Break the teeth of the roaring lion
Daniel Cipolla
July 02, 2006
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Translator: JUAN PONCE



En 1ra. Pedro 5:8, el Espíritu Santo guió al apóstol Pedro a escribir una palabra muy interesante y muy poderosa; dice la Escritura allí, en 1ra. Pedro 5:8:

"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo,
como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos
se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo."
1 Pedro 5:8-9


Es muy particular la visión que la Palabra nos muestra a través del apóstol Pedro, del diablo; él lo compara “como si fuera un león rugiente, no dice que es un león, dice que es como un león.
Pero el Espíritu Santo me llevó a reflexionar en algunas cosas.
Cuando yo miro la revelación del Espíritu acerca del diablo por el apóstol Pablo, encuentro que Pablo dice lo siguiente: que Cristo Jesús, triunfó sobre los principados, sobre el diablo y sobre toda potestad.
Cuando yo miro esa visión, y encuentro este versículo, pareciera que encuentro una contradicción.
¿Cómo es posible que si el diablo está vencido, todos los principados están vencidos, todas las huestes de maldad están vencidas, por qué el apóstol Pedro me dice que yo debo “ser sobrio y velar” de manera que no sea devorado por este diablo “como león rugiente”?
Pero usted y yo sabemos que en la Biblia no hay ninguna contradicción, en la Palabra de Dios hay complementación.

El apóstol Pablo nos muestra una cara de la moneda de la revelación y el apóstol Pedro, nos muestra otra cara de la moneda de esa misma revelación.
De manera que nosotros como hijos de Dios, caminemos en la vida presente sabiamente, sabiendo dónde estamos parados y sabiendo que nuestras acciones son importantes.

Unas de las preguntas más trascendentes que en mi corazón habitó: ¿Por qué motivo Dios le permite a un diablo vencido devorar a uno de sus hijos? Porque aquí dice: que él está alrededor buscando a quién devorar.
Él no está hablando de los que están fuera de la Iglesia, él está escribiendo a la Iglesia, él está escribiendo a los hijos. Además la pregunta, para mí, como padre: ¿Si usted es padre, no creo que usted ponga a merced de un león a sus hijos?¿No creo que porque no se tomó la sopa, usted le diga que va a soltar a león que tengo detrás de la puerta para que te coma? Como que no es la naturaleza normal de un padre.
Pero lo que el apóstol Pedro está diciendo, me hace saber algo, que hay ciertas situaciones legales en el Espíritu, en las que Dios no puede meter su mano y debe permitir que las cosas sucedan.

Sobre esta pregunta yo obtuve respuesta de Dios. Voy a mostrar algo trascendente de la Palabra:

Cuando miramos los caminos que podemos transitar, la Palabra es muy clara, dice: “Hay caminos que al hombre le parece derecho pero su fin es camino de muerte”.
Por otro lado dice: “Bienaventurados los que conocen y caminan en mis caminos”.
Quiere decir que nosotros, aún como hijos de Dios, solo podemos caminar por dos caminos, o los caminos de Dios o nuestros caminos.
Y es clara, también cuando dice que “los caminos de Dios, no tienen nada que ver con nuestros caminos, que los pensamientos de Dios no tienen nada que ver con nuestros pensamientos”.
Quiere decir entonces, que solo tenemos dos opciones:

El camino de Dios y nuestro propio camino.

Dios nunca ha anulado nuestro libre albedrío y nuestra voluntad, aunque seamos hijos tenemos la libertad de escoger los caminos, aún estando llenos del Espíritu Santo, tenemos la libertad de escoger nuestros caminos. Tuve respuesta de Dios en un pasaje que solemos predicar a la gente para que se entregue a Cristo:

“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido;
mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va;
así es todo aquel que es nacido del Espíritu.”
Juan 3: 6-8


Cuando Jesús le dice a Nicodemo que le es necesario nacer de nuevo, inmediatamente después de eso agrega algo que pareciera que no tiene nada que ver con lo que Jesús viene hablando, habla del nuevo nacimiento, habla de entrar al reino e inmediatamente parece cambiar de tema y comienza a hablar del viento.
Imagino el rostro de Nicodemo: “es que no entiendo lo que dice” ¿Qué tiene que ver el viento con todo esto?
Y le agrega un principio, le dice “Nicodemo, cuando el viento sopla, golpea tu rostro y tu ropa, pero tú no puedes saber de dónde viene, ni a dónde va”.
Ahora Jesús parece retornar al tema y le dice: “cuando nazcas de nuevo, comprenderás la acción del viento, comprenderás que los hijos de Dios tienen una característica, ellos son como el viento”.
¿Qué quiere decir esto?
Que el viento tiene un camino para recorrer pero nadie puede saber cuál es el camino del viento, no se puede saber de dónde viene, ni a dónde va.
Jesús le está diciendo a Nicodemo: “cuando tú, como hijo del reino, aprendas que tú eres como ese viento, caminarás en caminos sobrenaturales, en caminos milagrosos, porque nadie podrá saber de dónde viene este camino, ni a donde va ese camino”.

Jesús dice: “Los hijos míos, los del reino serán gente que caminan en lo sobrenatural, porque caminan en los caminos del viento, caminan en los caminos del Espíritu, ellos son como ese viento”.
No dice: ellos tratan de ser como… Dice: ellos son… y cuando encuentro la unidad en la Escritura, entre lo que dijo Jesús y lo que enseña el apóstol Pablo por el Espíritu en Romanos 8:
El Espíritu habla de la diferencia entre la carne y el espíritu, en el versículo 14 enseña un principio espiritual relacionado con lo que Jesús le dijo a Nicodemo y en el capítulo 8 verso 14 dice:

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
Quiere decir, que la única característica que Dios mira por la que le demuestro ser hijo, es “cuando camino en el Espíritu”, si no camino en el Espíritu, aunque declare ser hijo, Dios no está viendo la evidencia.
Para nosotros la evidencia suele ser una serie de declaraciones teológicas correctas; si tú dices que crees “esto”, más a la vez crees “esto” y a la vez crees “esto”, tú ya eres un hijo de Dios.
La declaración de un credo y la creencia de un credo no determina mi naturaleza, la única evidencia que da lugar a si la naturaleza de Dios está en mí, y que tengo la naturaleza de hijo es que:
“Yo vivo mi vida, dirigido por el Espíritu Santo”.

Por eso creo tan serio cuando alguien me pregunta ¿Cómo oír la voz del Espíritu? Porque eso es básico, no es algo extraordinario, es básico; porque si la característica del hijo es andar en el Espíritu y no puedo discernir al Espíritu, algo está pasando en mi condición de hijo; probablemente tenga un credo, probablemente sepa teología, probablemente declare y crea muchas cosas, pero la esencia y la naturaleza de hijo no esté ahí, no es opcional, porque el apóstol Pablo dice que los que caminan en la carne no pueden agradar a Dios.
Y alguien que no puede agradar a Dios, no puede ser aprobado por Dios.
Esto es claro.
Volviendo sobre el pasaje del Apóstol Pedro y analizando la conducta de un león, vemos:

¿Cómo actúa un león?
Algunas cosas básicas de su accionar son:

1) El león mata su presa, o le roba la presa a un animal que acaba de dar muerte a otro animal.

2) El león nunca come carroña o animal muerto de muchos días, come carne fresca.
Que acaba de matar o de robar, esa es la naturaleza de lo que come el león.

De esto surgen algunas preguntas aplicadas al pasaje:

1) ¿Qué persigue y devora el diablo como un león?

2) ¿Quién es candidato a ser devorado?

Vamos a responder cada una de ellas:


1) ¿Qué persigue y devora el diablo cómo un león?


¿A qué le quiere dar muerte el león, y qué es lo que el huele? Carne fresca, cuando él huele carne fresca, se abalanza sobre la presa.
Si aplicamos la verdadera enseñanza, al Espíritu de esta enseñanza, nos damos cuenta que, cualquier persona es candidato a ser devorado “si camina en la carne”.
Cada vez que caminamos en la carne, nos salimos del lugar de la protección de Dios, no es que Dios no nos protege, es que voluntariamente salimos de la protección de Dios.
Comencé a entender así, por qué Dios permite que sus hijos sean devorados.
Lamentablemente nosotros, por tanta religiosidad, pensamos que andar en la carne significa una serie de graves pecados que podemos anotar del uno al veinticinco, no debo hacer tal cosa…porque eso es pecado y no agrada a Dios.

Lo que para Dios es pecado, lo que para Dios es andar en la carne, es lo siguiente: “Todo pensamiento, todo razonamiento, toda decisión y toda acción que el creyente hace sin la guía del Espíritu Santo”.

¿Cambió la lista? Porque puede haber infinidad de cosas buenas que hacemos, que pensamos que son correctas, pero como no provinieron del Espíritu Santo, son decisiones y acciones en la carne.
Quiere decir que sencillamente, cuando comenzamos a caminar fuera de la guía del Espíritu Santo, empezamos a exhalar un olor particular, por el cual el diablo empieza a oler, como cuando usted entra a su casa y su esposa cocinó eso que le gusta, usted lo identifica inmediatamente.
Así entra el diablo oliendo: “acaban de cocinar mi plato favorito “cristiano a la naranja”.
Suponga que tiene un hijo obediente, pero llega a una edad determinada en que su hijo comienza a desobedecer. Habla con él y le llama la atención y lo disciplina, pero él continúa con amistades que no convienen, toma unas copas de más, prueba algo de droga, hasta que alguien lo lleva a ver si roban alguna cosita y creen que nadie los va a agarrar, pero justamente allí hay un policía que ve toda la acción, hay un tiroteo y su hijo es herido.
¿Por qué fue herido?
Porque se salió del lugar de la protección de su padre.
Su padre le ama, le quiere proteger, pero si él decide salirse del lugar de la protección, va a ser herido.
¿Estamos comprendiendo cómo actúa Dios? Dios necesita permitirlo.


2) ¿Quién es candidato a ser devorado?


Pero hay aún algo más violento en el Espíritu, acerca de lo que significan los leones en la vida de la Iglesia.
Para eso vamos a ver una historia muy interesante, que deberá leer por su cuenta.
La misma se encuentra en 1 Reyes 13.
Allí vemos un profeta de Judá, que viene con una palabra profética al rey Jeroboan, viene con una Palabra del Señor y hace una señal quebrantando el altar, profetizando a la vez con nombre, la vida de un rey que llegaría trescientos años más tarde, llamado Josías, un varón de Dios impresionante.
Pero este varón de Dios, cuando fue a cumplir la orden de Dios, recibió una “orden para sí mismo”:

“Porque así me está ordenado por palabra de Jehová, diciendo:
No comas pan, ni bebas agua, ni regreses por el camino que fueres.”
1 Reyes 13:9


El profeta recibió una orden, no tenía que comer ni tomar y tenía que regresar por otro camino, el rey le había dicho que quería darle dones, comidas y él le dijo “aún que me des la mitad del reino no me quedo”.
Y le declaró estas palabras, “la razón por la que no me quedo es que Dios me acaba de decir que hay un camino del Espíritu para mí que es como el viento, nadie sabe de dónde vino y nadie sabrá de dónde me voy, porque me voy a ir por otro camino”.
Se fue. Pero le salió al encuentro un viejo profeta, que significa la voz de la experiencia de las estructuras religiosas, y le dice: “Dios me habló y tienes que venir a mi casa”.
Por el respeto que el joven profeta le tuvo, fue a su casa comió, bebió y cuando terminó de hacerlo, el viejo profeta se para y le profetiza, pero le profetiza la muerte.
“¿Qué cosa hay tan grave que comer un poco de pan y tomar un baso de agua? Señor entiéndeme, he profetizado lo que me dijiste. ¿Qué hay de malo en esto? ¿Hay algún pecado grave?”
Visto bajo la perspectiva humana no, pero la perspectiva de Dios tenía un camino del Espíritu que él acababa de violar.
Entonces dice la Escritura:

“Oyéndolo el profeta que le había hecho volver del camino, dijo:
El varón de Dios es, que fue rebelde al mandato de Jehová;
por tanto, Jehová le ha entregado al león, que le ha quebrantado
y matado, conforme a la palabra de Jehová que él le dijo.”
1 Reyes 13: 26


Dije que iba a haber algo más violento en el Espíritu; esta Palabra no solo dice que el león lo atacó, dice que Jehová se lo puso en bandeja al león.
El profeta viejo dijo: Jehová le ha entregado al león.

Esto es más violento en el Espíritu: Quiere decir que hay principios que si los violamos, Dios te entrega.
Tenemos una idea equivocada de la protección de Dios, porque creemos que Dios va a violentar sus principios espirituales, Dios no los va a violentar, Dios los va a cumplir.

Pero hay otra cosa interesante en esta historia: El león, no lo mata para comer, dice la Biblia, cuando el viejo profeta llegó a enterrar al otro profeta, la escena era “cómica” estaba muerto el profeta, el burro al lado y el león al lado. El león, el burro y el profeta muerto.
¿Para qué mata el león? Para comer. ¿Por qué no se lo comió?
Esta historia nos está mostrando la tarea que el diablo busca hacer, él no está interesado en comer su carne, él está interesado solamente en “darle muerte a su propósito”.
Y si él mata su propósito, ya logró su objetivo.

Hay mucha gente que por no comprender los principios, está provocando el ser entregado para que el propósito sea muerto.
Caminar en la carne, aborta el propósito de Dios, lo hace a un lado, no podemos caminar en ese propósito.
He visto en la Escritura que cada vez que alguien caminaba en la carne, aparecían los leones y esta fue la grandeza cuando vi lo que a Pedro le fue revelado por el Espíritu.

En 1 Reyes 20 a partir del versículo 34, hay otra historia de un león.
Estaba el rey Acab y el rey de Siria Ben-adad y en ese momento el rey Acab quiso hacer alianza con este rey y Dios se desagradó. Y había un profeta de Dios que le dijo a su compañero: “golpéame, golpéame”. Y el otro dijo “estás loco, yo no te voy a golpear, tú no me hiciste nada”.
El profeta le dijo: “por cuanto fuiste rebelde un león te saldrá en el camino y te matará”.
Otra vez aparece un león.
Ahora, ¿por qué? ¿Tiene alguna lógica golpear a alguna persona? Ninguna, y menos cuando no le hizo nada.
Cuando a usted le hizo algo, por lo menos el enojo interno le hace tener ganas de golpearlo, pero si no le hizo nada, ¿por qué lo va a golpear?
¿Usted hubiera obedecido al profeta?

Los caminos del Espíritu nunca deben ser puestos bajo el gobierno de la razón.
Cuando esto ocurre estamos deteniendo y abortando los propósitos del Señor.
Pero el profeta se fue a buscar a otro y se ve que éste se había peleado con su esposa y tenía ganas de golpear a alguien, porque él le dijo “golpéame”, y éste dijo “ésta es la mía”; y le hizo una herida.
¿Sabe para qué era todo esto? Para que el profeta se vendara.
Y le contara una historia extraña al rey Acab. Y cuando terminó la historia, se sacó la venda y le dijo al rey:

¿Ves esto? Tú tenías que haber matado a tu enemigo
y tú acabas de hacer alianza con tu enemigo.

Ahora tu pueblo será por su pueblo y tu vida por la suya.
(1 Reyes 20: 34-43).


Veamos otro principio:
Cuando un dirigente o gobernante, en el Espíritu no hace lo que es del Espíritu, el sufrimiento no es sólo para él, es para el pueblo.
David pecó censando a Israel, pero no murió, murieron setenta y cinco mil personas del pueblo.
Por eso es tan grave para nosotros como ministros del Señor, cuando no caminamos en el Espíritu, porque “damos muerte a la gente”.

“Tu pueblo será por su pueblo y tu vida por la suya”.

Una vez más, vi la aparición de los leones: Daniel 6 “Daniel en el foso de los leones”.
Todos vinieron a acusar a Daniel, lo hicieron ante el rey: porque Daniel sencillamente, estaba haciendo, en el Señor, lo que hacía todos los días, “orando, honrando y obedeciendo a su Dios”.
Le tendieron una trampa y el rey firmó un edicto; ese edicto hacía que Daniel fuera condenado a muerte en el foso de los leones.
Cuando el rey se entera del asunto y de la trampa, trata de librar a Daniel, pero todos los enemigos dicen: “No puedes porque lo sellaste con tu anillo y eso no se puede revocar”.
Así que con mucho dolor dijo el rey: “Echen a Daniel al foso de los leones”.
Agregando estas palabras:
“Tu Dios, a quien continuamente sirves, te libre de los leones”
Lo echan y el rey no pudo dormir; en la mañana muy temprano se fue al lado de la fosa de los leones y empezó a llamar a Daniel:
“¿Estás ahí?”
¡Aquí estoy! Porque yo no he hecho nada malo, ni contra ti, ni contra mi Dios...
y el rey dijo: “Sáquenlo rápido y tráiganme a todos esos perversos con toda su familia y me los echan rápido en el foso”.
Dice la Biblia que ni siquiera llegaron al fondo y los leones los agarraron, les partieron los huesos y los mataron.

¿Por qué los leones no atacaron a Daniel? Usted responderá lo que dice la Biblia. Porque Jehová cerró la boca del león.

Yendo un poco más allá con la revelación, los leones no comieron a Daniel “porque no olieron olor a carne fresca”.
Porque caminaba en los caminos del Señor;
Daniel era como el viento, no se sabía de dónde venía, no se sabía a dónde iba, no sabía dónde estaba... ¿Cómo vas a comer un fantasma? Se te aparece acá y desaparece allá.
¡Claro que Dios cerró la boca!
Pero porque “no había carne que comer, que matar, él ya estaba muerto en su Dios.
La Biblia dice que cuando venimos a Cristo lo primero que ocurre es que “fuimos crucificados juntamente con él”.
¿Para qué? Para que el diablo no nos pueda tocar “porque estamos muertos”.
Si estamos muertos no hay olor a carne fresca. El diablo no come carroña y este viejo hombre se murió hace mucho tiempo.
¡Huele feo y a él no le gusta!

¡Qué diferente es entender la Escritura así!
Es que la teología enseña que hemos muerto al viejo hombre y ahora la nueva vida… Sí, es cierto, pero nos perdemos la grandeza de los principios espirituales.
Hay una razón y es que, aquél que ya fue vencido por el Señor, no tenga la oportunidad de venir a devorarnos.

Por eso nos dio una nueva naturaleza y esa naturaleza opera por el Espíritu, si camino en el Espíritu no le tengo por qué temer.
Es más, si camino en el Espíritu, agradezca a Dios a partir de hoy, que el diablo está alrededor de usted.
¡No crea que estoy loco!
¡Si estoy todos los días reprendiendo al diablo para que se aleje de mí... No me está entendiendo!
Si usted tiene una pelea de manos, si lo tiene cerca le pega.
Cuando él esté alrededor mirándolo para devorar. ¡Acomode la mejor derecha!
Ésa es la idea de Dios. Nunca la idea de Dios es que nosotros le temamos al diablo, porque aún el diablo trabaja bajo las órdenes de Dios.
Por eso cuando todos los hijos de Dios vinieron ante el Señor por el asunto de Job, él también apareció, diciendo acá está el hijo perdido; pero hijo.
Allí estaba, cuando él viene ¡Acomode su mejor derecha!

¡Si usted camina en el Espíritu, va a empezar a romperle los dientes a ese león rugiente! No importa que de vuelta y vuelta y vuelta.

Tengo grabada en mi mente esa historia de uno de esos poderosos hombres de Dios usados en tiempos de avivamiento, en esos ataques feroces del diablo, él estaba durmiendo y repentinamente sintió algo y se despertó y dice que vio la figura del diablo al pie de la cama y lo miró y le dijo:
¡Ah, eres tú! Ok, y siguió durmiendo... Esto es real. ¿Si usted ve al diablo, sigue durmiendo?
¡NO! Se pone a temblar, a orar y a gemir. Porque no estamos seguros si estamos caminando en el Espíritu.
Le tememos, pero Dios no nos dio espíritu de temor, no dio espíritu de poder.

¿Qué podemos ver en la historia de Daniel? Lo que significa un hombre que tiene autoridad de gobierno; cuando el rey mandó sacarlo escribió un edicto; a eso yo le llamo la “manifestación del reino”.
Daniel no hizo nada. El rey dijo “al foso”, y Daniel fue al foso. El rey dijo “sáquenlo del foso”, y Daniel salió del foso.
El rey dijo escribo un edicto, ¿qué hizo Daniel? Nada, solo “caminar en el Espíritu”.
Y el edicto salió “por toda la tierra habitada en ese entonces”.
Diciendo que: “todo el mundo debía honrar y adorar al Dios de Daniel, porque ese es el Dios verdadero”.

Amado, no importa si trabaja en una fábrica, no importa si barre el piso; si camina en el Espíritu, lo que comenzará a ocurrir es que “habrá edictos reales” y la gente en el lugar en donde usted está dirá, desde los jefes más grandes todos aquí vamos a adorar al Dios de ese hombre, porque ése es el Dios verdadero, ese Dios se manifiesta en él, ese Dios se manifiesta a través de él.

Y a veces pensamos que necesitamos puestos políticos para cambiar una nación; no me malentienda, hay gente llamada a ocupar esos puestos...
Pero la Iglesia dice, como solamente soy un obrero en una fábrica, ¿qué puede hacer Dios a través de mí?
¡Lo imposible puede hacer Dios a través de ti!
El manifestó a Dios sin hacer nada, solamente caminó en el Espíritu.

“Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad;
no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos;
el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.
No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos.
Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo
será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.”

Isaías 35: 8-10


Otra vez los leones ¿Parece que Pedro la pegó? Justo se le ocurrió hablar de los leones, parece que Pedro la había pegado.
No, él está hablando por el Espíritu y lo que el Espíritu dice, es toda la Escritura y lo que Dios dice es lo mismo, porque Dios es el mismo ayer y será el mismo mañana y por los siglos.


Dios dice de los caminos del Espíritu:


  1. Es un camino de Santidad, porque el que crea ese camino es el Espíritu Santo, y si es santo, el camino tendrá que ser de santidad.
  2. No pasa inmundo por él, quiere decir que lo que es de la carne no puede caminar en ese camino.
  3. Allí no habrá león, quiere decir que allí el diablo no puede entrar a matar el propósito para el cual Dios te puso en la tierra.
  4. No se extraviará. No importa lo tonto que seas, esto es algo bueno ¡Dios no permitirá que sea extraviado! Dice: Y no se extraviará.
    No se trata de la capacidad, si tengo primer grado o doctorado, es del Espíritu, no aplica la inteligencia humana. ¡No se extraviará!
  5. Los redimidos entrarán en Sion. Sion siempre está relacionado con el Gobierno y el Gobierno está relacionado en el reino, con el caminar en el Espíritu; cuando entramos a la dimensión de Sion, que es la dimensión del reino, podemos gozar de la promesa que hizo Isaías, que el gozo perpetuo está sobre nuestra cabeza, teniendo gozo y alegría y huyendo la tristeza y el gemido.


Por eso la Palabra de Dios en Hebreos dice: Muchos por la fe cerraron boca de leones.
Hasta el apóstol Pablo dijo: Si Dios me libró del león, seré preservado para servirle hasta que él diga que me voy.
Pablo dijo: a mí no me mata ningún león y Dios dice el día que yo me voy de aquí.
Por eso cuando estaba por ser entregado escribió: “llegó la hora, me estoy por graduar”.

Así que, a Pablo no lo mataron cuando ellos querían, sino cuando Dios dijo. Por eso la Escritura dice:
“Si me oyera mi pueblo y anduviera en mis caminos, comerán lo mejor del trigo y de la miel de la peña los voy a saciar”.
 
Cuando caminamos en el Espíritu, toda clase de prosperidad es nuestra. Sencillamente, porque los caminos de la carne se abastecen del mundo, los caminos del Espíritu se abastecen del cielo.
Hay una gran diferencia, en el cielo nunca falta nada, no hay ninguna clase de maldad ni de dolor, todo es una clase de bendición que no añade tristeza.
¡Qué bueno es abastecernos de lo que viene del cielo!
Y eso viene en el camino del Espíritu.

Por último, en Apocalipsis 5:5, nos muestra al verdadero león.
¡No al que se la quiere dar de león! Sino al que es león:

”Y uno de los ancianos me dijo: No llores.
He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David,
ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.”
Apocalipsis 5:5


Este verdadero león también devoró, devoró al diablo, a los principados y a las potestades, a las huestes de maldad, devoró al pecado, devoró la condenación, devoró la muerte y nos dio vida.
Si caminamos al lado del verdadero león, no tenemos porque temerle al que hace de león.
Es mi anhelo y deseo, que usted se convierta en alguien que muestre unos cuantos colmillos y algunos cuantos dientes que logró romperle al que hace de león.
Porque a veces oramos en medio del sufrimiento, pero no entendemos que en medio de ese sufrimiento, Dios está confiando en nosotros y diciendo: ¡Tú puedes en mí! Yo ya lo vencí, pero ahora tú lo vas a vencer y vas a romperle su hocico para que se dé cuenta que mis hijos tienen mi misma naturaleza, que mis hijos tienen mi misma victoria, que mis hijos tienen mi mismo Espíritu.
Así que si se mete con mis hijos, es igual que se metiera conmigo, va a salir igual de perdido.

¡Qué importante es que caminemos en el Espíritu!
A veces hay que hacer cambios radicales para que esto ocurra, pero le aseguro que vale el todo por el todo.
A medida que avanza esta revelación, yo puedo sentir en mi espíritu, una densa tiniebla que era partida por la espada de la Palabra sobre sus vidas.
En algunos esa densa tiniebla esta oprimiéndoles y estaban confundidos pero vino la espada de la Palabra, quebrantó la tiniebla y ahora pueden ver lo que no veían y desapareció la confusión.
Es el Espíritu Santo, librándolo en este mismo momento de aquello que lo está oprimiendo.

Pero a partir de ahora, Dios le dice a usted:
¡Tienes que aprender tú mismo a romper con la tiniebla!
¡Tienes que aprender tú mismo a quebrantar eso, de tal manera que camines en libertad!

¡Gracias Jesús!
Hay alguna gente corriendo mucho estos días, muchas responsabilidades, muchos compromisos, mucha actividad laboral y poco tiempo de comunión y se siente débil en el espíritu.
El Señor te dice: ¡Vuelve a la fuente, detente, déjame que en quietud y reposo vuelva a darte la fortaleza!
¡Acércate a mí y lo que no puedes lograr con tu esfuerzo, lo lograrás con mi Espíritu!

Hay gente que tiene que detener su ritmo de trabajo y dedicar un tiempo de calidad al Señor, ¡Porque tú serás el bendecido de una manera muy especial!
¡Tiempo de calidad!


¡Padre, gracias! Tu Espíritu Santo está haciendo la obra y las tinieblas del diablo están siendo quebrantadas; puedo ver en el Espíritu un entendimiento sobrenatural de la Palabra, mucha gente que hasta ahora no entendía cómo vencer al diablo, comprendió la Palabra.

Y hoy ha aprendido, toma esta semilla y nadie se la roba, a partir de ahora no solo orará por la victoria sino que disfrutara de la victoria.
¡Padre en el Nombre de Jesús, declaro que tu Espíritu Santo viene de una manera especial y se va la tiniebla y la confusión, viene la claridad y la luz de Dios que les da dirección para la vida.
¡Dios Gracias! ¡Señor Gracias porque Tú lo haces!


Tómese un tiempo para orar, cuando uno recibe una semilla que trae luz, tiene que tener un espíritu agradecido y agradecer al Señor por lo que está comiendo de la Palabra.
Y que eso que está comiendo se haga parte de usted.
Los jóvenes en este tiempo sufren uno de los engaños más grandes del diablo, no es solamente que tengamos poco tiempo, sino que mal utilicemos el tiempo. El espíritu de esta época y sobre todo el espíritu en el mundo, tiene que ver con una frase “pasarla bien”; y cuando miro las actividades que los jóvenes intentan realizar, aún las actividades cristianas llevan ese mismo espíritu, “pasarla bien”. Pero generalmente Dios no está donde nosotros decimos “pasarla bien”.
Hay tiempo para muchas cosas y no hay tiempo para lo verdadero y luego se sienten débiles y piensan “no sé cómo luchar con esto”, “no se cómo vencerlo”.
Pero si miran sus tiempos, han estado mal invertidos.
Y si hubo un tiempo con Dios, es más un tiempo religioso de cumplimiento para tranquilizar mi conciencia y no sentirme tan mal, que un tiempo verdadero con Dios.
Hay algunos que están pasando crisis, otros están pasando por algunas cosas que sus padres no saben, algunos están escondiendo cosas que nadie sabe, pero Dios no quiere descubrirlos, él está buscando sanarlos. Y que venzan.

Quiero orar por esto, pero hay algo que ni yo, ni Dios puede hacer por ustedes, y es tomar la determinación de “comenzar a poner lo primero, primero”.
Comenzar a ofrecerse a Dios como una persona que le entrega a Él “calidad”.
Y cuando los pensamientos quieran ir a “pasarla bien”, digan la voy “a pasar realmente bien, buscando lo que de verdad me llena”.
Y cuando eso ocurre, todo lo demás lo disfrutamos de otra manera, deben ser sanados de esto y huir lo que está escondido.
Hay tinieblas externas pero las hay también internas y queremos sacarlas afuera.
Si estás dispuesto... Las podemos sacar afuera.
¡Quita tú mismo esa tiniebla afuera, orando a Dios, que yo voy a orar por ustedes.


Padre, ahora en el Nombre de Jesús, estos jóvenes están confesando y hablando con su boca tinieblas que a veces nos intentan cubrir, pero cuando confesamos y nos apartamos, somos libres.
Quiero por tu Espíritu pedirte que venga algo especial que el hombre no puede hacer sobre todos los que están haciendo esta oración...
Que Tú produzcas ese querer, como ese hacer, dentro de ellos; que el mejor tiempo de sus vidas sea para ti y ellos entonces prosperarán en todo lo que hagan.

¡Yo declaro ahora “que se quebrantan las tinieblas que confesaron y el poder del Espíritu Santo les da victoria a partir de este momento y les da vida, en el Nombre de Jesús, amén.”

¡Te alabamos Señor! Te damos gracias por este tiempo tuyo y queremos rogarte que hayamos aprendido algunos principios que nos permitan manifestar el reino.
Que venga ese reino que está entre nosotros y con nosotros y que pueda ser liberado en otra dimensión sobrenatural.

¡Gracias Señor! Todo lo que Tú lo comienzas, Tú lo terminas!

¡Gracias porque eso es así el día de hoy! Para que a partir de hoy tu Iglesia camine en un nuevo nivel, no por haber oído un mensaje; que nosotros seamos el mensaje, que no se trate de una predicación o un mensaje bonito, que nosotros seamos el mensaje.
¡Gracias Señor!

Cada uno está bendecido con tu bendición y no necesita más, nada nos falta pues todo Tú lo provees, porque en todo tiempo es grande tu fidelidad. Amén.



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