en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Sólo una aclaración le hago, cuando dice en carne, no está hablando de que Pablo era carnal, ¿eh? Habla del envase físico, ¿está bien? Del cuerpo, ¿sí? Pero lo que Pablo dice es, si yo, ahora me dieran a escoger, el Señor sabe cuánto le amo, pero en realidad yo los amo a ustedes con todo mi corazón y porque amo a Cristo, yo quiero y deseo quedarme un tiempo más, y estoy seguro que así será para provecho y beneficio de ustedes.
Mi hermano, tú puedes decir que en el lugar donde Dios te puso, que donde Él te colocó, y no me estoy refiriendo exclusivamente a la iglesia, ¡eh! ministerio, eso no, no, no... me estoy refiriendo a tu persona en todas las áreas... dónde Dios te puso, ¿tú puedes decir, que estás siendo de provecho y estás mostrando a Cristo a todos los que te rodean? ¿Sabes por qué Dios te ha dado una promoción en el trabajo? ¿Sabes por qué? Para que tengas una mayor autoridad para mostrar a Cristo. ¿Sabes por qué te dio una casa que antes no tenías? Para que llegando a ese vecindario puedas mostrar a tus vecinos que se puedes vivir diferente, le puedas contar a partir del milagro de Dios que te dio esa casa, le puedas contar lo que significa Cristo para tu vida, ése es tu objetivo, ése es el mío, no hay otro anhelo.
Si cambiar de casa o comprar una, cambiar de carro, tener una promoción en el trabajo o tener una responsabilidad mayor en el ministerio, tiene como objetivo que yo pueda sentirme satisfecho, eso jamás bendecirá a nadie. Yo quiero que me entiendas, nunca va a bendecir a los demás que eso sea para ti mismo. Por eso, fíjate lo que dice un poquito más adelante, Filipenses 2, dice:
\\\"Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo,
si algún consuelo de amor,
si alguna comunión del Espíritu,
si algún afecto entrañable, si alguna misericordia,
completad mi gozo, sintiendo lo mismo,
teniendo el mismo amor, unánimes,
sintiendo una misma cosa.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria;
antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
no mirando cada uno por lo suyo propio,
sino cada cual también por lo de los otros.\\\"
Filipenses 2:2-4
¿Sabe cómo se percibe la unidad espiritual? Cuando hay un mismo interés, cuando hay un mismo objetivo y cuando los hermanos se desviven porque el otro alcance más, eso manifiesta la unidad, no, no podemos hablar de unidad solamente porque estamos reunidos, porque cantamos las mismas canciones, porque somos apostólicos, porque el mensaje, porque... Mi hermano, eso es una plataforma pero eso no establece unidad espiritual. La unidad espiritual viene por la pureza de espíritu y corazón, cuando los miembros del Cuerpo saben para qué están sobre la Tierra, aman a Dios con todo su ser, abandonan sus intereses y cuando ven al hermano le dicen, Señor, dales lo que Tú deseas, Señor, llévalos a dónde has establecido, en el Nombre de Jesús.
Y permítanme decirles, Joaquín y Nury, que ése es el anhelo de nuestro corazón como equipo y ha sido nuestra oración...
Y sé que se acerca el tiempo, pero no es por el lugar, no es por el cambio, no es por otra cosa, es pura y exclusivamente por Cristo y para Cristo.
Así que, por el Espíritu Santo de Dios les digo: Sepan que si la pureza de corazón y de espíritu permanece intacta y ustedes no permiten que nada ni nadie desvirtúe la pureza del corazón y del espíritu, el tiempo se acelerará. Y no harán nada por acelerarlo, será Dios quien lo acelere y todos tendrán testimonio de que ha llegado el tiempo, todos tendrán testimonio. No será imposición, no será hablarlo a grandes voces, será el testimonio del Espíritu a todo el cuerpo de Cristo, de que ha llegado el tiempo.
Y de acuerdo a la pureza de corazón y de espíritu, ustedes impactaran la tierra a la cual Dios los envía. Porque sin pureza de corazón y de espíritu esa tierra no puede recibir nada. Sólo ha recibido religión, pero necesita recibir pureza y corazón de espíritu, por eso Dios los envía.
En el nombre de Jesús, lo establezco como una verdad en sus vidas. Y digo, que es hecho por la gloria del nombre de nuestro Señor. Y digo, que en ustedes a partir de ahora hay un entendimiento cabal de lo que esto significa. No será el esfuerzo, ni será el quedar bien, no será esforzarse, será permitir que fluya porque ustedes saben la pureza de espíritu y corazón que los habita, que si Dios cambiara los planes para ustedes está bien, que si Dios los adelanta o los o atrasa para ustedes está bien, que lo que Dios dice, está bien, porque están bien con Él. Y lo único que quieren es lo que viene de su boca. En el nombre de Jesús declaro que así es, para gloria de su Nombre. Amén, amén, amén.
Un mismo Espíritu, Iglesia, está dado por un mismo sentir, por tener la misma meta, por todos querer alcanzar lo mismo. ¿Sabe por qué Pablo amaba a esa iglesia de los Filipenses? Usted lea desde el principio del capítulo 1, y ahí está el famoso versículo, que el Señor completará la buena obra que ha comenzado a hacer en ustedes hasta el día de Jesucristo. Pero, ¿sabe qué dice después? Porque es justo que yo sienta así de ustedes, ¿me escuchó? Es justo.
Mire, yo no se lo quiero inventar ni decirlo más o menos, se lo voy a leer. Versículo 6, capitulo 1, dice:
\\\"estando persuadido de esto,
que el que comenzó en vosotros la buena obra,
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
como me es justo sentir esto de todos vosotros,
por cuanto os tengo en el corazón;
y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio,
todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia.\\\"
Filipenses 1: 6-7
O sea, cuando yo estaba preso, cuando sufría, cuando padecía por causa del nombre de Cristo, todos ustedes estaban en esas prisiones conmigo padeciendo lo mismo y sintiendo lo mismo que yo, me es justo declarar sobre ustedes, que el Señor completará la buena obra que ha comenzado a hacer.
Y quiero llegar al final, y ahora sí, voy a decirles quién es el personaje de la historia que Letty leyó resumidamente, pero para decirle quién es, yo no se lo voy a decir, yo lo voy a leer. Dice:
\\\"Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios,
no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte,
y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo,
y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús
se doble toda rodilla de los que están en los cielos,
y en la tierra, y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre.\\\"
Filipenses 2: 5- 11
Hay uno, hay uno, Iglesia, que es ejemplo perfecto; era Dios, pero no se aferró a eso, se hizo hombre y tuvo poder como hombre, pero se humilló a sí mismo, se despojó de todo lo que era en esencia siendo Dios, para tomar el lugar tuyo y mío, y aunque humanamente podría haber alcanzado mucho y haber hecho cosas por su mano de poder, por su autoridad y por la atracción que había en su persona hacia la gente, nunca nada lo utilizó para sí mismo. Por eso, se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Por eso, la Palabra tiene consonancia, ¿sabe por qué? Porque cuando Pablo declara lo que declara sobre los filipenses, les dice, me es justo sentir esto de vosotros. Y ahora cuando la Palabra habla de Cristo dice, por los cual Dios lo exaltó hasta lo sumo.
Es justo que Cristo tenga un Nombre sobre todo Nombre, porque en el corazón de Jesús nunca hubo nada torcido, no hubo intereses personales, no buscó su gloria, aunque la tenía y mucha, lo único que quiso fue que el Reino de Dios sea visto por su mano de poder.
Iglesia, es tiempo de abandonar los intereses personales, es tiempo Iglesia, ni mi vida ni tu vida sirven para nada con los intereses personales intactos. Déjame decirte, yo te cambio mil casas, cuarenta mil autos, veinte mil trabajos, doscientos millones de trabajos cambiados y mejores salarios, te cambio todo eso, por estar seguro de que estoy en la voluntad de Dios y que estoy haciendo el propósito suyo, lo que quieras, te cambio lo que quieras, nada de eso me importa y si lo disfruto hoy, lo disfruto por y para Dios, de tal manera que el Señor sabe que eso no es mi posesión, eso es suyo y le pertenece, Él tiene toda autoridad, lo único que busco es que Cristo sea reflejado a través de mí.
Yo quiero tomar un tiempo, porque sé que hay personas que nos visitan hoy aquí por primera vez, y yo antes de seguir hablándole a la Iglesia del Señor, yo quiero hablarles a estas personas que hoy nos visitan, que fueron invitados por otras gentes de las que aquí están, y decirles, que es un privilegio que el Señor me da poder conocerles y poder compartir este mensaje, ¿sabe por qué? Porque no hay un mensaje más poderoso que el mensaje de Jesucristo.
Yo en mi vida no he encontrado nada que tenga más efecto, que creer a Jesucristo y todo lo que Él hizo a mi favor, nada ha sido más poderoso y que hoy usted esté aquí por haber sido invitado, y esté escuchando estas cosas, ¿sabe qué significa? que Dios le está dando una oportunidad. Significa que Dios, que sabe todas las cosas y lo conoce a usted de los pies a la cabeza desde antes de nacer, Dios quiere que ahora usted sea participante de su propósito, que usted encuentre el sentido de la vida, pero a partir de Jesucristo.
Ahora, déjeme decirle, que cuando estamos lejos de Dios y desde el nacimiento hay algo que afecta la vida de todo ser humano, yo no se lo puedo negar, se llama pecado, hay una naturaleza dentro de todo hombre y toda mujer, desde que nacemos que es una naturaleza que, instantáneamente, todo lo que hace, es ofensivo a Dios, aunque usted la quiera detener, la quiera reducir y quiera hacer esfuerzos para ser más bondadoso y por actuar mejor, eso está ahí, es como un bichito que no se sale y no hay nada que lo mate, pero yo hoy quiero darle una excelente noticia.
Hay alguien, que sí pudo contra esa naturaleza, y es ese mismo Jesús que acabamos de leer, que si bien era Dios, estuvo dispuesto a hacerse hombre, obedeció a Dios Padre para venir a esta Tierra y hacer un sacrificio por cada uno de nosotros.
Quiero explicarle, que el sacrificio de Jesús no fue porque Él fue muy bueno, no fue ni siquiera porque lo acusaron injustamente, ¿sabe por qué murió Jesús? Murió para que esa naturaleza de pecado que nos ata y nos hace esclavos fuera quitada literalmente, de nosotros. Lo que yo le puedo asegurar, no porque a mí me parezca, sino porque lo dice la Palabra de Dios, y porque lo he comprobado en mi vida, yo le puedo asegurar que cuando usted cree en Jesucristo y le entrega su vida esa naturaleza es arrancada de raíz y en lugar de esa naturaleza, Dios le da a usted Su naturaleza. Ahora usted puede ser llamado hijo de Dios con todas las letras, no es que somos hijos de Dios, simplemente por ser seres humanos, eso es mentira, somos hijos de Dios, cuando Dios nos da el derecho de serlo, porque hemos creído en Él, nos hemos rendido, le hemos pedido perdón y le decimos ahora yo quiero vivir para ti y ser tuyo.
Por eso, entregarse a Cristo no es solamente mirar los beneficios que Él me dará, porque le puedo asegurar que Dios, si usted hoy se entrega a Cristo, le va a dar los beneficios que usted jamás imaginó, Dios lo llenará de beneficios, pero yo no le puedo aconsejar que usted busque a Dios sólo por los beneficios, porque posiblemente, cuando a usted le parezca que se acabaron los beneficios o que las cosas no son como tendrían que ser y que Dios no pareciera ser tan bueno con usted, usted puede darse media vuelta y alejarse de Dios.
Por eso, yo tengo que decirle la verdad y la verdad es, que si usted decide entregarse a Cristo en esta noche, usted lo va a hacer, primero, porque reconoce que le necesita, porque reconoce que esa naturaleza de pecado está allí aunque usted haya intentado hacer las cosas bien, pero está allí; y que usted por vivir lejos de Dios no sabe para dónde va, ni cuál es el rumbo de la vida. Y que por estas mismas cosas, la primera acción es una acción de arrepentimiento, o sea, de un profundo dolor por vivir alejado de Dios, de saber que sin Dios, a partir de ahora, no está más dispuesto a vivir, y que por arrepentirse usted le dice, Señor yo te pido perdón, pero además te entrego mi vida, toda mi vida es tuya y te la doy, a partir de ahora puedes hacer lo que tengas que hacer y lo que Tú sabes qué quieres hacer conmigo.
Por lo tanto, yo quiero invitar a toda persona que nos visite o bien que ya esté visitando cualquiera de las congregaciones que hoy están reunidas aquí, pero que nunca haya hecho esta decisión, no haya comprendido lo que hoy, por el Espíritu Santo, está comprendiendo y que hoy al hacer esta decisión usted tenga una convicción total y absoluta de lo que hace delante de Dios. Quiero invitarlo a que, si nunca antes lo ha hecho y usted decide hacerlo, por favor, levante su mano para que yo lo pueda ver y pueda reconocer que usted está decidiendo entregarse a Jesucristo, esto muy lejos de causarle, tal vez, alguna vergüenza de levantar su mano, al contrario, le tiene que causar el profundo privilegio porque todos los que estamos aquí algún día hicimos lo mismo y pasamos por lo mismo que usted. ¿Y sabe lo que todos estamos esperando y orando a Dios? Es que usted levante su mano ahora... Al contrario, usted tiene que tener un privilegio si va a levantar su mano, porque usted a partir de ahora encontró lo más grande que existe en el universo entero, la persona de Jesucristo.
Así que, si usted está decidido a entregarle su vida le pido, por favor, bien en alto levante su mano para que yo lo pueda ver. Dios les bendiga...
Les voy a pedir otro favor, porque si ya se animaron a levantar la mano, no van a tener problema de venir hasta acá. Así que, todos los que levantaron la mano háganme el favor de venir hasta aquí, por favor. Y párense frente a mí, mirando hacia mí, hacia mí, mírenme a mí... Por favor, todos los que levantaron su mano, todos los que lo hayan hecho, porque además, es la mejor manera que yo pueda verles realmente, porque a veces con las luces y con la distancia no alcanzo a ver todas las manos, y efectivamente, creo que no alcancé a ver todas las manos, gracias a Dios, gracias al Señor.
Muy bien, si hay alguien más que está haciendo esta decisión, por favor, pase, no se detenga, no se quede en el asiento, no esté con la duda, y paso, y no paso... es que ya otros levantaron la mano y yo no lo hice. No, no quítese todo eso de la mente, si usted sabe que tiene que decidir por entregarle la vida a Jesucristo, pase ahora por favor, no se detenga porque es la oportunidad que el Señor le está brindando el día de hoy.
Y ahora si me voy a tomar unos momentitos para hablarle a ustedes, y hablarles desde mi corazón, decirles, que para una persona como yo o como cualquiera de los que están sentados aquí, no puede haber un mayor privilegio que ver que otros hombres y mujeres, reconocen que necesitan a Cristo. Yo no le puedo expresar con palabras lo que sentimos, pero lo que sí le puedo asegurar, es que algún día estuvimos en la misma situación. Y estando de ese lado, nos sentíamos tan mal como muchos de ustedes se sienten ahora, mal por saber que la vida ha tomado cualquier rumbo, mal por saber que nadie nos dijo antes, posiblemente, que necesitábamos a Dios para que la vida se encausara. Pero yo quiero decirles algo para que ustedes, a partir de ahora, sean libres, sepan que vamos ahora, a orar a Dios, que es ni más ni menos que hablar con Él, ¿está bien? No es nada extraño lo que vamos a hacer, simplemente vamos a hablar con Dios, como yo estoy hablando con ustedes ahora, pero a partir de esta oración y de la entrega a Cristo que ustedes están decidiendo en sus corazones, algo sobrenatural va a pasar en ustedes. Todo el peso que ustedes han sentido hasta ahora, de culpa, de pesar, de dolor, de infelicidad, de insatisfacción, todo eso, Dios lo va a arrancar por completo, algunos serán libres de algunas cosas que realmente los han atado y fuertemente, algunos hasta inconscientemente se han metido casi como juego en algunas cosas, yo puedo ver algunas cosas que Dios me muestra, pero yo quiero decirles esto, lo que Dios va hacer depende de la fe de ustedes, si ustedes se están entregando hoy a Jesucristo con todo su ser, cualquier cosa que hasta ahora los pudiera haber atado, van a ser absolutamente libre de todo eso, se los puedo asegurar porque conozco y confío en el poder de Dios. No hay nada más extraordinario que el poder de Dios, Él hace lo que nadie jamás podría hacer.
Entonces, quiero que sepan que a partir de ahora y de entregar la vida a Jesucristo, va a cambiar algo dentro de ustedes, pero también en la vida de todos los días y en la práctica de todos los días, también la vida tiene que cambiar, porque si ahora ustedes van a pasar a ser hijos de Dios, ahora tienen que relacionarse con su Papá, esto no es una cuestión mágica, ¡eh! no es que van a orar y ahora todo se acabó y ahora tengo algo nuevo, y ahora me puedo olvidar de Dios porque total ya me salvó. No, no, no es así, ¿está bien? Quiero ser muy claro.
A partir de ahora, entregar la vida significa, que le pertenecen a Él, porque la Biblia dice, que fuimos comprados por precio.
¿Sabe qué significa eso? Que cuándo Jesús moría en la cruz estaba pagando un precio, porque literalmente, el pecado que nos habitaba nos condenaba, ese pecado decía, Hernán merece la muerte, no sólo física, la muerte espiritual y eterna, eso es lo que merece Hernán, lo que Jesucristo hacía cuando moría en la cruz, es que arrancó esa acta que nos esclavizaba y dijo, ahora esta acta ya no tiene poder sobre la vida de todo aquel que cree en mí, porque yo estoy pagando el precio que esa gente tendría que pagar. Por eso dice la Biblia, que fuimos comprados por precio.
Jesucristo te compró cuando murió en la cruz. Ahora que le entregas tu vida le perteneces, ahora ámalo por encima de todas las cosas, aunque tú no entiendas muy bien lo que significa amarlo y cómo hacerlo, aunque tú no sepas muy bien cómo es la manera de relacionarse con Dios, sabes que no hay nada mejor que aprender a relacionarse haciéndolo, porque cuando un bebé nace, nadie le enseña cómo hacer las cosa con su mamá o su papá, pero el bebé reconoce a su mamá y a su papá, aprendan a relacionarse con Dios y aprendan también a relacionarse con una iglesia local. ¿Saben por qué? Porque hay otra verdad que dice la Palabra de Dios, y es que a partir de este momento ustedes pasan a ser miembros del cuerpo de Cristo, el cuerpo de Cristo es la Iglesia, es una de las maneras en que la Biblia llama a la Iglesia de Jesucristo, el cuerpo de Cristo, porque dice que Jesucristo es la cabeza, si ustedes son miembros, un miembro fuera del cuerpo no puede hacer nada ni puede ser útil para nada.
El consejo a partir de ahora es, tengan relación con Dios, ámenlo con todas sus fuerzas y relaciónense con una iglesia local para que ustedes sean dirigidos, direccionados, para que haya alguien que pueda guiarles en este primer tiempo, pero para que sus vidas, el día que nos volvamos a encontrar, podamos ver que hayan sido crecidas, aumentadas por Dios, cambiadas, transformadas, que sean hombres y mujeres maduros que saben para que están sobre la Tierra, ¿está bien?
Así que, con esa convicción que sé que tienen vamos a orar, ¿sí? Lo vamos a hacer prácticamente, yo voy a hacer una oración que los va a guiar, ustedes repitan después de mí la oración, ¿está bien? No es la repetición lo que los salva, es más bien, la sinceridad del corazón de que ustedes saben que se lo están diciendo a Dios, ¿está bien? Si quieren pueden cerrar las ojos, pueden tenerlos abiertos como quieran, lo único importante es que ustedes sepan que están orando a Dios, repitan después de mí por favor, en voz alta para que yo pueda oír lo que ustedes están diciendo.
Padre celestial, hoy te agradezco por traerme a este lugar, porque yo no sabía lo que Tú tenías preparado para mí, pero te agradezco porque hoy lo entiendo y puedo ver lo que nunca antes alcancé a ver, Tú me diste vida y me conoces, porque quieres que tenga una relación verdadera contigo, y que pueda funcionar con un hijo tuyo que te ama y que vive para ti.
Hoy reconozco que he fallado, que he vivido lejos de ti, que el pecado me ha dominado. Pero por reconocerlo, me arrepiento, reconozco que todo eso es verdad, pero cambio de actitud al entender que Cristo ha dado su vida por mí, y sé que a partir de ahora soy libre porque la obra de Jesús me hace libre del pecado.
Declaro que soy una nueva persona, y que la sangre de Cristo transforma todo mi interior, hoy recibo una nueva vida que es tu misma vida viviendo a través de mí, sé que hay muchas cosas que necesito aprender a partir de ahora, pero con toda seguridad y desde mi corazón hoy declaro que te amaré y que te rindo mi vida para que Tú hagas lo que quieras, para que me gobiernes, para que me uses y para que tu propósito sea cumplido en mí.
Te doy gracias por recibirme, por cambiarme y transformarme, por hacerme tu hijo y porque a partir de ahora soy una nueva persona. Recibo tu vida, recibo tu salvación, recibo tu libertad, recibo tu sanidad y sé que soy un hijo al cual Tú aceptas y lo has amado desde antes de crear el mundo.
Te agradezco y te honro con todo mi corazón, en el nombre de Jesús, amén.
Ahora yo quiero orar por ustedes, ya no es necesario que ustedes repitan pero yo quiero orar por ustedes.
Padre, en el nombre de Jesús, queremos orar por cada una de estas mujeres y hombres, algunos de ellos realmente jóvenes, Señor, a los cuales, Tú hoy les has dado una convicción especial y particular de lo que significa volver a tener una relación contigo, y yo declaro que a partir de este día toda cadena se deshace en el nombre de Jesús, toda cadena se deshace. Aquellos vicios que han atado, en los cuales algunos de ellos se han metido casi sin querer, aquellas prácticas que realmente les han esclavizado, a partir de ahora, por el poder del Espíritu Santo, yo declaro que todo eso se rompe y se deshace, que ahora hay una libertad espiritual específica que viene a sus vidas, algo sobrenatural que Tú haces para darles una libertad y arrancar todo aquello que les ha tomado hasta este día.
Pero declaro, que a partir de hoy son tuyos por entero, resguardo en el nombre de Jesús sus vidas, espíritu, alma y cuerpo de cualquier ataque del enemigo, apago toda voz de mentiras que venga a ellos para hacerle pensar cosas que no son tuyas; y por el contrario, pongo en ellos la convicción y la seguridad de que éste ha sido el día más importante de su vida y que a partir de ahora todo ha cambiado, todo es hecho nuevo y su vida tiene sentido. Que a partir de ahora, saben que podrán amarte y que son amados por ti, en el nombre de Jesús.
Yo declaro que algo nuevo viene sobre ellos, y declaro que el Espíritu Santo también viene a habitar dentro de ellos, que el Espíritu de Dios les toma por completo, que el Espíritu de Dios hace lo que tiene que hacer y que el Espíritu de Dios, a partir de ahora, trabaja y les habla puntualmente, que ellos aprenderán a conocerte y amarte, y que no tendrán otro anhelo más que hacer tu voluntad, en el nombre de Jesús.
Lo declaramos hecho, para la gloria de tu Nombre, para bendición de estas vidas y para que tu Iglesia se vea bendecida, porque ahora estos hombres y mujeres son miembros del Cuerpo, que saben para qué viven, y saben a quién sirven con todo su ser, en el nombre de Jesús. Amén y amén. Amén.
Les amamos grandemente, aún sin conocerles mucho, pero les amamos porque sabemos que Dios les ama... Así que van a ser guiados ahora, posiblemente después reciban alguna otra cosa y alguna otra palabra de algún otro hermano, pero sepan que realmente estamos felices y hay un gozo especial en los corazones, por la decisión que han hecho...
(Indicaciones...)
Iglesia, yo quiero que tomemos un tiempo, ahora, para meditar en el Señor, porque Dios sabe, que nada de lo que hemos compartido pretende traer a nadie de ustedes un peso, una carga, un sentido de culpa, sino por el contrario, que el entendimiento del Espíritu que nos habita haga que ustedes sean libres como nunca antes, que sepan porqué están dónde están y para qué están allí.
Me gustaría pedirle al grupo de alabanza que pase y quiero que comencemos a adorar al Señor en este tiempo y quiero permitir también, que cada uno de ustedes pueda tomar un tiempo especial delante del Señor. Me gustaría que cada uno de ustedes pueda tomarse un tiempo de intimidad con el Señor y yo quiero pedirle que oren a Dios de manera específica, porque Dios hoy ha sido especifico.
Nadie más que ustedes y el Señor, conocen aquello que se ha interpuesto entre su perfecta voluntad y el cumplimiento de ella a través de ustedes, y si hay una decisión por hacer en esta noche, es que todos los intereses personales de una vez y por todas, toda ambición personal, toda búsqueda de realización quede a un costado.
Vuelvo a repetir, no digo que dejes de hacer lo que estás haciendo, no digo que dejes de estudiar, no digo que no te importe tanto tu trabajo, no digo que tú puedas anhelar algunas cosas lo que estoy diciendo, es que las intenciones del corazón estén de acuerdo al Espíritu de Dios, para que haya una pureza que es la que viene de Él, que nos cautive a todos y que nos habite a todos para que no hayan mezclas, para que no intentemos espiritualizar aquello que viene de nuestro propio corazón, para que no intentemos darle un manto de piedad y estemos insistiendo a Dios con una serie de cosas que, en realidad, Dios ya ni siquiera quiere escuchar, sino que, en realidad, Él quiere ver que en tu corazón y mi corazón están a la par con lo que Él siente, piensa y quiere.
Y cuando digo esto, lo digo para todos los que estamos aquí, porque a veces puede haber pequeños detalles como esas pequeñas zorras que se meten y uno cree que el camino está bien, está todo allanado, y de pronto, hay algo ahí que se mete y que trae un sentir que ya no es tan puro, pero no lo percibimos, pero ese sentir desvirtúa todo lo que el Espíritu Santo estaba trabajando y formando en nuestras vidas.
Yo estoy convencido que lo que hoy, por el Espíritu pude vislumbrar, es una realidad de Dios, yo no hablo de eso como lo que será, hablo de eso como lo que es.
Esta es una iglesia que marcará un modelo diferente para toda esa región, pero necesitamos empezar siendo una iglesia con motivaciones e intereses puros, no mezclados por lo que a nosotros nos parece.
Así que, yo quiero que tú te tomes este tiempo, yo sé que ya lo estás haciendo, pero quiero que permitas que el Espíritu Santo te hable, porque estoy seguro que el Espíritu Santo, hay cosas puntuales que te quiere decir.
Alabanza...
Hay algo que el Señor quiere decir hoy que lo dijo hace mucho tiempo atrás.
Jesús dijo, en una oportunidad, venid a a mí todos los que están cargados y trabajados que yo los voy hacer descansar.
Percibo por el Espíritu mucho trabajo y mucha carga, pero que no es la que viene de Dios, es un trabajo y una carga que viene por el esfuerzo y que vine por la lucha de querer alcanzar algo.
Es el trabajo y el esfuerzo que viene por intentar llegar a tomar aquello que Dios me ha hablado, pero hacerlo por la desesperación de alcanzar mi propósito. Por eso, el Espíritu de Dios me recordó estas palabras de Jesús y yo quiero ser fiel al Espíritu Santo, pidiendo a todos aquellos que saben que están trabajados, cargados, cansados, angustiados, aquellos que inclusive están luchando con situaciones y problemas y no ven la solución por ningún rincón, a venir a Jesús.
Porque, por algo Jesús dijo, si alguno viene a mí y no aborrece su propia vida...
Cuando Él habla de venir a Él, está implicando que la acción de ir a su persona, también significa, que yo he desestimado mis intereses. Y yo sé que hay algo puntual y especial que el Espíritu Santo quiere hacer con aquellos que están en esta condición y sé que no son pocos, porque además, puedo percibir que algunos se resisten a entender, algunos puedo ver, que todavía creen que no se han desviado y en el amor del Señor, yo quiero decirte que no es mi palabra, no es la palabra de mi esposa, no es una autoridad espiritual simplemente, lo que hoy estas recibiendo, es el Señor hablando a tu vida.
En el nombre de Jesús, estás haciendo esfuerzos que no vienen de Él, estas queriendo alcanzar las cosas por tus propias fuerzas, pero tus intereses están intactos y hoy es tiempo de hacerlos morir, para que los intereses de Dios puedan llenar tu corazón.
Todos aquellos que por Espíritu sepan que es así y que les estoy hablando a ustedes, yo les voy a pedir que se pongan de pie, por favor. Cualquiera pensaría que con la cantidad de hermanos y hermanas que están puestos de pie, es más que suficiente, pero yo sé, que hay algunos que están resistiéndose a ponerse de pie, y yo no quisiera orar sin tener la convicción en mi espíritu que todos los que tiene que estar en pie se han puesto de pie, ¿sabe por qué? Porque estoy convencido de lo que el Espíritu Santo quiere hacer, y si tú no estás de pie y necesitas estarlo, vas a volver a tropezar con la misma piedra, y Dios hoy te quiere librar, es como poder ver que hay una sombra arriba de la vida de algunos, que aunque intentan, está ahí, y la sombra nunca se va, nunca se aparta, la sombra está ahí, no pueden disfrutar ni siquiera del gozo de ser nacidos de nuevo.
Miren, podríamos decir que el noventa por ciento, o tal vez más, están puestos de pie, y yo quiero decirte algo iglesia, es tiempo de volver a amar a Dios con todas nuestras fuerzas, porque cuando las cosas se desvirtúan, ¿sabe lo qué se desvirtuó? El amor a Dios.
Y yo te aconsejo volver a escuchar la Palabra profética que Dios dio para este año 2007, te lo aconsejo en el nombre de Jesús, porque es necesario volver a amar a Dios con todas nuestras fuerzas.
Estamos tan afanados por tantas cosas y las hemos cambiado con un tinte o con un matiz espiritual, pero te estás perdiendo los mejores años, las mejores experiencias, los mejores sucesos que Dios tiene preparado para ti porque has cambiado cosas, te los estás perdiendo, si yo pudiera transmitirte el descanso que se siente decirle al Señor, esto no es mío, esto te pertenece, esta situación, esto que yo estoy luchando, aún este anhelo, esto no es mío, te pertenece, ahí lo dejo, yo vivo para ti, tú no sabes, a partir de ese momento lo que pasa, hay una paz, la que dice la Biblia, que sobrepasa todo entendimiento, no es un versículo para repetir es una realidad espiritual que ocurre en nuestra vida, hay una paz que sobrepasa todo entendimiento, porque parece que todo se te viene encima y tú estás calmo y sereno, porque tienes una confianza plena y absoluta en el Señor.
A partir de este día, yo te aconsejo con todo amor, abandonar aquellas cosas con las que has insistido hasta este día, literalmente te digo, sé lo que estoy diciendo, alguno pensará, es que ese asunto, ese problema... eso, no lo puedo abandonar, profeta, si usted supiera yo no puedo abandonar. No, yo sé lo que te estoy diciendo, en el nombre de Jesús te aconsejo, a partir de ahora abandona eso en el Señor, pero abandono es abandono, es dejarlo atrás y ya nunca más volver a acordarte de eso, porque de ti depende que aquello que dejaste, retrocedas y lo vuelvas a tomar. Yo te anticipo, que a partir de que lo hagas va a venir un tiempo de prueba a tu vida, quiero decir, que no es, que porque estas de pie por lo que te estoy diciendo o por la oración que podamos hacer, a partir de este momento todo eso desaparece. No, a partir de este momento tu vida va a ser puesta a prueba, porque cuando estamos sostenidos en la fe, entonces, sabemos para qué vivimos, y aquello que tanto te afanó, que tanto te produjo nerviosismo, que tanto te alteró, que tanto te hizo sentirte desvelado y que no podías conciliar el sueño y que pensabas por arriba y por abajo, y que gastaste tiempo en oración por esas cosas, todo eso ahora se quita de tu vida.
Quiero decir, ni siquiera vuelvas a gastar minutos de tu oración a Dios para volver sobre los mismos puntos, porque eso es volver a poner los ojos en la cosa, en el punto, en la situación equivocada, una sola cosa el Señor requiere de ti y de mí, y por eso, hoy llamó nuestra atención, y así comencé... Que nuestros ojos vuelvan a estar sobre Él.
Por eso, la Palabra dice, puesto los ojos en Jesús autor y consumador de nuestra fe.
Realmente, queremos alegrarnos contigo el día que escuchemos las mejores noticias sobre ti, el día que sepamos que acabaste tu carrera, el día que sepamos que te promovieron en el trabajo, el día que sepamos que compraste una casa, el día que sepamos que la empresa que Dios te prometió comenzó a funcionar, el día que sepamos que el ministerio al cual es Señor te llamó, comenzó a ser activado en tu vida, queremos alegrarnos contigo, pero para que eso ocurra, tú tienes que abandonar tus intereses. Por eso hoy estas de pie, para abandonar tus intereses personales, tu realización personal, y decirle al Señor, Señor, si tengo algo es tuyo, y mis intereses son los tuyos, y si vivo, vivo para ti no hay más, ¿Amén?
Así que, yo quiero ahora sí orar, sabiendo que todo lo que he dicho ha caído en buena tierra y que ustedes se ocuparán de que la semilla germine, eche raíces, fructifique, crezca y se haga un árbol frondoso, árbol sinónimo al Reino de los Cielos, en el cual las aves vienen y hacen nidos. Que tú puedes ser bendición para muchos, para muchos y que lo que más anhelas es que aquellos que te rodean se encuentren con este precioso Señor al cual amamos, servimos y honramos con todo nuestro ser, así que vamos a orar al Señor.
Padre, en el nombre de Jesús, yo quiero darte gracias por esta tarde, yo quiero darte gracias, Señor, por esta noche compartida juntos en tu presencia, quiero darte gracias por la comunión de tu Espíritu Santo, quiero darte gracias por la voz de tu Espíritu hablándonos, quiero darte gracias, aún por la sencillez que viene de ti.
Señor, queremos renunciar a todo acartonamiento, a toda estructura, a toda cosa que a veces hacemos torpemente, creyendo que de esa manera te encontramos mejor.
Señor, en el nombre de Jesús queremos recibir la sencillez que viene de ti, esa sencillez que caracterizó a Jesús sentándose con los suyos, compartiendo un pedazo de pescado o de pan, la sencillez de Jesús parándose arriba de una montaña y hablando en voz alta para miles que le oían, pero siempre dirigiendo su mirada a sus discípulos, porque en especial les declarabas todas las cosas.
En el nombre de Jesús, todos los que hoy estamos de pie, es para decirte que renunciamos a nuestros intereses personales, en el nombre de Jesús, perdónanos porque hemos sido necios, porque no es la primera vez que nos hablas, no es la primera vez que nos dices cosas como estas, pero hemos neceado una vez más, y hemos seguido haciendo las cosas a nuestra manera, hoy te pedimos perdón. Y hoy Señor, confiando en tu perdón, tomamos una convicción, una decisión segura, y es la decisión de renunciar a ese deseo de alcanzar mi propósito, de ser lo que tengo que ser, de que se cumpla todo lo que me has prometido, Señor, todo eso puede ser verdad y seguramente, es verdad, pero hoy en el nombre de Jesús, quiero poner en los corazones de mis hermanos y hermanas, el secreto que está en tu corazón, el secreto por el cual Tú, siendo Dios, te hiciste hombre y te despojaste de todo para dar tu vida por nosotros, y ese secreto fue amar la voluntad del Padre, y que si Tú decidías cambiar algo era bienvenido el cambio, en el nombre de Jesús.
Señor, hoy al renunciar, todos los que están puestos de pie, también ellos, están convencidos de amar y abrazar tu propósito en ellos, de amar y abrazar tus intereses en ellos, de vivir por y para ti, de no hacer mil cosas pero no lograr ni siquiera una, de sufrir por muchas otras pero ni siquiera gozarse por una... Perdónanos aún Señor, por haber perdido el gozo, en el nombre de Jesús te pedimos que nos perdones... vuelve a nosotros el gozo de la salvación, Señor, vuelve a nosotros el gozo de la salvación... Que el mirarnos a la cara nos pueda dar la alegría de saber que un redimido por tu sangre está frente a mí, que alguien que ha sido transformado por entero y ha sido dado vuelta y es una nueva persona, está frente a mí y que juntos compartimos tu sangre, que juntos compartimos tu herencia, que juntos compartimos tus planes, que juntos compartimos tu corazón, que juntos compartimos tus anhelos... vuelve a nosotros el gozo de tu salvación, para que nos alegremos todo el tiempo en ti, para que todos los días sean días de fiestas no importa la circunstancia, no importa los momentos, no importa los cambios, no importa los aparentes fracasos, que cada día podamos gozarnos en ti porque Tú eres nuestra fortaleza y el gozo de nuestro corazón.
En el nombre de Jesús, renunciamos Señor, a seguir siendo tercos, a darnos la cabeza contra la pared todas las veces y en el mismo lugar, en el nombre de Jesús.
Señor, renueva tu Espíritu en nosotros, y avívalo tan poderosamente, que seamos desconocidos aún para nosotros mismos, queremos ser desconocidos, Señor, para nosotros, pero que seamos bien conocidos para ti y que nosotros te conocemos muy bien a ti, Señor, porque ese es el mayor anhelo que podemos tener, conocerte con todo nuestro ser, por eso, hoy volvemos a nuestro amor a ti, Señor, a ese amor que se ha desvirtuado, a ese amor que siendo el primero, ha dejado de ser el primero, a ese amor que debería llenar nuestra vida y darnos motivo para vivir, volvemos a ese amor, en el nombre de Jesús.
Y declaramos, que lo que Tú has anticipado, proféticamente, a inicios de este año se cumple en nuestras vidas, en el nombre de Jesús, lo que tú has declarado, se cumple en nuestras vidas para gloria de tu Nombre.
Y yo declaró, que esta iglesia se levanta con nuevos bríos, con nuevas fuerzas, con nuevo gozo, con nueva expectativa, con nuevos intereses, porque ahora son los tuyos, con una meta definida y comparten todos un mismo sentir, un mismo pensar, un mismo corazón, una misma visión, una misma mente, un mismo objetivo y un mismo amor, que es el amor a ti por encima de todas las cosas, en el nombre de Jesús, lo declaro hecho, Señor, para libertad de tu amada y preciosa Iglesia, por la cual te has entregado, con la cual tienes un propósito sublime, la cual usaras grandemente y salvarás, no sólo a esta nación sino a otras naciones de esta Tierra, en el nombre de Jesús, lo declaramos hecho, amén y amén, Señor...
Amén... amén... amén... amén... amén... amén, Señor... Gracias Señor, gracias Señor, te bendecimos, te bendecimos...
Pueden tomar asiento mis hermanos, hay algo más que quiero decir, y en especial a los pastores que aquí están.
El Señor me mostraba que necesitamos juntos, y quiero incluirme como equipo, necesitamos, juntos empezar a transitar un nuevo tiempo, viene un nuevo tiempo de parte del Señor, y es un nuevo tiempo que no hemos conocido hasta ahora, por eso es nuevo, no tenemos idea, ni noción de cómo es, no lo podemos manejar, no lo podemos estructurar, no le podemos dar una forma, es un tiempo de Dios que vamos a comenzar, nuevo. Pero para eso, el Espíritu Santo me mostraba que ustedes, que están aquí como pastores de estas congregaciones, tienen que poder ir al Señor con cero bagaje, con cero situación, con cero problema de la iglesia, sin ningún otra cosa, necesitan como pastores, ir al Señor con una agenda vacía, con un temario de oración vacío y decirle, Señor, haznos entender cómo introducir a tu Iglesia en este nuevo tiempo, porque será un tiempo tan poderoso y tan particular del Espíritu, que habrá una revolución.
O sea, yo puedo ver a la Iglesia empezando a funcionar a otra dimensión y a otro nivel, y lo que el Señor me muestra es, que hasta ahora, posiblemente ustedes con buen corazón y con el mejor ánimo y con las mejores y mayores intenciones, han visto las situaciones, los problemas, los aciertos, los desaciertos, se han metido en las cosas, han hablado con los hermanos, han luchado, han orado, le han dicho al Señor, han clamado, han llorado, pero ahora hay algo que el Espíritu de Dios quiere hacer, y lo quiere hacer el de una forma sobrenatural, pero va a fluir a través de ustedes. Y para fluir a través de ustedes, son ustedes los que tienen que estar libres, despojados, de cualquier otra cosa.
Por eso, yo quiero, con toda humildad pero con todo amor en el Señor, porque saben que los amamos, y no diría esto si yo no estoy seguro del Espíritu de Dios, lo que Él me ha mostrado ahora:
Viene un nuevo tiempo para estas iglesias que están aquí representadas, viene un nuevo tiempo, pero ese nuevo tiempo fluirá a través de ustedes y para fluir a través de ustedes hay que quitarse muchas cosas que todavía están allí.
¿Vieron como cuándo uno, todavía, va al closet y se pone ropa? Que uno dice, bueno, todavía está bien ésta y todos los demás lo miran a uno y le dicen, ya la verdad, como que no te queda bien esa ropa es tiempo de cambiarla, pero uno cree que todavía está bien. Es algo como eso, a veces, todavía seguimos usando y haciendo y... son las mismas cosas, y el Espíritu dice, ya no te queda esto, tengo algo nuevo para ti y quiero manifestarlo pero tienes que agarrar lo que está en el closet y tirarlo, aunque aparentemente, por un rato quedaste desnudo porque no tienes que ponerte, sí es verdad, en el Espíritu es así, espiritualmente, es así como lo estoy diciendo, por un momento parece que uno se quedó desnudo porque uno sabe hacer ciertas cosas, y en el momento que Dios quiere hacer esto, uno dice, ¿y ahora cómo lo hago, por dónde lo agarro?
Porque como es algo espiritual uno no sabe, por dónde agarrarlo y por dónde manejar el asunto, pero Dios quiere dejarte desnudo, para que Él te sorprenda a ti, para que Él, pastor y pastora, te pueda demostrar que Él tiene tanto bagaje de poder, de autoridad, de dimensión, de amor, tiene tanto que no lo hemos visto todavía, y estamos repitiendo las mismas cosas y seguimos experimentando las mismas cosas, porque cuando uno repite lo mismo experimenta lo mismo siempre, Dios nos quiere dejar desnudos para que haya un fluir del Espíritu totalmente diferente.
Pastores, esto empieza por ustedes... por ustedes, y eso implica abandonar todo... todo... pero todo es todo. O sea, no van a abandonar a la iglesia, no, eso no, porque para esa función ustedes están allí, lo que le digo es, abandonar las preocupaciones, el temario, los asuntos, abandonar... posiblemente el Espíritu después les muestre cómo reencauzar esas cosas, y estoy seguro que así será, pero abandonar significa, Señor, ni siquiera esto es nuestro interés, porque a veces hacemos de eso nuestro interés, como siervo del Señor. No, este no es nuestro interés, nuestro interés es ver a tu Iglesia, fluyendo con libertad en el Espíritu y transformando todos los lugares en dónde pisa y dónde actúa.
Así que, tómense, en el nombre de Jesús, este tiempo como pastores a partir de ahora, si se van a reunir a orar pero oren por estas cosas, ¿amén? ¿Está bien? Desestimen por un ratito todas las demás y despójese de cualquier cosa que ustedes digan, esto ya me suena a camisa demasiado usada, ya está un poquito vieja, ya está demasiado usada, ésta ya no me sirve. Y sepan, que sobre todo aquellos que forman un equipo, tienen un enorme privilegio, porque cuando somos equipo nos afilamos unos a otros, ¿sí? ¿Y sabe qué pasa a veces? Alguien del equipo ve lo que yo no veo, y alguien del equipo percibe lo que yo no estoy mirando y, aún a veces pasa, entre el esposo y la esposa, a medida que estén orando, yo estoy seguro que el Espíritu va a mostrar cosas puntuales, y entre ustedes van a afilarse. Ya no tengan miedo de decirle al compañero de equipo, no tengan temor de decirle al esposo, a la esposa, esa camisa ya te queda vieja es tiempo de tirar la camisa y comprar una nueva, espiritualmente, hablando, ¿estoy siendo claro?
Es algo puntual, y yo quiero hoy derramar esto sobre ustedes, transferir lo que el Señor me ha mostrado, porque sé que esto viene, viene un nuevo tiempo, y este nuevo tiempo será para todos. Nosotros lo disfrutaremos a la distancia física, pero en la cercanía espiritual que nos une a ustedes, porque sabremos de parte de ustedes lo que Dios está haciendo, pero yo les pido que tomen muy en cuenta lo que el Señor les está hablando, ¿saben por qué? Porque a veces las cosas nos ahogan y cuando Dios nos habla puntual, a veces, queremos y tenemos la intención y pasa el tiempo, y otra vez volvemos a lo que estábamos antes, y con todo mi amor les digo, no vuelvan a lo mismo... no vuelvan a lo mismo. Si empezaron a obedecer al Señor en esto, y a hacerlo no vuelvan a lo mismo dentro de un mes, porque dijeron, bueno ya se acabó y no pasó mucho, y bueno, volvamos a las mismas cosas y a los mismos temas y a las mismas situaciones, no vuelvan a lo mismo, permítanle al Espíritu de Dios que les hable, aunque aparentemente, haya pasado tiempo, pero que ustedes puedan saber que Dios está limpiando y está trayendo un fluir nuevo a sus vidas. En el nombre de Jesús.
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