Elige Tú por mí
Daniel Cipolla
18 de January de 2015
El texto contenido en esta página fue tomado literalmente de lo expresado verbalmente
en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Qué bueno es habitar los hermanos juntos y en armonía, porque esta armonía no tiene nada que ver con la armonía que el mundo puede lograr.
La armonía del mundo es una armonía basada en los sentimientos, la armonía del pueblo de Dios es producida por el Espíritu Santo, es diferente, completamente diferente. No sólo es una armonía perfecta, es una armonía que nos conduce a crecer en Cristo hasta que la mente de Cristo, de tal manera esté activa en nosotros que pensemos, hablemos y sintamos, una misma cosa. Para eso nos ha sido dado el Espíritu Santo, para ser un solo pueblo, una sola Iglesia, con una sola voz, y ésa es la voz que tiene poder.

El Espíritu Santo puso algo con mucha claridad en esta semana en mí espíritu, para compartir el día de hoy, y para eso yo quiero que vayamos a Lucas el capítulo 9.
Vamos a leer en Lucas, capítulo 9, versículos 23 y 24, yo lo voy a leer en la Traducción del Lenguaje Actual, que en esta ocasión, esta versión de la Biblia realmente interpreta muy bien el sentido de las palabras de Jesús, y lo hace con tanta sencillez y claridad, que la manera en que lo dice impacta realmente en nuestra vida. Dice de ésta manera:

"Después Jesús les dijo a todos los que estaban allí: 
«Si alguno quiere ser mi discípulo,
tiene que olvidarse de hacer lo que quiera.
Tiene que estar siempre dispuesto a morir
 y hacer lo que yo mando.
Si alguno piensa que su vida es más importante que seguirme,
entonces la perderá para siempre.
Pero el que prefiera seguirme y elija morir por mí,
ése se salvará."

Lucas 9:23-24 TLA

Ahí Jesús establece tres requisitos bien claros para alguien que quiera seguirlo, es decir, alguien que quiera ser su discípulo, habla de que es necesario, olvidarse de hacer lo que quiera, que tiene que estar siempre dispuesto a morir; y que tiene que hacer lo que Jesucristo manda.

Pero yo hoy, por el Espíritu, quiero detenerme solamente en la primera frase únicamente, todo el centro de esta Palabra hoy va a ser, olvidarse de hacer lo que quiera; esto fue lo que el Espíritu Santo impactó en mí espíritu.
Claro, me hice una pregunta, ¿por qué el primer requisito que Jesús le dijo a la gente para seguirle, fue ése? ¿Que debía olvidarse de hacer lo que quiera?
Me pregunté, ¿quién puede ser feliz si deja de hacer lo que quiere? Seamos honestos, ¿quién puede ser feliz si deja de hacer lo que quiere? ¿Quién puede renunciar a concretar sus metas y sus planes para ser feliz? La respuesta lógica es, nadie.

Creo que a veces nos tenemos que olvidar que estas frases están en la Biblia y que las dijo Jesús, porque si simplemente escucháramos que alguien dice esto lo tildaríamos de loco, y diríamos que son palabras completamente desmedidas, que ni siquiera son dignas de ser tenidas en cuenta, algún loco más que se levantó por ahí dirían; nadie, ningún ser humano debe vivir como esa persona dijo que viva, porque no nos creó Dios para vivir así, y eso es lo que vamos a ver hoy.

La Biblia nos dice que Dios, no solamente tiene amor, dice que Dios es amor.
Los seres humanos tenemos amor pero no somos amor, y los hijos de Dios tenemos amor porque el Espíritu Santo lo derramó en nosotros, sino tampoco tendríamos amor. Así que cuando uno sabe que Dios no sólo tiene amor sino que la naturaleza de Dios es amor, que en Él no hay injusticia, tengo que entender que debe haber algo claramente establecido desde el principio de la creación, desde el comienzo cuando Dios creó al ser humano, para que Jesús se atreviera a decir palabras de esa naturaleza, se atreviera a decirle una persona que si realmente quiere seguirle y ser suyo, tiene que absolutamente, olvidarse de hacer todo lo que quiera en su vida.
Tiene que haber algo, porque es imposible que el Dios de amor representado en Jesucristo, y a través de Jesucristo, diga palabras que no tienen un fundamento. Dios todo lo que hace tiene fundamento, todo lo que dice tiene fundamento, y Él siempre que hizo y dijo algo estableció un fundamento, por lo cual eso puede quedarse firme.

Cuando uno va a Génesis capítulo 1 en los versos 26 y 28, que no lo vamos a leer porque lo conocemos, allí dice que cuando Dios creó al ser humano, lo creó, y en ese momento le dio su imagen y semejanza. ¿Para qué? Para que el ser humano contara con los atributos divinos y tuviera entonces la capacidad divina de señorear; es decir, de ejercer dominio sobre la Tierra para someterla o sojuzgarla, dice la Biblia.
De todas las palabras que hay ahí, hay una palabra que me llama la atención, no me llama la atención que hay que dominar a los peces, a las aves, a todo lo que Dios le dio al ser humano para dominar, me llama la atención la palabra sojuzgar o someter, porque uno de los significados de sojuzgar, ¿sabe qué es? Mandar con violencia... A ver, ¿por qué Dios le dijo al ser humano, cuando todavía el pecado no estaba en el mundo, que él debía mandar con violencia a que la Tierra se le sometiera, si no había nada que estuviera en contra de Dios y no había nada que estuviera en contra de él? A ver, ¿por qué dijo que tendría que mandar con violencia? Porque cuando Dios creó al ser humano, con esos atributos de sí mismo lo creó, al menos con dos propósitos iniciales.

El primero, ¿sabe a quién debía sojuzgar o someter el hombre, para poder entonces gobernar o dominar la Tierra? Al diablo.
La Biblia dice que la Tierra era un caos, y Dios no crea nada en caos, la Tierra era un caos porque Satanás había sido echado de su morada celestial por rebelarse contra Dios, y había caído a la Tierra y todo había quedado en un caos. Y Dios dijo, Yo necesito entonces, una criatura con mis atributos, pero una criatura para vencer a otra criatura. Tengo una criatura celestial que perdió su lugar porque se rebeló contra mí, pero Yo no lo puedo vencer como Dios, porque no hay lucha justa, y en Dios no hay ninguna injusticia, no hay lucha justa. Yo necesito en esa Tierra, donde mandé a ese ser que se rebeló, una criatura con mis atributos para que esa criatura someta a este enemigo.
¿O usted cree que de casualidad aparece Génesis 3? ¿O usted cree que de casualidad lo primero que le aparece a Eva es la serpiente antigua llamada Satanás? No, el primer propósito del ser humano era, me tienes que someter a mi enemigo, ¿por qué? Porque el que tome control de la Tierra, lo tendrá todo.

Éste es un juego universal y cósmico, o tú ser humano tomas el control de la Tierra o el control lo va a tener aquél, lo va tomar aquel enemigo que se rebeló contra mí.
Tu primer propósito, y nosotros nos detenemos en fructifica, multiplícate, y eso está muy bien, pero eso es para llenar la Tierra, pero el primer propósito es, no hay forma de tomar la Tierra, de conquistarla, si no puedes vencer a ese enemigo que se rebeló contra mí.
Tu primer propósito en la Tierra es, vence a ese enemigo que está contra mí.

El segundo, gobierna con mi autoridad pura, gobierna todas las cosas con mi autoridad pura.
¿Qué iba a pasar? Si el ser humano vencía a Satanás y gobernaba la Tierra con su autoridad pura, todo lo que estaba en el cielo bajaría a la Tierra, el Reino de Dios que se manifestaba en el cielo se manifestaría plenamente en la Tierra y tendríamos dos cielos, uno celestial y otro terrenal. ¡Qué gran idea la de Dios!
Esto, ¿qué me hace pensar? En una realidad. ¿Para quién fue creado el ser humano? Para Dios y para sus propósitos. El hecho de fructificarse y multiplicar y llenar la Tierra, era un asunto de propósito para que el gobierno de muchos, y muchos, y muchos millares, estuviera sobre la Tierra, pero no era el objetivo primordial del ser humano.
El ser humano fue creado para Dios y para sus propósitos.

Ahora, vamos a leer dos versículos que, con este entendimiento, a usted le va a dar una luz completamente diferente de lo que esos versículos dicen.
Vaya a por favor al Salmo capítulo 24, Salmo capítulo 24 y vamos a leer en el versículo 1, que dice.

"Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella,
el mundo y cuantos lo habitan;"
Salmo 24:1

¿Está escuchando? Me parece que cambia nuestro entendimiento de este versículo a la luz de lo que acabo de decir. Todo lo que hay es de Dios. Pero qué cosa no, ¿Por qué no se quedó el salmista simplemente diciendo, del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella y hubiese seguido? No, reafirmó algo, dijo para que les quede claro, todo lo que hay en ella te incluye a ti. Para que te quede claro, tú perteneces a Dios.
Vea a Job, capítulo 41, versículo 11, mire lo que le dice, Dios a Job, escuche bien:

"¿Y quién tiene alguna cuenta que cobrarme?
¡Mío es todo cuanto hay bajo los cielos!"
Job 41:11

A ver, ¿hay alguien que me haya dado para que Yo se lo tenga que devolver? Dime Job, ¿hay algo, alguien me dio algo a mí para que Yo se lo devuelva? ¿Tengo una deuda con alguien? Job, escúchame, mío es todo, tú, tu casa, aún todo lo que permití pasar con tus hijos es mío, Yo lo tomo cuando quiero y de la manera que quiero, es mío, no te pertenece.

Pero cuando voy al Nuevo Testamento —gloria sea al Señor por el Nuevo Pacto—, se me abre una luz mayor de esta realidad. Vaya por favor a Colosenses, Colosenses en su capítulo 1 y el versículo 16, dice así:

"porque por medio de él…
Es decir de Cristo,
… fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra,
visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades:

Escuche ahora bien,
todo ha sido creado por medio de él y para él."
Colosenses 1:16

El apóstol Pablo, por el Espíritu, quiso ser tan claro que hasta habló de lo visible y de lo invisible, porque quien sabe alguno cuando le digan "todo", crea que es todo menos algunas cosas, todo. Pero no sólo dice que fue creado por Cristo, dice algo más, dice que fue creado para Cristo.
¿Qué quiere decir esto? Que sin importar lo que tú pienses o lo que los seres humanos piensen, diciendo o considerándose que ellos no tienen dueño, o que tú no tienes dueño, tú tienes un dueño, Dios es tu dueño, tú le perteneces.
Para el que es de Cristo esto es una alegría y bendición, pero el que escucha estas palabras y está fuera de Cristo, prácticamente le sale espuma por la boca como un perro rabioso, diciendo yo no pertenezco a nadie, yo soy mío y yo hago mi voluntad cuando yo quiero.
Pero te quiero decir en el nombre de Jesús, que ésta es una verdad que no se puede cambiar por ningún poder que haya en el cielo, ningún poder que haya en la Tierra, ni ningún poder que haya debajo de la Tierra, el ser humano le pertenece a Dios.

Ahora bien, todos sabemos que el primer ser humano fracasó, sí fracasó, ¿pudo vencer al diablo? No lo pudo vencer. Por lo tanto, ¿pudo tomar el gobierno o el dominio sobre la Tierra? No lo pudo tomar... ahí que logra algunas cosas y se le salen otras de control, aún los animalitos feroces se le salen de control, se sale de control, ¿por qué? Porque fracasó, no pudo.
Ahora mire, ¿cómo fue que el diablo venció al primer hombre a través de Eva? Muy sencillo, en realidad lo que el diablo hizo fue provocar su capacidad de elegir, recuerde esta palabra porque todo el tiempo habla de esta palabra.
Provocó su capacidad de elegir, según la estrategia del diablo, si Eva elegía comer del fruto llegaría a ser como Dios, y eso le daba la posibilidad de ya no ser una criatura dependiente de Dios, porque si soy como Dios ya no dependo de Dios, soy igual a Él, ¿lo ve?
Mire ahora la ligadura, siendo que la primera tentación al ser humano fue esa misma, y lo hizo con la comida, si usted va a ministerio de Jesús, ¿cuál fue la primera tentación del diablo con Jesús? Elegir, y el primero fue la comida, ¿por qué? Porque el diablo sabía que éste era el segundo Adán, sabía que Dios iba a ponerle el remedio al asunto y había mandado a otra criatura, pero no en el sentido que la pensamos humanamente hablando, sino en el sentido humano, como humano, ¿para qué? Para que pueda vencer al diablo.
Entonces, lo primero que Jesús tenía que hacer, no era iniciar el ministerio con milagros, tenía que hacer lo mismo que tenían que hacer Adán y Eva primero, si vences al diablo tomas todo el gobierno, si no lo vences a él, no puedes tomar todo el gobierno, tienes que vencerlo.
¿Qué fue lo que el diablo quiso hacer con Jesús? Que se olvidara de su condición de hombre y se parara en su condición de Hijo de Dios.
Es como si le dijera, mira Jesús, ¿por qué no eliges tu condición de Hijo de Dios y le dices a esas piedras que se conviertan en pan? De esa manera, ¿qué iba a lograr? Que tomara, Jesús en su condición de Hijo, el asunto en sus propias manos y dejara de depender del Padre... Sutil.
Segunda, que Jesús eligiera poseer todos los reinos de la Tierra, porque el diablo dijo, a mí me los dieron y yo se los doy a quien quiero. Y tenía razón, no estaba mintiendo, así que todos van a ser tuyos, pero me tienes que adorar, póstrate y adórame.
¿Qué le estaba diciendo el diablo? Elige convertirte en el poseedor de todos los reinos de la Tierra y su gloria, aunque el precio sea adorarme a mí.
Tercero, lo llevó a un monte muy alto y le recitó algo que dice la Biblia. No digo que le recitó una Palabra de Dios, dije la Biblia, porque para que algo sea Palabra de Dios tiene que venir del Espíritu de Dios, eso lo dice la Biblia pero vino por el espíritu del diablo. Usted tiene que aprender a discernir, porque habrá mucha gente que va a ver la Biblia y la va a hablar por el espíritu del diablo, usted no crea que porque abra una Biblia, todo lo que dice es de Dios aunque esté escrito aquí. Le recitó completito, comas y puntos, échate, ahí dice que si Tú te echas no va a dejar que tu pie caiga en ninguna piedra, el Padre te va a cuidar.
Es decir, le estaba diciendo, elige echarte al vacío porque el Padre te va a cuidar, aunque signifique que tientes a Dios.

Ninguna de estas tentaciones pudo con Jesús. Vergonzosamente, fue derrotado el diablo y públicamente fue derrotado; pero este fracaso del diablo es importante, no fue sólo en este momento, porque la Biblia dice que el diablo se apartó de Jesús por un tiempo... Es decir, no dice que se apartó permanentemente, lo cual en muchos períodos de su ministerio el diablo siguió y vino a tentarlo nuevamente. Pero, ¿sabe una cosa? El diablo no fue vencido sólo en esa vez, fue vencido durante todo el ministerio de Jesús, ¿por qué? Escuche, porque nunca logró que Jesús eligiera.
Voy a repetir esto, nunca logró que Jesús eligiera. Jesús nunca eligió qué decir, nunca eligió qué hacer, nunca eligió cuál iba a ser el propósito de su vida, jamás. Él dijo, Yo como enviado del Padre tengo una sola misión, manifestar al Padre.
Estoy hablando de Dios hecho hombre, el más grande, el más inmenso, nunca jamás eligió, nunca, nunca eligió, le suena raro, ¿no? No me diga que sí, que le suena normal. Nunca eligió.

Ahora, con todo lo que hablamos hasta aquí, vamos a poder responder lo que dijimos al principio, ¿por qué Jesús tuvo base para decir unas palabras tan fuertes? Creo que después del Salmo, después de Job, pero sobre todo después de Colosenses, donde dice que toda la humanidad fue creada por Cristo y fue creada para Cristo, se entiende por qué Jesús tiene absoluto derecho de decirle a quien quiera seguirle, ¿me quieres seguir? pues olvídate de hacer lo que quieras.
Pero, ¿por qué lo dijo, porque Dios es malo? Todo lo contrario, porque Dios es bueno, porque Dios es amor y sabe que seguirle es la única manera de que ocurran dos cosas.
Primero, que seas librado de la condenación eterna por tu pecado y alcances salvación eterna, lo primero que alcanzas.
Lo segundo, que puedas regresar al propósito original de Dios, y el propósito original de Dios es que un día los suyos, los que le pertenecen, tomen el dominio de la Tierra.
Ahí puedes entender, cuál es la importancia del Reino milenial de Jesús sobre este mundo, porque esto es lo que dijo desde el principio, olvídate de la etapa del pecado porque para Dios es como un suspiro, tú dices, hoy está todo un descontrol; tranquilo, que esté todo un descontrol pero que tú no seas parte del descontrol porque tú estás comprado por Jesús, tú eres un discípulo de Jesús para ser uno como Jesús, para trabajar en caminar en la victoria que Cristo ya te consiguió contra el diablo, de esa manera serás digno de ser llamado uno de los vencedores del que habla Apocalipsis tanto, y del que dice que vendrá el Señor con sus santos a gobernar esta Tierra. Yo en ese milenio quiero estar, no sé tú.
Pero hay que ser vencedor, no es mi tema hoy, sería demasiado.

Ahora mire esto, ¿qué es lo que ha hecho el espíritu de este mundo? Simple, lo conduce al ser humano a pensar que debe vivir para cumplir sus anhelos, sus sueños, sus proyectos, sus planes, y que la única manera que tiene de hacerlo, es elegir.
¿Qué otra manera tengo yo de llevar a cabo lo que tengo en mente si no elijo? Considera que es normal y es su derecho, elegir entre varias opciones a ver cuál le parece mejor para ir formando su propósito de vida, pero esto no sólo lo dicen los que están sin Cristo, esto lo dicen y lo hacen los que dicen que están en Cristo. Tengo que tener la posibilidad de elegir, por eso mismo ellos creen, aún los creyentes, que Dios les ha dado la posibilidad de elegir a su esposo y a su esposa, estás equivocado, estás tomando un derecho que no tienes. Pero me enamoré... no me importa, eso no lo determina, lo que determina quién es tu esposa es la voluntad de Dios, lo que determina quién es tu esposa es la voluntad de Dios, eso lo determina, y si eso no lo determina, por más que sea Brad Pitt, déjalo.

Los cristianos estamos profundamente equivocados. Cuando Abraham sabía que había llegado el tiempo de su hijo de casarse, sí Abraham me muestra una espiritualidad superior a otro, ¿sí o no? Porque él sabía que todo lo que hacía con su siervo cuando iba a ir a casa de su padre a buscar esposa, Dios iba a estar.
Es decir, yo quiero, dijo él, la esposa que Dios tiene preparada para mi hijo, no quiero una cualquiera, aunque tenga noventa, sesenta, noventa.

Este espíritu de elegir proviene del humanismo, éste es el pensamiento del hombre sin Dios que siendo el hombre un ser creado, cree que tiene el derecho de determinar su propósito, y que Dios, que es el creador, no tiene ningún derecho de meterse en ese asunto.
Escúcheme, esto que estoy diciendo lo está golpeando a usted también, porque usted también está contaminado con este bichito. Sí, a usted también le está afectando, no piense en los del mundo, bueno a ver, el Señor me da libertad para elegir, como si se tratara de un restaurante y en vez de comer pollo como pescado, no, no es así hermano, ése es un asunto de la vida cotidiana, no afecta, no, en realidad no tengo ningún derecho a elegir.
Cuando comencé a seguir a Cristo perdí todos mis derechos. Es más, déjeme decirlo mejor, cedí todos mis derechos y lo hice voluntariamente; claro, siempre habrá una lucha en el cristiano que no ceda sus derechos porque, ¿sabe qué? No es ni una cosa ni la otra, se llama cristiano pero a la vez no lo es, porque sabe que hay una lucha en su interior porque nunca ha cedido sus derechos. Es decir, quiere parte de lo de Cristo porque sabe que lo bendice, pero a la vez quiere seguir con sus ideas, y quiere seguir con sus planes, y quiere seguir con sus metas, y cuando usted le dice, cuidado, sí, eso que tienes, la idea está muy lindo, pero ¿está Dios en el asunto? Bueno yo creo que Dios quiere lo mejor para mí hermano... Con eso me está diciendo, yo voy a seguir haciendo lo que tengo en mente porque eso es lo que me parece que está bien.

Ejemplos, mire, sencillo, tres o cuatro nada más...

Eva, cuando fue a comer del fruto, pensó que lo mejor era ser igual a Dios, pero eso trajo maldición sobre la Tierra y sobre la humanidad.

Piense en otro, Esaú. Esaú dijo, ¿a ver de qué me va a servir la primogenitura si me estoy muriendo de hambre? Dame ese plato de lentejas. Perdió para siempre la primogenitura.
Eligió, ¿qué eligió? Eligió un plato de lentejas y despreció totalmente una cosa sagrada, era más importante para él esa satisfacción momentánea que la primogenitura.

Abraham, Abraham el padre de la fe, siguiendo la voz de su esposa, escuche esto, escuche esto, el primer hombre siguió la voz de su esposa, y el padre de la fe siguió la voz de su esposa. Creo que las mujeres me tienen que escuchar lo que voy a decir, voy a repetir lo que acabo de decir.
El primer hombre escuchó la voz de su esposa y el padre de la fe escuchó la voz de su esposa...
No, no lo está captando, voy a volver a repetir, el primer hombre oyó la voz de su esposa y el padre de la fe oyó la voz de su esposa.
Es decir, es decir, escuchó algo de su esposa que no provenía de Dios y no la paró. Se lo voy a decir así, si no proviene de Dios, no le deje pasar ni una coma ni una tilde, párela con un freno automático de las cuatro ruedas, y si es necesario y viene a cien, clave los frenos, clave los frenos, ¿me está comprendiendo ahora lo que digo?
Porque por eso, Abraham creyó que de esa manera Dios le iba a dar la promesa del hijo, iba a levantar descendencia; y hasta ahora hay una guerra entre Ismael e Isaac, terrenal y espiritual.
Hermano, Lot cuando le dijo Abraham, sabes qué Lot, no hay más lugar para los dos, elige lo que quieras. Sus ojitos se fueron a la llanura del Jordán. Dijo, la llanura del Jordán es como allá la tierra de Egipto, y empezó ah... es como Miami, la gloria hermano, las palmeras, los cocos, el calorcito, la playa. ¿Ah? Lo que no sabía Lot, era que eso que él creía la gran llanura fértil del Jordán, se iba a transformar en las ciudades de Sodoma y Gomorra, que Dios iba a destruir.

Si después de todo esto, usted quiere seguir eligiendo, ¡adelante! Porque no hay más sordo que el que no quiere oír, ni ciego que el que no quiere ver. Es que hermano, me salió una oportunidad, ajá, ¡qué bueno! ¿Y entonces? Y bueno, cuando sale una oportunidad uno tiene que atraparla, eso es fe... Ajá, o sea, ¿uno la tiene que atrapar sin discernir?
Mira te voy a decir esto, en la calle yo puedo tener miles de oportunidades de engañar a mi esposa, entonces, ¿yo la tengo que atrapar? No, no hermano, pero no es lo mismo... Sí, perdóneme, es lo mismo, cualquier oportunidad que a usted les surja, no significa que porque se llama oportunidad proviene de Dios, uno le pregunta a muchos, no me salió esta oportunidad me queda en tal región, en tal lugar de México, en tal lugar de Estados Unidos, en tal lugar de un país de Latinoamérica, y usted dice, ¿y cómo va a estar la cosa? Bueno no, económicamente va estar muy bien, me dan esto, me dan aquello. No, pero mi pregunta es otra, y no entiende lo que le estoy preguntando, no entiende lo que le estoy preguntando; no, mi pregunta es otra. ¿A dónde cree que va mi pregunta? Tu vida espiritual, el cuerpo de Cristo, o sea, para lo que estás en esta Tierra, ah bueno, veremos cómo va a ser, y no sabemos siquiera si hay iglesia... ¿Eh? No entendí, ¿o sea, tú vas a tomar cualquier cosa de cualquier manera sin que Dios te envíe a tomarlo? Porque si Dios te envía, entonces, Dios te va a hacer, hacer allá una obra, ¿o tú crees que vas para trabajar y ganar buen dinero? Tú, a ver, ¿tú crees que vives para trabajar y ganar buen dinero? Si tú crees que ésa es la vida en Cristo estás equivocado. Probablemente, probablemente, y estoy hablando por el Espíritu, porque esto va a ocurrir con una persona aquí, probablemente, Dios te pida que hagas un cambio donde ganes menos que lo que ganas hoy, ¿lo vas a hacer? ¿o tu dinero y si te alcanza o no te alcanza para fin de mes es lo que va a determinar cuál va a ser tu decisión? ¿qué lo va a determinar? Sí, yo sé que allá es de Dios pero, ¿cómo hago hermano? Estoy hablando por el Espíritu, porque hay alguien que le va a pasar esto que estoy diciendo, así clarito como el agua, ¿lo está viendo, no?

Mire el joven rico, ¿qué le pasó? Te falta una cosa... te falta una cosa le dijo Jesús, pero él eligió los bienes materiales y perdió la vida eterna. Quiera el Señor, que no está en la Biblia eso, pero quiera el Señor que en algún momento haya recapacitado y se haya entregado a Él, total dicen, aunque algunos dicen que no era muy joven, pero ok, el punto es que haya tenido tiempo, ¿no? de volverse al Señor, porque uno quiere su salvación, pero si no fue así, él perdió la vida eterna y se quedó con sus propios centavos para una vida de ochenta años, si los tuvo.

Quiero llevarle a algo que yo le llamo el clímax, el clímax de cederle el poder de elegir a Dios.
Vamos a hablar de Getsemaní, en Mateo 26 por favor, Mateo en su capítulo 26, conocemos muy bien el pasaje, sólo me quiero detener en algunos versículos en especial.
Mateo 26 y comenzamos en el verso 36:

"Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: «Siéntense aquí mientras voy más allá a orar.»
Se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo,
y comenzó a sentirse triste y angustiado.
«Es tal la angustia que me invade, que me siento morir —les dijo—.
Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo.»
Yendo un poco más allá, se postró sobre su rostro y oró:
«Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo.
Escuche bien ahora,
Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»
Olvidarse de hacer lo que quiera.
… no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»
Por segunda vez se retiró y oró:
«Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este trago amargo,
hágase tu voluntad.»"
Mateo 26:36-42

Es la primera vez que la Biblia relata un conflicto interior, una lucha espiritual tan fuerte de Jesús.
Mire, cuando Jesús hablaba las Palabras de Dios, hacía lo que Dios decía, nunca, nunca dice la Biblia, que había algún conflicto, ¿pero sabe por qué? Porque aquí estaba en el clímax, esto ya era el todo por el todo. Y Escúcheme, era una muerte de tortura no era solamente morir, era una tortura hasta morir desangrado; pero cuando Jesús le dice, no sea lo que yo quiero, Padre sino lo que tú, fue la máxima expresión de lo que significa cederle a Dios mi derecho de elegir.
¿Sabe una cosa? Me di cuenta de algo, Jesús en este mundo vivió como un verdadero discípulo de su Padre, ¿por qué? Porque se olvidó de hacer lo que quería, estuvo siempre dispuesto a morir, e hizo siempre lo que el Padre manda.

Una pregunta, ¿tiene derecho Jesús a decirte, olvídate de hacer lo que quieras?
¿Sabes una cosa? Por eso cuando Jesús dijo, ejemplo les he dado, es en todo, porque uno puede decir, ah, Jesús no era discípulo, ¡no! ¿Cómo que no fue discípulo? Jesús fue el primer discípulo, porque tú tienes que ser discípulo para generar discípulos.
¿Sabes por qué hoy no tenemos en la iglesia discípulos, tenemos creyentes pero no discípulos? Lamentablemente una división que usted sabe que no debiera existir, pero hablo de creyentes de credo, ¿sabe por qué? Porque para engendrar discípulos tengo que ser un discípulo, yo no puedo engendrar que tú te olvides de hacer lo que quieras si yo no me olvido, yo no puedo engendrar que tú estés dispuesto a morir si yo no estoy dispuesto a morir, yo no puedo engendrar decirte a ti que tú tienes que hacer todo lo que Jesús manda, si yo no hago todo lo que Jesús manda.
Discípulos producen discípulos... Ay, confesó al Señor, sí muy bueno, está muy bien, hasta ahí vamos bien, pero queremos ver un discípulo.

Ahora, el hecho de que hoy el Espíritu Santo nos esté guiando a ver esto, es porque este requisito de olvidarse de hacer lo que quiera, no es sólo el primero, es el principal, le voy a decir porqué, porque si esto no ocurre primero, ¿usted cree que se puede estar dispuesto a morir? ¿o a hacer lo que Cristo manda? Imposible.
Así que, no piense en tres requisitos, se lo voy a hacer más simple, piense en uno; desde hoy a la tarde que comience su día y mañana, pregúntele al Señor, quiero hacer práctico esto, ¿en qué me tengo que olvidar de hacer lo que quiera? Según tu parámetro, Señor, no en el mío. No, no, porque según el suyo usted cae en el libertinaje o en el legalismo; porque así somos, no, según tu parámetro, ¿en qué yo debo empezar a negarme a mí mismo? que es la frase que tradujo esta Biblia, como olvídense de hacer lo que quiera, que lo hizo muy bien.
Ahora mire, como para seguir a Jesús debo olvidarme de hacer lo que quiera, y para lograrlo debo ceder mi voluntad a Él, cuando yo hago eso, es como si yo le dijera, Señor, elige Tú por mí.
¡Señor, elige Tú por mí!

Quiero ir al último pasaje de la Escritura esta mañana, Proverbios, Proverbios capítulo 3, versículo 5. En este pasaje vamos a ver cómo deben ser las acciones de una vida que sabe cederle al Señor su derecho de elegir.

"Confía en el Señor de todo corazón,
y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
y él allanará…
o enderezará… tus sendas.
No seas sabio en tu propia opinión;

más bien, teme al Señor y huye del mal.
Esto infundirá salud a tu cuerpo
y fortalecerá tu ser."

Proverbios 3:5-8

Voy a detenerme, mire cositas simples. Le dice, confía en el Señor y no en tu propia inteligencia, ¿sabe lo que está diciendo esto? Está diciendo en síntesis esto, depende del Señor y no dependas de tu inteligencia, no elijas dependiendo de tu inteligencia, no elijas dependiendo de tus ojos, no elijas dependiendo de hacer un razonamiento de lo que más crees que te conviene, no elijas así, cédele a Dios el derecho de elegir y confiando en Él, Él te va a guiar; y en el momento que Él te guíe, sí vas a tener elección, pero ya no va a ser tu elección va a ser la elección de Dios en ti.
Es decir, tú le cedes a Dios tu elección y Él te la devuelve santificada.
Voy a repetir eso, tú le cedes a Dios tu derecho a elegir, y no es que Él te lo quita, no, no, no. Él te lo devuelve pero santificado. Ahora, esa elección es la elección de Dios en ti y no la tuya.

Miren lo que dice luego, reconócelo, tenlo en cuenta, ponlo delante de ti en todos tus caminos, y lo que Él va a hacer es que va allanar o va enderezar tus caminos.
Reconócelo, es decir, tenlo presente delante ante cualquier cosa, nunca hagas nada sin tener presente primero al Señor en ese temor de Dios.
Luego dice, ¿sabe qué significa no seas sabio en tu propia opinión? Se lo voy a decir clarito, no seas presumido, no seas presumido de tu inteligencia, no seas un presumido de tu opinión, es decir, no creas que tú la sabes todas, eso es no seas sabio en tu propia opinión, no presumas de tu propia sabiduría, no presumas, más bien, teme al Señor y huye del mal, y mire lo que dice, esto va darte, infundirá, salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser.

Hermano, cuando nosotros le entregamos al Señor el derecho de elegir, ése es el momento que sucede y se cumple lo que el apóstol Juan escribió, y está en 1 Juan 4:17, pues nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo.

Es decir, te lo voy a decir clarito, si tú crees que el Señor está esperando de ti y de mí, una entrega de menor calidad que la que Él hizo, estamos ambos equivocados, porque es imposible que seamos en este Mundo como Jesucristo con una entrega de menor calidad o de menor dimensión. Necesitamos la misma entrega.
Y si el Espíritu Santo está trayendo esto hoy, es porque sabe qué ocurre, en el cristianismo actual, el espíritu del humanismo ha tomado tanto terreno que le puedo asegurar que se le está predicando a muchísima cantidad de creyentes cosas aberrantes producidas del espíritu del humanismo, pero usando este libro llamado La Biblia, para avalar sus pensamientos, para avalar sus planes, para avalar sus proyectos, para avalar sus propósitos personales, y que la mayoría de eso sólo tiene que ver con dos cosas, vivir bien y ser reconocidos. Como si Dios nos hubiese llamado a vivir bien y a ser reconocidos.
No, ¿sabe a qué nos llamó el Señor? Que tu luz brille delante de los hombres, a eso sí, pero no reconocido tu nombre, reconocida la luz de Jesús en ti.

Por eso, esta mañana sé por el Espíritu que esto es lo que necesitamos, porque Dios no trae algo que no necesitamos, si fuera simplemente para instruirnos más con la Biblia estaríamos perdiendo el tiempo aquí, ustedes y yo. Aquí Dios no vino a instruirnos un poco más, ahora sé un poco más... No, el Señor dice, Yo estoy esperando esto, Yo necesito que me cedas tu derecho a elegir y muchos todavía no han cedido su derecho a elegir.
Señor bendíceme, Señor prospérame, Señor yo hago lo que es agradable a ti, busco no pecar... Pero no se trata de eso solamente la vida, ésa es la parte negativa, pero la otra parte es, Señor te cedo mi derecho total, te lo entrego a ti para que Tú lo tomes, lo santifiques y me lo reenvíes para que ahora yo elija lo que Tú eliges.
Porque no es que Jesús se conformó en Getsemaní a la voluntad del Padre, la voluntad del Padre y la de Él eran uno, fueron uno, en Getsemaní Jesús venció, no venció en la cruz, venció en Getsemaní.

¿Qué quiero decirte con esto? ¿Ha llegado tu Getsemaní? Getsemaní no es un lugar geográfico a donde fue Jesús, es un lugar donde el Espíritu Santo te está llevando hoy, ¿llegaste a tu Getsemaní?
Mira, en Getsemaní aunque te lleves amigos, como hizo Jesús con Pedro y Juan, te quedas solo y los demás no te entienden y se quedan dormidos, a tu Getsemaní no puedes llevar a nadie y aunque los lleves, vas a estar solo. Todos tenemos que pasar por nuestro Getsemaní, el que Dios preparó para nosotros, ese lugar bendito donde por definitiva vez en nuestra vida le entregamos al Señor el absoluto derecho de elegir, y en ese día somos libres para siempre.

Te voy a decir así, en ese día no te va a preocupar más si te casas o no te casas, no te va a preocupar más si tienes hijos o no tienes hijos, ¿estoy loco? No, estoy diciendo algo de Dios, no te va a preocupar, no va a estar en tu pensamiento, ni va a estar en tu pensamiento, no te va a importar porque le cediste a Dios todo tienes derecho a hacer lo que quieras, y cuando le cedes todo, te quiero decir esto, vas a encontrar millones de personas casadas y con hijos,  infelices y probablemente tú solterito estés radiante y lleno de alegría y sin hijos pero lleno de la gloria de Dios.
No pienses como los hombres piensa como Dios, si así Dios lo quiere, porque sólo Dios te va a dar lo que Él quiere para ti.
Pero yo me he dado cuenta de esto, que ni bien le cedemos ese derecho, pum... nos caen baldes o no sé, nubes, esposas, sobre nosotros, de bendiciones de una forma impresionante, todo lo que se detenía se suelta; y usted dice, ¿qué pasó? Es que me cediste el derecho, ya ahora te daba lo mismo si lo hacía o no lo hacía. Sí Señor, es verdad... Ah, eso es lo que yo quería, que te diera lo mismo, ¿te da lo mismo? ¿te da lo mismo que Dios te prospere o no? Seme sincero, ¿te da lo mismo o no? ¿te da lo mismo o no? ¿te da lo mismo ganar 10.000 que ganar 4? ¿te da lo mismo? ¿Para qué haces una carrera? Jarbis, allí mi amado de Honduras, ¿para qué la hacen? ¿para ganar buen dinero? Están perdidos, es estúpido eso, si esa carrera no va a glorificar a Dios, si no es por voluntad de Dios será el peor tropiezo que puedan escoger en su vida. ¿Lo están viendo?

Hoy necesitamos renunciar, no podemos seguir estirando un Getsemaní. Hay que llegar, llega un día, y entiendo por el Espíritu que ha llegado el día para hacer lo que hay que hacer, quienes lo tienen que hacer; y yo quiero orar por esto, y el que sabe que llegó su día de Getsemaní, yo quiero que esté ahí de pie y oremos juntos por esto, porque no va a ser una oración sin poder, va a ser una oración con mucho poder, no por lo que digamos sino porque su corazón está en el asunto. Y Dios dice, dame hijo mío tu corazón, cuando Dios escucha un corazón está todo dado para Él.
Así que quien lo van a hacer, vamos a orar juntos, por favor, gracias Jesús, gracias Jesús.

Padre, gracias por esta mañana, a la luz de tu Espíritu sólo en tu luz podemos ver tu luz, a la luz de tu Espíritu.

Señor, siempre leímos el Getsemaní pensando en ti y nunca pensando en nosotros, siempre lo pensamos como un hecho histórico que te sucedió a ti y no como un principio espiritual que todo creyente, por más entregado que sea, un día tiene que pasar por ahí, pero hoy para muchos ha llegado ese día y ese Getsemaní. Hoy ha llegado el día que te puedan decir con todo su corazón, no lo que yo quiero, sino lo que Tú.

Es una entrega total, es un único objetivo, es un único propósito y yo hoy te pido por tu Espíritu Santo, lo que ninguna oración del mundo puede hacer, lo que ningún hombre es capaz de hacer, que esta Palabra sea una espada del Espíritu que penetre para que esta transacción espiritual hoy sea hecha en el corazón de nuestros hermanos. Para que levantes una generación de discípulos que trastornen la Tierra, que demuestren que has vencido al diablo, porque ellos son victoriosos y están sobre el diablo, que lo demuestren con sus actos, con sus acciones, con aquellas elecciones santificadas, que Tú les darás para sí.

Señor, declaramos que esto sucede sobre la vida de tu Iglesia, porque declaramos que no estamos hablando en un recinto, ni estamos hablando a una cantidad de tanta, mucha o poca gente, estamos hablando en el Espíritu a tu Iglesia, y el Espíritu envía el mensaje a tu Iglesia, Tú por tu Espíritu envías el mensaje y la Palabra a tu Iglesia, y Tú haces arder esta Palabra, aún al que no la haya escuchado, porque ése es el Espíritu, ése es el poder de mi bendito Espíritu Santo.
Lleva la Palabra, hazla correr, sóplala en los corazones de tanto pueblo tuyo dormido, tanto pueblo tuyo cómodo, tanto pueblo tuyo viviendo para sí mismos, sin negarse, sin olvidarse de hacer lo que quieran sino buscando siempre hacer lo que quieren.
Padre, sóplalo porque son tu cuerpo, son tu pueblo Señor, y queremos que tu amor se derrame una vez más sobre ellos.

Padre, gracias una vez más por esta transacción espiritual que podemos hacer hoy de pie ante los ángeles celestiales, ante los demonios y ante los hombres, porque el poder de Cristo nos asiste, gracias Señor.

Declaramos que esto está hecho en nuestras vidas de una manera especial, te alabamos, te honramos y te bendecimos, amén.

Vamos a adorar al Señor, con lo que sientas en el espíritu, vamos a adorar; y por favor sigan teniendo tiempo, porque siento en mí espíritu que el Señor tiene palabra para cada uno, pero no me estoy refiriendo a palabra que yo pueda hablar proféticamente, no me estoy refiriendo al Espíritu Santo hablando a ti en tu interior, siento algo bien particular que va a ocurrir con algunas personas que el Señor les va a dar palabras claras, mientras adoramos al Señor, pon bien en tu corazón lo que el Espíritu Santo te ha estado hablando. Sé con mucha claridad que no es algo para que compartas afuera, es algo para ti, es algo para ti, deja que Él te hable a ti en la intimidad, y no todo lo que nos habla es para decir. Es algo para ti, eso es intimidad. No todo lo que hablo con mi esposa es para decir, porque es intimidad, intimidad con Jesús.


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