en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Hace tiempo el Señor inquietó mi espíritu con una palabra, y claro, las palabras tienen un significado y sirven para hablar y para escribir, sin embargo, la inquietud espiritual no es la palabra ni tampoco el significado de la palabra sino lo que hay detrás de esa palabra; y voy a decir esa palabra y no pido que me digan nada en público, simplemente sé los que les va a sugerir. La palabra es: Confianza... Confianza.
Y yo sé todos los pensamientos que vienen a su mente. Digo la palabra confianza, y eso desata muchas ideas y nos lleva a situaciones, nos lleva a relaciones con personas, nos lleva a circunstancias, pero también nos lleva a lo opuesto de la confianza, ¿qué es lo opuesto de la confianza? Dígame... La desconfianza.
Y entonces, una de las cosas que está predominando hoy en el mundo actual, es la desconfianza, y nos vamos a dar cuenta que muchos patrones de nuestra conducta están relacionados con la desconfianza. Nuestros estados de ánimo están regulando nuestra vida espiritual, las situaciones que nosotros vivimos hacen que nuestra vida espiritual se maneje por ese patrón sentimental y mucho de esto tiene su origen en la desconfianza, porque cuando uno tiene confianza en Dios y en las personas, hay una sensación de reposo y de paz.
Sin embardo, cuando nos toma la desconfianza estamos alterados, nuestros sentimientos y emociones se turban y comenzamos a vivir una vida complicada; y entonces nuestra espiritualidad, repito, está relacionada o gobernada por nuestros sentimientos y emociones, nuestros cultos al Señor, muchas veces, están regulados por nuestras emociones.
Le preguntas a un hermano hoy, ¿cómo estás? ¡Oh! ¡Bien! ¡Estoy muy bien! ¡Me siento muy bien! ¡Gloria a Dios! Y puede ser que ese muy bien... estoy muy bien gloria a Dios, esté relacionado con una circunstancia favorable que le pasó en la semana. Y le preguntamos al siguiente domingo, ¿cómo estás? Dice, no hoy no me siento bien.
¡Fíjese! No me siento bien. ¿Por qué? Porque algo me falló, alguien me defraudó, alguien me prometió algo y no lo cumplió, el novio me dejó, la novia me dijo que ya no me quiere, en la familia me rechazan, estoy al borde de que me echen del trabajo, tengo problemas con mi esposo. Entonces, mi espíritu dirá, hoy estoy en baja y en México te dirían, ¡échale ganas! Pero saben, no es asunto de echarle ganas, porque ese echarle ganas depende de mi esfuerzo personal y de mis situaciones, otra vez.
Cuando Dios le habló a Josué, le habló al hombre en el Espíritu. Cuando le dijo: levántate, esfuérzate y sé valiente, no le habló al alma de Josué.
Entonces, cuando el espíritu está equilibrado con el Espíritu de Dios, el alma está en línea con ese Espíritu, y entonces mi ánimo también está en línea con el Espíritu.
Me da mucho gusto que los niños estén en las reuniones generales porque lo que vamos a compartir hoy de la confianza, va a servir para que ellos y todas las generaciones futuras hagan un cambio, establezcan la confianza donde debe ser puesta y si los niños hoy en las congregaciones que hoy nos están viendo, reciben esta palabra, ellos tendrán confianza en el único que se puede tener confianza, en nuestro Dios.
Ahora bien, hablando de desconfianza, la realidad del mundo que estamos viviendo es una realidad negativa, la gente desconfía de los gobiernos, de las instituciones, ya no podemos confiar ni en un banco ni en muchas instituciones gubernamentales, ya casi no se puede confiar en la familia, el esposo desconfía de la esposa y viceversa. Lo que voy a decir es triste, pero los hijos desconfían de los padres, los padres desconfían de los hijos, ése es el mundo que estamos viviendo. Parece que siempre estamos esperando a alguien que nos venga a dar una puñalada por detrás, la traición está acompañada a la desconfianza. Entonces, vivimos turbados, vivimos preocupados, no sabemos dónde estamos pisando.
Ahora bien, todo lo que yo le estoy hablando de confianza y desconfianza, si bien es cierto, es una realidad del mundo actual, a lo que específicamente me quiero referir, y que es a lo que el Señor me inquietó a decir, tiene que ver con un área particular de nuestra vida, se llama, dinero relacionado al trabajo, ésa es el área.
Hoy en día, si hacemos una estadística, estadística de cuántas veces los seres humanos usamos la palabra economía, finanzas y dinero, es muchas veces. Prácticamente en la historia de la vida de la gente el dinero ha sido un gran gobernador, pero en este tiempo más todavía, ¿y por qué el dinero está relacionado al trabajo? Porque cuando trabajo, el resultado del trabajo, ¿qué es? Dinero.
Por eso, si me echan del trabajo, ¿de qué voy a vivir? Tengo hijos que mantener, tengo cuotas que pagar, tengo compromisos que no puedo eludir, y me agarro del trabajo porque parece ser que me da confianza y seguridad, y hoy en día estamos viviendo un sistema diabólico en Latinoamérica y en el mundo, creo que antes, no sé cuántos años, la gente trabajaba de lunes a viernes, era muy raro que alguien trabajara un sábado porque el sábado era un día de descanso. Pero luego empezó una vorágine de, ahora vamos a trabajar el sábado. Primero medio día, luego todo el día, y lo actual y lo moderno es, el domingo. ¡Hay que trabajar el domingo!
Y esto está pasando en Latinoamérica, en Estados Unidos y en muchas partes. Satanás logró implantar este sistema diabólico para alejar a la gente de la confianza en Dios. Es más, en la semana la gente no puede venir a los cultos porque sale muy tarde del trabajo, y si llega, llega media hora o una hora más tarde del establecimiento del horario, porque hay que trabajar, y si la empresa te dijo, tu horario es hasta las cinco de la tarde, sabemos que eso no es real, me puedo ir a la siete, me puedo ir a las ocho, me puedo ir ocho y media o a las nueve, y me voy con todo el trabajo y los problemas en la cabeza; llego a la reunión, pero no estoy enchufado a la reunión, llego a mi casa cargado y cansado y no estoy enchufado a mi familia... éste es el sistema diabólico que hoy estamos viviendo.
Lo que está pasando es grave porque el dinero se ha convertido en el patrón de conducta, el afán por el dinero nos ha esclavizado, y lamentablemente, esto le llegó a la Iglesia de Jesucristo.
Hay algo también, que está pasando con el tema del dinero, es que las tarjetas de crédito han reemplazado la fe. Tengo un problema porque el dinero no me alcanzó, pero tengo ¡la mágica tarjeta de crédito! Y no voy a hablar de que rompa su tarjeta de crédito, porque ese no es el caso, estoy hablando de que se nos hizo fácil usar la tarjeta de crédito. Hay muy pocas rodillas antes de la tarjeta de crédito. Tengo un problema, tengo una necesidad, tengo una deuda, no pienso en la fe ni en orar tengo la tarjeta o tengo un familiar o tengo un amigo íntimo al que le digo, necesito tanto... luego te lo pago, esto está debilitando nuestra fe.
Iglesia, nos tenemos que dar cuenta de las trampas del enemigo, estamos todo el día pensando en el trabajo y el dinero, nuestra mente está ocupada, no en el Reino sino en dinero, en cómo salir de la situación, en cómo pagar las escuelas de mis hijos, en cómo pagar todas las deudas que tengo, ¿y Dios dónde está? Desapareció. Claro nosotros decimos que confiamos en Dios, lo cantamos, pero quiero hoy ver si es real que confiamos en Dios, y elegí un pasaje muy particular, muy gráfico para que nos demos cuenta y vengamos a la realidad de que sí, realmente, confiamos en Dios.
Abra su Biblia en Levítico 25, Levítico 25 desde el versículo 1 hasta el 22, yo lo voy a leer en la Nueva Versión Internacional, Levítico 25: 1, dice:
"En el monte Sinaí el Señor le ordenó a Moisés
que les dijera a los israelitas:
«Cuando ustedes hayan entrado en la tierra que les voy a dar,
la tierra misma deberá observar un año de reposo en honor al Señor.
Durante seis años sembrarás tus campos,
podarás tus viñas y cosecharás sus productos;
pero llegado el séptimo año la tierra gozará de un año de reposo en honor al Señor.
No sembrarás tus campos ni podarás tus viñas;
no segarás lo que haya brotado por sí mismo
ni vendimiarás las uvas de tus viñas no cultivadas.
La tierra gozará de un año completo de reposo.
Sin embargo, de todo lo que la tierra produzca durante ese año sabático,
podrán comer no sólo tú sino también tu siervo y tu sierva,
el jornalero y el residente transitorio entre ustedes.
También podrán alimentarse tu ganado y los animales que haya en el país.
Todo lo que la tierra produzca ese año será sólo para el consumo diario.»
Siete veces contarás siete años sabáticos,
de modo que los siete años sabáticos sumen cuarenta y nueve años,
y el día diez del mes séptimo, es decir, el día del Perdón,
harás resonar la trompeta por todo el país.
El año cincuenta será declarado santo,
y se proclamará en el país la liberación de todos sus habitantes.
Será para ustedes un jubileo,
y cada uno volverá a su heredad familiar y a su propio clan.
El año cincuenta será para ustedes un jubileo:
ese año no sembrarán ni cosecharán lo que haya brotado por sí mismo,
ni tampoco vendimiarán las viñas no cultivadas.
Ese año es jubileo y será santo para ustedes.
Comerán solamente lo que los campos produzcan por sí mismos.
»En el año de jubileo cada uno volverá a su heredad familiar.»
Si entre ustedes se realizan transacciones de compraventa,
no se exploten los unos a los otros.
Tú comprarás de tu prójimo a un precio proporcional al número de años que falten
para el próximo jubileo,
y él te venderá a un precio proporcional al número de años que queden por cosechar.
Si aún faltan muchos años para el jubileo,
aumentarás el precio en la misma proporción;
pero si faltan pocos, rebajarás el precio proporcionalmente,
porque lo que se te está vendiendo es sólo el número de cosechas.
No se explotarán los unos a los otros, sino que temerán a su Dios.
Yo soy el Señor su Dios.
»Pongan en práctica mis estatutos y observen mis preceptos,
y habitarán seguros en la tierra.
La tierra dará su fruto, y comerán hasta saciarse,
y allí vivirán seguros.»
Si acaso se preguntan: “¿Qué comeremos en el séptimo año,
si no plantamos ni cosechamos nuestros productos?”,
déjenme decirles que en el sexto año les enviaré una bendición tan grande
que la tierra producirá como para tres años.
Cuando ustedes siembren durante el octavo año,
todavía estarán comiendo de la cosecha anterior,
y continuarán comiendo de ella hasta la cosecha del año siguiente.
Levítico 25:1-22 / NVI
Entiendo muy bien el silencio de ustedes, habla más que cualquier otra palabra porque esto es impresionantemente grande a la mente racional, es una locura, pero éste es Dios; y es el Dios de la confianza.
Ahora bien, ¿ustedes notaron que por lo menos en la Biblia, la Nueva Versión Internacional, el título antes de empezar con el versículo 1 del capítulo 25 es, El año sabático? Muy bien, el año sabático, significa, año de reposo o año de descanso.
El Señor le había ordenado a Moisés que cuando el pueblo entrara a la tierra de Canaán, la tierra prometida, ellos debían guardar un año de reposo sin trabajar. ¿Usted se imagina un año sin trabajar? Esto es algo totalmente irracional para la gente de hoy, Siglo XXI.
Pero en los versículos 2 al 4, que ya leímos, quiero ver cuál era el objetivo de guardar ese tiempo de reposo. El objetivo era, que la tierra guardara reposo en honor del Señor.
¡Esto es maravilloso! Porque no solamente Dios le pedía a los seres humanos que no trabajaran, el Señor dice, la tierra tiene que reposar, la tierra necesita descansar pero en honor Mío. La honra del reposo de la tierra me corresponde.
¿Usted se imagina una tierra no trabajada por un año? Las propiedades naturales de la tierra en ese tiempo, comenzarían a vigorizarse de manera extraordinaria porque la mano de Dios estaba dentro de la tierra, y el vigor de la tierra no trabajada producía algo que sólo Dios puede producir, cuando se plantara, entonces, la tierra daría lo mejor, porque había descansado y se había renovado.
Pero además, y escúcheme muy bien esto, la gente debía descansar por un año, nadie podía trabajar, nadie podía ir al campo a plantar ninguna semilla. Y hay algo que estuve leyendo que me parece interesante porque esto no está aquí, simplemente se los comento, ese año podía utilizarse para tareas educacionales de los padres en la casa con los hijos.
Pregunto, ¿hoy hay tiempo para esto? ¡Ve la trampa diabólica! Llegamos cansados, si la mujer trabaja llega cansada... compremos algún alimento a ver cómo hacemos y démosle a los niños, hamburguesa y hot dogs, ¡viva el hot dogs y la hamburguesa! ¡y la pizza y la Coca Cola! Total, los niños con que estén bien gorditos parece que están saludables...
Pero también lo que leí, escuche muy bien esto, era que los padres debían usar esto con fines espirituales; debían invertirse en sus hijos y formarlos. ¿Está sucediendo esto hoy en los hogares? Si el padre trabaja ocho, nueve, diez, doce horas al día, y la mujer está también saliendo a trabajar, vuelven los niños, ¡ah! Léete un capítulo, ¡eh! Antes de dormir, esta es la realidad de hoy, pero éste no es el orden de Dios. Dios decía, si ustedes me tienen confianza esto dará resultado.
¿Sabe? Ellos no tenían derecho a tocar la tierra en ese año porque el propietario de la tierra era el Señor. Dios había dicho, no toquen la tierra porque soy propietario; no se podía tocar, nadie podía decir en la mañana, me voy a levantar a las seis a ver si hay algún fruto, tenían que esperar y confiar en Dios.
Ahora, es muy interesante en los versículos 6 y 7 lo que pasaba, ¿cuál era el resultado de ese descanso? De todo lo que la tierra produjera ese año podían comer, la familia, los esclavos de la familia, los trabajadores del campo contratados o jornaleros, los extranjeros o refugiados que vivían en el país y el ganado. ¿Cuánta gente comía de una manera extraordinariamente divina? Para esto había que tener fe, no se podía desconfiar porque si se vivía con la preocupación de qué vamos a comer hoy, le estaban atando las manos a Dios porque Dios ya había hablado.
Le voy a decir algo, no tener confianza en Dios es injusto, pero eso es lo que nos está pasando hoy en día, tenemos más confianza en el dinero que pagamos o en el trabajo que tenemos que en Dios, y permitimos los sistemas de esclavitud, antes de decir al trabajo, no.
Por favor, no estoy condenando a nadie, estoy presentando una realidad porque esto depende de la convicción de cada uno de lo que haga en adelante.
Ahora, si ustedes ven en el versículo 8, también hay un título en el versículo 8, ¿cuál es el título en la Nueva Versión Internacional antes del versículo 8? El año del Jubileo... El año del Jubileo.
Año de jubileo, esto significa celebración, libertad y liberación. Es decir, una fiesta.
El asunto era así, cada cuarenta y nueve años, cuando llegaba el año cincuenta, ese año era declarado santo, separado para el Señor; y entonces venía una liberación, la liberación.
Yo por lo menos anoté cuatro cosas.
La tierra descansaba, ya Dios lo había dicho.
Se perdonaban las deudas.
Se recuperaban las propiedades de aquellos que las habían perdido.
Y las personas que habían sido vendidas regresaban a su clan o a sus familias.
Todo esto pasaba en el año del Jubileo, ¿cómo no iba a haber fiesta? Porque todo se ponía en orden, porque cuando confiamos en Dios todo se pone en orden, es el principio de confiar en Dios, orden.
El Señor confirma todo lo que dijo, muy claramente, entre los versículos 18 al 22, dice así, pongan en práctica mis estatutos y observen mis preceptos.
Esto es muy simple, estaba diciendo, obedezcan. ¿Pero sabe por qué les dijo obedezcan? Porque la obediencia activa la fe, la desobediencia saca la fe del medio porque entro yo a jugar con mis posibilidades de lo que puedo conseguir, la confianza de lo que me da la empresa, y ahora vienen los bonos a fin de año, y ahora viene la comisión a fin de año, y ahora viene el reparto de utilidades a fin de año; y ya entonces tengo todo el dinero invertido para pagar las deudas.
Ese no es el plan de Dios, la administración no trabaja con ese tipo de deudas, Dios trabaja en orden. Por eso, cuando tenemos desorden en la administración, mucho de eso está producido por la falta de confianza en Dios. Cuando Dios nos dice que seamos administradores, es porque Él nos equipa y nos prepara, pero cuando tomamos caminos alternativos de desconfianza en Dios, toda la administración se desbarata, y esa es la realidad que estamos viviendo hoy, gente sumida en deudas, gente con problemas de relación, matrimonios que se están deshaciendo, gente muy poco espiritual, materialista y carnal que dice que Dios le habló, cuando en realidad está engañada por sus propios sentimientos y confiando si hay un ascenso, una promoción en la empresa, porque voy a ganar un poquito más.
Quiero hacer una salvedad, no estoy hablando en contra del trabajo, los que escucharon la conferencia "El varón como fundamento" me escuchan hablar del trabajo, la palabra trabajo en hebreo, es realizarse, llegar a ser, activar el potencial que Dios le dio.
El trabajo es una bendición no es una maldición, el problema es que hemos tomado el trabajo como la fuente de nuestra provisión y ahí está la trampa satánica. Nuestros sentidos espirituales, queridos, han sido embotados, por eso el Señor quiere hoy despertar nuestro limpio entendimiento, quiere liberarnos de las ataduras esclavizantes del sistema opresor que nos ata.
Confiar en Dios es sobrenatural, no necesito ver para confiar, yo puedo ver después de confiar, por eso como no hay Palabra de Dios en la casa, no hay ese tiempo para dedicarle a la Palabra, todos nuestro pensamientos y argumentos están moldeados por lo que dice la gente de afuera, y entonces, con que nuestros hijos tengan un buen título, vayan a una buena universidad y luego tengan en un buen trabajo, suficiente.
Y Dios dice, ya planeaste tu vida y la de tus hijos, ¿verdad? ¿Y Yo dónde estoy en todo esto? ¿y qué sabes tú si Yo quiero tus dos hijos, tres hijos, cuatro, para Mí? ¿Por qué les planificaste la vida? ¿dónde está tu confianza?
¡Dios estaba preservando una generación! Pero a través de una generación, las posteriores.
Luego hay algo notable que dice en el versículo 18, que cuándo ellos obedecían y Él confirmaba la fe, dice, y ustedes van a habitar seguros en la tierra.
Habitar seguros en la tierra, no solamente tiene que ver con la seguridad exterior, sino tiene que ver con la seguridad interior, una convicción de que en esa tierra Dios está conmigo y como Dios está conmigo no tengo que temer.
Miren, estamos casi pisando los umbrales del año 2014, ya empezamos casi a ascender los escalones de esa escalera, y miren lo que a veces sucede en nuestra mente, ¡qué bueno que se va este año, fue un desastre! ¡Qué bueno! Porque el año 2014 va ser diferente... Como si los días, los años y los meses cambiaran las situaciones en el 2014, estamos gobernados por un espíritu mentiroso, nuestra confianza está en Dios no en el año 2014 que va ser mejor, no en el cambio de sistemas económicos ni en los esfuerzos que hagamos.
Pero el versículo 19 dice, la tierra dará su fruto, y comerán hasta saciarse.
Ellos no tenían que tener el sentimiento de deuda por no trabajar, Dios les dijo, la tierra va a dar sus frutos, esperen el fruto y coman, disfruten como familia porque verán la abundancia.
¡Iglesia, eso mismo nos dice el Señor a nosotros hoy!
Queremos abundancia, entonces confiemos en el Señor y no sintamos culpa si comemos hasta saciarnos cuando estamos confiando en Dios, porque a veces comemos por ansiedad porque no tenemos, es muy diferente saciarse por satisfacción espiritual que por carencia, este pueblo estaba seguro en la tierra y tendría abundancia.
Pero los versículos 20 y 21 dicen algo maravilloso, el sexto año iba a traer una bendición tan grande que la tierra produciría como para tres años, ¿ustedes se imaginan tres años de comida asegurada? No... si acá hoy tendríamos que saltar de los asientos, ¡tres años de comida asegurada! Cuando nosotros estamos pensando, no sé qué va a pasar este fin de mes conmigo; pero Dios dice, soy tan sobrenatural que si confían, tres años les doy, tres años de abundancia.
¿Sabe cuál es nuestro pecado? No conocemos a Dios. Mire, yo sé que la fornicación es pecado, el adulterio es pecado, robar es pecado, matar es pecado, secuestrar es pecado... pero ignorar es pecado. Es que, no nos interesa conocer a Dios, nos interesa que Dios nos provea, y Dios es Padre y Dios no quiere ese juego, ese fue el juego que le propuso Satanás a la mujer, apartarla de Dios, por eso, el hombre el hombre tuvo que trabajar con el sudor de su frente y ganar el pan.
Pero el mensaje del Señor es, si ustedes confían en mí, abundancia. ¡Qué Dios maravilloso tenemos!
Pero si algo faltaba, el remate está en el versículo 22: Cuando comenzaran a sembrar nuevamente, todavía estarían comiendo de la cosecha anterior.
Me pregunto, ¿qué más le podían pedir a Dios? Cuando ellos iban a empezar otra vez a labrar la tierra y a sembrar, todavía el refrigerador estaba lleno, la señora no necesitaba ir al supermercado, tenían que consumir lo que estaba, y a la vez, otra vez sembrar, ¿qué les está diciendo el Señor? ¿Cuál es su mensaje? Confíen... confíen...
Confiar es, abandonarme, confiar es creer, confiar es creer en el Señor de todo corazón, Él siempre va a proveer para los que creen, obedecen y confían. Y si viene alguna prueba, ¡bendita sea! Porque la prueba nos hace crecer, no es para reprobar, es para aprobar.
Dios no se goza con nosotros en carencias, simplemente cuando le creemos a Dios, las circunstancias difíciles forman el carácter de Cristo. Ser conformes a la imagen de su Hijo, ese es el objetivo, por eso, las pruebas.
Ahora bien, ustedes me podrían decir, Daniel pero esto es Antiguo Testamento, Antiguo Pacto, y ¿qué hay en el Nuevo Testamento de esta idea? Por favor, Mateo capítulo 6, voy a leer desde los versículos 25 al 33. Mateo capítulo 6, versículos 25 al 33, en la Nueva Versión Internacional dice así:
"Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán;
ni por su cuerpo, cómo se vestirán.
¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros;
sin embargo, el Padre celestial las alimenta.
¿No valen ustedes mucho más que ellas?
¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe,
puede añadir una sola hora al curso de su vida?"
¿Y por qué se preocupan por la ropa?
Observen cómo crecen los lirios del campo.
No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón,
con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos.
Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno,
¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?
Así que no se preocupen diciendo:
“¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?"
Porque los paganos andan tras todas estas cosas,
y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan.
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas les serán añadidas.
Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes.
Cada día tiene ya sus problemas."
Mateo 6:25-33 / (NVI)
Sabemos que Jesús cuando vino al mundo, Él le dijo a la gente que se arrepintiera, les dijo, arrepiéntanse porque el Reino de los cielos llegó.
Eso significaba, una nueva estructura gubernamental, el Reino de los cielos era el gobierno de Dios sobre la vida de la gente y todo lo que rodeaba a la gente. Cuando Jesús está hablando aquí en Mateo 6, yo a esto lo denominé "Primer Seminario Intensivo de Reino", porque Jesús les está hablando a sus discípulos, pero a las generaciones posteriores, de cuál es el estilo de vida en el Reino de Dios, cómo se vive en el Reino de Dios, y esto que Jesús dijo en el Siglo I es vigente en el Siglo XXI.
Jesús comienza diciendo, no se preocupen.
Bueno, parece muy extraño, ¿verdad? ¡Eh! No se preocupen, ¿por qué cosas? ¿Me las pueden decir? ¿Cuáles son las tres cosas? Comida, bebida y ropa... comida, bebida y ropa.
¿Cuáles son las tres cosas por las que hoy trabaja la gente? Para tener comida, bebida y ropa. ¿No es la realidad? Primero comida, porque si no como me muero, y bebida también, porque tengo que acompañar la comida con algo; y obviamente me tengo que vestir y si estoy a la moda mucho mejor.
Entonces, Jesús sabe mi necesidad y Jesús dijo, no se preocupen, ¿cuál era el mensaje en el fondo? Confíen, si confían estas tres cosas son provistas.
Jesús toma el ejemplo de las aves y, ¿qué dice? A las aves, no les falta nada. Además, si ustedes se detienen a ver los pajaritos cuando bajan o cualquier ave, parece ser que ellos supieran en el piso, dónde están los alimentos, ¿o no? ¿Por qué? Pareciera ser que tienen un radar y ellos van exactamente dónde está la comida, nunca he visto un pajarito triste, perdón porque la figura no cabe pero vale, corriendo de aquí para allá, ¿dónde está mi comida? ¿dónde está mi comida? A unos pájaros que tenemos detrás de mi casa todos los vecinos se encargan de darle y sino comen gusanos, ¿quién le provee? Dios, ¡ah! pero nosotros no, no, no... Tengo que comer, el refrigerador está vacío, ¿y no será el pecado de falta de confianza? ¡Qué simple el ejemplo de Jesús, pero que profundo! Esas aves no hacen nada, tienen comida y disfrutan.
¿Sabe qué nos está pasando? Nosotros no estamos disfrutando la vida, piensen... La vida, la tenemos encima montada sobre los hombros luchando los unos contra los otros, malas relaciones, enfermedad, abatimiento, depresión; no estamos disfrutando la vida porque hay un esclavo que nos tomó. Cuando Jesús dice, yo vine para hacerlos verdaderamente libres no lo creemos.
Iglesia de Jesucristo, creo que nos tenemos que replantear, éste no es el plan de Dios en el Reino de los cielos, porque si una simple avecita llega al piso y encuentra comida, Dios le provee como Padre, ¿cuánto más a ustedes? ¿Ve? Cuanto más a ustedes, entonces, o creemos o confiamos; o seguimos viviendo como estamos.
Y en el caso de la ropa, ¿no dice lo mismo? Uno admira los lirios del campo cuando uno ve la belleza de Dios en la naturaleza, dice, ¿quién vistió a esas plantas, a esos lirios, vino algún diseñador de ropa para ponerles? Dios, el mejor diseñador, y nosotros admiramos y disfrutamos lo que Dios hizo... Cuánto más con ustedes, gente de poca fe.
Jesús no dice, me parece que no tienen fe, estoy dudando de su fe, Él está afirmando, ustedes son gente de poca fe porque viven preocupados por la comida, por la bebida y por la ropa y no están teniendo tiempo para nada, y toda su vida se está consumiendo en conseguir cosas, y ese no es Mi plan en el Reino de los cielos.
Miren, ¿no les pasa a ustedes que dicen, no, no, no... cuando termine este proyecto ya... ya todo va a cambiar? No, no es un poquito más de tiempo, cuando termine esto otro todo va a cambiar. Y hace ocho años, diez años, quince años que estamos diciendo lo mismo.
Ahora vamos a saber ¿por qué? Porque ahora Jesús habla muy claramente.
Ahora Jesús dice, en el versículo 32, porque los paganos andan tras todas estas cosas, la otra versión dice, gentiles. Gentil o pagano es alguien que no cree en Dios, pero encontré en el griego, esta palabra es mucho más que alguien que no cree o que es incrédulo, la palabra significa: idólatra.
Así que Jesús está diciendo algo muy serio, porque los idólatras andan detrás de todas estas cosas, hacemos un ídolo de la comida, de la bebida y de la ropa; jamás podremos experimentar el Reino con esta preocupación. Por eso decimos, Dios me falló hace tiempo que estoy orando y Dios no me responde, ignoramos quién es Dios porque estamos viviendo de acuerdo a nuestros conceptos pero no de acuerdo al armonioso concepto de Dios para nuestra vida, el liberador concepto de Dios para nuestra vida, por la cual, podemos disfrutar.
Termina diciendo, el versículo 32, que el Padre sabe que necesitamos esas cosas.
Pero luego, el versículo 33, marca la pauta de todo lo que Jesús quiere decir, y resume la enseñanza, si ustedes se preocupan por la comida, por la bebida y por la ropa van a terminar descorazonados, desilusionados y fracasados; pero si ustedes no hacen esto, les voy a decir lo que tienen que hacer, dejen de hacer, de preocuparse de lo que se están preocupando; y más bien, ¡ah! Más bien, tomen otro camino, ¿cuál es el camino? Busquen el Reino de Dios y su justicia... busquen el Reino de Dios y su justicia.
¿Qué es buscar el Reino de Dios? La idea no es algo que se me perdió, la palabra en el original significa, dedicarle toda la atención de mi vida a eso, hacer del Reino de Dios algo exclusivo, hacer del gobierno de Dios y de la voluntad de Dios lo preferente en mi vida. Cuándo yo me dediqué al Reino, automáticamente, desaparece la preocupación por la comida, la bebida y la ropa. ¿Está viendo esto?
Cuando todos mis intereses están en el Reino, en el gobierno de Dios, en la voluntad de Dios, en agradar a Dios, en obedecer a Dios, en hacer lo que Dios me dice, automáticamente, la comida, la bebida y la ropa pasan a otros planos, y no solamente, la comida, la bebida y la ropa, otras aspiraciones que tú tengas, otras ilusiones y anhelos que tú tengas quedan a un costado porque primero es el Reino.
Jesús está presentado la vida concebida en el Reino, entonces, dice: busquen primeramente el reino de Dios y su justicia.
¿Qué es primeramente? Principalmente, y por encima de cualquier cosa, que sea lo preponderante en su vida, no hay otra cosa que sea notable en su vida que buscar el Reino, porque conforme tienen los intereses en el Reino se encontrarán con el gobierno de Dios, y cuando viven el gobierno de Dios, confían y tienen paz. Afuera pueden pasar un montón de cosas pero yo no me contagio de esas cosas, yo sé dónde tengo mis preferencias, primeramente, el Reino de Dios, que viene acompañado de la justicia. Podría hablar mucho de la justicia, pero no es el tema.
El Reino de Dios y la justicia están ligados, la justicia de Dios tiene que ver con hacer las cosas como Dios las hace, lo correcto. Digamos que justicia tiene que ver con legalidad, y Dios es legal, nada que es injusto está ligado al gobierno de Dios.
Entonces repito, es ilegal desconfiar de Dios, es injusto desconfiar de Dios.
Iglesia, tenemos que reaccionar, no sigamos avergonzando a Dios diciendo que Dios es injusto, no nos animamos a decirlo con la boca pero en el corazón está, ¿por qué Dios no me dio esto? ¿Por qué Dios no me concedió este pedido? ¡Qué error! Porque si el Padre celestial se ocupó de las avecitas, cómo no se va a ocupar de mí. El problema no lo tiene Dios lo tengo yo, por favor, seamos justos con Dios ya no le pidamos más, pongámoslo en el lugar de gobierno, y entonces, la justicia se manifiesta.
Digo algo más de la justicia, que me gustaría seguir pero no puedo, solamente pueden practicar la justicia del Reino los que hemos sido justificados. Si su mamá no es cristiana no puede practicar la justicia del Reino, si su papá no es hijo de Dios no puede practicar la justicia del Reino, si su marido, por muy bueno que sea, no es hijo de Dios no practica la justicia del Reino, porque su naturaleza de pecado no ha sido arrancada, solamente por la obra de Jesucristo somos justificados.
Justificación es algo así como esto, tengo una hoja escrita, en esta hoja escrita están todos mis pecados, mi condenación y mi culpa. Y cuando fui justificado por Jesucristo, por la obra de la cruz, miren lo que pasa, ¿usted ve algo escrito aquí? La hoja está en blanco, esa es la justificación.
Dios agarró todos nuestros pecados y los arrojó a lo profundo de la mar.
¡Alabado sea el Nombre de Dios! ¡Ese es el poder de la sangre de Cristo! Y si usted fue justificado, usted puede vivir la justicia del Reino. Este es el mensaje del Reino y es el inicio porque hay mucho más.
Por eso, Jesús dijo, si ustedes tienen todo su interés en buscar el Reino, Mi gobierno, Mi justicia, agradarme a Mí, hacer mi voluntad, el resultado de eso es, que todas las cosas les son añadidas, todas... todas... comida, bebida, ropa, todas... ¿incluye el dinero? Incluye todo, podría hacer muchos ejemplos pero cada uno sabe lo que es todo.
Y el Señor denomina esto como cosas. Para nosotros, a veces, adquieren un valor superlativo. Para el Señor son cosas.
Me pasó algo estos días atrás (y no te lo conté, Estela) llamamos a un señor a nuestra casa para unos arreglos de plomería, teníamos algunos problemas con un baño que perdía y por más que yo sabía que había que darle una media vuelta a un tornillito, no se solucionó porque yo no soy profesional en eso. Llamamos a este señor, hizo algo muy simple, agarró una varilla que está dentro del tanquecito de agua y la presionó y le dio una pequeña vueltita y el agua dejó de irse, hay que saberlo, ¿no? Entonces, cuando se fue le dije, ¿cuánto le debo? Me dijo, no cómo le voy a cobrar por esto, de veras no me quiso cobrar, entonces obviamente, yo le di una propina, y le di una propina generosa, pero cuando yo le doy la propina y él ve la propina, ¿sabe qué hizo? Besó el dinero. Me quedé helado, ¿qué pasa con esa persona? Besar una propina... Que era generosa, pero es dinero, son cosas. Pero para ese hombre era su dios, los ojos de él... gracias... una ansiedad. Y dije, esto es lo que está pasando hoy en día en la humanidad, pero con dolor lo digo, y en la Iglesia de Jesucristo también, porque el dinero nos empieza a gobernar y nos saca de la confianza en Dios.
Por eso, hoy Dios está hablando para liberarnos, si ustedes buscan el Reino, son justos, todas las cosas les son añadidas.
Quiero que leamos, 1 Pedro 5:7, otra vez lo voy a leer en la Nueva Versión Internacional, como complemento de lo que estamos diciendo por el Señor en este día. Primera carta de Pedro, el capítulo 5 y el versículo 7, ¿lo tienen? Dice:
"Depositen en él toda ansiedad,
porque él cuida de ustedes."
1 Pedro 5:7 / (NVI)
¿Alguien me podría definir qué es ansiedad? ¿qué entiende por ansiedad? ¿Cómo? Angustiarse por algo, muy bien, alguien que no tiene paz, nerviosismo.
¿No es lo mismo que preocupación? Y Jesús dijo, no se preocupen; y el apóstol Pedro, por el Espíritu está diciendo, depositen en él toda ansiedad.
Esto es muy simple, agarro la carga de ansiedad y se la pongo a Jesús, así de simple pero tremendo. Agarremos toda la ansiedad y pongámosla en Jesús, porque si yo la cargo es pecado. Primero, porque no la puedo llevar, y segundo, porque desconfío de Dios... Si yo no llevo esa carga y la soluciono, Tú no puedes...
Y mire, habla en términos paternales, porque dice, depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes... él cuida de ustedes.
Iglesia, Él cuida de nosotros, si confiamos Él cuida de nosotros, no importa lo que pase en el 2014, en el mundo la maldad se aumenta, vamos al final de la historia de la humanidad, Cristo viene, pero tendremos cielos nuevos y tierra nueva donde morará la justicia.
Cuando confiamos podemos tener esperanza, cuando desconfiamos no hay esperanza.
Un versículo más, Hebreos 13:5; Hebreos, el capítulo 13 y el versículo 5, vuelvo a leer en la Nueva Versión Internacional, dice:
"Manténganse libres del amor al dinero,
y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho:
«Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.»"
Hebreos 13:5 / (NVI)
¿Cuál es el apoyo de jamás te abandonaré y siempre estaré contigo? ¿Por qué el Señor dice, que jamás nos va a abandonar? ¿qué jamás nos dejará?
La base para decir eso, es que nos tenemos que mantener libres del amor al dinero.
¿Estamos entendiendo? Cuando somos libres del amor al dinero, podremos experimentar, que Él nunca nos va a abandonar.
Miren, a veces cuando entramos en edades adultas la gente puede pensar, y si no tengo hijos, ¿quién me va a cuidar cuando sea viejito? Y si no me casé, ¿quién me va a cuidar? Y si soy viuda o viudo, ¿quién me va a cuidar? Y los que tienen hijos... ¡menos mal que tengo hijos o hijas, porque cuando llegue a viejo o viejita, mis hijos me van a cuidar!
Ése es el pensamiento mundano porque quita la confianza de Dios, y si vivimos pensando quién me va a cuidar porque estoy solo, estamos negando la confianza en Dios.
Éstas palabras son sí y son amén, la preocupación por el futuro y de quién me va a cuidar es diabólica, porque Él me dijo, Yo te voy a cuidar, Yo estaré contigo... No tengo que vivir cerca de mi familia porque sino... ¡Cumple el propósito de Dios dónde sea! Con tu familia, cerca de tu familia, lejos de tu familia; y entonces Él está contigo todos los días hasta el fin del mundo.
Es decir, sí hoy cobran vida estas palabras para nosotros saldremos de esta reunión totalmente renovados creyéndole a Dios por encima de todas estas cosas.
¡Queridos, Dios es digno de confianza! Y nosotros lo hemos hecho indigno de confianza porque estamos volando muy bajo espiritualmente, y ésta es una amorosa invitación a invertir tiempo en leer la Palabra, y Hernán lo predicó hace muy poquito, la Palabra, la Palabra y la Palabra.
La Palabra te libra emocionalmente, la Palabra te proyecta en una perspectiva espiritual hacia un destino de gloria, la Palabra desata la confianza en Dios aunque toda la gente me falle a mí no me importa quién me falle me importa Dios.
Y ¿saben de quién me acordé? Sadrac, Mesac y Abednego, ellos tenían que adorar una estatua que el rey Nabucodonosor había levantado, y ellos dijeron no; pero el rey dijo, miren, hay un horno de fuego preparado para ustedes, si ustedes no adoran la estatua, ustedes van a ser comidos por el fuego. Sadrac, Mesac y Abednego, ¿sabe qué dijeron? Rey, no hay nada que hablar sobre este asunto, primero te decimos, que Dios nos puede librar. Pero dijeron tres palabras claves, y si no, ¿qué significa eso? Y si no nos libra, y si el fuego nos quema... ¡Dios sigue siendo Dios! Nuestra confianza está en Dios.
Por eso, Job dijo, aunque que matare en Él esperaré.
¡Ése es el nivel que la Iglesia tiene que tener! Escuche, no es un nivel inalcanzable, este es el nivel de la Iglesia de Jesucristo. Por eso necesitamos sacarnos el tapón de nuestra vida, estamos esclavizados en la mente y en el espíritu, estamos condicionados y robotizados por el sistema diabólico, llevemos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
Antes de terminar quiero leer un escrito de David Wilkerson, recibo semanalmente los devocionales de David Wilkerson, y en estos días me llegó un devocional que dice, ¡Trae Vida! Lo voy a leer:
Yo creo que Pablo me hubiese contestado: “Si, fui atribulado, pero no me angustié por nada de eso.”
“Pero escribiste a menudo que estabas en apuros por tus pruebas”, le diría yo.
“Cierto, pero nunca caí en la desesperación”, podría haberme contestado.
“Tú también fuiste perseguido más que nadie”.
“Si, es cierto. Pero el Señor nunca me desamparó a través de todo eso.”
“Fuiste derribado muchas veces con enfermedades y problemas”.
“Claro, pero nada de eso me destruyó”.
Hoy en día Pablo le testifica al mundo: “Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Corintios 4:8-9).
...escuche esto hermano...
Él quiere que el pueblo de Dios sepa que: “Todos tus problemas son leves aflicciones momentáneas. Y que ellas producen en ti un peso eterno de gloria, más allá de lo que puedas comprender” (Ver versículo 17)
Pablo nos dice: “De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.”(2 Corintios 4:12). El apóstol afirma claramente: “Esta es la razón por la cual Dios nos entrega a muerte. ¡Lo hace para que la vida de Cristo fluya desde nosotros hacia los demás! Si permitimos que la muerte termine su obra, la vida de Cristo se manifestará en nosotros. ¡Y nuestro testimonio producirá vida en todo aquél que lo escuche!”
Recuerda, cuando los problemas financieros te golpean, cuando los dolores físicos te atacan, cuando tu nombre y reputación son difamados, todos los ojos están sobre ti. Tus colegas, los miembros de tu familia, tus hermanos y hermanas en Cristo, hasta los extraños te están observando y esperando tu reacción.
¿Qué ven ellos fluir de ti en tales momentos? ¿Ven fe, confianza y entrega? ¿O ven a un cristiano murmurador y desesperado que no confía su vida al poder de resurrección de Jesús? Amado, ¡permite que la muerte termine su obra en ti! Deja que quite todo lo que impide que la vida de Cristo fluya desde ti hacia otros.
Dile al Señor: “Padre, yo sé que estos problemas no me están sucediendo porque estás enojado conmigo. Tú estás tratando de alcanzar algo en mi alma. Trata con eso, Señor. ¡Llévalo a la muerte, y de esa muerte trae vida!
¡Alabado sea el Señor! ¡Damos gloria al Señor!
Él hoy quiere liberarnos de la carga, necesitamos hacerlo, hoy necesitamos tomar una decisión histórica, tomar la carga y ponerla a los pies de la cruz, las cargas espirituales, mentales, de relación, nuestro enojo con Dios, todas las ilusiones que sentimos que Dios no las responde, hoy necesitamos establecer la justicia del Reino; y decirle al Señor, quiero ser libre, por eso, confío.
Quiero vivir la experiencia del pueblo de Israel cuando podían comer tres años de tu abundancia, quiero descansar y reposar en Ti, no más afanes estoy siendo injusto contigo porque si Tú le das a las aves y a la vegetación, cómo no me vas a dar a mí. Voy a trabajar para gloria de tu Nombre, no para que me paguen un salario, y vas a operar maravillas y voy a ver lo sobrenatural tuyo. Por eso te creo Señor, confío en Ti de todo corazón.
Vamos a orar, pero vamos a orar de veras, vamos a ser absolutamente sinceros con el Señor, porque podemos manifestar hoy dejar la carga, pero esta noche o mañana, otra vez la carga viene a nosotros e inconscientemente la volvemos a llevar. Hoy tiene que ser una drástica decisión, y una drástica medida.
Decía el hermano Wilkerson, que cuando vienen pruebas, los demás están esperando ver nuestra reacción. Yo quiero decirles hoy, cuando todo esto se nos presenta, Dios está esperando ver nuestra reacción y si Dios la ve la gente, la ve, por eso, oramos al Señor.
Padre, en el Nombre de Jesús, y por la obra que Él hizo en la cruz del Calvario, te pedimos perdón, nos arrepentimos de todo corazón por no haber creído ni confiado en Ti, por haber confiado más en nuestras posibilidades, por establecer nuestros propios proyectos de vida, y trabajar y esforzarnos para lograrlos. Pero hoy queremos vivir la misma experiencia del pueblo de Israel, queremos, no un año sabático o una vida sabática, reposo en Ti, Jubileo en Ti, celebración por lo que Tú eres y vivir en el Reino, como dijo Jesús, poniendo toda nuestra atención en el Reino de Dios, vivir la justicia del Reino de Dios afirmando en confianza, que todas las demás cosas son añadidas.
Y como dijeron los muchachos, y si no sucede, y si las cosas no son añadidas, aunque Tú lo prometiste, Tú sigues siendo Dios porque tienes un propósito detrás de cada acción.
Por eso, como Iglesia levantamos nuestra vista en este día y nos levantamos en perspectiva espiritual y lanzamos un mensaje a las naciones y le decimos, al príncipe de este mundo, no más esclavitud, no más sometidos a tu sistema, somos libres en Cristo, le creemos a Dios, vamos a vivir sobrenaturalmente y veremos milagros. Milagros de sanidad, milagros de sanidad emocional, de sanidad física, milagros de multiplicación del dinero, nuestro trabajo fructificará pero estaremos trabajando con la mente de Cristo creyéndole a Dios para cada circunstancia de la vida.
Gracias por vivir en el Reino, queremos disfrutar del Reino, somos hijos del Reino, semilla plantada para ser ejemplo a otros, todas las cosas ayudan a bien para los que aman a Dios.
Por eso, decimos como Pablo, ni la muerte, ni la vida, ni lo alto ni lo bajo, ni lo profundo ni ninguna cosa creada nos podrá apartar del amor de Dios que es en Cristo Jesús.
Te alabamos Señor, afirmamos nuestro amor hacia Ti, confiamos en Ti cada día de nuestra vida hasta que nos vayamos de este mundo o hasta que regreses, en todo y por todo, ¡Tú sigues siendo Dios!
Gracias en el Nombre de Jesús, amén, amén y amén.
Alabado sea el Señor, vamos a cantar... quiero pedirle en este momento, nosotros aquí en Miami vamos a estar alabando al Señor. Quiero pedirle en este momento a todo los grupos de alabanza de de las iglesias que están viendo esto, vamos a unirnos en alabanza al Señor y vamos a decirle que le creemos y vamos a cantarle un cántico, no importa en dónde estás, en qué ciudad o en qué país, Suecia, España, todo América Latina, Estados Unidos vamos a decirle a Dios que en Él confiamos.
Vamos a mandar un mensaje a los aires espirituales de maldad, y a las regiones celestes de maldad, decimos:
Basta se terminó, somos libres y todos aquellos que no han creído ni confiado en Jesucristo como salvador y quieren ser libres yo les invito que tengan lugar hoy, hoy decídanse por Cristo, confíen en Cristo para el perdón de sus pecados para vivir con un Padre celestial que los sustentará cada día de su vida.
¡Alabamos al Señor! ¡Gloria a su Nombre!
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