de lo expresado verbalmente en público.
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El terreno Profético en la Iglesia
Al analizar el ámbito profético dentro del cuerpo de Cristo, la iglesia, es posible observar que su manifestación abarca tres áreas, las cuales son:
1) EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA
(Apocalipsis 19:10)
Cuando los miembros del cuerpo de Cristo están juntos, congregados en Su nombre, alabándole y adorándole, entonces el Rey establece Su trono en medio de ellos. Es en este ámbito de la presencia y la gloria de Dios, que se manifiesta “el espíritu de la profecía”. Es allí que cualquier creyente puede ser tomado por el Espíritu Santo y declarar la palabra del Señor (Amós 3:8).
La esencia del espíritu de la profecía es el testimonio de Jesús, la manifestación de la persona de Cristo y Su Señorío.
Es importante destacar dos de las funciones del Espíritu Santo que se relacionan con el testimonio de Jesús.
El Señor Jesús dijo acerca del Espíritu Santo:
"Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre,
el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí."
(Juan 15:26).
Y también dijo:
“Él me glorificará; porque tomará de lo mío,
y os lo hará saber”
(Juan 16:14).
El Espíritu Santo se encarga de dar testimonio de Jesús como el Salvador, el Señor y Rey. Al hacer esto, su única intención es darle toda la gloria. Cuando el Espíritu de Dios inspira una palabra profética, entonces la atención de todos se centra en Jesús; Él es visto, admirado, reconocido y recibe toda la gloria.
El espíritu de la profecía está basado en dos aspectos:
a) Dios siempre quiso y quiere levantar un pueblo profético (Números 11:24-29; 1ª Corintios 14:5).
Es muy clara la evidencia del deseo de Dios por tener un pueblo que se mueve en fe para hablar Su Palabra sobrenaturalmente.b) El Espíritu Santo es un espíritu profético (Hechos 2:14-18).
Al derramarse, su influencia se deja ver en una abundancia de profecía en todos los sentidos. Es de hacer notar que en este mismo pasaje se reafirma la intención divina de que “todos” profeticen, al hablar de los niños ("vuestros hijos y vuestras hijas"), de los jóvenes, de los ancianos o adultos y de los líderes ("mis siervos y mis siervas").
2) EL DON DE PROFECÍA
(1ª Corintios 12:10)
Ésta es una de las nueve manifestaciones o “regalos” del Espíritu Santo. El don no es dado de acuerdo a la madurez cristiana, sino que es una gracia inmerecida para bendecir a la Iglesia.
Este don da una cierta fuerza al creyente que lo posee para hablar la palabra específica de Dios.
Según 1ª Corintios 14:3, el don de profecía es para:
a) Edificación
b) Exhortación (incitar, animar, aconsejar, advertir, despertar)
c) Consolación (confortar y animar)
Este don es una extensión del ministerio del Espíritu Santo y una función del cuerpo de Cristo.
Ninguna de las dos áreas mencionadas, hacen a una persona un profeta.
3) EL OFICIO DEL PROFETA
(1ª Corintios 12:28; Efesios 4:11)
Ésta es totalmente diferente a las otras dos áreas.
El oficio del profeta es una extensión del ministerio de Cristo y una función de la cabeza del cuerpo.
El profeta opera en un poder y una autoridad mayores que quienes lo hacen en las otras dos áreas. Por lo tanto, el profeta tiene la gracia de ir más allá de la edificación, exhortación y consolación.
Su ministerio trae entre otras cosas revelación, dirección, corrección, confirmación, impartición, activación, etc.
CUATRO TÉRMINOS HEBREOS PARA DESIGNAR A LOS PROFETAS
1) NABÍ (1 Samuel 3:20)
Es el término más importante. Se traduce profeta y es uno que proclama o declara un mensaje recibido, un vocero, heraldo, o anunciador. Es alguien que anuncia un mensaje por mandamiento de otro (usualmente Dios).
2) RO’HE (1 Samuel 9:9)
Un vidente, un visionario, uno que ve visiones. Esta palabra hebrea se deriva del verbo RA’HA que significa “ver” y contiene significados como: percibir, aparecer, discernir y mirar.
3) HOZHE (2 Samuel 24:11)
Contemplador en visión. Está muy unido en su significado al término anterior.
4) ISH ELHOIM (1 Reyes 13:1)
Se traduce como “varón de Dios” y significa que el profeta es escogido y enviado por Dios. Es el término menos usado.
TRES TIPOS DIFERENTES DE PROFETAS EN LA BIBLIA
1) Los Profetas del Antiguo Testamento:
Estos profetas tuvieron la responsabilidad de cumplir una función triple.
a) Oír a Dios para recibir el mensaje mediante revelación.
b) Declarar al pueblo el mensaje, comunicando las Palabras de Dios.
c) Dejar escrito el Mensaje para testimonio.
Esta triple función debía ser ejercida con una exacta y estricta fidelidad a la revelación recibida.
Lo que hoy se conoce como Antiguo Testamento es la revelación divina dada a los profetas, a la cual no se le puede quitar o añadir (Deuteronomio 4:2)
2) Jesús:
(Mateo 21:11; Lucas 13:33; Juan 6:14; 7:40):
Es el modelo por excelencia y la base de la sustentación para el ministerio profético neotestamentario.
3) Los Profetas del Nuevo Testamento:
(Hechos 11:27; 15:32; 21:10):
Son aquellos que funcionaron después de la obra completa de Jesús (muerte, resurrección y ascensión) e incluye a los profetas de la actualidad.
Ministerio Apostólico-Profético "Generación en Conquista"
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