en términos generales, la hora de la prueba y la hora de la comunión van juntas.
Si mi hora de comunión es correcta, entonces, en la hora de la prueba voy a reaccionar correctamente, si mi hora de comunión no es correcta, en esa hora de prueba, yo voy realmente a caer.
¿Qué quiero decir con esto? Hemos visto que toda la base para poder predicar, para poder sanar, para poder echar fuera demonios. Es decir, para mostrar que el Reino de Dios avance no tiene que ver con oración porque ahí, si usted se dio cuenta en realidad no habla de oración, de oración habla en Getsemaní, pero cuando Él los llama, Él no habla de oración Él habla de estar con Él. Lo que pasa para nosotros, estar con Jesús, para nosotros es oración o una Biblia, si no son esas dos cosas yo no estoy con Jesús y eso no es lo que dice la Biblia, es cómo que cada vez que estuviera con mi esposa yo viniera con mi plato y mi cubierto y mi vasito, ya me hubiese, mejor no le digo, de mansa, ya me hubiese clavado el cuchillo más de una vez. Este cada vez que viene a estar conmigo se trae su plato, su cubierto y su vaso. O sea ¿Yo que le represento a este hombre? que me sirva comida ¿sí o no? No es, así, tomamos la oración y la Biblia, a cómo voy a estar con el Señor, no, no, no, espera, espera, que es el Señor, es a estar con el Señor, es más grande que eso porque aunque no lleve la Biblia cuando Él te quiere traer algo, hermano, Él te lo trae y te lo pone a fuego y tú sales de ahí y diciendo wow! wow! wow! es que yo no había visto esto para nada, gracias Señor, sí tienes razón, sí... sí... por aquí no es, evidentemente yo estoy...  me estoy equivocando.

¿Qué quiero decir con esto Iglesia? Qué bueno es todo aquello que como Iglesia hagan a favor de alcanzar las almas y si en ese aspecto la Iglesia se queda, sencillamente está hasta perdiendo el motivo por el cual está en la Tierra. Así que eso es muy serio, o sea, no tocar gente es demasiado serio,  demasiado serio, ya de por sí. Pero si se va a tocar gente y queremos que haya un cambio en la sociedad presente, los que salgan a tocar a esa gente tienen que conocer lo que es permanecer con Cristo; y no importa si después el lugar se llena o no, se va a llenar igual, ¿sabe por qué? Porque la Biblia dice, que cuando en el libro de los Hechos, la Iglesia vivía en esa,  en esa comunión, en ese estilo de vida apegado a Jesús, el Señor ¿qué hace? Añade a la Iglesia los que van siendo salvos.
Es una tarea que viene sola, pero la Iglesia no, es este lugar en que nos reunimos, porque los lugares pueden no alcanzar, no tiene nada que ver, añade el Señor, pero lo añade porque hay algo de base, hay algo de base.

Entonces ¿Qué es en lo que ahora nosotros tenemos que decir? ¡Ok Señor! ¿A qué me estás llamando a mí? Y reconocer. Decir, a ver Señor, este primer llamado que es estar contigo en mi vida de veinticuatro horas, mañana lunes, piense en mañana lunes, ¿cómo es mi día mañana lunes? ¿Hay algo apartado para el Señor mañana lunes? No tengo tiempo, ¡mentiras! ¡Tú tienes tiempo para todo lo que amas! Que esta frase se te quede a fuego, tú tienes tiempo para todo lo que amas.
¡Tú tienes tiempo para todo lo que amas! Más bien, es mejor decirle Señor, me está pasando lo que dice los últimos tiempos, se me está enfriando el amor.

¿Saben cuál es una de las cosas que estamos viendo en los viajes? Y esto sí es grave, porque hasta ahora no habíamos visto esto, pero ahora es grave. ¿Sabe lo que estamos viendo? Falta de amor a Dios en las Iglesias. Falta de amor a Dios en las Iglesias y eso no se arregla con una actividad, no se arregla con una exhortación, no se arregla que yo siente a este matrimonio, estemos cinco horas dándole un consejo porque la base es el problema, falta de amor a Dios, ese es el verdadero problema con lo que nos estamos enfrentando.
¿Qué estamos haciendo nosotros? ¿Dando consejos? No, orando,  orando, orando, permaneciendo en el Señor, tú avivas aun el pábilo que humea y se está por apagar, tu Palabra me dice que no lo vas a apagar. Así que, yo oro para que vuelva lo que tiene que volver a la Iglesia, pero eso es lo que estamos viendo ahora. Entonces, los problemas son más serios porque si fueran cosas desordenadas ¿Qué problema? Está bien, se equivocaron en la manera, Ok, lo arreglamos, a ver, no es así, es así...  ya está. Pero eso es base, el amor a Dios, es un termómetro, no apartas tu tiempo con Dios, no amas a Dios, no, no, no, yo amo, no amo a Dios, pero eso es muy duro pero es real ¿o me voy a mentir? es real. Sí, claro que las veinticuatro horas del día yo estoy con mi mente en el Señor, al menos yo procuro estar veinticuatro horas con mi mente enfocada haga lo que haga, enfocada en Cristo, sí pero eso no me quita a mí de que yo aparte un tiempo del día y me tomo unos mates con mi esposa, tiene que haber sido muy loco para que no me tome diez minutos, unos mates, charlamos un ratito ¿No? Un ratito ¿qué sé yo? ¿Por qué? Porque lo deseo, porque le amo y me ama, entonces lo desea. ¿Estoy siendo claro?

Así que en esta mañana, lo que yo quiero orar es lo que el Espíritu puso en mi corazón, he sido muy sencillo traté de ser muy sencillo en el Señor pero reconocer que esto es lo que está pasando, esto es la base del asunto.
Cuando el amor a Dios se enfría, entonces, hay que empezar, ¿No? ¿Y ustedes? ¿Están corriendo mucho, no? ¿No hacen eso con los hijos? Te veo correr mucho, ¡eh! no te veo leer la Biblia, así empieza uno, yo no te veo, no veo, no veo, no veo, te veo con un montón de otras cosas pero, yo no te veo y no es por leer la Biblia, yo sé por dónde estoy yendo...  yo no te veo, hay algo que yo no te veo y me preocupa lo que no veo porque en la hora de la prueba va a venir llorando, no me va a decir vencí, no, me va a decir, caí ¿Sí o no?


Así que yo quiero orar esta mañana y pedirle con todo nuestro espíritu y nuestro ser al Señor que Él nos regrese ese primer amor de volver a Él, a estar apartados con Él y es más allá de una hora en esa intención íntima en nuestro corazón, pero reconocer si esto ha estado ahí y realmente desde nosotros producir un cambio, es decir, yo tengo que cambiar esto, no puedo seguir, no puedo seguir en esta misma vorágine porque si sigo así yo sé que voy a terminar mal.
Y confío completamente en Jesucristo que Él va a hacer algo nuevo y desde eso nuevo todo lo que ustedes, Iglesia, hagan hacia tocar la gente Dios lo respaldará, Dios lo aprobará y Dios dará resultados positivos, profundos y positivos. Esto es lo que quiero orar.
Y quiero pedirle que este de pie junto conmigo para orar esto al Señor unidos en un mismo Espíritu, como dijo Pablo un día, para otra cosa, mi espíritu presente con ustedes, dijo Pablo de esta misma manera, en un mismo Espíritu, orando esta oración al Señor en esta mañana.

Señor, lo primero que tenemos que reconocer, es que muchas veces confundimos para qué nos llamaste, estamos completamente confundidos y somos culpables de ese pecado, porque nos dedicamos más a hacer cosas, que realmente saber que nos llamaste a estar contigo.

Señor por favor, haznos entender la comunión mucho más allá de una Biblia y mucho más allá de una oración. Señor, haznos entender comunión con una persona, nosotros tenemos comunión contigo, pero también haznos entender que esto empieza con lo sencillo ¿y lo sencillo qué es? Tomar el toro por los cuernos y decir, a partir de ahora yo hay cosas que tengo que hacer, si voy a romper un hábito malo tengo que establecer un hábito bueno que me edifique y romper con esa inercia que está atrayendo al mundo y decir: Señor, yo voy a apartar un tiempo, yo voy a apartar un tiempo y a medida que me enamore de ti, yo querré que esos tiempos sean más intensos, más profundos y más largos, Señor.

Señor, no traigas esto sólo sobre esta Iglesia, te pido que lo traigas sobre toda tu Iglesia porque realmente Señor en este momento, en muchas partes, la llamada Iglesia está siendo devorada de una forma impresionante por el diablo, las cosas que escuchamos, aun que ocurren en las Iglesias, es algo inaudito que no nos puede ni entrar en la cabeza, Señor. El pecado y todo lo
mundanal han entrado de una manera impresionante, la Iglesia está mirando siempre como en una vidriera al mundo para traerlo y hacerlo adentro.

Padre, qué pecado tan terrible es mirar cualquier cosa afuera para decir, hagámoslo aquí así como se hizo afuera.

Padre, que fuego extraño es ese, fuego extraño es eso. Padre, que realmente lo que hagamos se origine en Ti, en Ti, en Ti, que mañana nos digan vamos a hacer esto porque el Señor nos dijo que hagamos esto y ahí vamos a ser fieles en lo que Él nos dijo y a seguir aunque parezca que nada, porque si Tú lo dijiste pues sí va a tener los resultados tuyos, sí Señor.

Te pedimos perdón porque hemos sido muy indolentes, negligentes en lo que era verdadero. Y en este día, que el mundo dice, día del padre, Señor lo que Tú más hiciste fue darle alegría al corazón de tú Padre porque cada vez que el Padre se daba vuelta al que estaba y veía ahí, era a Jesús, el Hijo estaba ahí, estaba ahí, estaba ahí, estaba ahí, estaba ahí horas enteras porque quería estar con el Padre.
Que así sea nuestra actitud de hijo, que el mejor regalo que te demos como Padre que nos diste todo, sea esto: una vida tan entregada, una vida tan metida en tu presencia que Tú puedas reír realmente, como dice la Escritura, que vas a callar pero también reír de amor sobre nosotros. Padre, que así sea.

Te damos gracias, porque podemos recibir tu Palabra, porque podemos hablarlo con sencillez, pero por sobre todo porque el sí que respondemos hoy es para venir a Ti, que lo demás venga después, pero es para venir a Ti y que veamos una Iglesia poderosa que luego se levanta a predicar, a sanar enfermos y a echar fuera demonios.
Que lo veamos, no, en los ministros, que lo veamos en el Cuerpo, una Iglesia llena de poder de Dios. Ésta ha sido nuestra encomienda desde que nos levantaste, una Iglesia llena de poder, no que busque a los apóstoles, no, no, que sean el reflejo de Cristo y que a través de ellos se haga la obra poderosa del Señor en la Tierra.

Señor, gracias por este día, gracias por este tiempo y gracias porque podemos tomar con verdad esta Palabra. En Jesús, amén.

Sí Señor, nos llamaste a implantar ese Reino, a hacer avanzar tu Reino con poder, avanzar tu Reino con poder y nos has dado bases para que ese Reino, realmente pueda avanzar con poder.

Señor, entonces cuando miremos la sociedad perdida no nos entristeceremos para deprimirnos, al contrario, permaneceremos en tu presencia y seremos llenos de esta visión, mi gracia sobreabunda de esta visión, mi gracia sobreabunda. Y seremos llenos de poder interior para en los tiempos de mayores tinieblas y mayor oscuridad, aun avanzar con poder sin importar los aparentes resultados externos, nadie podrá quitar el fuego que está dentro. Y un, no entusiasmo, sino una fortaleza tan poderosa que sabremos, Señor, que en verdad sólo viene de Ti porque nadie podría estar fortalecido con lo que ve alrededor si no viene de ese interior de estar contigo.
Gracias, porque tenemos este privilegio.

Hoy Señor, que tomemos esto, no en nuestros sentimientos ni en nuestras emociones, sino en tu Espíritu para avanzar con sencillez.
Gracias Señor, amén.




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