en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Quiero que abramos en el Salmo 126, la segunda parte del versículo 2:
"...Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres."
(Salmo 126:2-3)
En el tiempo en que vivimos y el mundo que nosotros vivimos, es necesario establecer la verdad de esta declaración, la Biblia dice; "grandes cosas ha hecho Jehová con estos" y la gente va a decir, "grandes cosas ha hecho Jehová con estos", ¿por qué? Porque en el mundo en que nosotros vivimos, hay muchas cosas confundidas, entre ellas, confundir las cosas grandes con las grandes cosas. Y son dos cosas abismalmente diferentes.
Por ejemplo, para el mundo una gran cosa es algo que lo puede demostrar, o sea, que puede ver que es grande. Si no puede ver materialmente que algo es grande, no lo es. Así es el espíritu del mundo. Pero la Biblia dice en otro Salmo:
"Grandes son las obras de Jehová, buscadas de todos los que las quieren.
Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre."
(Salmo 111:2-3)
La Biblia dice que las grandes obras de Dios tienen algunas características, tienen gloria, hermosura y justicia.
Pero las grandes obras de Dios son reveladas a los que la buscan, o sea, los que están interesados en una relación con Dios, que ubique mi mente, mi espíritu y mi corazón, a qué cosa es para Dios, una gran obra. Si es una gran obra va a tener que tener tres cosas, gloria, hermosura y justicia. Sin embargo vemos grandes obras en el mundo que no tienen estas características.
Así que lo que el mundo dice que es una gran cosa y lo que Dios dice, son muy diferentes.
Encontramos en 1º Samuel, una palabra que habla Saúl, y fue dada cuando David perseguía a Saúl para matarlo, y Dios le dio oportunidades de hacerlo pero lo guardó de ese pecado pues se trataba del rey ungido de Dios.
"Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David;
sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás.
Entonces David se fue por su camino, y Saúl se volvió a su lugar."
(1º Samuel 26:25)
Estas palabras de Saúl están dichas con otra esencia al Espíritu del Señor, tanto que David fue influenciado por esas palabras, y podemos leer lo siguiente:
"Dijo luego David en su corazón:
Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl;
nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos,
para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más
por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano.
Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo
se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat.
Y moró David con Aquis en Gat, él y sus hombres, cada uno con su familia; David con
sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel.
Y vino a Saúl la nueva de que David había huido a Gat, y no lo buscó más.
Y David dijo a Aquis: Si he hallado gracia ante tus ojos, séame dado lugar en alguna
de las aldeas para que habite allí; pues ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real?
Y Aquis le dio aquel día a Siclag, por lo cual Siclag vino a ser de los reyes de Judá hasta hoy.
Fue el número de los días que David habitó en la tierra de los filisteos, un año y cuatro meses.
Y subía David con sus hombres, y hacían incursiones contra los gesuritas,
los gezritas y los amalecitas; porque éstos habitaban de largo tiempo la tierra,
desde como quien va a Shur hasta la tierra de Egipto.
Y asolaba David el país, y no dejaba con vida hombre ni mujer; y se llevaba las ovejas,
las vacas, los asnos, los camellos y las ropas, y regresaba a Aquis.
Y decía Aquis: ¿Dónde habéis merodeado hoy? Y David decía: En el Neguev de Judá,
y el Neguev de Jerameel, o en el Neguev de los ceneos.
Ni hombre ni mujer dejaba David con vida para que viniesen a Gat;
diciendo: No sea que den aviso de nosotros y digan: Esto hizo David.
Y esta fue su costumbre todo el tiempo que moró en la tierra de los filisteos.
Y Aquis creía a David, y decía:
El se ha hecho abominable a su pueblo de Israel, y será siempre mi siervo.”
(1º Samuel 27:1-12)
Cuando el espíritu de Saúl habla, influencia. El espíritu de Saúl es el espíritu de las cosas grandes.
¿Como influenció a David? David dijo: en definitiva algún día Saúl me va a matar por lo tanto lo mejor que me puede pasar es pasarme a la tierra del enemigo. ¿Qué hace David cuando se pasa a la tierra del enemigo? Hace cosas grandes, merodea por los lugares y mata hombres, mujeres y niños y el botín se lo entrega al enemigo para ganarse el favor del enemigo. Quiere decir que David, como dice la Biblia, no pudo construirle casa a Dios, porque fue un hombre sanguinario, porque David estaba luchando una lucha que Dios nunca le mando a luchar, es más, estaba matando gente fuera de la voluntad de Dios influenciado por el espíritu de Saúl, que es el espíritu en la Iglesia, de las cosas grandes.
Veamos lo que le dice Dios a David en 1º Samuel 22, a través del profeta Gad, porque David andaba de aquí para allí pero el profeta Gad dijo a David:
"Pero el profeta Gad dijo a David: No te estés en este lugar fuerte;
anda y vete a tierra de Judá. Y David se fue, y vino al bosque de Haret."
(1º Samuel 22:5)
¿A dónde se tenía que ir? ¿Qué le dijo la palabra profética? ¿Qué andas haciendo con los filisteos quien te mando a los filisteos? ¡Ah! A los filisteos me mandó un espíritu. ¿Qué espíritu? El espíritu del mundo, no. El espíritu de los gobernantes, porque Saúl era rey. Hay un espíritu en la Iglesia de algunos líderes religiosos que es el espíritu que influencia a la gente a hacer cosas grandes, pero hacen cosas grandes fuera de la voluntad de Dios. Este espíritu reina en la Iglesia y mucha gente se endeuda y hace cosas por un espíritu que dice tú también tienes que hacer cosas grandes porque tienes que mostrar que tú haces obras grandes, porque si no lo muestras, el mundo no te cree.
Esta no es cualquier palabra, pues:
"Aún los ungidos de Dios son influenciados por el espíritu de Saúl
a moverse para hacer cosas grandes porque se ven,
pero solo el Espíritu del Señor conduce a sus ungidos a hacer
grandes cosas por la voluntad de Dios".
Cosas grandes o grandes cosas. A nosotros nos parece que las frases son iguales pero no lo son, es más, cuando la Biblia habla de Dios, habla siempre de grandes cosas, porque nada tiene que ver un Espíritu con otro espíritu.
Líderes, coman lo que estoy hablando, porque si ustedes comen lo que estoy hablando evitarán ser traspasados de muchos dolores y de meterse en muchas cosas que nunca Dios les mandó meterse y sufrir a causa de un espíritu de Saúl que los indujo a mostrarse con una cosa grande para hacer, Amén.
Solamente un versículo en Jeremías, donde hay algo que le está pasando a Baruc, el que le escribía todas las cosas a Jeremías:
"Así le dirás: Ha dicho Jehová: He aquí que yo destruyo a los que edifiqué,
y arranco a los que planté, y a toda esta tierra.
¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques; (no las busques)
porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová;
pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares adonde fueres."
(Jeremías 45:4-5)
Baruc estaba dolorido de su situación, estaba sufriendo, era santo igual que Jeremías pero estaba sufriendo por un pueblo idólatra, por un pueblo que estaba en cautividad y cuando se queja de esta manera y tiene pena y compasión de si mismo, Dios le dice: ¡Ah, así que tú buscas pasarla bien! Si tú buscas grandes cosas para ti, pues no las busques. O sea que tu quieres que yo implemente las cosas sobre mi pueblo, pero tú no quieres sufrir ninguna, olvídate de esto, ése no es mi Espíritu, dice el Señor.
Pero esto mismo que Jeremías le profetiza a Baruc, lo pudo profetizar porque antes le pasó a Jeremías en el capítulo 15 (y le voy a hablar una palabra que muy pocas veces la vas a escuchar de nuevo):
"¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de contienda
y hombre de discordia para toda la tierra!
Nunca he dado ni tomado en préstamo, y todos me maldicen.
¡Sea así, OH Jehová, si no te he rogado por su bien, si no he suplicado ante ti
en favor del enemigo en tiempo de aflicción y en época de angustia!...
Fueron halladas tus palabras, y yo las comí;
y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón;
porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
No me senté en compañía de burladores, ni me engreí a causa de tu profecía;
me senté solo, porque me llenaste de indignación.
¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió curación?
¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?
Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás;
y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca.
Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.
(No hagas cosas grandes, haz grandes cosas,
no te conviertas a ellos, que ellos se conviertan a ti)
Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce,
y pelearán contra ti, pero no te vencerán;
porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová.
Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes."
(Jeremías 15:10-11, 16-21)
¡Lo mismo que Baruc! —estoy sufriendo profetizando, yo profetizo juicio, soy el único loco que profetizo juicio, a todo el mundo le digo que voy a ir cautivo, que soy enemigo de mi propio pueblo, estoy hastiado de todos, ¿para qué me engendró mi madre, por qué no morí en el vientre?—
¡Cállate la boca Jeremías de una vez! ¡Conviértete de ese pensamiento!
El espíritu de Saúl, hedonismo.
Quiero sentirme bien, quiero que me vaya bien, quiero hacer grandes cosas, hedonismo dice Dios, conviértete de ese espíritu y entonces yo te voy a restaurar.
Cuando yo vi esto casi caigo muerto, y dije —perdóname Señor, dónde estoy, qué es lo que estoy haciendo, qué es lo que estoy buscando, hacer tu misión o sentirme bien en medio de la misión. Qué es lo que estoy buscando?...—
Pero lo peor es que si no me convierto de eso, Dios no me restaura, y no me puede usar como su boca, pues hay pautas. Jeremías tuvo que hacer grandes cosas y las hizo, pero, muéstrenme una cosa grande de Jeremías, algún edificio, algo que me diga qué ministerio, muéstremenla, no hay ni una, ¿está entendiendo?
El espíritu del mundo y de un liderazgo que está y todavía permanece en la Iglesia, es ese espíritu, es el espíritu de hacer cosas grandes. Pero ese espíritu no pertenece a Dios parece que sopla igual pero está invertido, no es igual cosas grandes que grandes cosas, no es igual.
Parecido no es igual, cristal no es vidrio. Aunque los dos tengan la misma forma de copa, golpeemos una y la otra y verá que una es de cristal. Tiene la misma forma... Pero, cosas grandes no son grandes cosas.
El salmo 131, nos revela la esencia de lo que Dios considera las grandes cosas. El mismo David que antes comete un error, tiene una virtud, y por eso está ungido; aprende de sus errores. Si hay un hombre que aprendió de sus errores es David; así es por qué él no hacía las cosas por mal corazón, lo hacía por error. Porque en momentos de confusión, a veces uno toma malas decisiones, pero una mala decisión no significa un mal corazón, pero uno puede tomar una buena decisión con un mal corazón y eso sí es juzgado, aunque la obra sea buena.
Uno puede ser una mala persona y hacer buenas cosas, y se puede tener un buen corazón y hacer malas cosas y equivocarse.
¿A quien juzga Dios? Dios está juzgando lo que no vemos pues nosotros no vemos lo malo que hay a dentro del corazón. Y el otro hizo todo mal, ¿por qué Dios no lo juzga? Porque su corazón es correcto, sencillamente se equivocó, tuvo un momento malo y se equivocó, pero su corazón es para Dios. Ese es David, por eso es ungido.
"Jehová, no se ha envanecido mi corazón (y está escribiendo el rey),
ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas (o en cosas grandes),
ni en cosas demasiado sublimes para mí.
En verdad que me he comportado y he acallado mi alma.
Como un niño destetado de su madre; Como un niño destetado está mi alma.
Espera, oh Israel, en Jehová, Desde ahora y para siempre."
(Salmo 131:1-3)
¿Qué está diciendo David? —Dios, yo aprendí algo contigo, si yo quiero que me uses y ser el líder, el hombre o la mujer que haga lo que debo hacer, entonces yo voy a tener que hacer como aquel chico que le sacan el pecho, que en primer lugar está tranquilo porque ya comió, pero más allá de eso, lo que tiene que hacer es esperar el favor de su madre para nuevamente comer. O sea que no puede hacer nada por sí mismo para comer. Así esta callada mi alma. En ese reposo del niño destetado—.
Por eso le dice Espera oh Israel en Jehová.
Espera, porque si no esperas vas a hacer cosas grandes pero no vas a hacer grandes cosas.
Hay pastores que quieren grandes lugares y no aprendieron una ley espiritual bíblica. La Biblia dice que Dios le dio al pueblo las tierras de alrededor en etapas, porque si le daba todas las tierras juntas, como ellos eran poquitos, las fieras del campo se los comían.
Entonces, no busque una gran cosa cuando no tiene el poderío para esa gran cosa, porque las fieras son los demonios y los demonios se los comen. Porque Dios sabe como da las cosas, pero nosotros estamos tan apresurados en la visión y en la obra, que queremos hacer cosas grandes.
Como niño destetado espera, y entonces en vez de hacer una "cosa grande" influenciada por el espíritu de Saúl, vas a hacer una "gran cosa" influenciada por el Espíritu de Dios.
Esta sí que es palabra de Dios. Alguno estará pensando que ya está confundido, que no sabe cuál es la derecha y la izquierda... ¡Qué bueno! Si el Señor confunde es para ir a la Biblia a sacarnos la confusión, y si este mensaje te hace meter con Dios, yo me alegro, claro, para encontrar todo lo que Dios tiene para nosotros ¿Amén?
¿Por qué traigo este mensaje?
Porque estamos en peligro de no esperar a Dios, estamos en peligro de hacer cosas grandes pero no de hacer grandes cosas.
—Ay, Dios, se está tardando con estas cosas—. ¿Y qué hacemos? —Pastor mire, agarramos a quince hermanos e hipotecamos nuestras casas y entonces sacamos un crédito en el banco y compramos un local—...
Si lo hacemos así, lo vamos a tener, pero lo vas tener por ti mismo, y va ser una cosa grande, pero nunca va ser una grande cosa, nos va a acarrear muchos problemas, ¿me está siguiendo iglesia?
Déjeme mostrarle algo más en Daniel 4. Aquí está Nabucodonosor y Daniel le interpreta todo el sueño y le da un consejo, después que termina la interpretación, éste es el consejo:
"Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus pecados redime con justicia,
y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos,
pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad.
Habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real
con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?
Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo:
A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti;
y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación,
y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti,
hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres,
y lo da a quien él quiere."
(Daniel 4:27, 30-32)
Siete años viviendo como los animales, porque doce meses antes Daniel le dijo, —rey redime, escúchame, Dios todavía te da una oportunidad, que esto no te ocurra, pero redime tus pecados—.
Pero a los doce meses, viendo la grandeza de su poderío dijo que ésta es la gran Babilonia, cuando dijo Dios que no, —las grandes cosas las hago Yo solo, tú haces cosas grandes, pero grandes cosas solo Yo las hago, así que tú crees que estás haciendo mi obra, pero estás equivocado Nabucodonosor, ahora comerás como animal, siete años comerás como animal. ¿Hasta cuándo?:
Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo,
(si quieres el espíritu correcto para hacer grandes cosas,
tienes que alzar los ojos al cielo y le va a ser devuelta la razón espiritual)
y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo,
(es lo tercero que ocurre cuando alzamos los ojos al cielo
y se le devuelve la razón espiritual, alabamos a Dios)
y alabé y glorifiqué al que vive para siempre,
cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.
Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo,
porque todas sus obras son verdaderas,
(puedes hacer cosas grandes pero nunca obras verdaderas,
las nuestras son pasajeras, las de Dios son verdaderas porque son eternas)
y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia."
(Daniel 4:34, 37)
El espíritu de Saúl es el espíritu de la soberbia. No olvidemos que Saúl cuando le fue quitado el reino y el gobierno, le dijo a Samuel —por favor mira, yo ya sé que pequé, pero ahora tenemos una reunión con los ancianos, así que por favor vamos a quedar bien ahí, hónrame delante de los ancianos—.
Hay mucha dirigencia evangélica con ese espíritu, y hay muchos líderes con ese espíritu, que dice —yo pequé Dios, pero por favor hónrame porque ahora tengo un culto de milagros y tengo una cosa muy interesante que hacer ahora—.
Es el espíritu de Saúl, que sigue haciendo cosas grandes el hombre y la mujer, sigue haciendo cosas grandes su ministerio, pero no está haciendo ninguna gran cosa que Dios le está mandando a hacer, porque está influenciado por el espíritu de Saúl, que es un espíritu de rey.
Hay dos espíritus de reinado, uno conforme a Saúl y uno conforme a David.
El espíritu conforme a Saúl, aparta de Dios haciendo la obra de Dios.
El espíritu conforme a David, de la unción de rey de David, hace la obra de Dios porque está en el espíritu de Dios.
Pero hay dos tipos de gobierno y de reinado en la Iglesia de Jesucristo. Hay dos tipos de unciones para reinar:
Una unción para reinar que viene de la honra del prestigio y de la carne, y una unción para reinar que viene de una persona humilde que se desprende de Dios, que está dependiendo de Dios todo el tiempo.
Son dos unciones muy diferentes.
Déjenme mostrarles lo que la Biblia enseña en Lucas:
"Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso.
Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor.
Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída,
y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento;
porque será grande delante de Dios. (¿Cómo será? grande delante de Dios)
No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo,
aun desde el vientre de su madre. Y hará (hará, escuche la obra, hará)
que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver
los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos,
para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto."
(Lucas 1:11-17)
Dios está por levantar un “grande hombre”, Juan el Bautista.
¿Qué escuela de profeta hizo Juan el Bautista? ¿Qué postres comía? ¿Qué gran casa tenía? ¿Dónde estaban los letreros de su ministerio y dónde estaba la iglesia que pastoreaba? No tenía iglesia.
Les voy a llevar a ver el ministerio de Juan el Bautista.
¿Dónde tiene su centro? En el desierto. Y ¿cómo dirige a sus discípulos, porque debe tener algún edificio, alguna escuela de... ¿Escuela? Si por donde anda les habla, entonces no debe ser muy importante el ministerio de Juan el Bautista, no tiene ninguna cosa grande para mostrarme que él es grande.
¿Iglesia está escuchando lo que estoy diciendo? El Espíritu Santo esta hablando.
Dios no está en contra de esto, nos va a dar los mejores lugares, pero el problema es que obtengamos esos lugares por es “espíritu de Saúl”, ése es el problema.
El “cómo” de las cosas es muy importante, porque usted puede tener un hijo por estar en santo matrimonio o por fornicar, y las dos cosas son sexo, pero no es igual. Cuando usted lo hace en su matrimonio es una bendición, pero cuando usted lo hace por fornicación, está buscando abortarlo.
El "cómo" es muy importante.
Juan el Bautista será grande delante de Dios, será grande porque va a renunciar al sacerdocio, será grande porque no tendrá iglesia, será grande porque no tendrá edificio, será grande porque vivirá en el desierto, ¡qué ministerio! Y nunca dijo, —Señor, cómo me tienes aquí en este desierto con tanto calor todo el día comiendo langosta y miel silvestre. Por lo menos el pueblo a veces come—. ¿Escuchamos alguna vez que haga eso?
Por lo menos a mí me sorprende, porque hasta Jeremías se quejó, pero yo nunca escuché una queja de Juan el Bautista, por lo menos no hay ninguna registrada en la Biblia; y tuvo el ministerio más duro.
Cuando usted está en el Espíritu del Señor, hace las obras más grandes, porque Él hizo la obra más grande que nadie hizo, Él fue el único que tuvo el poder, porque tuvo el poder de preparar el camino del Señor y de hacer volver el corazón de Israel, un pueblo apartado de Dios al Dios vivo. Hizo la obra más grande y más extraordinaria que un hombre sobre la faz de la tierra pueda hacer.
Pero terminando su obra, dijo: —A mí me conviene menguar y a Jesucristo le conviene crecer—.
Como anduvo en el Espíritu del Señor, hizo grandes obras, hizo grandes cosas.
No nos confundamos, el mundo se nos está pegando, la tarjeta de crédito se nos está pegando, y nosotros creemos que tenemos el poder en la tarjeta de crédito, pero no es así, el mundo está creyendo que el caballo alistado le va a dar la batalla, pero no es así.
Dios es el que da la victoria en la batalla, ¿amén?
Juan el Bautista, nos muestra un grande delante de Dios.
Nabucodonosor, ¿cuánto tenía para mostrar?
Todos los reinos de ese tiempo estaban bajo él, una de las siete maravillas del mundo se dice de la gran Babilonia... Que ése es un ministerio próspero, miraban lo que tenían y cómo Dios lo bendijo... ¿Que Dios lo bendijo? Yo estoy poniendo en duda este asunto, porque la gente cree que dinero es bendición de Dios, pero la bendición de Dios significa prosperidad, no solamente dinero. Dinero tiene cualquier impío, un mafioso tiene dinero, tipos que hacen tranza tienen dinero, tipos que lavan dinero, tienen dinero... Pero no son prósperos.
Prosperidad de Dios es, así como prospera tu alma, que quiere decir, yo soy un hombre una mujer regenerado por Dios, tengo mi alma regenerada por Dios, tengo mi cuerpo como templo del Espíritu Santo y también viene dinero a mi mano, pero dinero santo y sano que Dios me lo pone en mi mano, porque no todo lo que reluce es oro.
Por último veamos el Salmo 126, y lo que le voy a decir ahora a la Iglesia, me hace saltar como becerro de la manada:
"Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan.
Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza;
entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres."
(Salmo 126:1-3)
¿Saben cuál es la única gran cosa que Dios quiere que haga la Iglesia?
Que a través de los cinco ministerios se edifique la Iglesia para llegar a la unidad de la fe, a la estatura de la plenitud de Cristo.
Hasta que la Iglesia no llegue a la estatura de la plenitud de Cristo, la cautividad de Sion no cesará, estamos en Sion pero estamos cautivos, tenemos que volver de la cautividad de Sion, Sion tiene que salir de su cautiverio y si Sion no sale de su cautiverio, Dios estará diciendo que ya me tienen harto con sus cines, ya me tienen harto con sus estadios, ya me tienen harto con sus reuniones, me tiene harto...
Edifiquen mi pueblo, llévenla a la estatura de la plenitud de Cristo, hagan de mi pueblo una reina, vístanla sin mancha, vístanla sin arruga, hagan de mi Iglesia lo que Yo digo que mi Iglesia debe ser y entonces el mundo dirá: “Grandes cosas ha hecho Jehová con estos”.
Todo el mundo lo va a ver, en vez de ver edificios va a ver gente cambiada.
¡Oh, Dios mío! Basta de ver edificios, vean gente cambiada. Esas son las “grandes obras” de Dios.
Y nosotros mismos reconoceremos y diremos como el que sueña: “Hizo una cosa tan grande conmigo que ni creo lo que hizo Dios conmigo”.
Tanto los de afuera como los de adentro dirán, “grandes cosas ha hecho Jehová con estos”.
Yo impido a ese espíritu de Saúl entrar a este lugar, impido a ese espíritu de Saúl entrar a esta congregación, no lo permito, porque así digo y así te confronto diablo, porque esta congregación y este ministerio obtendrá las cosas de Dios por la mano de Dios, porque espera en Dios como un niño destetado en los brazos de su madre y calla y espera hasta que Dios obra, porque vamos a ser una generación y un ministerio que haga verdaderamente las grandes obras de Dios en la tierra, Aleluya...
Ésta es toda mi carga profética, éste es el mensaje de Dios y no voy a agregar nada más.
Dios ya se ha manifestado más allá, y nosotros necesitamos tomar una decisión muy clave y si no alineamos nuestro corazón ahora, después va ser tarde, porque si no lo alineamos, la tentación va a llegar y cuando llega, como el corazón está torcido, lo hacemos a nuestra manera.
Vamos a alinear el corazón.
Hijo mío, "sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón” ,
guárdalo por favor, no te metas en donde no te llamé, guárdalo y espera en mí.
Cada uno de nosotros tomemos esa decisión en el Nombre de Jesús.
"Padre, yo te doy gracias ahora por esta Palabra venida del cielo ahora a mi espíritu, Señor te entrego las riquezas del mundo por la revelación de tu Palabra. Una sola cosa quiero: Permanecer en ti y en tu presencia todos los días. Que me puedas extender el cetro y yo pueda entrar donde pocos entran, lo demás no importa.
Quiero estar donde Tú estás, quiero pedirte Señor que nos alineemos Señor, esta iglesia se niega a hacer cosas grandes, se niega... Y te dice que vamos a hacer grandes cosas guiadas por tu Espíritu y la forma van a ser las formas del Espíritu; vamos a quitar la ansiedad y la vamos a poner en ti Señor, vamos a quitar el temor y ponerlo en ti Señor, y aún todas las cosas y ponerlo en ti Señor. No vamos a dar pasos en falso sin la guía de tu Espíritu Santo.
Señor, nosotros lo creemos, porque hoy hemos sacado este espíritu que quería entrar... Fuera de este lugar.
El prestigio ante Dios no lo debemos mostrar con nada, tú le diste prestigio a Juan y nunca hubo un solo edificio que mostrara el prestigio que Juan tenía. Padre mi alma te alaba y te bendice, porque tu Palabra es la verdad y nos ubica. Tu Palabra nos ubica y no queremos mezclarnos con el espíritu del mundo, queremos andar con el Espíritu Santo, Padre en el Nombre de Jesús, amén".
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