Oficialización de la iglesia DESTINO DE VIDA en Colón, Panamá
y habilitación del pastorado de Celio y Lizeth Robinson.
"… más el pueblo que conoce a su Dios, se ESFORZARÁ y ACTUARÁ” (Daniel 11:32b, RVR60), es la Palabra del Señor que sirve de resumen de todo lo vivido en la ciudad de Colón, Panamá, los días 26 y 27 de abril de 2014. 
Es verdad que cuando se comienza a conocer a Cristo, la vida recibe  una dimensión superior, ya que por la fuerza del Espíritu todos los creyentes pueden esforzarse y actuar como ciudadanos  del Reino. Este esforzarse no se relaciona con hacer las cosas basados  en la fuerza de la voluntad, o tan sólo  porque se deben hacer; por el contrario, es esforzarse y actuar con base en el  entendimiento espiritual genuino de lo que eso significa, y en la medida que se  avanza en ese entendimiento, se depende de las fuerzas de Dios para poder  actuar con poder en este mundo. 
La tarde del sábado 26 de abril fue una jornada trascendente, porque bajo la guía del Espíritu Santo, se ACTUÓ, para dar cumplimiento a planes del Señor que afectaron “los aires” de la ciudad de Colón, y que producirán cambios evidentes en la ciudad. 
Esa tarde, como equipo ministerial, impusimos  las manos sobre Celio y Lizeth Robinson, para habilitarlos con la autoridad del  Señor al ministerio pastoral que Él les encomendó. A través de ese acto, tanto los pastores Celio y Lizeth  como la congregación DESTINO DE VIDA que ellos pastorean, quedaron bajo la autoridad del  Ministerio Apostólico-Profético Generación en Conquista. 
Durante este importante acto  espiritual, Celio y Lizeth recibieron varias palabras proféticas con dirección precisa, y ahora viene el tiempo de que la  iglesia DESTINO DE VIDA, junto a sus pastores, se ESFUERCEN y ACTÚEN para caminar en lo profetizado, por la fuerza  del Espíritu. 
  
  
  
  
También fue un tiempo muy particular y preciso el que  compartimos el día domingo 27 de abril, con la enseñanza “MARCADOS A FUEGO”. Fue una jornada de todo el día, desde las 9:00 de la mañana  hasta las 7:00 de la tarde, con intermedios de café y al mediodía un rico almuerzo al estilo panameño. Pudimos comprobar una vez más que es el Espíritu de Dios el que nos enseña, cuando hay sensibilidad a su voz, en esta ocasión utilizando a los amados Hernán y Daniel Cipolla para impartir la enseñanza.
                        
                        Realmente resumir en un solo día  toda la enseñanza de Marcados a Fuego fue algo tan precioso,  que Dios nos sorprendió  de todas maneras. Destacamos el entendimiento de  los hermanos cuando respondían; además, pudimos observar entre la concurrencia, desde niños (muchos) a mayores, que comprendieron todo lo enseñado por el Espíritu Santo.
                        Volvemos a repetir: UNA VIDA MARCADA A FUEGO ES UNA VIDA QUE TRASCIENDE.
                        Amados, estamos gozosos que el Reino de Dios avance con poder cuando le damos  el Primer Lugar a quien se lo merece: JESUCRISTO.
en un día tan particular para la Iglesia en Panamá.
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