6 Encuentro Ministerial "El destino de tu mirada"
      22 de December de 2012
      Sexto Encuentro Ministerial realizado en la ciudad de San Miguel Allende,
              Guanajuato, México.
      Asistieron  los pastores bajo 
autoridad espiritual del Ministerio, juntamente con sus hijos.
			FECHA Y OCASIÓN
            
  	
	  Organizado por el Ministerio apostólico-profético  Generación en Conquista, se llevó a cabo el 6º Encuentro Ministerial que nucleó  a los ministros que están bajo la autoridad espiritual de este Ministerio; al  mismo, también asistieron los hijos de los ministros.
El evento se llevó a cabo entre los días 22 al 27 de diciembre de 2012, en las instalaciones del Hotel Real de Minas ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato, México.
El evento se llevó a cabo entre los días 22 al 27 de diciembre de 2012, en las instalaciones del Hotel Real de Minas ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato, México.
		GRAN EXPECTATIVA
        
	
Las familias de ministros  fueron llegando al Hotel desde Argentina, Colombia, Honduras, Panamá,  Venezuela, Estados Unidos, España, Suecia y por supuesto de México DF, del  estado de México y del interior del país. Muchos de ellos, no se veían desde el  año 2008 cuando se realizó el 5º Encuentro, así que fue muy efusivo el abrazo  del reencuentro. En otros casos para algunos de ellos, era la primera vez que  asistían y fue evidente en todos la manifestación de un común denominador, una  gran expectativa por lo que el Señor habría de ministrar por su Espíritu en los  días subsiguientes. 
		EL DESTINO DE TU MIRADA
        
	
El título para el Encuentro  fue EL DESTINO DE TU MIRADA, y las enseñanzas que se impartieron giraron  alrededor de dicho título. Cada uno de los temas tratados, se constituyeron en  un desafío para vivir a la altura de lo que el Señor demanda en tiempos tan  particulares como los actuales. Es importante destacar que la alabanza y la  adoración elevadas al Señor en canciones, fueron una parte medular del  Encuentro. 
		NIÑOS, JÓVENES Y ADULTOS
        
	
	  Los niños, hijos de los ministros, también recibieron la  enseñanza de EL DESTINO DE TU MIRADA. Un equipo de maestros con sensibilidad  espiritual y capacitados convenientemente, prepararon un programa de trabajo y  actividades con los niños, lo cual resultó en un precioso tiempo de  edificación. Además, los niños tuvieron sus momentos de recreación y  esparcimiento.
Los jóvenes participaron de las sesiones de enseñanza con los adultos, así que allí estaban padres e hijos, recibiendo la misma ministración de la Palabra por el Espíritu. Se pudo percibir de una manera destacable cómo los jóvenes eran impactados por dicha Palabra, desarrollando un notable discernimiento espiritual, valorando lo que recibían de parte del Señor para vivirlo diariamente. Por supuesto que los jóvenes también participaron en diferentes juegos de entretenimiento, dinámicas de grupos, deportes y un tour por la ciudad de San Miguel de Allende.
Los jóvenes participaron de las sesiones de enseñanza con los adultos, así que allí estaban padres e hijos, recibiendo la misma ministración de la Palabra por el Espíritu. Se pudo percibir de una manera destacable cómo los jóvenes eran impactados por dicha Palabra, desarrollando un notable discernimiento espiritual, valorando lo que recibían de parte del Señor para vivirlo diariamente. Por supuesto que los jóvenes también participaron en diferentes juegos de entretenimiento, dinámicas de grupos, deportes y un tour por la ciudad de San Miguel de Allende.
				CONTENIDO DE LA ENSEÑANZA
				
    
	  ¿En qué consistió la enseñanza de EL DESTINO DE TU  MIRADA, cuáles fueron los temas que se abordaron? En esta crónica se intentará  hacer un resumen para información de los lectores.
Cuando Dios creó al ser humano lo hizo a su imagen y semejanza como una prolongación de su misma persona con el objetivo de que viviera en la presencia del Señor de manera permanente. Adán y Eva vivían en la presencia de Dios y la voz de Dios se paseaba por el huerto del Edén al aire del día. Si bien esta mención bíblica está relacionada al momento en que ya habían caído en el pecado y se habían separado de Dios, es evidente que, antes de pecar, ellos disfrutaban de la presencia y la voz del Señor de manera natural y cotidiana. En síntesis, la presencia de Dios era el ámbito o el “hogar” en el que vivían y la voz del Señor era como “el alimento” de sus espíritus; por esa voz recibían dirección divina para sus vidas.
Lamentablemente, la entrada del pecado dejó al ser humano “sin hogar”, porque a partir de ese momento el hombre y la mujer “se desalojaron a sí mismos de la presencia del Señor”.
Este hecho cambió completamente la condición humana. Adán y Eva, vivían y trabajaban para fructificar y multiplicar, administrando todo lo creado por Dios. Los resultados que obtenían de su trabajo antes y después de pecar fueron abismalmente diferentes. Mientras que la presencia del Señor fue su hogar, los resultados no eran producto del esfuerzo humano, pero cuando abandonaron ese ámbito, aunque había resultados, ahora eran el producto directo de su esfuerzo en todos los sentidos.
Cuando Dios creó al ser humano lo hizo a su imagen y semejanza como una prolongación de su misma persona con el objetivo de que viviera en la presencia del Señor de manera permanente. Adán y Eva vivían en la presencia de Dios y la voz de Dios se paseaba por el huerto del Edén al aire del día. Si bien esta mención bíblica está relacionada al momento en que ya habían caído en el pecado y se habían separado de Dios, es evidente que, antes de pecar, ellos disfrutaban de la presencia y la voz del Señor de manera natural y cotidiana. En síntesis, la presencia de Dios era el ámbito o el “hogar” en el que vivían y la voz del Señor era como “el alimento” de sus espíritus; por esa voz recibían dirección divina para sus vidas.
Lamentablemente, la entrada del pecado dejó al ser humano “sin hogar”, porque a partir de ese momento el hombre y la mujer “se desalojaron a sí mismos de la presencia del Señor”.
Este hecho cambió completamente la condición humana. Adán y Eva, vivían y trabajaban para fructificar y multiplicar, administrando todo lo creado por Dios. Los resultados que obtenían de su trabajo antes y después de pecar fueron abismalmente diferentes. Mientras que la presencia del Señor fue su hogar, los resultados no eran producto del esfuerzo humano, pero cuando abandonaron ese ámbito, aunque había resultados, ahora eran el producto directo de su esfuerzo en todos los sentidos.
				UN CAMBIO EN LA HISTORIA
				
    
	  El Padre envió a su Hijo Jesucristo a un mundo de pecado  y por causa del pecado. Sin embargo, como Jesús era sin pecado, pudo vivir como  Adán lo hizo al principio de la creación, haciendo de la presencia del Señor su  hogar durante su estancia en la Tierra.
Durante 30 años de su vida, Jesús no realizó ninguna labor “ministerial”, pero debido a que su hogar era la presencia de su Padre, cuando fue bautizado en agua, se escuchó LA VOZ DE DIOS diciendo que se gozaba en Jesús. El gozo del Padre por el Hijo, no tenía relación con alguna clase de servicio que Jesús realizara. Como se dijo, antes de ser bautizado, Jesús no realizó ninguna tarea ministerial a favor del Reino de Dios.
Cuando Jesús, luego de su bautismo en agua fue llevado por el Espíritu al desierto, entró a ese desierto lleno del poder del Espíritu y luego de pasar las pruebas que el diablo le puso, salió del desierto en el poder del Espíritu. Fue luego de este hecho que Jesús comenzó a ministrar a las multitudes.
Jesús en todo momento buscó la intimidad con su Padre y no buscó esa intimidad como un recurso para luego ministrar, hacer prodigios y milagros. Él ansiaba la presencia de su Padre porque ese era “su hogar”, el ámbito en el cuál vivió y trabajó en este mundo.
La Palabra registra varios hechos de que siendo Jesús un hombre público que a veces no tenía ni tiempo para comer, sin embargo, siempre buscaba estar en la presencia de su Padre, aún en los tiempos lógicos de descanso.
Durante 30 años de su vida, Jesús no realizó ninguna labor “ministerial”, pero debido a que su hogar era la presencia de su Padre, cuando fue bautizado en agua, se escuchó LA VOZ DE DIOS diciendo que se gozaba en Jesús. El gozo del Padre por el Hijo, no tenía relación con alguna clase de servicio que Jesús realizara. Como se dijo, antes de ser bautizado, Jesús no realizó ninguna tarea ministerial a favor del Reino de Dios.
Cuando Jesús, luego de su bautismo en agua fue llevado por el Espíritu al desierto, entró a ese desierto lleno del poder del Espíritu y luego de pasar las pruebas que el diablo le puso, salió del desierto en el poder del Espíritu. Fue luego de este hecho que Jesús comenzó a ministrar a las multitudes.
Jesús en todo momento buscó la intimidad con su Padre y no buscó esa intimidad como un recurso para luego ministrar, hacer prodigios y milagros. Él ansiaba la presencia de su Padre porque ese era “su hogar”, el ámbito en el cuál vivió y trabajó en este mundo.
La Palabra registra varios hechos de que siendo Jesús un hombre público que a veces no tenía ni tiempo para comer, sin embargo, siempre buscaba estar en la presencia de su Padre, aún en los tiempos lógicos de descanso.
EL OBJETIVO DE LA VIDA DE JESÚS ERA SU PADRE
Y NO LA MINISTRACIÓN A LAS PERSONAS
Y NO LA MINISTRACIÓN A LAS PERSONAS
				LO HABITUAL
				
    
	  Habitualmente, la idea generalizada sobre lo que agrada a  Dios en cuanto al servicio que sus hijos le brindan, es que se debe buscar la  voluntad de Dios para entender lo que Él desea de los suyos y llevarlo a cabo.  Sin embargo, existe un plano de entendimiento mucho más profundo y fundamental  de la voluntad de Dios que debe ser el objetivo de vida de todo hijo de Dios.  Este es el plano en que la voluntad de Dios es considerada primeramente el  alimento de quien vive en Su presencia y secundariamente es para realizar lo que  el Señor hubiere encomendado.
Cuando esta verdad es comprendida en el espíritu humano, la voz de Dios se transforma en el alimento diario y deja de ser el instrumento designado por el Señor con el fin exclusivo de escucharlo para saber cómo desarrollar un ministerio con sabiduría, tomar decisiones correctas y ser guiados en la dificultad, recibiendo indicaciones suyas.
Cuando se conjuntan las verdades expresadas entonces se puede hablar de una ecuación adecuada espiritualmente y es la siguiente:.
Jesús afirmó que “su comida era hacer la voluntad del Padre”. La voz de Dios siempre contiene su palabra; a la vez, la Palabra siempre es la expresión de la voluntad de Dios. Por lo tanto, cuando los hijos de Dios escuchan la Palabra que imparte vida a sus espíritus, entonces esos espíritus son alimentados con la voluntad de Dios. Generalmente se enfatiza que la lectura de la Palabra y la oración son necesarias para tener una buena comunión con Dios, como si dichas prácticas produjeran unión con el Señor. Sin embargo, el planteo es exactamente al revés; porque un cristiano tiene comunión con el Señor y está unido a Él, entonces hay interés en la Palabra y en la oración. Históricamente se puede demostrar que desde Adán y Eva, pasando por los profetas, Cristo y los apóstoles, el propósito de Dios para con el ser humano es que la comunión entre ambos se un disfrute permanente. Cuando se experimenta esta realidad, la presencia del Señor, su voz y su Palabra, entonces se disfruta como si fuera miel.
Cuando esta verdad es comprendida en el espíritu humano, la voz de Dios se transforma en el alimento diario y deja de ser el instrumento designado por el Señor con el fin exclusivo de escucharlo para saber cómo desarrollar un ministerio con sabiduría, tomar decisiones correctas y ser guiados en la dificultad, recibiendo indicaciones suyas.
Cuando se conjuntan las verdades expresadas entonces se puede hablar de una ecuación adecuada espiritualmente y es la siguiente:.
Presencia de Dios + Voz de Dios = Voluntad de Dios
Jesús afirmó que “su comida era hacer la voluntad del Padre”. La voz de Dios siempre contiene su palabra; a la vez, la Palabra siempre es la expresión de la voluntad de Dios. Por lo tanto, cuando los hijos de Dios escuchan la Palabra que imparte vida a sus espíritus, entonces esos espíritus son alimentados con la voluntad de Dios. Generalmente se enfatiza que la lectura de la Palabra y la oración son necesarias para tener una buena comunión con Dios, como si dichas prácticas produjeran unión con el Señor. Sin embargo, el planteo es exactamente al revés; porque un cristiano tiene comunión con el Señor y está unido a Él, entonces hay interés en la Palabra y en la oración. Históricamente se puede demostrar que desde Adán y Eva, pasando por los profetas, Cristo y los apóstoles, el propósito de Dios para con el ser humano es que la comunión entre ambos se un disfrute permanente. Cuando se experimenta esta realidad, la presencia del Señor, su voz y su Palabra, entonces se disfruta como si fuera miel.
				LAS RECOMPENSAS
				
    
	  La enseñanza de EL  DESTINO DE TU MIRADA también contempló el tema de las recompensas. Jesús  recibió recompensas de su Padre; cuando dejó la gloria, bajó al mundo, se hizo  siervo, se humilló, fue obediente hasta la muerte de cruz, después de su obra,  el Padre decidió elevarlo al lugar del máximo honor, le dio un nombre que está  por encima de todos los demás nombres y ante ese nombre, el nombre de Jesús, se  doblará toda rodilla en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra..
Jesús no se ocupó de “negociar” con el Padre ninguna recompensa, sin embargo el Padre lo recompensó con una posición de honor.
Jesús no se ocupó de “negociar” con el Padre ninguna recompensa, sin embargo el Padre lo recompensó con una posición de honor.
También el Padre previó recompensas para sus hijos tanto en la tierra como en el cielo. Además, cada cristiano es coheredero con Cristo, recibe herencia, tal como lo afirma la Escritura.
				LA OCUPACIÓN DEL HEREDERO
				
    
	  Los salvados y redimidos  por la sangre de Cristo en su condición de herederos tienen una responsabilidad  que deben tomar en cuenta, sintetizada en Colosenses 3:1-4: “Puesto que  ustedes ya han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está  Cristo sentado a la derecha de Dios. Pongan la mira en las cosas del cielo, y  no en las de la tierra. Porque ustedes ya han muerto, y su vida está escondida  con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste,  entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria” (versión  RVC).
En los hijos de Dios como herederos declarados, opera la vida de resurrección, en razón de que antes operó la muerte de Cristo que fue lo que permitió la resurrección con Él. Es en el ejercicio de la operación de esa vida de resurrección y valorando la grandeza de la herencia a recibir, que todo cristiano debe vivir en el poder que le ha sido dado, a fin de que EL DESTINO DE SU MIRADA sea las cosas del cielo, no las de la tierra. Por este principio, se puede deducir que el Señor no concibe un heredero suyo que viva en la tierra con la mirada puesta en este mundo y sus cosas..
En los hijos de Dios como herederos declarados, opera la vida de resurrección, en razón de que antes operó la muerte de Cristo que fue lo que permitió la resurrección con Él. Es en el ejercicio de la operación de esa vida de resurrección y valorando la grandeza de la herencia a recibir, que todo cristiano debe vivir en el poder que le ha sido dado, a fin de que EL DESTINO DE SU MIRADA sea las cosas del cielo, no las de la tierra. Por este principio, se puede deducir que el Señor no concibe un heredero suyo que viva en la tierra con la mirada puesta en este mundo y sus cosas..
				DE HEREDEROS A VENCEDORES
				
    
	  Si bien es cierto todos  los creyentes en Cristo por su condición de hijos son herederos, la Palabra  afirma que hay un nivel de premio superior destinado a aquellos que califican  como vencedores. Un vencedor es aquel que se destaca por haber alcanzado un  nivel de conquista por encima de los demás.
La iglesia en Laodicea era una iglesia tibia, engañada, ciega, se creía rica y poderosa y sin embargo su condición era deprimente; no podía ver su pobre y triste condición. El Señor la exhorta a salir de la mediocridad y hace un desafío: “Al que salga vencedor, le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3:21, NVI). Entre toda la iglesia en Laodicea podían salir uno o varios que tomaran el desafío de romper con el espíritu y la mentalidad que mide la espiritualidad personal por el estándar espiritual de la época. Los vencedores tienen una promesa asegurada, sentarse conjuntamente con Jesús en el trono de su Padre. Obviamente que no es lo mismo ser parte de los salvos que morarán eternamente con el Señor que ser calificados como vencedores que se sientan en su trono.
La iglesia en Laodicea era una iglesia tibia, engañada, ciega, se creía rica y poderosa y sin embargo su condición era deprimente; no podía ver su pobre y triste condición. El Señor la exhorta a salir de la mediocridad y hace un desafío: “Al que salga vencedor, le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3:21, NVI). Entre toda la iglesia en Laodicea podían salir uno o varios que tomaran el desafío de romper con el espíritu y la mentalidad que mide la espiritualidad personal por el estándar espiritual de la época. Los vencedores tienen una promesa asegurada, sentarse conjuntamente con Jesús en el trono de su Padre. Obviamente que no es lo mismo ser parte de los salvos que morarán eternamente con el Señor que ser calificados como vencedores que se sientan en su trono.
				UN VENCEDOR TIENE A CRISTO FORMADO EN ÉL
				
    
	  Cuando Pablo escribió su  carta a los hermanos de Galacia, les expresa su anhelo y casi con desesperación  les dice: “Tengo intensos dolores, como si fueran dolores de parto, hasta  que Cristo sea formado en ustedes”. Este objetivo no fue sólo para los  gálatas, es un propósito de vida para cada cristiano, para cada hijo de Dios  que tenga el deseo de agradar al Señor y hacer su voluntad.
Toda persona en quién Cristo está siendo formado lo evidencia, sea apóstol, profeta, evangelista, pastor, maestro o miembro de una congregación. La vida de Cristo no se puede ocultar. Entonces cuando ese cristiano habla o actúa, Cristo se manifiesta y toda la gloria es para Él.
Toda persona en quién Cristo está siendo formado lo evidencia, sea apóstol, profeta, evangelista, pastor, maestro o miembro de una congregación. La vida de Cristo no se puede ocultar. Entonces cuando ese cristiano habla o actúa, Cristo se manifiesta y toda la gloria es para Él.
				PARA DESTACAR
				
    
	  Además de la  ministración de la Palabra la cual marcó la vida de los participantes en el  evento, es importante destacar que es la primera nochebuena en la que  participaron todos los ministros conjuntamente con sus familias. Fue una noche  de celebración al Señor, recordando no sólo su nacimiento, sino su obra  completa de redención. Las canciones, los testimonios, las palabras que se  recibieron del Señor, el clima espiritual de reverencia y alegría pusieron una  nota singular en ese 24 de diciembre.
Se llevó a cabo una cena de despedida el miércoles 26 y hubo una grata sorpresa para los presentes. Los niños y jóvenes habían sido entrenados en días anteriores para presentar canciones, cuadros, representaciones, diferentes obras que resumían todo lo que se había recibido del Señor en EL DESTINO DE TU MIRADA.
Se llevó a cabo una cena de despedida el miércoles 26 y hubo una grata sorpresa para los presentes. Los niños y jóvenes habían sido entrenados en días anteriores para presentar canciones, cuadros, representaciones, diferentes obras que resumían todo lo que se había recibido del Señor en EL DESTINO DE TU MIRADA.
				UN CIERRE MUY ESPECIAL
				
    
	  
	    Cómo si faltara algo,  casi a la medianoche, los jóvenes fueron convocados por los integrantes del  Ministerio a participar de una “fogata” al aire libre. ¡Qué momentos! Allí cada  joven expresó lo que había en su corazón, lo que habían recibido del Señor. El  nombre de Jesucristo fue exaltado y además, cada uno expresó sinceramente cómo  habían experimentado el amor y la comunión entre ellos. Eran aproximadamente  las 3.00 de la madrugada cuando el fuego se fue consumiendo y cada uno se  retiró a descansar. Simbólicamente, el humo que fue quedando, fue subiendo  hasta el trono de Dios a manera de adoración, reconociendo que su poderosa  presencia se había hecho sentir de una manera palpable. 
	    
¡Se puede afirmar sin lugar a dudas que EL DESTINO DE TU MIRADA fue un Encuentro de excepción!.
¡Se puede afirmar sin lugar a dudas que EL DESTINO DE TU MIRADA fue un Encuentro de excepción!.
Jóvenes asistentes al Encuentro.
	       
Video de las actividades y recreaciones de los jóvenes.
    
Niños asistentes al Encuentro.
	       
Video de las actividades y recreaciones de los niños.
    
Imagen del logotipo que representó el espíritu de la impartición del Encuentro.
Video de la Introducción  "EL DESTINO DE TU MIRADA"
    
Matrimonios pastorales con sus hijos, asistentes al Encuentro "El destino de tu mirada" 
realizado desde el 22 al 27 de diciembre de 2012 en San Miguel Allede, Guanajuato, México.
realizado desde el 22 al 27 de diciembre de 2012 en San Miguel Allede, Guanajuato, México.
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Temas relacionados:
Agenda de Eventos I Eventos realizados I Invitaciones
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